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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Canciones



Canciones

Abrí la vieja carpeta en la computadora con archivos que se fueron acumulando durante todo este tiempo. Encontré fotografías, pedazos de canciones y un rompecabezas de letras en archivos txt. Físicamente tengo un montoncito de hojas desparpajadas que fui encontrando en distintas posiciones de mi habitación, se supone que son las primeras ideas de esos rompecabezas, una serie de frases y versos plasmados con lápiz y tinta negra, roja y azul. Ahora las metí en un sobre, las guardaré por respeto a ellas mismas, a su memoria, porque no quedarán plasmadas así.

Miré un viejo espejo, su reflejo es una ventana en el tiempo, me dijo lo que pensaba en ese momento, las decisiones, mis represiones y angustia. Hay cierta inocencia, si me viera a mi mismo me daría una palmada, no por lástima, más bien diría bien hecho mira todas esas cosas, te pillaron con la inocencia de un amor intenso inconsciente.

Inmediatamente pensé en cambiarlas y me puse a trabajar, pero cambiarlas sería negarme a mi mismo, al chico de hace cinco años con sus miedos y angustias, emociones y amores.

Hay una en especial que me parece realmente tonta, los acordes son demasiado bueno pero la letra no le hará justicia a la música, no hay armonía. Pienso en las opiniones que atravesarían de las nuevas personas que conozco, creo que cada vez uno conoce a gente más critica.

Entonces no se si dejar esa letra intacta, pues ya nisiquiera se ajusta a la música.

La historia... algo simple, melodramático. El amor imposible que mira a uno de tus mejores amigos, y que ella no estaba dispuesta a olvidar...

Nunca le pregunté si le molestaba, dejamos de vernos y de tomar tragos juntos ahí lo hubiésemos confesado, mi otro amigo dijo que nunca hubo problema, sospecho que sí...

Total, ella está perdida en otra parte lejos de nosotros quizá.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Porqué no

¿Porqué no programar la alarma? Mañana temprano cuando todos descansan y más tarde dedicarán el tiempo como se manda el séptimo día.

¿Porqué no despertar? Cuando la mañana exala el último sereno de la madrugada fría de invierno.

Porqué no tomar, como en un descuido, algunas monedas, algunas monedas que sirvan para el café de la tarde y un libro de bolsillo poco estorboso.

Más tarde preguntaría porqué sigo haciéndolo.

Porqué no escuchar las quejas de aquellos que esperan un milagro mientras su paciencia les permite colectar indulgencias y librarse del fuego eterno.

Es invierno y aún hay mosquitos con ese zumbido agudo que tortura mis nervios. Porqué no prender un cigarrillo, dicen que "con el humo se van"

Aquí está la influencia de tus charlas y consejos que también son un zumbido...Zzzz zzz "no regreses".

No regresaré, no regresaré, puedo esperar un poco más, mientras estos granos rindan para más tazas de café.

No regresaré a escuchar sonidos sofocantes y noches de insomnio, de calor como si la puerta al infierno estuviese ahí cerca.

Siempre estuvo cerca y no se quien se adentró en lo más profundo, no me atreví a mirar, no quiero regresar.
No te debo nada, mi deuda está soldada, mi alma nunca fue vendida.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Indistinguible







Ahora los sueños son indistinguibles, sueño despierto y dormido también, sueño despierto y estoy dormido pero no distingo parece tan real.

Se que puedo declararme jodido cuando en ambos soy cobarde, antes disfrutaba soñar dormido, ahora desperté con esa sensación de que estaba perdido y acorralado en una mañana fría a las once.

Como siempre esperé a guardar distancia para que nadie sospechara, antes revise el coche y me percaté de la jeringa rota. Tal vez las cosas no estaban bien contigo no podías conducir así. Y de repente llegamos en un parpadeo el sol era intenso y el calor también, cerca del mar, y los demás acediándote.

Yo perdido como siempre con estas ganas que percibes.

Desapareciste y ahora siento pánico ¿dónde estabas? Me quedé con ellos recordando tu mirada, descifrando por si quisiste decir algo, sigo siendo torpe y me quedé esperando hasta la mañana fría.

En la mañana fría me di por vencido, pero perdido, aquí, únicamente yo cubriéndome del frío, no hay diferencia. Pensaba que debajo de ese sol caluroso, entre las palmeras y la fista, con todos ahi mirando, tampoco dije nada.

En mis sueños también me quedó estático, esto es lo último a lo que se puede llegar.

Pensé en invertir, hacer despierto lo que en sueños, estaba decidido por la mañana, sin embargo me quedé estático esperando que se terminara el tiempo, que se apresure para arrepentirme dentro de tres meses.

martes, 15 de diciembre de 2015

Conducir

Como es costumbre en aquellos lugares, la hospitalidad se manifiesta en hartazgo, y piensa como te las arreglarás en cuatro horas de camino al volante en alta velocidad.

Sin parar, con el pulso acelerado mientras todos duermen y la música no se distingue.

Es de noche y las luces son despiadadas, están por doquier, algunas te incitan a pisar el acelerador.

Al lado de ese camión, doble remolque, veintiséis ruedas atrayendo como imanes, hasta parece una contradicción no ir hacia ellas.

Te preguntas si los demás sintieron lo mismo, cunado la gente pregunta porqué sucedió si lo hacía bien... conducia bien.

Sentirse atraído parece tan normal.

Volver

Fue revelador, una especie de moraleja que te iluminó en uno de esos chispasos.

No hay algo, todo es la nada, podría ser una de tus historias pero olvidaste tomar una pluma y papel. Estuvo ahí pasando frente a tus ojos cerrados, en tantas oscuridades como esta.

Ahí estaba, era un día como estos, tenías la misma chamarra, tratabas de ocultar el pulso acelerado de tu corazón y sentiste alivio al escuchar al mismo ritmo el de ella. Eso es... como una sensación de alivio por el equilibrio, ambos ganando, ambos parejos. ¿Y lo arruinaste? Todo transcurrió como transcurrió y no hay más, no estuvo mal. Y a pesar de que ese aroma y rostro jamás volverá en tu vida, aquello se quedó en la memoria del tiempo, no se fue, quedó ahí y eso te hace más completo.

Ya no está, alguna vez estuvo.

Volviste al mismo sitio, con oscuridad tenue, terminó la cena, entraste a la habitación, te preparas para dormir y sabes que no será fácil. (otra vez escribes con la.esperanza de que sea leído)

En este lugar hay muchos relojes, uno cada tres paredes, se escucha su mecanismo trabajar, quieres arrojarlo por la ventana.

Parece que volviste al mismo lugar, la misma habitación y época, la misma ausencia.

Ruegas para.tener el sueño pesado, para no escuchar ese ruido de al lado que puede comenzar en cualquier instante, ese murmuro incontenible y cataclismico, ese respirar acelerado y los ruidos de caricias agitadas.

Te preguntarás ¿que haces aquí?  Con el sueño ligero, que es injusto no poder dormir, que tomas discreción ante el ambiente lúgubre, que hay que esperar un poco más hasta que todos estén completamente dormidos y entonces te sentirás seguro para dormir, es un puto manicomio esta casa de relojes.

Después asocias, esas respiraciones agitadas, y si ocurren en otra parte, y si es ella. Porque si bien estas seguro no está en la casa de los relojes, está en un lugar mejor sin tener que cuidar del sueño, sin preocuparse por la mañana siguiente, sin lamentos, sin jugar a la mentirosa para obtener al día siguiente un poco de papel moneda.

Claro, por qué no, quizá no fue está noche, fue ayer o será mañana o pasado mañana.

Sientes esa especie de punzada en el.estómago y vuelco en el corazón, entonces crees poder desenmarañar la línea del tiempo y encontrar el punto exacto donde perdiste importancia en su vida, incluso dudas si algún dia la tuviste, y todo se reduce en cuándo te olvidó por completo.

Siente su ausencia, siente esa lección de vida, no está y ni creas que algún día significaras tanto como el amor intenso que no puede dejar por tu recuerdo incierto que en este momento del tiempo es falso.

Te sientes como al principio, cuando recién comenzaba, te creías libre y te ataste, ¿cuándo?

Las cosas empeoraron cuando encontraste a colorine y compañía, y que sólo sirvieron para plasmar más páginas pero que te quedaste solo, entonces buscaste cualquier pretexto para acercarte nuevamente, y lo hiciste.

Magníficaste los recuerdos para pensar que era buena idea la búsqueda, le hiciste creer a las flores, a tu entorno que así era.

Quedaste atrapado.

Y no.tienes algo. No hay, estas en la.nada.

El reloj es despiadado, su mecanismo cruge poniendote más tenso.

Y te sientes como.al principio y te crees capaz de afrontar este momento, ésta deuda contigo mismo, el round que evitaste afrontar.

Aquí estas, como si no hubiese pasado el tiempo, como.siempre esperando.

Aquí estoy contigo, completamente.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Inducir cansancio

Al lado de los libros tengo apiladas unas cuantas libretas, ésta la de hojas amarillentas viejas que compré con los viejos que venden libros viejos, también la de hojas blancas con forro folder que tiene un desorden de apuntes y cuentos incompletos, pero yo buscaba la libreta de rayas y pasta verde; dentro hay una especie de bitácora con fechas al azar, ahora recuerdo fue a propósito por si alguien usmeaba, es azarosa pero recuerdo el orden específico.

Me puse a leer sin éxito, sin querer continuar, como cuando no te quieres mirar al espejo porque sabes que encontrarás tu cansancio y la actitud de su punta madre. Me dio hueva....

Prendí el radio y hay un concierto navideño de orquesta, azquerosamente agudo, tal vez el ingeniero de audio está de vacaciones, todos salen hoy de vacaciones.

Tomo la pluma con pereza, hay mucho que escribir a la clásica sin estar frente a la estúpida computadora.

No decido, mi vista está cansada como para tomar el libro de cortazar que compré el día de mi cumpleaños, o quizá solo escucho música, o me pongo a escribir; el chiste es dejar la luz prendida hasta que sea media noche hasta que el vecino se de cuenta que estoy en casa y cuide su desmadre, para que no arme un escándalo.

