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miércoles, 14 de febrero de 2018

Jamás

José Alfredo, que mal nos hiciste...

Armé un melodrama, escribí poesía barata y cartas redundantes, compuse canciones que se escuchan como gato en celo. José Alfredo que mal nos hiciste, pero sigues siendo nuestro favorito como un tequila malo que no puede dejarse de tomar.

Aquí estoy, sin poder dormir, pensando que decir mañana. Ojalá esto fuera un mal sueño y despertar el sábado por la mañana, con mi pijama suave que usaba de niño y el olor del desayuno colandose por la rendija de mi puerta.

Te quise y no guardo rencores, yo no quiero que nadie te haga daño, tampoco que rompan los huesos de tu delicado cuerpo, te ves tan frágil que pareciera que el viento te va a llevar. No quiero que mi rencor te rompa, ese que guardaba porque no me quisiste.

A que mal nos hiciste José Alfredo

Que hace unas semanas pensaba quedarme solo por completo, sin que nadie me moleste....

Pero sigo siendo el rey !

Cena

I

- Vamos, siéntate, yo como rápido, ya casi termino - dije.

Estaba apenado, después de que ella había organizado la cena se quedó sin lugar en la mesa. De hecho, a menudo sucedía, ella por alguna razón quedaba sin lugar en los desayunos, comidas o cenas. De hecho, por mi mente pasó el día de ayer: "qué pendeja" ...

Aquella noche, todos se sentaron sin importar quién se quedara sin lugar, como en el juego de las sillas.

                                                                            II

Se desaparecía y aparecía como el nahuál, me impresionó su extrema atención en lo que atendiera en cierto momento, ya sea una plática, una lectura o su cámara fotográfica disparando y disparando...


Me sentí tonto cuando me preguntó ¿qué era esa cena que ordené?. A lo que respondí que no sabía, que era un nombre muy difícil, que elegí al azar. Dijo algo, pero no alcancé a entender porque a esas horas de la noche ya el cerebro no me daba para entender su inglés natal, a pesar de que sus ancestros crecieron en ese país dónde una gimnasta obtuvo el 10 perfecto de calificación en algunos juegos olímpicos de los 80's o 90's. Mi sentimiento de latino enamoradizo surgió.

Ella se veía tan triste con esa coke y una mediocre rebanada de pizza mala y árida (sin queso porque en ese lugar está prohibido comer queso con embutidos). Parecía que el dinero de todos no rendía bien en ese lugar. Alguien en mi país ya la hubiera obligado a sentarse porque ella se quedó sin lugar, aunque dijera que no, solo por el hecho de ser cortez.

Pero no importa, la gente aquí estornuda y no dice salud ...


Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...