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domingo, 25 de enero de 2015

Perros huskies

Sabe muy en el fondo, que le causaría mucha satisfacción el asesinar a su perro. Solo por saber la cara que pondría el viejo agridulce, y las frases que maquinaría para su esposa, para decírselo. Su aburrida y vieja esposa que deja a dirario una botella, acomodada de tal forma para que el tome hasta el fondo y probablemente ruede por las escaleras.

Cerca está fumandose un cigarrillo, en la banquita blanca frente a la pequeña vereda que cruza los árboles. Los perros del viejo se cagan a un lado del camino de cascajo, después se acerca para recoger la mierda con sus manos apenas cubieras por una bolsa de plástico. 

Desde la banca, piensa y recuerda el aparato, aquel similar a un control remoto, que produce un leve chillido a una frecuencia que se percibe poco al oído humano, pero es bien percivida por el oído canino. Piensa el joven en su imaginación, a los perros retorciéndoce hasta la muerte.  Solo por saber la cara que pondría el viejo agridulce, y las frases que maquinaría para su esposa, para decírselo. Su aburrida y vieja esposa que a diario come con él, sin mirarlo, como deseando que no estubiera ahí.

Que desperdicio de dinero y tiempo, dándole de comer a las ardillas. Así se arruina una tarde de otroño, pensando que haces el bien. Cuando nisiquiera te has dado cuenta en el periódico que ya se convirtieron en una plaga. 

El viejo está distraído, no se da cuenta que los perros huskies le han ladrado a una señorita de bata blanca. El viejo ignora que ella a perdido su cartera, y que tendrá que caminar a casa, por el viejo camino donde está él. Y el susto de volverlo a encontrar. La señorita se asusta por el ladrido de la hembra. El viejo sigue entretenido con las putas ardillas, ... alguien lanza un piedrazo. El viejo se encabrona. 

Tiene un pisa-corbátas ridículo, como en forma de cohe o algún veículo. Eso es tierno, en cierta forma, es un pequeño argumento para que el fumador en la banca se impida utilizar el encendedor y la botella de gas, para usarlo contra la tubería del gas natural, en la entrada del edificio. Eso bastaría para sofocar a toda la cuadra en una gran llamarada amarilla, y después de ver la cara de la esposa aburrida, cansada, esperando el apocalípsis. Cuando bajen los ángeles sus perros los devoran, los aplastan, los unden contra el piso. Con la felicidad que les causa el invierno, y con toda la amargura que les causa el verano.

sábado, 24 de enero de 2015

conclusión

... noches donde llego tarde a la plataforma, donde despega la nave espacial de los sueños. Me quedo mirando el infinito universo desde la pequeñez de mi cama. Por las mañanas la luz del sol reflejada en la pared blanca me hace sentir la sensación de que mis ojos se encuentran en llamas. El sabor insípido del alimento consumido a horas específicas, se tiene que hacer pues intrínsicamente o institntivamente se tiene consiencia de sobrevivir. Varias tazas de café son insuficiente para concentrar las lineas y hacer una abstracción teórica, también para conservar un lugar aquí. 

... esa estúpida señora, con facha hogareña, sentada en una computadora. Recuerdo que no tiene pisca de respeto, se ve que en años no a tomado un puto libro. No puedo tener respeto por alguién así. Ya se cuales son sus conclusiones, y es lo que tengo accesible.

... he llegado a la conclusión de que estás deprimido.

viernes, 23 de enero de 2015

Sesiones

Estoy bien contento, los de ibero 909 subierón las sesiones de clickaporte a su mixcloud. Hay sesiones que son interesantes para mí. Puedes escuchar algunas bandas cuando iniciaban, Austin TV por ejemplo. También el proyecto cosmonova de Daniel Gutierrez cunado recien estaba salidito de estudio. A ximena sariñana y sus métodos, a kashmir. Realmente no puedo dejar de escuchar. 

Es mi último entretenimiento nocturno, realmente son difíciles las noches cuando me cuesta trabajo consiliar el sueño. Algunas veces pierdo tres horas en hacerlo. 

Necesito una lampara para mi cabecera, para leer toda la noche. Es inútil seguir así, y despertar la mañaba siguiente como si nada hubiera sucedido. O tal vez como si tuviera prescripción psiquiatrica, bajo el efecto de un medicamento que, cortándose su efecto produsca su resaca infernal. Nada de eso, sin embargo las sensaciones persisten.

La música de kashmir, es nostálgica en la sesión que escucho. Es el soundtrack de este momento, de mi olvido prolongado y provocado. De mi ausencia, de saber que solo yo me encuentro aquí tratando de conciliar el sueño.

Se enfría un poco el té, para no quemarme la lengua. 