No se decidir, recibo un mensaje, cortez, de esos que te manda la gente que siente aprecio. Trato de contestar como siempre, no causando mala vibra. En realidad quería decir: sabes... yo ya no sé, bueno si se que jugare sucio, mintiendo como siempre, que nunca voy a dejar de adorar conjeturas y paradojas, lo sabes bien, apoyame, no tengas lástima por mi. Por ahora no me interesa estar en una oficina, tampoco viajando a tomar datos y fotos con aparatos que no entiendo como se calibran y que no tengo interés en aprender, la biblioteca está bien... Abri mi libreta de rayas, ésta hecha un desorden y no se porque también hay apuntes de geometría riemanniana, y ya no entiendo un carajo. La radio está bien, solo espero el sueño, y sabes realmente hoy ya no siento esa sensación de viernes, una especie de abandono porque hasta mi estoicismo se va, es el día de recordar la incompletitud, pero no esta mal, la radio no está mal, la vista tampoco, pero no quiero hacerlo; leer y escribir.

jueves, 10 de diciembre de 2015

banqueta

Transitan conductores con carácter incierto, fanfarrón y desesperado, despiadados circulan en la avenida que en los últimos años se convirtió en mercado. Hay puestos de fruta, trastos, discos,  etc, e impiden a la gente  tomar las banquetas.

Atropellan a un perro que venía con unos niños que salían de la escuela, el perro cotidianamente acompañaba a la acalorada madre que observa la escena sin saber que decisión tomar.

El perro con las biceras destrozadas, pero sin rastro exterior, camina unos cuantos metros y se tira a la sombra para agonizar. Los niños se sientan a un lado a dar ánimos inútiles ofreciendo una escena melodramatica que cautiva a los transeúntes preguntándose por el responsable.

La madre es paciente y cuando es momento pide que lo levanten, se lo llevarán a casa y lo enterraran en el jardín, eso planean sollozando.

Los conductores siguen igual, se divierten al máximo esquivando gente, puestos y mascotas.

El sol está de suputamadre pero mezclado con aire frío. Es un desorden, todo es un desorden.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

visitas



Me preguntó por mi interés, respondí varias cosas pero no la verdad. Llegué con varios prejuicios, después, con su impuntualidad de media hora y al verla sentada tras un enorme monitor, un vaso enorme de starbuks y canciones de los ochenta en la radio, entonces me di cuenta que no era el lugar indicado.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Cumpleaños

Hubo un frío intenso tal como lo hubiese querido antes. No fue lugar para tu canasta y mantel de cuadros, para la tarta de carne y ensalada, para el jugo de frutas y dulce de leche; tampoco fue lugar para tu vestido floreado y esas pulseras que te pones en las manos haciéndolas ver más delicadas.

Talaron el árbol dónde nunca nos ocultamos de los rayos del sol, porque hoy muchos lo pedían (los friolentos tal vez a gritos).

No me oculté para que me buscaras, para comprobar que me conoces bien, que me oculto para ser encontrado. Esperé, fingiendo, sorprendido con esa sensación, cuando te acercas se acelera el corazón y disimulo tomarme por sorpresa tu llegada, pero quizá sospechabas que podía percibirte a varios metros, pues a pesar de que no es costumbre tuya utilizar esos intensos perfumes, tienes una esencia que puedo reconocer a distancia y supongo por mucho tiempo más (no se hasta cuando).

Finjirme fuerte y sereno, para mostrarte que conmigo podías estar segura, y que no me importaban estas cosas sentimebtalistas. Con este carácter distraído, que la gente de ciencia como yo no se acuerda de fechas importantes, pero me conoces bien.

Mis miedos son múltiples universos y las vidas que hemos vivido. Tengo en la mente el sabor de las cosas, y no se a que sabe la tarta pero supongo que es insípida, pero no importa porque la habías preparado.

Me escondía para que me buscaras, vestido un poco elegante para caminar como lo hacía la gente de hace dos o tres generaciones en esas fotos de los recuerdos.

Realmente temía que no llegaras, y descubrir que realmente no te interesaba provocarme una risa inocente porque adoro que estés cerca; sentirme atrapado y humano, sin armas y algunas veces sin palabras, que estaba bien si llegabas; que te diste cuenta del juego, me ocultaba para que me encontrarás.

Que estaba ambriento y que evitaba devorar lo que preparaste, por respeto a la canasta y el mantel de cuadros junto con tu vestido floreado.

Que no te importaba, ¡oh! Que miedo sentía. Imaginate que lo hubiera imaginado, que trabajará más de la cuenta aquel día y con tortura, que no me diera tiempo siquiera para la comida y que llegara tarde y cansado a casa para dormir olvidandome de la espera.

Cansado y con el estomago vacío, esperando a que llegue el sueño o la muerte.

Imaginate que lo hubiera imaginado, yo sería el miedo de que no te importaría, yo sería el olvido con una extraña agonía, el miedo me tomaría y comprobaria la verdad, entonces me volvería más fuerte o desdichado. No caben dos posibilidades en el mundo.
Por eso hoy no hubo sol y no me escondi para que no me buscaras. Estaba ahí a la vista del mundo donde pasaba desapercibido con mi estoicismo que sospecho podría ser histeria.

Me puse chamarra para no temblar como perro y tomé mucho café desde la mañana. Estuve ahí, sin hacer nada, como parásito como esperando algo, finjiendo tu espera sabiendo que no llegarias, que hacía frío para los vestidos floreados.

No quise leer tampoco escribir y mucho menos escuchar música.

Jugué al patán mirando como moría la tarde mientras todos se la rifaban. Hoy fui un estorbo, un adorno inesesario de alacena.

Probé la peor tapioca que pudiese prepararse en los últimos diez putos años. Me quedé sentado mirando el reloj como lo hacía mi podrida Sunse tomando patillas inecesarias. Pero yo sin patillas, finjiendo sinismo y demencia, finjiendo que no me importa que no te importe.

Qué hubiera sido de mi, imaginando la tarde ignorando mis miedos, esperandote a la vista de todos, yo soy mis miedos.

Y ocurrió.

Escondido me encuentras y sin esconderme no me buscas.

Pero es peor, en invierno no hay vestidos floreados ni árboles con hojas.

¡Tonterías! Como aprecio al invierno y la ausencia, puede haber un universo vasto y sentir el vacío de todo lo que nos rodea.




Ciudad de México, 4 de diciembre 2015.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Me verás

Estaría de nuevo, si el oscio me gana. Si levantan muchos espejos en el camino y si cada uno de ellos muestra una imagen distinta, incluso si te miras en todos al mismo tiempo.

martes, 24 de noviembre de 2015

ojos cansados

Miré lo que escribiste hace tiempo y me parece que ya mataste tu espiritu creativo en estos días; la música, ropa, libros y todas esas cosas que imitas de tus clientes te están haciendo una perdedora. No lo digo en el sentido estricto de los emprendedores, no, eso no. Estás perdiendote, estás perdida en algo que no enbona.

También pones un acento, como yo, en un lugar donde no va. Así eres, un acento en una sílaba que no lo necesita. Tus ojos estpan cansados de mirarse en ese espejo roto.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Tormento

Eso de las realidades es un tormento.

Hoy me sentí tranquilo, las especulaciones caducan con el tiempo, desaparecen con el tiempo.

Estoy tranquilo, dormiré tranquilo, pues así nunca se estará seguro de la verdad.

domingo, 22 de noviembre de 2015

tarde dominical

Esta tarde de domingo fría, en el horizonte el sol rojoso quema tan solo un poco el aire al rededor de la corona proyectada, tan solo un poco, la masa de aire frío se cuela hasta los huesos pero es agradable.

Huele a nostalgia, huele a que cada vez pierdo algo, se me va la vida.

Este poblado es pequeño pero tiene lo necesario, la gente hace las compras para la semana y compran chocolate caliente. Yo hago mofa del pésimo sermón del evangelio, un intento desesperado para atraer frecuentemente la gente al templo pero que vacías palabras para el alma; entonces recibo un codazo pidiéndome guardar silencio.

Cruzo la carretera y me distrae el horizonte, pero no huele a muerte por aquí... huele a espera con adornos verdes y luces coloridas.

No quiero regresar a al ciudad, quiero quedarme en casa a contemplar lo último de la tarde, con una taza de café o chocolate como si no hubiese ningún pendiente en el mundo.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Charla

Es inevitable pasar a segundo termino cuando el amor está de pormedio.

Eso llamado amor es el.destructor de las relaciones más nobles. Qué es esto sin el fin, la procreación, y después debe tener distintas transiciones para que permanezca pero nunca será el mismo sentimiento intenso con el que comienza. Claro que con el tiempo parece ser algo fuertemente y maduro pero eso no radica en el amor mismo sino en justificar porque es bueno que las personas permanezcan juntas todos los desayunos posibles y noches mientras dure tu perra vida.

Y bien, eso llamado amor te arroja a segundo termino. No me refiero cuando lo encuentras, sino cuando tu familia y amigos lo encuentran. Hablo del otro lado, cuando no eres suficiente para tus queridos seres, y entonces es preciso naturalmente que las personas tiendan a esta búsqueda encontrando la esclavitud. Esta comienza a ser muy bella pero seamos sinceros que no perdura así.

En fin, el hecho es que pocas veces es respetable la desicion por no querer ser esa especie de esclavo.

Hace algunos años sentí amor profundo por cierta amable y carismática mujer, después las circunstancias se concretaron en que ella conoció ese amor por alguna persona. Entonces mi compañía ya no fue suficiente ni necesaria tanto como lo era ella para mi. Entonces comprendí la cruda verdad de esta esclavitud, de esta tendencia.

También lo fueron haciendo mis hermanos y más apreciables amigos. Un proceso que socialmente es natural y que efectivamente en su mayoría las personas eligen.

Ahora me siento incómodo en alguna de estas reuniones, donde la gente deja de verse por mucho tiempo, y después se reúne para tener pista de lo que han sido sus vidas en el tiempo de ausencia.

Los chistes cambian y se acomodan en pares, cada quien con su pareja amorosa.

