Hace mucho prometí a mí mismo nunca más volver a escribirte, almenos de está manera tan oportunista. Pero esta noche no puedo evitarlo, lo siento tan necesario como un estornudo. Pero no haré lo posible porque llegue a tus manos, esa es la única diferencia. Así que, al leer esto, es bajo tu propia responsabilidad y curiosidad.
No olvido tus días grises al estílo de los cuentos trágicos de Chejov, y me parece que eres la más valiente, valerosa guerrera.
Me quedé pensando en la tarde, en donde por medios del hazar y manifestación del caos natural, pude entcontrarte en el mismo sitio y a la misma hora. También que tal vez esta vida es como un juego de ajedrez, y que se mueven las píezas sin intención alguna de hacer check!!
Cuando te veo me quedo con una espina, con una duda o deuda, e intento decifrarla. Me parece que ya sabes las advertencias conmigo, yo supongo que la vida te a enseñado mucho.
Te recuerdo que siempre habrá esa espina y que conoces un poco de mi naturaleza. Esa espina que se volvío parté de mí y que aprendí a ignorarla, pero dejo de ignorarla si frecuentemente te vuelves a parar frente a mí. Si me encontrara frecuentemente contigo, poco a poco, nuevamente tendría la tentación de tocar tu piel y respirarte más de cerca. Porqué no mencionarlo, va en contra de las lineas que me escribiste alguna vez, pidiendome cortezmente que; deseabas no sentirte incómoda cuando me acercara, cuando estuviera cerca de tí. ¿Lástima que así es la naturaleza? Que mal, nunca será diferente.
Aún quedan una serie de escombros sobre lo que a sido la remodelación de mis sentimientos, puntos de vista etc, en varios aspectos de mi corta existencia. Tratar de dar forma a mis sentimientos hacia contigo es complicado y simple a la vez, depende de mi estado de ánimo. Pero todo son escombros de algo que quizá intenté construir, de algo fantástico y fugaz, algo que sólo yo pensaba.
Algún día significaste mucho, algún día llegué a pensar que eras la mejor del mundo y lamenté que no pensaras así de mí. Lamento ser grosero alguna vez y no ser atento a tu cortesía, pero necesitaba estar solo y gracias por evitarlo, pero es parte de mi naturaleza. Tal vez era la única forma, tal vez pensé que en ese momento te quería tanto y que no necesitaba que me dijeras cosas a medias. También que estuvieras a medias pensando, a medias tus palabras. Tampoco podía ser espectador a primera fila de tus problemas con "él", tu querido (también me parecía tétrico), y tu manera de ver las cuestiones amorosas, muy repetables, claro. Por cierto ¿Siguen juntos? :P
Lamento causarte problemas por un par de llamadas y mensajes, ¿ó más?, que incómodo a sido para mí pensar en esto. Nunca fue mi intención y cómo bien sabrás o debes saber, deseo que todas las cosas estén bien ahí entre los dos, enserio, de todo corazón.
¿Sabes que heché de menos todo este tiempo? Siempre me gusto contarte, que fuerás complice de mis locuras, de mis proyectos, tristezas, algrías y ambiciones. Y después, consideré que otra persona no era digna de eso que consideraba tan valioso. Pero también me dí cuenta que de todas formas, en alguna forma lo expulsaba y que dejé de ser un hombre de secretos, y llegarón más personas a apoyarme.
La espina seguirá, y que bueno que estés lejos. Soy sincero al decirte eso, nunca más, nunca más será diferente. Así que ya me jodí para siempre y no hay ninguna cura.
A sido mi intención buscarte tiempo después, en mi afan egoista de componer mis remordimientos. Pero que egoísta! de mi parte. Solo egoísmo.
Te veo y recuerdo las espectativas que tenía en tí y no las olvido. Eres la incertidumbre, algo que fue inalcanzable. Te mentiría si esas espectativas siguieron firmes, son como una llama que se apaga y se fue apagando con el tiempo.
Y como una de esas historias míticas, algo parecido a Zeús te arrojó al mundo para caminar y penar, con tu rostro peculiar y esa mirada que se pierde, como bien mencionabas nos encontramos en la misma época del año a la misma hora y en el mismo lugar y sin pensar en encontrarnos.
Y así como fuiste lo mejor, también la mejor inspiración y parte del combustible que a dado coraje a mi espíritu para seguir, ahí, en la lluvia... Lamento no haber sido así para tí, pero espero encuentres algo igual, es fantástico!!!!
Conosco más a tu ausencia que a tí misma, y con tu ausencia me llevo muy bien, nos llevamos bien.
Te miro, siempre con buen gusto y delicada, tan guapa...
Aquí te escribe, el amigo que inocentemente se combirtió en enamorado fugaz y tiempo después admiridor....
Con cariño hasta siempre...
Gerardo.
Pd. Ahora una de mis escenas favoritas es ver tu silueta desvanecerse en el camino, alejandose eternamente, aunque me levante un día por la mañana con el afán de alcanzarte.