Sonrojarse

Tener la piel clara representa una desventaja para mí, en primera hay mas sensibilidad con los rayos solares y segunda la más penosa, se nota cuando me sonrojo. 

Pareciera mentira, que hace unos días te arrojé a la cama como un desesperado. Con estas ansias que, son como una bateria que se cargó los días que estuviste ausente. Fuiste similar al agua en un oasis, en medio de este desierto de soledad. 

Esta tarde no quise que vieras como sonrojaban intensamente mis mejillas, me tomaste por sorpresa, no me emocioné. Más bien me asustaste porque no te esperaba, de hecho estabás irreconocible como una muñequita. 

Tuve que escapar rápidamente, para no despertar sospechas. Él se nota que es un tipo listo, o más bien yo estaba desprevenido. 

jueves, 22 de enero de 2015

Nota

Hoy escribí una nota, debo entregarla según el hazar lo dicte.

Solo eso nos liberará!

domingo, 18 de enero de 2015

pequeño trayecto

En ciertos momentos, se vuelve indispensable para mí estar alejado de los niños. Sobre todo, cuando viajo en un vagon del subterráneo y en domingo. Algunos rostros son como imanes, y es necesario mirarlos, como el de aquella mujer con mirada penetrante. Realmente estaba distraído, y no era mi intensión jugar a quien sostiene la mirada por mayor tiempo. 

Tímidamente bajé la mirada hacia el periódico, estaba a punto de finalizar mi lectura. Después subió una mujer, una chica, más joven como de mi edad. También a llamado mi atención, pero supongo es algo común, yo mismo me aseguré de esto mirando unos segundos su rostro semicubierto por el cabello. 

Cuando tomó el asiento, pude percivir cierto parecido con la mujer de algún mural, de esos que resaltan la raza pura de nuestro pueblo prehíspanico. Almenos como lo conciben la mayoría de los artístas en esa índole. 

Tal vez fueron las medias negras, el aspecto sombrío y cierto carisma. Sacó de su bolsa el mismo periódico que yo estaba leyendo, y la miré unos cuantos segundos más. Tal vez fueron las medias negras, o el periódico. Vislumbré una posible charla, tal vez fuerón las medias negras y el periódico. 

Porbablemente, pensé, que bajaría en la misma estación. Pues es bien sabido que por estos rumbos casí vivimos personas de la misma edad y con las mismas características, pero también en la estación última del recorrido. Es solo una idea que hice, casí todos bajan en la penúltima estación. 

Entonces yo preguntaría si le ha gustado el suplemento del domingo, porque a mí no me gustó nadita. 

Su vista quedó perdida en las columnas dominicales del periódico, y yo bajé en la penúltima estación. Ella siguió sentada, entonces supe que se perderia para siempre.

sábado, 17 de enero de 2015

help

Sabes, estaba pensando que realmente necesito tu ayuda. Para que mentir, no entiendo nada. Solo puedo reconocer aquel símbolo que representa una suma infinita y también los índices que representan las coordenadas del espacio tiempo. Solo eso. 

Dime si no eres como los demás, que farolean con términos sofisticados citando cuestiones abstractas. Pero que en realidad son solo copias de libros y artículos. Dime que no eres así, porque yo no elegí eso. Yo no elegí ese camino, porque soy demasiado soberbio. 

Hace un momento leía el trabajo de supergravedad con super campos y una supercantidad de partículas (No mencionaré exactamente el título). Todos lo aclaman ¿no? 

Regresé en el tiempo, y en ese intante me pregunté si debía seguir ese camino, tentado por llamar tu atención. Pero realmente yo no podría tomar café con ellos, no lo teleraría porque realmente no tiene sentido para mí repetir algo dicho mil veces, algo porsupuesto que no sea poesía. 

Miré la ajenda con mis contactos, ahí estás, y también tu fotografía.

Realmente he añorado tu presencia.

Yo no quería decir todo esto, pero me encuentro desesperado y eso me hace menos objetivo.

Solo quería saber, si has estado por ahí rondando, o merodeando. 

Porque tal vez, lo sospecho, o lo sospechas.

Me delato fácilmente.

viernes, 16 de enero de 2015

Camino forzado

Necesitaba estirar las piernas, para regular la circulación. Dicen que uno debe hacerlo. 

Se me hizo tarde, como siempre, camine para corroborar si aún estabas tomando café o fumando un cigarrillo. Lo hice para apagar la posibilidad de que estabas ahí esperando.

Debo reconocer, que, es difícil para mí ajustarme a la compañía constante. De hecho, muchos lo considerarían un problema, pero yo soy demasiado sincero. No es problema. 

Caminé por la tarde, después de comer y leer sobre superficies extrañas, cosas que tu comprendes bien. 