Lo incómodo es no hacer lo mismo y que la razón es la misma.

Ellos tuvieron miedo de estar solos y a mi me aterra la compañía.

Estamos igual, en perspectivas diferentes somos bichos raros.

jueves, 19 de noviembre de 2015

sinceridad


Solo quería saber si en realidad tenía una oportunidad, si podía comenzar desde cero.


Mencioné las palabras que se quedaron sembradas en mi mente, de los libros y revistas.

Creo que eso no fue muy sincero.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Sueño

Te soñé, no fue un sueño inerte.

También ahí fue incierto, desperté pensando que era cierto.

Pero era incierto, ya amaneció y también escapé, no fue por cobardía otra vez me dejaste caminando solo.

No importa, creo, bueno, si me importa pero ya no me hace conflicto desear que estés bien mientras yo no lo esté.

Pero ya no me engañan mis sueños, también son consistentes con lo que sientes por mi.

Regresé caminando solo a casa.

sábado, 14 de noviembre de 2015

muere la tarde

Estaba esperando a que muriera la tarde para no quedarme en la ventana mirando, con la intensa taza de café en mano, anhelando salir a caminar. Era simple, tomar la chamarra y comenzar en la avenida, tomar la guitarra y pedir chance en alguna cafeteria para cumplir el dejavu.

Esta tarde, con sus nubes, el cielo lleno de nubes similares al relleno de las almohadas. No se tiene noción del tiempo, pues el sol es incierto desde el medio día y hace un frío de perros.


Murió la tarde, muerta está, se fueron los niños gritones del parque afuera de la casa.

Murierón mis ganas de salir a caminar y escapar.


viernes, 13 de noviembre de 2015

llamada


Es el momento en el que no quería recibir una llamada, estaba leyendo cartas suicidas porque se me ocurrió una idea para escribir un cuento. Solo así podía pensar en otra cosa, no fue el mejor día, pero tampoco el peor y sin embargo no fue normal. Es uno de tantos donde tienes que aprender una lección que ya habías aprendido antes, pero que olvitaste y por eso la aprendiste de nuevo.

No quería decir nada, por eso te pregunté y te pregunté, pero lanzaste la pregunta y ¿cómo te ha ido?

Yo siemore con mi repuesta a secas: pues bien bien,... aquí dándole.

Sin más explicaciones.

Disculpa, esque no quería halbar con alguien.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

espera






Admito que hay un poco de locura en esto, cuando me siento acorralado toco la puerta, arrojo rocas en la ventana, me asomo por la ventana. No te encuentro; las plantas regadas, mascotas y adornos dicen que anduviste por aquí, que no hace mucho saliste para el trabajo o la escuela.

Te busco cuando me siento acorralado, nervioso, afortunadamente no te he encontrado. No podría tocarte con el sudor frío de mis manos, me decepciono; los adornos, las plantas, el tapete de la puerta tienen ese toque de cambio, de que esta bien. Brota ese chispazo de que no volveré a verte por la vida en las mismas circunstancias, en las que yo quiero (en las que me necesites).

Siempre te estoy esperando, debo admitirlo; me quedo más tarde al trabajo, salgo temprano de casa y estoy atento el fin de semana. Hay un plato extra y conocí un nuevo lugar donde hay pizza espectacular.

Por la mañana descubrí que no pasará nunca más, que debo estar fresco como tú; regar las plantas, tener la cocina limpia y quizá también conseguir mascotas.

No haré exactamente lo mismo, pero hay una cosa que debo imitarte esto es ya no esperarte.

Sin embargo siempre deseo que estés bien, muy bien.


https://play.spotify.com/track/11gM8NmU4yNACBuhOW0ATk

domingo, 8 de noviembre de 2015

Domingo

Decidí dejar en paz el domingo, con palomas de maíz y series en streaming. Fue una tregua de guerra,  un descanso. Pero el mundo no se apaga, no se apaga.

Los pendientes están ahí esperándote.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Esto

Escribí como siempre, como de costumbre, ocultando el punto. Estaba enojado y la soledad del camino junto con el olor del pasto húmedo me causó escozor.

Nadie miraba, nisiquiera las estrellas cubiertas por las nubes.

Escribí algo, me preguntaba dónde quedó la fé de nuestros ancestros. Maldigue, blasfemé contra tu dios, pero ya no crees en el porque ya no me despedias con esa seña poniendo geometricamente tus manos en mi rostro.

Cumplí con mis obligaciones, llegué a casa y había una fiesta. Otra vez me pidieron que hablará de algo, que les contará algo pero nuevamente les dije que ni vida es aburrida.

Era un ambiente sórdido, había una marrana insoportable y maldije a la puta que la pario. Supuestamente hablaba de teoría de la relatividad mezclada con una b mediocre de la religión y la biología. Tenía una camisa que en el estampado pretendía ser un mapa celeste. Gorda de mierda era la única que no estaba tan tumbada como los demás, tal vez el alcohol podía metabolizarlo más debido a su gordura.

Homosexuales de closet, olvidándose de sí, libres de sus padres y sus familias, con el conecte, a salvo del racismo de sus abuelas.

Música que poco a poco perdía la calidad. Alguien pedía que explicará algo, sobre las pendejadas que estoy acostumbrado a decir.

Estaba cansado con los pies desechos.

Cuando pidieron que hablara de algo, por fin pude ser sincero y hable del escozor que sentí camino a casa y su correspondencia con el que he llegado a sentir en las madrugadas. Que no es miedo a la muerte, más bien la resignación de que probablemente no trascenderiamos.

Lamentablemente la muerte, de que no puse ofrenda a josefina, de que se fue al olvido, de que se perdió para siempre su pastel de zanahoria, sus galletas y postres que bien sabía hacer.

Que la hecho de menos y no hay nada que hacer.

Que estoy solo, como ella me lo pedía, que era conveniente para estos tiempos. Y que el colchón era ese dios en el que dejé de creer hace tiempo, porque realmente no hay nada.

Debí preguntarle por alguna alternativa, supongo que tenía algo que decirme.

Extraño en pastel de zanahoria, nadie lo hace como tú en el mundo.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Tt

So, la entrada triunfal, signifique para ti, una leve lágrima derramada a solas con la sensación de una leve derrota.

A solas, en el escondite, lejos de la vista del cielo hacia la tierra.

martes, 3 de noviembre de 2015

luz






De forma inconsciente me eché la cobija en el rostro para cubrirme de la luz que bañaba la habitación. En estos días nublados la luz matutina no es intensa y un poco desorientado es difícil distinguir si ya amaneció.

Dormir con la luz prendida no fue un capricho de miedos, donde tiene que ver un monstruo de armario. Este es distinto, te despierta por las madrugadas para no tener tormento por el día.

Cuando te debes levantar a terminar lo que ha quedado pendiente.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Fin largo

Te preguntas porque tienes tanto tiempo y tan sólo has escrito unas cuantas líneas mediocres.

Estas cansado, el desvelo y la cama llena de libros y hojas no te deja un hueco para descansar.

Te preguntas si todos se hacen la misma pregunta, que si todos han tenido la misma sensación de que se vuelven difíciles las cosas más triviales.

Si todos están orgullosos de sus líneas.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Me tienes que creer






Así son estos demonios, difícilmente se les puede reconocer como uno solo. Regularmente se combinan y entre ellos se pelean por ser el primero en poseerte. No hay exorcismo para ellos, ni purificación en alguna secta, son independientes de las creencias de las personas hasta que se les identifica. 

Bien sabemos que al estar junto a la silla, sillón, mesa, cama, auto, pasillo, etc no se les pude decir que se detengan y que no vuelvan más, no puede hacerse de esa manera tan radical. De hecho saben lo que estas pensando, saben donde vivo, sobre mis escondites, alegrías y penas. 

Salí a caminar con ellos, después de que me dejaron desecho hasta la barrera invisible entre la vida y la muerte. Incluso podrían ser tus amigos a excepción de que siempre terminas sintiéndote miserable con ellos, tal vez no hay diferencia. La diferencia es que ellos no se sienten miserables contigo, ellos son la miseria. 

Saben que pretendo que desaparezcan y lo metódico que uno debe volverse, como rezar un rosario, algo así pero sin repetir palabras. Les tiene sin cuidado, pues saben que muchas personas en el mundo lo intentan y perecen. 

El día menos esperado aparecen como hoy por la tarde. Caminamos y las calles no eran lo que esperaba, de hecho eran más desiertas que de lo costumbre. Desde hace tiempo no las recorría observando e pretendiendo encontrar a alguien conocido y quizá ignorarlos un poco. 

Aquí estan con su corrosiva compañía de miedo y angustia, de olvido y anhelo, del vértigo de montaña rusa.

Autosuficiente



Así eres tú, te cuesta trabajo pedir un sencillo favor, un puto favor sencillo.

Siempre te preguntas ¿qué pasaría si no eres suficiente?

No necesitas de alguien más mientras puedes hacer las cosas, así dices.

Cuando los necesitas te consuelas diciendo, si pudiera no doy molestias.

Te salió bien esta noche.

A favor

Es difícil saber que hacer cuando parece que las tazas de café no están a ki favor. Y no pretendo leer el futuro al fondo, cuando hablo que no están a mi favor significa que me mantienen despierto pero con mucho pánico.

Así fue este fin de semana, uno de los menos productivos del año.

Creo que cuando se quieren hacer las cosas enserio no alcanza el tiempo, y entonces es necesario fiarse de las leyes del caos.

Fantasmas

No nos dejaron en la tarde, enfrentándonos, mirando al espejo la imagen que no deja esconder el cansancio y la angustia.

Mientras más pasen los días avanza, y cuando llega el día el alivio será ¿pensar en el azar y un plan B?

Sueño

Yo también mencioné los halagos a la virtud de tu dedicación, creo que eso haremos mientras te recordemos aquí atrapados y hasta que algún día se sofoque esa sensación.

Alguna vez, en tardes como esta, sentí que me faltaba un poco de azúcar o quizá una taza de café.

Y se me ocurrió lo mismo de siempre. Pero supongo conoces la historia, inmediatamente me delataria.

