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miércoles, 11 de julio de 2018

Cassette y las canciones que nunca entendí

Borré lo escrito originalmente en esta entrada, era una especie de cuento del amor puberto que se concebía en mis tiempos. Cassette era el seudónimo de la protagonista porque ella recibía una cinta musical con las primeras canciones escuchadas a voluntad de su admirador.

Dejó ser un cuento porque los últimos siete meses a ratos intenté armar un rompecabezas y me dí por vencido porque comenzaba a leerse forzada y con un ritmo acelerado en los últimos párrafos, quise quitarle ese ritmo y aumentaban las cuartillas. Me propuse a escribir una historia de una cuartilla, para que no resultara de “hueva” en este tiempo que a las personas les gustan las cosas inmediatas.

Al final quería rescatar tres puntos importantes. ¿A qué edad comenzamos a decidir por los pequeños grandes placeres de la vida?

La música: puede ser una aventura cuando uno decide levantarse del sillón, buscar en la tienda de discos, escuchando y viendo portadas extraordinarias. Algunas veces comprabas discos simplemente viendo la portada, llegabas a casa con la excitación de lo que escucharías, y cuando resultaba algo verdaderamente bueno ... era algo verdaderamente bueno. Tenías que salir a la calle, si, cruzar la calle y las puertas de una tienda. Además era un acto voluntario, buscar música nueva podría significar una nueva forma de pensar, una diferente a las influencias de lo que escuchaban tus padres o tus hermanos mayores.

Fotografía: Siempre me dicen que soy malo tomando fotos y lo reconozco. Hace unos días revisé cientos de fotografías en mi computadora, la mayoría malas y desenfocadas, pero encontré escasas muy buenas. Entonces proyecté ciertos momentos agradables sin haberlos detectado en la fecha original de la fotografía, lo viví pero no me dí cuenta y sin embargo lo siento. ¿A caso será la fotografía similar a las matemáticas? Constantemente en mi trabajo debo hacer cálculos en hojas de papel, cientos de hojas de papel que se van a la basura, pero algunas escasas con cálculos correctos. Algún día tienes que pegarle al óvulo esperma ganador aunque sea por estadística.

Comida: ¿Ustedes son sinceros con su comida favorita? recuerdo que mis amigos pubertos decían que su comida favorita se encontraba en restaurantes o fastfood de cadena, bueno, por su propio bien tenían que descubrir ese gran error. Esta afirmación era común en el pueblo porque referencias de cadena significaba que salían frecuente de nuestro rancho y eso los ponía en otro status. Otra razón puede ser que es más fácil referenciar esos lugares de comida porque el cerebro no daba para almacenar mejores direcciones. Ahora muchos coincidimos que la mejor comida no está en esos lugares, de hecho los mejores ingredientes se consiguen en el pueblo y con mucha paciencia puedes cocinar algo muy bueno. Conocer tu comida favorita implica recorrer muchas calles y lugares, algunas veces viajar decenas o cientos de kilómetros, es un encuentro con uno mismo, como la música y sin influencias. Además, siempre vamos a tener opiniones distintas, pero vale la pena encontrarse con uno mismo en ese aspecto.

Amor: Algunos teníamos que escondernos, porque en aquel entonces la/el chic@ que besaba mejor ¿significaba motivo de burla con tus amig@s? Sin darse cuenta todos buscábamos lo mismo, pero ... el estereotipo más jodido lo había inculcado la televisión y las revistas (la música nunca tuvo la culpa). Todos tenemos una idea distinta de esto, pero, si en el momento del acto se activa el la vista, tacto, olfato, oído, y gusto, entonces  habrá que educar bien a los tres placeres anteriores y buscar en ellos la sinceridad con nosotros mismos.

Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...