Fuí por mis notas del modelo estándar, las necesito para justificar mis argumentos. 

No estabas ahí para preguntarte, sobre cualquier cosa, que seguramente me responderías con una sopa de palabras y argumentos que me dejarían peor. Pero es mi añoranza, solo una, solo pasar una tarde contigo, toamando café.

Se bien lo que quiero, contigo, mujer artísta de trazos geométricos y teorías supersimétricas. No tengo mucho que explicarte y tampoco tú, pero quiero que me expliques.

Pero no te encontré, es muy tarde para ser viernes. Casí todos se han ido. Es muy tarde para buscarte, no me detengo ni un momento. Aún hay café, pero no me detengo. No tenía sentido.

Sigo caminando, muere la tarde y la noche es joven.



jueves, 15 de enero de 2015

insomnioo

Estoy cansado de estar sentado, pero no tengo ganas de dormir.

Me recuesto, sin poder dormir.

Necesito una lampara de cabecera para mínimo ponerme a leer,

Si mi cadera fuese no-cansable, seguiria sentado trabajando.


a la entrada

A la entrada, la desgarradora imagen, una silueta temblorosa que pide calma.

Frente a la entrada, una silueta agonizante, y solo en la entrada porque introducirse esta noche significa la muerte.

Esta agonía y las noches anteriores de insomnio, junto con la confusion de los sueños, llevan a la silueta frente a la puerta donde se tira agonizante.

Una vez dentro del enrredo, atrapada está como en una telaraña.

Y las rodillas se desgastan, por fin te desvanees.

Y las agonías terminan, como el despertar de un leve sueño.


¿Hasta cuando?

¿Hoy es la última noche de todo?

¿del mundo?

ciau.

domingo, 11 de enero de 2015

un par de distracciones

Distracción 1

¿Te diste cuenta que me distrage porque estaba mirándote? Estaba mirándote y recordando ese par de veces que nos escapámos, sin que nadie se diera cuenta. Que en cierta forma, lo que hemos hecho esta prohibido, por un par de razones poderosas que bien conocemos tu y yo. 

Ese par de veces que nos dimos a la fuga, me hiciste sentir que regresaba a esos tiempos, donde las palabras cambiaban sin darme cuenta y ocultando mis manos las apretaba fuertemente. Contigo regrese en el tiempo, incluso me sentí más joven. Viajé hacia atrás en el tiempo, pero todo había cambiado, por eso pude devorarte hasta el desmayo. 

Pero no fue suficiente, y necesité otre noche, para de nuevo ir a buscarte y escaparnos toda la noche. 

Hoy, al mirarte, creo que ocurrió cierta visión. Me parece que eres una flor a la inversa, y no te marchitas. Tu proceso es a la inversa, de marchita pasaste a fresca. Hoy al mirarte supe que necesito otra tarde o noche. 

Mirándote fijamente me distraje, no sabía que me hablaban. Sentí incomodidad, que a un lado de mí se encontraba tu padre, tan comprensivo y amable como siempre. 




Distracción 2

Me cuesta trabajo describir esta distracción, no se por donde empezar. 

A unos 20 metros se escucha algo molesto.

Todos sabemos que eres un idiota, que ella te engaña y utiliza. Sentimos repugnancia por el chisme melodrámatico, donde nos has sumergido los últimos meses. 

¿Hasta cuando debemos soportar tus pendejadas? ¿Tu estúpida risa? ¿Tus presunciones?

¿Hasta cuando tenemos que aguantar? cuando ella te regaña y te desprecia, y te dice en tu geta, en tu cara la triste realidad. Lo que eres, lo que todos sabemos. 

Esperaba que te fueras, que no molestaras, porque aunque te encuentres a una ditancia de vecinos, se escucha el hobre abatido en que te has convertido. En que lloras como un puberto, en que me importa un carajo tu puta vida. 

Sabes, me importa dormir, y esa voz chillona, esa puta señora gorda gritándote y mandandote a la chingada, no me deja dormir. 

Preguntas siempre orgulloso, ¿Acaso me escuchaste hacer el amor? Y en realidad contesto con la verdad, eso no se ecucha.

Se escucha que eres un maricón y que has perdido la dignidad.

jueves, 8 de enero de 2015

Día 20

Dios mío han pasado 20 días, debo volver a mis labores. Hoy regreso a la capital, será una semana corta. Pero es preciso. 

A partir de aquí se termina está bitácora, a partir de este punto mi futoro es incierto. 

No se si serán mis últimos días en la capital, me ha dicho el director de proyecto, "piénsalo".

En cierta forma, ya tengo aprecio por la capital. Ya quiero regresar, y por mí, quiciera permanecer otro par de años ahí. Pero las últimas batallas, digamos, han sido derrotas. Aunque fructíferas, eso es indiscutible. 