Te soñé de la nada y eso es curioso. Recordé algo, que tal vez no hubiese sido buena idea el halago, café y chocolate, pero no se hacerlo de otra forma.

Desenreda el universo antes que nosotros.

Te veo luego.

sábado, 31 de octubre de 2015

Callejón

Estube buscando el nuevo café que dijiste abrierón por aquí cerca.

Es viernes por la noche y no es muy tarde, pero la gente huye rápido de aquí. Se metió el sol desde hace como 3 horas y apenas me dí cuenta, tengo mucho trabajo.

Pues no encontré el café, quería sentarme un rato a mirar personas pasar y actuar normal. No quiero leer, solo saber que hay gente por aquí haciendo las cosas más simples del mundo pero que a mi se me complican.

Tomar el poemario de Oliverio Guirondo sería como hechar sal a las viejas heridas.

No encontré el dicho café, encontré ese callejón, feo por cierto, donde venden café. Donde llegamos a comprar, y me acordé lo nervioso que me sentía cuando te invitava a salir o simplemente caminaba contigo, ocultandome, ocultando lo que sentía por ti y que después comprendí que lo más normal es decirlo. Para mi significaba un esfuerzo extra.

Mi indecisión provocaba que terminaramos en los lugares más feos e incómodos. Ahí estuve esperando mi te chaí y al lado algunos tumbados en la banqueta tomando cerveza.


No me gusta este lugar tarde y hay más opciones, pero hoy tengo miedo de caminar solo, las calles parecen más vacías hoy. Quiero quedarme en casa para continuar, pero siento está ausencia tan perra y aferrada.

El sol de medio día



Hubiese preferido su presencia fugaz, de ese instante donde el mundo no parece estar moviéndose ante el sol y la luna, suponíamos, estaba fija en el cielo sin esconderse y con el mismo tamaño toda la eternidad. Ese pequeño instante para recordar y detenerlo en el tiempo donde ambos parecían desconocidos. Hubiese preferido eso. 

Lo supe cuando miré tus ojos esa noche, aquellos que pedían a gritos y desesperadamente afecto. Que mejor de la persona que supones más cuerda, del que podría no hacerte daño. Del chico que está un poco confundido y que puede evitar cuanto antes su actitud nostálgica de soledad.

Pero pasé a la historia de los meses posteriores, como el tonto que no aprovecha las oportunidades. Pero caray, no se trata de eso.

La mañana siguiente, con tu cabello deshecho y con el puto sol que antecede las doce de la tarde, no te soportaría. Y tú si por esa actitud, la de estos vientos de otoño, la de anuncios de navidad y películas nefastas. 

Es verdad, se fue rápido, pensarás que una vez mas me equivoqué. Porque marqué el mismo número y llegó a casa, tocó la puerta, estuvimos y se fue. Otra de mis charlas ¿lo arruinó? Tan solo así es el trato. 

Hasta su aroma en las sábanas no permanece tanto tiempo.

Tan solo el sol del medio día prevenía una especie de resaca, que se pasa como es costumbre, con una comida caliente de fin te semana junto con una intensa taza de café. 

Sin embargo tú, en este momento, quieres regresar a tu casa pero no sabes si es correcto hacerlo.

Ahora bien, siempre quise decirte que: detesto a las personas que buscan compañía porque no saben estar consigo mismas.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Caos de regreso



Hay días en que el café matutino te produce un efecto... un mal efecto, como uno de esos mal viajes. Es el mismo café, la misma bolsa bien sellada de molido en la misma prensa. Pero tal vez nostálgico pues era el último puño de la bolsa (en día nublado), pero decidí dividirlo en tres partes. Se supone que me tomé dos terceras partes y la última sería para cuando regresará a casa. 

El café parecía distinto, como si estuviera en contra mia, el aliado está enojado.

El sudor en las manos era muestra de que no debí dormir más de ocho horas, es la premonición de que tal vez se vuelva un capricho dormir después de que extraño el orden que me tenía a salvo del caos. El sudor de mis manos es muestra de que dormir no es preciso en este momento.

El sudor es muestra de que el caos está de regreso...



lunes, 26 de octubre de 2015

Frío

Otra vez el frío, y yo perdí tu número para llamarte y preguntarte si quieres tomar una taza de chocolate conmigo.

domingo, 25 de octubre de 2015

Películas y canciones viejas

Tontas películas gringas melodramaticas, y también esas canciones que estuvieron de moda hace más de quince años. Su éxito radica en el hecho de que pisotean los sentimientos más inocentes.

Así fue esta tarde, el radio de domingo en la tarde sin locución y con esa fabulosa característica aleatoria, que algunas veces tiene sorpresas inesperadas.

Una de ellas la canción melodramatica que para disimular, si alguien me pregunta, juraría no haberla escuchado nunca y que me es indiferente.

¿porqué no aferrarse a la indiferencia? Uno nunca sabe los sentimientos de otra persona. Así te diría la película melodramática palomera y gringa, con sus protagonistas de revista cuyo papel resultaría una especie de meta asintótica para la población en general.

Una sopa de males de amores nos invade y recaemos inocentemente, renaciendo y renaciendo en momentos inciertos e hipotéticos. Dicen las películas que la perseverancia te lleva a ese límite que nunca probarás y las canciones son la dulce compañía de la resignación.

Por la tarde nuevamente me recordaron un festejo pendiente que debo hacer, dicen que la fecha idónea es el día de mi cumpleaños, así no tendría pretexto de no festejar y matar dos pájaros de un tiro. La forma sugiere un rito espiritual, tal como lo rigen nuestras tradiciones (como dice la vieja sugerente y religiosa), y como también lo han hecho nuestros antepasados.

Ya saben que mi respuesta es no, por eso no me toman al parecer, ahora ya se trata de una acción que tiene alta posibilidad de ser concreta. En fin, ahora tengo un nuevo método para esas cosas, y es postergar. Por ejemplo dije que podría ser dos semanas después algo próximo o posterior a navidad, así mataríamos quince pájaros de un tiro.

Pero entre la canción y las vacaciones desembrinas y esta situación de que siempre que espero el autobús espero no encontrarme con alguien conocido, entonces quedé atrapado.

Era diciembre, y los recuerdos influyen, estaba llamando muchas veces como es de costumbre y sentimos que nos necesitamos, de mi parte así es, pero como si ella no tuviera en alguien más que pensar. Esa constancia que me hace dudar y que rompe con el rigor lógico de sus determinaciones, como si sus axiones no hubiesen sido tan determinantes y muestra de ello este abandono en todos los sentidos, de mi parte claro.

Como siempre mi mala memoria y mi forma poco sugerente para ir a un lugar. Y a donde nos dirijimos era alejado, de tal manera que pasaríamos más tiempo en el coche recorriendo la carretera,  no sería extraño. Como si nadie se preocupara y la muestra de que no podemos hacer nada con nosotros porque tiene que sonar en cualquier momento alguno de nuestros teléfonos preguntando dónde estamos.

Como si se hubiese esfumado mi pago del alquiler y teniendo la quincena y el refrendo libre, sustituyendo el pago de alquiler por la cena y chocolates. Como si mi tiempo no estuviera vendido y dejará de ser el esclavo del que tanto me he lamentado los cinco últimos años.

Como si ella no tuviera en alguien más y donde dejar su suave aroma.

Entonces recuerdo no haber regresado, como si se apagará la realidad, como en aquellas borracheras dónde el final ya cuando estas hasta tu putamadre se borra el final porque es inconsistente con todas las reglas que rigen el mundo.

Entonces estoy aquí, tratando de escuchar otras canciones.

sábado, 24 de octubre de 2015

En el camino

Tal vez hace un par de años hubiese deseado encontrarmela de camino a casa, en ese tiempo en que ruegas que te favorezca la probabilidad uno entre un millón.

Ahí estaba colorine formada en la fila de los tickets del metro. Yo, en la fila de al lado, inmediatamente la reconocí. 

Para nada que volteó, por eso me agrada colorine, con un bonche de hojas, que guardaban entre abecedario y alfabeto, una masa densa de párrafos indistinguibles.

Como me agradaba colorine...  con sus mundos fantásticos y laberintos indescifrables, junto con su inspiradora imagen de lectura en la biblioteca; cuando dormía encima de los libros soñando importandole un carajo la realidad, pues así son ese tipo de teorías que explora, nada comprometidas con este mundo.

El hecho de que tenía los ojos bien clavados en esas hojas decía a gritos muchas cosas, entre ellas que no era prudente perturbar su calma. Por eso esta mañana exclamé, "leyes de la probabilidad llegaron tarde".

Entonces me perdí entre la gente y su estrés.

Tren

Es curioso como cambia el flujo de personas con tan solo unos cuantos minutos de diferencia. Así me pasó hoy, tuve un ligero retraso en la hora de salida y fue para bien. No me tocó la masa gigante de personas y sus empujones e insultos, hoy hasta me tocó ir sentado en el asiento junto a la ventana.

Frente de mi hay un señor con el celular en altavoz escuchando a the Beatles. No son mi banda favorita pero podría ser peor, el señor tiene un collar plateado que tiene una figura de pistola colgando, podría ser peor y venir escuchando narcocorridos. Los muchachos de enfrente cantan en coro tenue las canciones de the Beatles.

Al lado hay una señorita de Negro maquillandose y después se pierde en las aplicaciones de su celular.

Otros vienen de uniforme futbolero sabatino, creo que es gente sana, muchos pasan la cruda hoy. Un niño aburrido golpea el torniquete y el policía le dice a sí madre que lo calme.

Después comienza la música mala, muy mala música en el alta voz del señor. Entonces todos se sumergen en su música portátil con un letrero invisible diciendo "me gustaría no estar aquí ahora".

Yo estoy contento, voy al lado de la ventana.

viernes, 23 de octubre de 2015

Locos

Al mirar que había seguido las reglas lógicas correctas, y cuando la refutación ere evidente, entonces caí en desesperación porque probablemente había enloquecido. Atrapado en un bucle, una trampa de mi mismo, una broma de mi vista miope.

Después, más tranquilo y una vez dándome cuenta de la broma, fue necesario un té de frambuesa dulce y un cigarrillo. Estaba satisfecho.

