Yo también mencioné los halagos a la virtud de tu dedicación, creo que eso haremos mientras te recordemos aquí atrapados y hasta que algún día se sofoque esa sensación.
Alguna vez, en tardes como esta, sentí que me faltaba un poco de azúcar o quizá una taza de café.
Y se me ocurrió lo mismo de siempre. Pero supongo conoces la historia, inmediatamente me delataria.
Te soñé de la nada y eso es curioso. Recordé algo, que tal vez no hubiese sido buena idea el halago, café y chocolate, pero no se hacerlo de otra forma.
Desenreda el universo antes que nosotros.
Te veo luego.
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