Pero cuando pierdes, o en este caso, se habren muchas vertientes y es complicado decidir. 

Gracias. 

día 19

Amanezco irritado de la garganta, pero por la tarde me invitan a salir. Obio tengo que conducir, pero ya he mencionado que eso no me disgusta. 

Fue muy bueno, visitamos esa vieja ciudad colonial que se encuentra como a 3 horas. Y bueno, el sol de la tarde me pegaba en la ventanilla. Por la noche el frío invernal se hizo presente, pienso, esto no será muy bueno. 

De regresó me apresuré para llegar pronto a casa, esta bien lo acepto. Me siento enfermo. 


día 18

Salimos a la carretera, pero no tengo ganas de conducir. Siento que me voy a enfermar de gripe. Así que Mer conduce. Es el último viaje de la temporada, eso creo. 

Ese lugar es muy frío, la carretera tiene muchos pinos. Hoy cambió mi punto de vista sobre este tipo de carreteras, llegué a pensar que eran mis favoritas.

En el pavimento, en el carril de alta velocidad, encontramos ramas tiradas y con esto, es preciso hacer una que otra maniobra incómoda al conducir. 

La comida, fue mucho mejor. En una especie de cabaña a las orillas de la carretera, sobre una especie de montaña. Nos atendió una señora con facha de fantasma, pero cocina muy rico. 

Una vez terminados los labores, por fin retorno a casa. Esta vez como siempre, pues cuando se termina la temporada, vuelvo a la realidad del transporte público. A propósito, estaba a rebentar. 

Llegando a casa, me declaro enfermo de gripe.

Día 17

Hoy es el último día en este lugar, así que rápidamente devoro el desayuno. Pero a medio día, eso no será posible. Después de hacer los primeros pagos del año, también debo preparar un reporte. Esto me lleva toda la tarde. 

Es un día frío, lo siento con rigor pues he olvidado la maleta con ropa. Tengo a disposición una playera que está sucia, y en la mañana decidí no usarla más. Así que tan sólo me cubre el sueter, y también la bufanda. Siento frío, mucho frío. 

Se supone que, al terminar de corromper ciertos números en la computadora, yo tendría la tarde libre. Entonces iría a casa, hoy en el último día de la temporada navideña, que desde hace unos 5 años se convirtió en el día más especial de la temporada. 

A medio día me enteró que no será posible llegar a cenar. Regularmente no le doy importancia a esas cosas, pero a diferencia de otras, está cena la tenía contemplada. Y sería mentirles, el mencionar que dentro de los planes se encontraba comer algún platillo. Definitivamente ustedes saben que soy nada sofisticado. Puede que madre tuviese una sorpresa, pero yo me hubiese conformado con una taza de chocolate, en estos momentos muero por una taza de chocolate. Espumeante e intensa taza de chocolate.

¿Cuántas veces me he dicho a mi mismo? que, me desespera la manera aleatoria en la toma de desiciones. Esto es personal, en ciertos momentos de la vida, uno aunque quisiera, no es posible tomar deciciones propias. Es decir, hay momentos en la vida en que uno se encuentra atado a lazos invisibles incorruptibles que evitan hacer de nuestro tiempo lo que más  nos plasca. 

Gracias al cielo!, vivo una vida al revés. ¿Qué sería de mí, sí la mayoría de los días del año no hiciera mi santa voluntad? 

Sin embargo, hoy es un día nostálgico. ¿Cómo no serlo con esté frío seco invernal?

Hace unos años tuve un día similar a este, a esepción de que aquel día tomé mis propias decisiones. La similitud radíca en tener la sensación de que me parecia imposible llegar a casa. Recuerdo que el frío era similar, y que en cierto modo había la misma sensación de insertidumbre, como la he venido teniendo los últimos días. 

Recuerdo un encuentro forzado, fue en un parque, de un lugar también forzado, porque simulaba ser un pueblo en medio de la ciudad. La manera en que ataco muchas veces la insertidumbre, es tomar una desisión sin pensar en las consecuencias. Algunas veces, no se puede distinguir que tipo de desisiones merecen tener esa meditación. Para el encuentro de aquel día, al parecer mi razón se nublo en un proceso gradual que tardó algunos meses y años en disiparse.

Hoy no siento verguenza de ese recuerdo, como años anteriores lo sentí. Pues, ahora se describirlo un poco. Puedo decir, que me estube parado en un punto del universo donde instantaneamente se invirtió la polaridad de los asuntos. 