Encierro

Realmente no quiero preguntar ni que me molesten con preguntas, por eso me tumbé en el sillón con los audífonos puestos y con un bocadillo que no pretendo compartir.

¿Que diran? ¿Qué todo es fácil?

¡hipócritas miedosos!

Yo también tengo miedo y mucho, ¿qué pasará después?  No lo sé.

Tan sólo regresaré a casa, a cenar.

jueves, 22 de octubre de 2015

cuenta



Tal vez hace falta, hoy en la tarde, llamarte o mandar un mensaje para que me digas que tienes infinitas cosas que hacer, que no tienes ni tendrás tiempo de cenar los próximos meses.

Solo acompañame en la cena, regularmente soy el que escucha a las personas, creo que estoy arto de la rutina, dicen que tengo cierta seriedad, pero quiero hablar y hablar ...  que egoísta de mi parte.


Cuando hace frío me acuerdo de ti, me produce nostalgia.

Hace falta que te diga de nuevo, como dice la canción, "es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta....", pero como es natural fingirás no saberlo si te lo vuelvo a decir.

Pero no hay merito, simplemente no se me ocurre pensar en alguien más porque no hay alguien más en quien pensar y dicen que eso no es muy sano.


De momento así fue la tarde de hoy, cuando regresaba a casa hambriento y tenso por las tazas de café y soportando el aburrimiento que me produjeron las exposiciones de hoy. Al llegar a casa supe que no sería mala idea, al fin y al cabo uno debe buscar a alguien para que este andar no parezca extraño. Y digo.... no es algo que no se pueda evitar pero la sociedad desde pequeños nos enseñó así.

En fin, perdí varios números y contactos entre ellos el tuyo, solo quería saludar, saber que estás aquí en el mundo, que eres simple y palpable verificando mi incapacidad de afinidad.

Sabes que nunca he sido bueno para estas cosas, no me interesa hasta cuando aparecen tardes intensamente frías como esta. No soy bueno para esto, no me va bien en esto, y realmente no importa pero en tardes como estas creo que sí.


Ya pasará....

Y vendrán más tardes así sucesivamente hasta el infinito, pero ya asumí esta condena.


Espero que te encuentres bien estrellita, seguro que sí.


miércoles, 21 de octubre de 2015

uno más






Sí, soy uno más que piensa el mismo truco, la misma trampa para que voluntariamente tengas que llegar a las tres o a las doce del día, o quizá a las seis de la tarde a romper el silencio de los libros, con un reclamó quizá.

Ya conoces el truco y no te extrañaría que lo hiciera, y no te extrañaría que lo repitiera hasta que termine la aburrida carga de trazas y trazas en hojas de papel.

Pero el mío solo quedará así, en la intensión, se lo lleva el viento al olvido, pues no estoy dispuesto a hacerlo porque no te tomaría por sorpresa, no sería algo raro, todos lo intentan ahora y después. Ya debes estar cansada del mismo viejo truco.

Así que los trazos y formas no tienen problema, de hecho son muy buenos, tanto como tu imagen sombría recorriendo los pasillos en otoño.

Caray, soy uno más en la estadística.

Congeturas






Que te digo de las conjeturas que armé, y que fueron demostradas por tus confesiones indirectas, las que evitaban los silencios largos.

Sigo en el mismo punto, donde me quedé voluntariamente fingiendo estar perdido, pero conozco muy bien las coordenadas y no tengo certeza si las olvidaré. Después me hice a la idea de que estaba perdido.

Desde otro punto ya muy lejano ni siquiera puedes observar este, donde estoy parado, porque el tiempo y todas esas nuevas cosas que viviste lo convirtieron en algo irrelevante. Y ahí sigue, esperando hasta el cansancio pues echó raíces mientras terminaste de tejer tus alas.

Disimulados



Por la noche se escuchaban unos gritos de auxilio, en ese momento pensé que era alguna joven mujer, y esque cerca de la casa a menudo se escuchan peleas de pareja o hebrios. Esto es una escusa, la escusa que genera alguien que está dormido y lo suficientemente cansado, además con mucho miedo cuando se presentan situaciones de ese estilo.

Nadie salió, tan solo el vecino cuya ventana se asoma a la caye vió los sucesos. Nos dijo que dos hombres estaban robándose a un niño, esto en plena madrugada. Me acuerdo del texto de Paco Ignacio Taibo II (De olga lavanderos "la violencia en la ciudad") en donde dice que la violencia en la ciudad no hay que buscarla ella te encuentra.

Según el relato de quien se asomó por la ventana, estaban golpeando a un niño que desesperadamente pedía auxilio. A continuación se acerca un transeúnte nocturno que huye al escuchar el grito de auxilio. Después se acerca una patrulla y alguno de los delincuentes habla con los policías, la patrulla termina alejándose.

Nadie sabe como actuar, o más bien lo primero que se viene a la mente es el miedo. Yo le tengo miedo a la policía, pues pocas veces están de nuestro lado. De ellos te tienes que cuidar también.

retardo






El reloj marcaba las 8:15, otra vez me quedé dormido (pensó). No dio tiempo de tomar la ducha, de hecho no se metió a la cama, en la noche se echó encima y se cubrió con una frazada. Entonces no hubo necesidad de vestirse, había necesidad de tomar el desayuno, pero tan solo el tiempo le alcanzó para tomar tres frutas de la cesta y comercelas en el camino.

La correspondencia de hoy no tenía nada interesante que recuerde, tan solo le invitarón a un seminario donde alguien presentaría los resultados de los últimos cinco años de trabajo. No hubo necesidad de contestar.

Por teléfono los saludos rutinarios de la familia, y por la noche alguien que preguntaba el porqué había dejado las sesiones...

La pregunta estaba dirigida de tal forma que termina en un discurso irónico de irresponsabilidad poniendo como pretexto una agenda apretada. Evitó seguir contestando...

Personalmente, las charlas más cercanas fueron con colegas y una muy interesante sobre un especie de trabajo enciclopédico que recopiló los trabajos más sobresalientes de la teoría de la gravitación.

Por fin entendió lo que trató de decir el profesor que explica el movimiento de los planetas y galaxias.

El único gasto de hoy, una bolsa de cacahuates y dejó la oficina a las 8:30. Esta vez tomó una ruta diferente, la más larga de hecho, me parece que tenía intensión de conversar consigo mismo, pero lo mejor fue tomar los audífonos y escuchar música suave. La convivencia no resultaba tan placentera.

9:40 llegó a casa y se preparó una cena alta en carbohidratos y el mejor té del mundo.

martes, 20 de octubre de 2015

Interludio

Interludio

Así son los días en que llama a la puerta, cuando tiene riesgo de no pasar desapercibida. Su cálida visita dura unos cuantos segundos, incluso minutos pero no horas.

Así son los días en que llama a la puerta, después se va repentinamente que sospecho ha escapado por la ventana o por la puerta silenciosa por donde entró.


Así son los días en que llama a la puerta, mi distraigo con la música, la que represente el último acto de la última escena, como sustitución pues se fue y no dejó una nota.

Preguntas de libro



Sonó el despertador a las seis de la mañana como de costumbre, pero lo ignoró, cosa que después le causó cierto remordimiento.

El agua de la regadera, estaba muy caliente, y en cierta forma estaba bien, tal vez no tan bien porque le quemaba la piel de la cara (la espalda no porqué es más fuerte). El frío de la mañana era muy intenso lo cual impedía abrir la llave del agua fría para regular un poco la temperatura.

No hubo tiempo para desayunar, faltaban veinte minutos para las nueve y no daba tiempo, era la primera clase con un profesor misterios cuyas actitudes se desconocían. Ante esto, siempre es importante llegar temprano. Después de ambas clases, que fueron una porquería, a excepción de los misterios que escondían como la relación entre ciertas frecuencias e intensidad, el hecho de que parecía una contradicción que las frecuencias más energéticas impedían desprender electrones de un metal.

Algunas veces abre el periódico, pero como hoy, no puso atención en las noticias. Después, un pobre desayuno al medio día de hotdogs y pan de cafetería, escuchó la estúpida historia del practicante de laboratorio que dejó abierta una página pornográfica en su computadora y que avergonzado se sintió al darse cuenta que la mujer, a quien pretendía cortejar, se percató de tal descuido.

Hoy en día no se reciben cartas, más bien correos electrónicos, alguno de ellos anunciaba un premio importante sobre un científico que desconocía y que habitaba el mismo instituto. Otro invitando a un seminario, que le emocionó mucho, sobre cuantización de la gravedad. Entonces se preguntó, porqué en ese momento no se encontraba peleándose con las variables de Ashtekar y si con esa tonta calculadora haciendo la estimación, que muchos repiten, de cuántos núcleos de Helio son producidos en el sol por segundo.

Habló por teléfono a su amiga, y recibió la correspondencia de su familia. Por la noche también su abuelo mandó mensaje. El asunto, simples saludos y el comentario sobre el fuerte frío.

Sus colegas por la tarde, y sus charlas, esta vez nada académico. Frustrados cálculos en computadora e integrales en superficies extrañas, juegos académicos de formación. Se preguntan, ¿Cuándo dejarán de perder el tiempo? Resultaron más productivas las charlas de amores frustrados.

Lo notable fue también, el hecho de que calcular esas masas atómicas tiene su chiste. Que no era aburrido después de todo.

Salió de la oficina a las 6:30, y en el camino encontró a sus colegas, por puro deporte tratar de hacer una demostración matemática.

La ruta, la misma, por el circuito y cruzar la faculta de medicina, y ahora que lo menciona sin mirar a los lados.

Ninguna diversión, al final té de frambuesa y bocadillo a las once de la noche.

viernes, 9 de octubre de 2015

Clase electromagnetismo del viernes 9 de Octubre






Hola, el desarrollo del tensor de Maxwell en clase era correcto, solo que no justifiqué bien una identidad (en la libreta de hoja blanca). Entonces aquí están las notas de la clase.