¿Así funciona en aquello que llaman amor? Hacer actos sin pensar, no importando perder la dignidad hacia un ser débil, como se piensa machistamente de una frágil mujer. ¿Quén es mas tonto? no me voy a meter en esas cuestiones de revistas para adolescentes de 16, ó post adolescentes de 22. 

Solo puede decirse que de alguna forma se nubla la razón. ¿Cómo se produce eso? más bien, cada persona produce viciones de forma distinta, todo se debe a la soledad, y cada quién tiene soledades distintas.

El día en que se cambió la polaridad del universo, fue a causa de querer cambiar su curso. Ese día me dí cuenta, que, el universo tiene sus propios mecanismos de defensa. El invertir la polaridad es uno de ellos. 

Un muchacho gris con facha de escritor, abatido caminaba, a distancia podía ver que evitaba tocarse el estómago. Tenía una sensación ahí, una especie de molestia agónicamente soportable pero incontrolable. En las manos, tenía rastros de lo que serían nueces y quizá caramelo con chocolate.

Le ofrecí un cigarrillo pero me dijo que no. Observé con detenimiento sus manos, pude notar que quizá días anteriores no dejó de escribir. Entre los dedos principales de su mano derecha aún se notaba la marca de la pluma. También entre las uñas podían observarse pequeñas partículas de papel blanco. 

Trataba de sonreir, se nota que es uno de esos tipos que intenta disimular. Puedo saberlo porque así son las personas que toman desiciones al azar. Porque se podía observar en su rostro con gran determinación. Rostro que cada vez era más duro. 

¿Cuál es el acto menos egoista? Visitar a las personas que están solas, o las que están acompáñadas.

Recuerdo una preciada lección de vida:

"Algunas personas finjen estar solas"

Día 16

Último sun-day. Nada extraordinario, pues nuevamente voy retrasado.

Esperamos ver a norma aparecer, y aparece en la Noche.

Su leve caminar y despotismo, son únicos. Es su capa de nuez, para que nadie la rompa.

Su madre está enojada.

Día 15

Los sábados, regularmente, no excucho el despertador. HOy no es la exepción.

Al despertar evito el desayuno, me siento fatigado. La alimentación en estas temporadas es extrema.

Por la tarde debo ser tolerante, y mirar 3 películas estúpidas. Debo confesar que me causarón gracia, pero 3 es demasiado. 

miércoles, 7 de enero de 2015

día 14

Por la mañana es justo regresar a casa, saludar a mi familiia.

Por la tarde visité a un radiotécnico, quien reparaba mis cables de guitarra. Hace mucho, no lo visitaba y había olvidado lo labioso que es. Agradesco las historias que me cuenta de mis tatarabuelos, pero algunas veces exagera, se cuelga como dos horas hablado.

Por la noche fuimos a la capital, mer y yo. Nos aventuramos esta vez por la vía deficil que resultó ser fácil, la idea era solo dar la vuelta y que mer aprendiera ciertas cosas de los caminos a la capital

día 13

Es año nuevo y toca visitar a los carranzas. Que aburrición, pero cocinan muy bien.

Atras, en su auto me sigue Jaime y su pesada familia. Son graciosos, estúpidos, piensan que la policia los detendrá si conducen a más de 80. Realmente son lentos, exagerados.

Estube tentado a pisar el acelerador y perderlos.

De regreso lo hice, porque ya sabían el camino de regreso.

EL señor carranzas cocina bien, y su esposa mucho mejor, se nota que de joven fue muy guapa.

Nadie le a dicho al señor carranzas que es malísimo preparando bebidas y que también cuenta chistes malísimos. Es pesado, de sangre pesada, y también es alto. Es un idiota.

día 12

Hoy es el último día del año, por la mañana se deben hacer los últimos pagos del año.  

El estacionamiento del banco está a reventar pero por suerte veo un lugar donde aparcar. A un lado dos mujeres se enfrentán con palabras estridentes. Alguna de ellas golpeó la camioneta de la otra. 

Sí algo temo en las avenidas es a mujeres con camioneta grande. 

Después, nuevamente visitamos a Eini y su porqueria de hogar. Los mismos cuentos, las mismas falacias, las mismas historias con leves variaciones. 

De regreso el tráfico aumenta, al meterme a un pequeño lugar donde comimos, casí me golpea un camión que se hechaba en reversa. No era idea mía comer fuera, no es idea de alguien con el bolsillo apretado como yo. No ahora, no cuando se portan déspotas con aquella linda mesera. 

Por la tarde no quise estar cerca de nadie, salí a caminar con Mer, quien se comporta como mi conciencia. 

Más tarde, esperaríamos en la puerta a Norma y su hermana. Para que después se largaran con su familia. 


día 11

Por la mañana confirmo porqué me gusta viajar solo. La primera razón es que, curiosamente, cuando no estoy en casa me levanto más temprano. No me gusta la idea de levantarme tarde, porque de lo contrario mi curiosidad no quedará satisfecha. 