Apuntes de electromagnetismo



Estarán disponibles hoy viernes después de las 22:00 hrs. 


sábado, 3 de octubre de 2015

Cerros ocultos

Ayer fue una buena tarde, de esas veces que uno dice "es una bonita tarde", cuando uno puede darse cuenta de algo que pretende ser nuevo pero que siempre había estado ahí. Horas antes, la presencia del viento era tal que sacudía las hojas de los árboles. Esto, supongo, provocó que se dispersará la nube de contaminación tan cotidiana. Ahí estaban, sin ocultarse ante la cortina de aire sucio, los cerros que impiden ver al horizonte en la parte sur de la ciudad. En verdad es imposible saber que están ahí, incluso uno de ellos, el más alto, tenía hielo en la punta. 

La ciudad es un punto de convergencia de actividades que tal vez podemos llamar sintéticas, en el sentido de "invensión", de cosas que nos inventamos como la cultura, el trabajo, servicios... pero naturalmente es monótona y aburrida. Uno puede enterarse de las cosas por medio de pantallas, papeles impresos y fotografías que también son papeles impresos. 

Una tarde-noche llego a molestarme la nefasta vecina contándome sus actividades del día pretendiendo, según ella, que yo tuviera algún contacto con la sociedad. También ella supone conocerme, con tan solo observarme en las últimas horas del día, me hace sentir como una especie de ente animalesca en un cautiverio extraño. Entonces me contó algo que hizo en el día, pero no recuerdo que es, realmente me interesa un carajo lo que hace con y de su vida. La razón por la cual personas como ella pueden pasar mucho tiempo platicando conmigo radica en el hecho de que desarrollé la capacidad para fingir interés y atención. Detesto a las personas entrometidas. 

Aquella tarde-noche me encontraba haciendo un ejercicio donde tenía que narrar una pequeña historia. Entonces se dio cuenta que estas cosas me cuestan trabajo y entonces me leyó el poema How to be a Good Writer de Bukouski. Me dijo que una persona como yo no podía narrar algo si se la pasaba sin interactuar, encerrado; sin apostar, sin escribir ebrio, sin joderle la vida a una lagarija indefensa mujercilla. Que yo no podía ser como Bukouski lo cual nunca sería mi intención. Por eso me gustan (cité tímida mente) los cuentos de Jorge Luis Borges porque juega con el concepto de infinitos y las grandes historias de la literatura... 

Lo que hacía y sigo haciendo es imitar cosas. Uno puede leerse historias, pretender entender teorías y tal vez uno encuentra cierta idea que escribir, como ejercicio y pasatiempo. 

Claro que pueden resultar poco interesantes para alguien que le guste la tirada de Bukowski y todos esos homosexuales que les gustaba les dieran, ya borrachos y drogados, por el culo. 

No pretendo que sea interesante, pero no olvidemos la analogía de las montañas y la cortina de smog. Así conocí a Adela, digamos que siempre había estado ahí rondando pero entre tanta gente y le ceguera de los males de amores no sabía que ella se paseaba frecuentemente por los pasillos y en las clases de super-teorías. Así le llamé, Adela porque no sabía su nombre y fue lo primero que se me ocurrió. 

¿Qué podía hacer por esos días? Me la pasaba encerrado en la biblioteca del instituto donde estudian cosas a nivel cuántico. Es un lugar silencioso, sin distracciones, pero a la vez caótico pues a la mínima perturbación se altera tu atención algunas veces imparablemente. Así llegó Adela una semana previa al verano supongo. Era imposible no alzar la vista después de cada página o cada línea de cálculo para ver su silueta de vestido o blusas con figuras elegantemente fractálicas, después entre cáda párrafo y cada ecuación. 

Alguna vez llegó el director del proyecto a regañarme o corregirme, con su golpeado acento alemán es imposible saber su estado de ánimo. Entonces Adela puso cará molesta, pues se perturbó el silencio. Entonces el director con sonrisa de coqueteo le preguntó ¿Te molestamos?. Adela afirmó con resignación y con una especie de sonrisa entre fingida y molesta. Seguimos discutiendo en otro lugar y fue la última vez que la vi por aquellos días. 

Después, por esos azares del destino, y después de varios meses alguien me la presentó. Entonces supe que se llamaba .... 


(incompleto)

domingo, 27 de septiembre de 2015

Ventanilla



En la semana se me ocurrió una nueva idea, tal vez no tenía que quebrarme el coco buscando un escenario y pseudónimos, también olvidar los laberinos y los bucles junto con las analogías.

Tomé la computadora cuando estaba de camino a casa, el camino era de cinco horas, suficiente para teclear intensamente. Seguía el efecto de mi café americano servido cortésmente en el café Europa de la calle Madero.

Mis palabras me aburrieron, y hace un momento también, ¿hace falta un café similar?

Mis párrafos de robot mapearon el recuerdo de las sesiones del taller de cuento, donde algunos relatos parecían describir a humanoides, creo saber cual es el problema del mio. Pero mañana ya no podre sentarme a tomar un buen café y escribir intensamente. Las semanas siguientes quizá no hay tiempo para eso, y se enfrío mi idea.

No pude seguir escribiendo, preferí mirar por la ventanilla.

Después, en casa, mas ventanillas, distracciones....




viernes, 25 de septiembre de 2015

Pseudónimo

Todas estas páginas son como una especie de fotografía cubierta por capas de filtros y figuras. Son fotografías tímidas que no quieren ser vistas desnudas. Tienen vestimentas de figuras retóricas y analogías (típicamente) de universos, estrellas, infinitos, y las que le me ocurran después.

Las páginas de esta noche no son tímidas, son como fotografías, buenas fotografías, que sería un crimen cubrir con filtros.

No se me ocurrió un pseudónimo y tampoco un lugar ficticio, demasiado tengo con una descripción detallada.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Vista roja

Ahí abajo en el valle, supongo que las cosas son tranquilas, normales. Pero hay un cristal rojizo que produce una sensación apocalíptica de "el fin del mundo", con aire ácido y gente escondida alimentando cada vez más su angustia. La histeria, ahí abajo en el valle, no produce el menor ruido, pues desde este punto, donde estoy relatando, ya se hizo de noche y las luces a lo lejos son un cúmulo de estrellas artificiales.
No olvides la sensación de "el fin del mundo", para acelerar tus actividades de actitud antimediocre, de revista mezquina, donde pagas por ver la publicidad en buen papel fotográfico.
Recuerdo las palabras del buen Rigoberto, quien siempre tenía una lluvia de ideas, que codifican en un mensaje oculto pero fuerte e insistente. Eso es el vidrio rojo, haciendo apocalíptico a la ciudad en el horizonte.
¿Te seguirán convirtiendo? Cambiando el hambre por insomnio, aquel dónde los segundos caóticos apuntan en distintas direcciones del tiempo. Entonces tus días se convertirán en eternidadees agonias, estimada colorine, cuando mires por tus gafas o en en cristal rojo.
Te esconderas debajo de esta cálida atmósfera, ocultando el miedo, sonrisa y frases simples.
Te esconderas debajo de la actitud enigmática que, como dicen aquellos, cautiva.




domingo, 13 de septiembre de 2015

Cso

Las superposiciones no terminan, ¿has notado que elogian nuestro carácter sereno y seriedad? Pero también reprenden el carácter altanero e impulsivo, ambos se superponen.

En días anteriores, no muy distantes, ha pasado este último. Justo me llamaban la atención y deje de escuchar, estaba demasiado cansado para comentarios.

Creo que estoy llegando a esa edad en que te vuelves adicto al despertador, y aunque no es importante seguir dormido, el cuerpo ya no quiere dormir, se rehuza aunque se esté cargando de sueño.

Hay días en que estoy de humor para salir y quizá ir a alguna reunión para comer y platicar. Pero este sábado no, es uno de esos días en que sientes que no encajas en el mundo; que no encajan tus ideas, tu música, tu charla y chistes, tus emociones y quizá amoríos esfumados.

Había una especie de reunión, para sensibilizar me decían que debía asistir, pues de no hacerlo, cuando a mi me tocara no asistirían. Y quizá así sea, pero hoy es uno de esos momentos en que piensas que no harás una reunión para atender gente.

Desde hace semanas alguien ha insinuado hacer algo, por eso de poner punto final a la tesis y obtener un título nobiliario. Pero cambio el tema o pospongo la fecha, no quiero hacerlo pues eso fue hace un mes y ese dulce-agrio sabor a victoria ya caducó.

Es uno de esos días en que quieres sumergirte en el sofá y ver una de esas películas palomeras americanas, darle descanso al análisis de cualquier puta madre que se te atraviese.

Desde hace un par de días me asalta un impulso emotivo de no se que carajo, uno de esos que se sienten cuando tienes una cita con alguna de esas chicas emotivas. Pero no es tal la situación y me excuso por la comparación. Creo que yo mismo oculto alguna sorpresa, que no se de que trata, tal vez es como si fuera a comprar una guitarra nueva. No se cual es mi sorpresa, o si, pero el impulso es incontenible.

¿Estoy contento y soy amable? Claro que no, algunas veces te das cuenta que, por ejemplo, cedes tu asiento en el tren por la cara podrida que ponen esas mujeres mártires de su cansancio.

Sábado

Miré las ampulas de mis pies, y me parecía tonto la invalidez que provocaba el contacto de la carne sin piel con las sandalias.

En la cocina escuchaba canciones de cuando tenía doce o quince años, lo que significó recordar a toda esa gente, a mis primeros y pequeños amoríos frustrados de invierno con frío y luces ¿dónde está ahora toda esa gente?  Me pregunté, ¿qué están haciendo en este Momento? Por un instante se me escurrio la nostalgia cuando se escuchaba "hoy hace un año, las calles frías me han visto pasar".

La ausencia de piel me la cubrí con unos cintas "curitas" que me regaló la amable vecina de abajo, como en secreto, decía que esas cosas les pasaban a las chicas cuando utilizaban zapatos extraños. Pero lo mío era causado por el juego matutino de baloncesto.

El chico que ponía la música en el playlist de su laptop me preguntaba qué quería escuchar. Le pedí que pusiera  "no necesito una amante ahora dejame tranquilo" para recordar esos ambientes de borrachera, y otra más con lluvia de frases de perro malherido acomodada poéticamente y con ritmo de blues. Mi presencia, supongo, hacia ácida la situación, y yo miraba al chico concentrado escribiendo en una hoja de papel una numeración en sistema binario.

Decidí irme de aquel lugar para regresar a casa con mi familia.  A buena hora, sábado a las nueve de la noche, una hora incierta dónde en cuestión al tráfico puede pasar cualquier cosa.

Con los curitas en mis pies, podía sobrevivir el caminar, pues la carne debajo de la piel rosaría con los calcetines.

Antes de salir alguien me advirtió que podrían robarme, insinuando que podría ser alguien como un unicornio femenino, pero recalque que no tendría interés y a mi mismo de tener algún interés por alguien.

Tampoco yo tenía pertenencias valiosas que algún ladrón pudiese robar en ese momento.

Si alguien tenía que robarme algo, tal vez era está angustia, este dolor inútil. El reloj que ya no sirve y que hay que llevar a ajustar, para que quizá le roben piezas.

Camino en la ciudad y me sorprenden las calles, las lluvias pasadas dejaron siscada a la gente. Exactamente a esta hora y en días pasados han caído las lluvias más fuertes de los últimos diez años. La avenida está vacía y tal vez pienso que es momento para regresar a casa. Se respira este ambiente sombrío y de descanso, cada vez tolero más la ciudad, después de vivir más de cinco años en ella, tal vez me vuelvo más tolerante.

El metro viejo y lento se tarda en llegar al anden y obviamente pienso en la cantidad de personas que se acumularán y que probablemente no me vaya sentado y yo con estas putas ampulas.

Encuentro vacío el lugar prohibido, el de discapacitados y no quería ocuparlo pareciendo un patán, pero considero que están noche si lo merezco.

En estaciones posteriores se llena el vagón y me quedan viendo con mirada de que no debo estar aquí sentado. Tendría que quitarme los zapatos y mostra a todos las ampulas. Las señoras y señoritas quieren el lugar, piensan que la hepoca de los caballeros ya terminó, más bien la época de la amabilidad. No me importan lo ojos de esa señora cansada, no me levantare para arruinar las plantas de los pies. Nisiquiera fingiré estar dormido.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Hace dias

La imagen del chico concentrado escribiendo una lista en código binario de los números arábigos, fue aliciente para sentarme a conjugar... ich heisse gerardo, sein Name ist gustav, sein nachnamme ist malehr, ich wohne aus österreich...

Hasta hoy no he podido evitar pensar en la superposición o caer en ella, esto puede ejemplificarse cuando piensas en dos o más cosas en cada punto de la sucesión de instantes.

Göttingen liegt im zentrum von... Y por la mañana recordé una especie de trago amargo, un día en el que todos parecían estar molestos y se desataban una serie de sucesos que al final del día te hacen aseverar que efectivamente todo fue triste.

Debajo de la sombrilla se siente un intenso calor, apenas y soporta el rigor del último sol del verano. La silla y mesas blancas reflejan los últimos rayos del sol de la tarde.

Se que no estoy soñando porque me duele el labio inferior, un fogaso cubre un pequeño rincón y amenaza con expandirse.

Faltaba media hora para la película pero llegué tarde como siempre. Salgo a buen tiempo, media hora me parece buen tiempo, pero la.ciudad siempre me juega esa broma. El tiempo aquí siempre es insuficiente.

A las películas siempre llego tarde, pero afortunadamente encuentro un lugar de tal forma que termina la vista en medio de la pantalla.

¿Te das cuenta que tenemos una forma única para pedir las entradas?  Yo siempre digo, preguntando como si hubiera mucha gente, a pesar de que voy a la hora y día específico en que hay menos gente. "aún tienes entradas disponibles para..." 

Y como si no me conociera pero lo ha desatada su "hola ¿cómo estás?, ¿dos entradas? "


"solo una porfavor "




lunes, 7 de septiembre de 2015

Otro

Comienzo a disfrutar la pérdida de la noción de espacio cuando estoy dormido y no puedo distinguirlo, nisiquiera la hora en que comenzó todo.
Era un día nublado y oscureció debido a las nubes grises, que pensamos eran de lluvia. Pero nos dimos cuenta que era una densa masa de polvo cuando se escuchó el fuerte viento y el golpeteo constante y creciente en los cristales.
Corrimos hacia la parte del edificio que no tiene ventanas, todos entraron en pánico, e hice un esfuerzo para despertar y pensar que era de noche. 
Así fue, después, corrimos por el parque fugitivos de algo que nunca comprendimos. Nos persiguieron molestos scouts, patrullas de niños obesos con banderines y lámparas, terminaron moliéndonos a patadas y yo con mi corazón malo junto con insuficiencia respiratoria. Era de noche.
Ya de día, supongo, cambiamos de lugar constantemente. Se que no tienes la costumbre por tomar café, porque te sorprendiste cuando me preguntaste cuantas tazas me tomo al día. Ahora que estoy despierto se que no son muchas, y puedo recordarte a ti, más bien a todos irreconocibles.

Sueño

Nisiquiera era la forma exacta, ahora que estoy despierto lo reconozco, pero en ese momento asimile su presencia.

Eran un secreto mis intenciones.

¿En que momento pasamos de la plaza a la fiesta?  Tenía vestido y bailaba con sus hermanos, supuse que eran ellos.

Determine que me levantaría de mi aburrido lugar de espectador y al oído le diría que no se bailar, que en ese momento aprenderia si ella me decía como, pero no.

Pasamos del valz a la música que no recuerdo, el soundtrack de la película fúnebre.

Después se fue en un automóvil y desperté. Casi es otoño y el sol cambio su posición. Todavía está oscuro pero el reloj dice que en unos minutos amanecerá.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Fantasmas

Me pienso en el escenario con el papel de fantasma, pero hay silencio y nadie vino al acto.

Así de la nada apareció como un fantasma, sin explicación alguna. Pretendo encontrar alguna, y la encuentro,  pero inmediatamente se vuelve inconsistente. Lo único cierto es que yo no soy el fantasma.

El miedo me domina y caigo en el juego sabiendo las consecuencias, y parece que hasta los árboles se dan cuenta porque bromeando me abientan el rocío del agua de lluvia.

Las gentes que dicen ver fantasmas tienen derecho a ser tratados comicamente, por el simple hecho de que su aseveración es una pendejada.

Este fantasma es diferente, porque aparece de la nada, por eso le llamo así, no se me ocurre otro nombre.

Después nadie me hace caso, como si fuera invisible. El día sigue, debe seguir normal.  La secretaria no prosigue el trámite, el médico no recuerda que me citó en su oficina a pesar de que hemos quedado un día antes en reunirnos, el autobús no llega y se terminó el café.

Enfoco mi inteligencia para hacer un código que me permita recuperar el número telefónico borrado hace tiempo. Es inútil.

Quiero escuchar su voz diciendo, sin decirlo (recibiendo después una postal posdata), que es uno de esos días en los que uno no debe llamar. Esos son mis días.

....

Cuando su fantasma aparece, jugamos escondiendo mi miedo. Después tengo la sensación de que días así no existen en la semana, es un día adicional que transcurre pero nadie se dá cuenta. Es nuestro día.

En la noche, cuando regrese a casa, solo encontraré el reguero de papeles y libros, junto con la cama desecha y el radio prendido, la comida en el refrigerador congelada y la planta marchita, un comentario irónico de los vecinos y el gato del vecino suplicando una lata de atún con su mullido tierno. Entonces corrobararé que efectivamente hoy fue nuestro día.

Septiembre 2015.

sábado, 22 de agosto de 2015

Pensamientos en el balde



Pensamientos en el balde


A decir verdad, no me he fabricado la virtud de repetir exactamente párrafos o referencias librescas, tampoco he aprendido un solo poema de memoria. No es apatía, simplemente no lo he considerado necesario hasta ahora. Intento hacer un relato, pero también me cuesta trabajo, de modo que no podré reproducir fielmente la discusión vespertina que me hizo entrar en pánico y cuya conclusión es la incapacidad por demostrar que persibes, efectivamente, la realidad.

Como en estos tiempos modernos comer por la tarde es un lujo que se dan los ancianos retirados, y en vista de que no soy uno de ellos, la comida posterior a la charla, que pretendía ser a la misma hora, tuvo que postergarse hasta la noche. Arruiné la cena y el vaso de agua que me estoy bebiendo en este momento pensando que podrían ser una especie de espejismo, incluso la cama donde pretendo dormir, y ya entrado en sueños pensé que no habría distinción entre lo que estaba ocurriendo despierto o dormido. ¿Cómo podía darme cuenta?

Sonaron las sirenas de ambulancias repetidas veces, no supe si eso sucedió en un solo instante, tuve la sensación de que el tiempo regresaba y adelantaba su curso, como el track defectuoso de un cd se escuacharon más ambulancias circulando en frecuencias de cinco minutos. Supuse que estaba pasando algo en la ciudad, algún suceso que necesitaba de todos los paramédicos disponibles a altas horas de la noche. Tomé el celular para consultar las noticias de último momento, pero nada. Saltó a mi mente el pensamiento de que la ciudad se encontraba en ruinas, no me atreví a mirar si los libros seguían en su lugar apilados sobre el escritorio. El pánico se hizo presente.

Después me levanté rápidamente para verificar que la puerta estaba bien cerrada, luego me tumbe a la cama para escapar a mi suerte rogando un profundo sueño.

Días pasados le dije al terapeuta que hace mucho dejé de soñar. Me explicaba que el subconsciente revela por medio de los sueños nuestros más profundos deseos, pero mis sueños son de muerte, una muerte confusa e indecisa, no está segura de sí como si dudara de su existencia. Dudo, podría catalogarse esto como un deseo. Creo que ya se.... Pero tampoco puedo recordar los sueños fielmente, y mejor decidí abandonar las sesiones.

La cama está en la sima de una montaña, y caigo rápidamente mientras el espacio se deforma para absorber cada parte del cuerpo en dirección distinta de la geometría. No sabes si estás cayendo y el corazón se siente oprimido. El cuerpo no se destruye, me siento a mi mismo con la misma consistencia pero en comprensión distinta y esto no es doloroso, pero se trata de una sensación incomprensiblemente incómoda.