No me gusta que me esperen al desayuno y tampoco llamar a que desayunen cualquier acompañante. No me gusta estar envuelto en la disyuntiva de que lugar visitar, porque pocas veces nos ponemos de acuerdo. Y así fue. 

Detesto la idea, de pasar solo en automovil, en lugares donde es más cómodo caminar. 

Detesto los vicios citadinos. 

Tomar un taxi para avanzar 5 cuadras. 




De regreso, la autopista es más concurrida. Alguién lleva un vidrio abierto en el auto. Acelero para que lo cierre porque no entiende razones, pero no lo hace. Es demasiado estresante. 

Nadie puede decir nada, son las reglas.

Estúpidas reglas.

día 10

Sonó la alarma más temprano, y mi maleta no está lista. En pocos minutos debo salir en carretera y conducir por más o menos tres horas. Es un trayecto largo en autopista, aunque trató de hacerlo corto.

Pisar el acelerador no es por fanfarronería, más bien, la autopista me da miedo cuando hay muchos automóviles, entonces comienzo a rebasar frenéticamente. 

Me gustan las escalas, pero no perder mucho tiempo en ella. 

Después del desayuno y de la relajación visitamos a Efren. Su madre sigue ignorándolo, me parece que tal vez ella debió estar en el manicomio. Efren no es comprendiodo, aunque su arte comienza a valorarse, me perece que es frustrante, porque hasta yo he pasado por esas, que te traten como un idiota. 

El universo se revela ante sus ojos, pero todos están demasiado ocupados para tomarlo en cuenta. 

Por la noche fuí al parque, se encuentra como a 8 km en terrasería. Todo bien, todo de fiesta.

De regreso el camino parecía tétrico. En provincia los miedos son distintos, dos chicos abordo decían que temían a leyendas de espiritus y fantasmas. Yo temía a los bandidos, o a derraparme en el camino. 

Al llegar a esa casa, por dentro, había una gran nube de humo. Alguién no supo alimentar de forma adecuada la chimenea. 

día 9

Me siento en una especie de resaca existencial. Es domingo, sunday, sun-day, ¿día del sol?

En verdad, hoy el sol es demasiado intenso, demasiado deprimente. No me gusta sentir la sensación de un sol intenso cuando se me hace tarde. Hace media hora que debí hacer salido de mi casa. Esto es, esto somos, fuera de casa en las noches importantes.

Como si fueran a ganar indulgencias por algo divino, miró a todos con frustración, si fuera el demonio ya los hubiera quemado. Toda esa gente que desfila, solo porque el despertador sonó, para hacer cantos, en un día soleado.

Por la tarde, el calor es intenso, a propósito, es invierno.

Cuando se metió el sol, el viento invernal se hizo presente, regresándonos a lo que debería ser la realidad.

En medio del tumulto está la hermana de norma, con el rostro fijo, inexpresivo.

Cuando estubo al lado de mí, creí estar hablando mucho.

Después de despidió.

Día 8

Nuevamente no hay sueños, ¿será el lugar?, estoy en casa.

Previo al desayuno, emprendo un viaje aparentemente forzado. En el fondo quiero hacerlo, siento cierta necesidad de poner en riesgo la tranquilidad que tengo en esta mañana invernal.

Nu fue sin querer, y tampoco fue un sueño. Estaba yo bien despierto. Encontré a Eugenia, pero ignoro si previo o después del desayuno. En realidad tenía deseo de encontrarla sola, pero pocos en esta época del año buscan la soledad. Yo era la única persona sola en ese lugar tan concurrido.

Todos vestían atuendos formales, tenían frescas las mejillas y el cabello limpio. Los chicos con camisas bien planchadas y las chicas con vestido. 

Eugenia lucía bien, contenta, fresca, radiante y alegre. En otras ocaciones ella hubiera dicho "hola", y apenada. Como en otras ocaciones seguramente sintió pena y lástima, buscando empatía y conmiseración que nunca pedí de ella, y que nunca necesité. Ella me regaló todo eso en tiempo pasado. 

Eugenia dijo "hola", sonriente. En su semblante note que ella se a liberado de mis ataduras. Me miró como si nunca hubiese existitdo, como si nunca hubiese pasado algo entre nosotros. Como si mi vida ya no le importara en su entorno, con sus toques de conmiseración escabrosa. Como un conocido, poco conocido, como una especie de vecino.

Tube que saludar al muchacho que la acompañaba. Dar un fuerte apretón de manos y mencionar en mi mente "me has ganado limpio amigo". Te has llevado la mejor compañia de primavera, verano, otoño e invierno.