Después, la pequeña habitación se vuelve infinita y sin punto de referencia es similar a un bosque oscuro donde siempre tienes la sensación de estar perdido.

Algunas veces, cuando tienes el control del día ¿podrías decirte a ti mismo que no importaría el hecho de dejar de existir. Pero en noches con sueños de muerte, con olor a muerte, no sabrás si estás seguro de la primera afirmación. Incluso quizá ya estés muerto.

Y al despertar no estás seguro que has dejado de soñar. Haces una llamada telefónica, te tranquilizas pero la sensación sigue ahí.




Ciudad de México, Agosto 2015.

lunes, 17 de agosto de 2015

14-15 de agosto

    Es una de esas noches, donde no quieres regresar a casa, porque el efecto del café tomó como víctima al tiempo, el reloj apresuró sus manecillas y le quitó justicia a la noche, la despertó temprano. Tengo la sensación de que no debería ser de noche, con mis ojos completamente irritados y alertas, los nervios de punta y la luna ausente.

    Una de esas noches, donde no quieres regresar a casa, ya es tarde en la estación del metro y se vuelve un lugar lúgubre. Extraños transeúntes se adueñan de los últimos espacios para devorarse a si mismos, con ansias de vampiros hambrientos. No son los típicos enamorados que se perfuman y lavan antes de la visita, el sudor a causa del ambiente infernal sugiere que se deshagan de la gruesa vestimenta. Adentro es el infierno pero afuera hay amenaza de tormenta. 

     Las cucarachas están escondidas, pero en sustitución se encuentran niños deslizándose por el pasillo, con sus suéteres y pantalones sucios; sus manos cubiertas por una mezcla de mugre y salsa roja de las papas fritas que se comieron minutos antes de arrastrarse; sus padres están cansados de la garganta, instrumento que emite incontables veces el mismo discurso falaz para pedir limosnas.

    Es una de esas noches, donde no quieres regresar, porque a estas horas debes cuidarte de la patrulla de policía que ronda cerca de la casa, puede hacer cualquier cosa menos cuidarnos a los habitantes de la manzana. Esta noche extorsionan a una pareja que estaba encerrada en su auto al lado del parque, porque ahí les agarro la noche y tuvieron ganas. ¿Que hay de malo en eso? Entonces baja el policía más cerdo y cagante con la esperanza de ver mínimo una de las tetas descubiertas de la chica, pero le falla el cronómetro interno, apenas con la leve luz de la lámpara alcanza a ver el rápido movimiento del joven amante poniéndose su camiseta. Este se baja del coche y comienza, con la billetera en mano y sacudiéndose la cabellera, el juego de intercambio de palabras que concluye con la paga de una cuota informal.

   Es una de esas noches donde no se quiere llegar a casa, porque al abrir la puerta escucharás a la molesta vecina con sus comentarios de mal gusto. Emitirá frases con observaciones evidentes cuyo objetivo es claro, pretende ser hiriente, dando en el blanco de la crítica personal. Intentando imitar a un personaje de televisión que adoptó en la adolescencia para hacerse de una identidad distinta a la de sus compañeros pueblerinos. Se siente divertida, después reafirmará, prudentemente, su autoestima basada en su relación sentimental, cuenta lo fabuloso que es el hecho de que alguien le haga olvidar su vida miserable y el fracaso que sintió cuando la ciudad devoró de forma atroz los sueños que construyó sentada en la jardinera de su escuela secundaria. Escucharás para que se aparte de tu camino, así sofoca su soledad. Piensa que con sus palabras sofocará la tuya pero te importa un carajo su presencia, cuando se aparece quieres escupirle la cara.

Se acerca Miguel, el gato del vecino, criatura que finge ser cortés para que le regales una lata de atún.

  Es una de esas noches donde te acuestas, abres una hoja al azar y terminas leyendo "yo nací un día que dios estuvo enfermo". 

  Después miras fotografías que pretenden ser importantes cayendo en la cuenta de que hubiese sido mejor estar solo y no estar acompañado de esa gente, o hubiese sido mejor no despertar aquella mañana y quedarte dormido eternamente, si tan solo el sueño se compadeciera de ti, porque hasta eso te abandonó.

  Es una de esas noches donde te inventas el pasatiempo de corregir textos que luchan por no ser inconexos.

  Es una de esas noches donde no quieres llegar a casa porque todo estorba; la gente, el policía, la vecina, el gato, el libro de poesía, las fotografías, el monitor que desgasta irritando los ojos alertas, y la taza sucia de café que dejaste en la mañana porque se te hacía tarde.

  Te preguntarás si el sueño llegará, otra vez, poco antes de que salga el sol para que tengas la sensación de que debes levantarte de nuevo.







Agosto.

jueves, 30 de julio de 2015

Agradecimientos


Ya no es necesario esconder tu nombre en un anagrama, simplemente quedará escrito en ese lugar donde no genera sospecha sobre la importancia que tiene para mí escribirlo. Ya fueron suficiente los textos, intentos de disertaciones, intentos de relatos donde eres el personaje principal con un pseudónimo y características lúgubres que asigné para ti. Ya nada de eso... simplemente quedó escrito tu nombre al final del párrafo, como los anillos de los árboles mutilados que hacen constar el paso del tiempo.

domingo, 26 de julio de 2015

Trazando.

Nunca trazaré el mismo camino con mis pies, de mi casa a la cafetería, aunque pretendo seguir sistemáticamente la misma ruta, y cuando quiero ignorarme de todos esos pensamientos superpuestos que impiden mirar alguna conclusión, entonces inmediatamente cuento los pasos para mantener mi mente ocupada e ignorarme a mi mismo.

Hay infinitos caminos para llegar a la puerta, y mirar a toda esa gente nueva y fresca. Pretendo trazar una linea, lo más recta posible y seguirla los días venideros,  pero se que el viento la deformara a su paso con las hojas de los árboles que son como escobetillas. Además mis piernas no pretenden ser las mismas siempre, uno envejece a diario.

Tal vez muero cada noche.

Luego, pienso que cada noche las personas levemente se transforman en algo diferente.

Me fijo en solo una para experimentar.

Me empeño encontrar las variaciones de su aroma, de infinitas personas en una sola; aroma que tiene cambios aparentemente imperceptibles, pero hacen de las mañanas algo diferente más divertido. Su carita de sueño viene acompañada del aroma de su cama, dualidad quebrantada por la intensa taza de café.

Percibo que tomó una ducha en la noche, porque la mañana es insuficiente para ella. Desde muy temprano su cuerpo se convirtió en una maquina que aisló térmicamente el calor y confort de las cobijas, para sentirse recostada por más tiempo en su cama aunque en ese momento se encontraba caminando.

Veo en su rostro que el ruido de los automóviles no le molesta en absoluto, tampoco el aire que tumbo el árbol de la acera la noche anterior.

Esa actitud ajena por un instante también me permite ignorar el ambiente... descansar de ese ambiente del cual nunca será posible escapar hasta la noche cuando muera.

Solo quería mirar, por última vez, al fin y al cabo en la noche voy a morir de nuevo.


viernes, 17 de julio de 2015

La bitácora del coronel mapache. por Gerardo Urrutia : Posdata de la tarde Probabilística

La bitácora del coronel mapache. por Gerardo Urrutia : Posdata de la tarde Probabilística: Algunas veces aparece cierta obsesión por el trabajo, un intento desesperado por cumplir cierto objetivo que desesperadamente se aleja al d...

Posdata de la tarde Probabilística

Algunas veces aparece cierta obsesión por el trabajo, un intento desesperado por cumplir cierto objetivo que desesperadamente se aleja al doble de razón relativa al paso de los segundos. El cubil se hace más pequeño como una celda o calabozo, encerrado, hasta que los dedos se me entuman de teclear incontables veces las borrosas letras, o cuando el dolor de espalda sugiera despegarte del escritorio. 

La lluvia arrecia fuertemente, afuera donde no estaría a salvo, pero no quiero estar aquí sentado tampoco me siento a salvo en este lugar, tengo la sospecha de que no me sentiría a salvo en cualquier lugar del vasto universo. Después no importa, en el trayecto al cruzar la avenida te imaginé del otro lado. No importa tampoco, supongo, es una pequeña broma que cometo a menudo.

En casa leeo la última cosa que escribí, una carta para tí, me pregunto si debo poner tu nombre al principio, o tu debes  imaginar tu nombre ahí. También recuerdo haber escrito en pasta dura una serie de cosas que son como una lista de lamentos, aquellos que te atrapan en los puntos antecesores del presente en esta linea de tiempo.

Leo el último texto que te escribí y efectivamente remarco la sinceridad, pero aún falta algo, siempre tengo la sensación de que falta algo.

Estuve afuera de tu casa, el día del rito religioso de tus abuelos... y no quise entrar por miedo, porque detesto esas cosas, no sabía si resaltaría tu enojo conmigo al verme, ¿porque? no lo se, solo no quise causar molestias, o lo que pienso me molestaría a mí si hubiese sido tu en mi lugar, ahora comprendo que nos molestan cosas diferentes, pero supongo que es demasiado tarde.

Tiempo atras me previno mi amigo, incluso se atrevio una persona cercana a tí para decirme que te llamara, y conoces mis respuestas.

No soy tan descorazonado como para no sentir empatía.

Me ganarón los prejuicios.

Me parece que el viento te acaricia y que las flores otoño te muestran el paisaje. Libre como el colibrí (te gustan esas aves) que rescatamos en la lluvia, te quiero y nunca más volveráel tiempo, teóricamente puedo hacerlo, pero tan solo son símbolos trazados en una hoja de papel.

Soy consciente de que el tiempo borra lo que somos en este instante, no permanecemos constantes, ni siquiera los árboles, ni siquiera el viento, ni siquiera las estrellas, ni siquiera el universo, ni siquiera el cariño que yo no se si rastros quedan, la esencia cambia. 

Lo único constante son nuestros nombres, hasta que nos olviden, hasta que nuestra mente se apague para siempre.

Hasta pronto.

Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...