Tube que esperar un poo, mirar, llegarón más personas y entonces supe que no teleraría el desayuno. Estas personas comenzarón a alagarlos, palabras que expresan apruebo hacia la pareja. De no ser porque tenía el estómago vacío hubiese vomitado en la mesa. 

La única que supo en ese lugar, lo que me sucedía realmente, era Eugenia. Pero es libre, ya no le importa. Ya no llamará al rato para decir que le dió gusto verme. Que si el viento, que si el otoño que si las estrellas.

Uno tiene sus métodos para sofocar esos incendios. Soy experto, después de estar tantas veces especulando y estando en la misma situación. De regreso me puse a pensar en lo inconforme que Eugenia me hace sentir. Realmente, pienso que muchas cosas en la vida están en perfecto equilibrio, exepto lo referente a Eugenia. Todo lo referente a nosotros es injusto.

Tal vez la palabra no es "inconforme", más bien es una especie de deuda. Me puse  pensar que nunca hice lo posible por encajar con tu familia y amigos. En que tengo la barba larga, y que mis pantalones de mezclilla lleban 4 meses de uso diario. Que los meto a la lavadora y los saco para volvermelos a poner. Que mis calcetines no coinciden, que tengo talento para perderlos. Mi cabello largo y alborotado, que no encajo en tu cuento de hadas.

Que nunca encajé en tu cuento de hadas.

Cuando no estoy contigo, relamente no me interesas, pero cuando estoy contigo pongo en duda la primera sentencia.

Las locuras no pueden cuantificarse de forma monetaria, 


dime tú si es real, todo ese puto cuento que te cargas tú y él. 

es real? 

me parece una locura, yo que tan solo puedo comprar café y pagar el alquiler. 

dime tú, cómo le hace toda esa gente, para estar contigo, viviendo ese cuento. 

lunes, 5 de enero de 2015

Interludio 2- algunos recuerdos

   Un recuerdo puede surgir un segundo después del suceso. Algunos son añoranzas por regresar tiempo y espacio, con la finalidad de sentir la misma sensación intensa. Aquella encapsulada por mucho tiempo, pero, ¿Cómo saber si permanece intacta? Tal vez, ahora pienso que es imposible que dichas sensaciones permanescan intactas. Yo pienso que definitivamente el tiempo las deforma, y en sentido estrictamente geométrico, nisiquiera puede encontrarse una equivalencia topológica.

   Por eso hoy, he decidido hacer un juicio riguroso. Saltándome la secuencia que he venido haciendo los últimos días. Se trata sobre la deformación de los recuerdos. 

  Pocos comparten aquellas imágenes, pocos sabemos de ellos. Lo que fueran, algunos decían que habían escapado de los dibujos animados. Otros decían que se habían escapado de las páginas de un libro y hasta hubo quien se atrevió a decir que probablemente se habían escapado de algún filme. 

  Lo cierto es que nadie sabe, si la historia fue escrita o no. Pero pareciera que sí, pues cumple con ciertos patrones que pudierón ser escritos antes. Alguien tiene la sospecha que tal vez en el futuro.

  ¿Cuándo se dierón cuenta que eran importantes el uno para el otro? En realidad no lo son, pero quien los rodeaba tomó tal determinación. Y lo hicieron saber a ambos, para que tubiesen cierta atadura. La atadura del entorno, la atadura de las mayorías.

  Cualquier suposisión puede ser cierta, yo tomaré la de las páginas de un libro. Y con esta suposición agragaré que salierón de un libro distinto. Pero nadie se dió cuenta.

  Si las páginas pueden escribir páginas, dirian los siguiente.

  Tal vez tenga razón, el psicoanalista que decia, en cierta forma que todo tenía que ver con el sexo, menos el sexo. Y previo a eso, no tendría ninguna preocupación sobre ella, antes de conocer como se erizaba su piel desnuda. Viaje que desde ciertas perspectivas parece imposible, depende de la plataforna, De cualquier otra forma ¿tiene importancia su existencia? Definitivamente no, porque no es vital. 

   La agonía es tener tantas vertientes, casí un numero infinito de acciones que podrías realizar en un segundo. Las más crueles, según esta plataforma, son las ligadas al olvido. Cuando se cambia la perspectiva, hasta se modifica la realidad, en dichos juegos no hay una desición equitativa, en todas partes es distinta. 

   Hoy, me va y me viene si te digo que te vallas a la mierda. Y tus llamadas o cartas no serán cálidas, pues yo soy un culero y tú una perra fría. Porque seamos sinceros, nunca fuiste lo suficientemente importante como para pararme frente a la puerta de tu casa y llamar a la puerta. Después hacerte la plática, y pensar en pedir disculpas ¿De qué?  De que ambos nos robaramos el puto tiempo en estupideses. No las que hicimos, esas las guardo con cariño. Las más desgastantes, las que pensamos, fuerón terribles, tal vez necesarias, pero cuando se rebasa cierta cantidad las hace inesesarias.

  Nunca significaste lo suficiente, como para llevarte a casa serentamente, sin mirarte los pechos y tratarte con un fin vulgar. Con mi experimentación adolescente, capricho incuantificable. Pero yo no soy el malo aquí. También tú, pero sabes guardar secretos. Sobre todo los que te vuelven más vulnerable.

   Ciertas fijaciones, pues siempre fuiste loca y yo estoy loco. Tus caprichos pendejos, y tu actitud rastrera, el mundo de colores, puta mustia y mocha. Con tu doble cara de perra mentirosa, Jadeante en celo y agresiva con cachorros. 

  Sabes bien nuestra sentencia, cuando nos encontremos ya no me tratas como a un pendejo y yo no te trato como una perra fría. Somos adultos, somos maduros, las personas se saludan cortésmente cuando se encuentran. 

   Pero en absoluto me interesa tu miserable existencia ni tus putos problemas. Como nunca te intereso mi miserable existencia y mis putos problemas. Realmente, quiciera romperle la cara a las personas que nos quicieron engañar haciendonos creer que eramos importantes el uno para el otro. 

  Solo me pregunto, hasta cuando dejaran de restregarme en mi geta las putas sombras y paredes que extrañan verme contigo. No puedo decirles que olviden porque son paredes y sombras, pero te juro que intentaré hacerlo. 

  Tal vez deba rebelar la verdad,

que nunca fuiste lo suficientemente importante para que tu vida me interese. 

Absolutamente nada. 

Lo que sobra, no son disculpas contigo, más bien deudas conmigo.


domingo, 4 de enero de 2015

Interludio- Las noches de invierno de Norma.

Cuando descubro patrones pierdo el control, soy más psicótico. Ahora se donde sentarme a esperar, y cuando aperece tu madre, es como el mar alejándose de la playa, lo que significa que posteriormente se acerca el tsunamí.  Ella entra, respira, saluda y me observa fíjamente cuando aparece el loop protagónico. 

Pasan minutos que parecen horas, y mis ansias disminuyen, seguramente Norma no cruzará la puerta. Pues, no es común que llegue tarde. Alguién más loco pensaría que es más fácil seducir a tu madre, si permanesco más tiempo aquí, hasta puedo imaginar que es idéntica a Norma. Es común observar en las familias ciertos rasgos similares, incluso son características que nos sirven para agrupar. 

Yo quiciera escribir el punto fuerte, pero conforme avanza la pluma, me comporto de forma introvertida conmigo mismo. El punto fuerte, es cuando Norma llega. Y ¿Cómo decirlo?, bueno, podría decir que tengo la costumbre de jugarme ciertas bromas. O ciertos engaños, como quieras verlo. En cierto modo, cuando desaparecían mis ansias o esperanzas por ver a Norma, en el fondo tenía la certeza fuerte de que ella aparecería. Y así fue, necesitaba una expresión de sorpresa para mí mismo. 

Incluso, estaba parado observando hacia otra parte, como distrayendome. Después Norma llega por la espalda, como arma a traición se percibe su cálida escencia. 

De pronto despierta oasis en los deciertos, nacen árboles en la luna y se rompen las barreras del tiempo. El aire toma un sabor extraño y mueve un poco su cabello. El brillo estelar eterno parece, pues las estrellas viven más que los hombres. Me convierto en una especie de astronauta, se acaban los tanques de aire y necesito respirar de su aliento, de los labios de Norma. 

Su porte de gacela cautiva a cualquier casador, y cuando llegamos al punto, ella sale para distraerse. Pero yo se para que es. Me pregunto quién es la sombra, ¿él o yo? 

Supongamos que sale a la calle, y la lampara de la calle proyecta una sombra, la sombra de nosostros, la sombra que me hace sentir incomodo. Es una sombra, un tanto cruel, y déspota. Norma cambia el semblante y se pone más contenta. Yo muero de celos. 

Ese es el trato, compartir el aliento de tus labios. 

Las sombras no acarician, solo están proyectadas. La sombra no acaricia a Norma, pero ella esta contenta, no le importa. Se agacha para besarla. 

Regresa, ella sabe que me he dado cuenta, eso no le importa, eso le divierte. 

Cuando me distraigo, se aleja sin despedirse. Eso también le divierte.


Versión oculta de los agradecimientos de mi tesis

De manera especial a ti, ..., ahora que estás a salvo detrás de largos océanos, y en la versión secreta de estos agradecimientos  -donde no ...