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sábado, 31 de octubre de 2015

Callejón

Estube buscando el nuevo café que dijiste abrierón por aquí cerca.

Es viernes por la noche y no es muy tarde, pero la gente huye rápido de aquí. Se metió el sol desde hace como 3 horas y apenas me dí cuenta, tengo mucho trabajo.

Pues no encontré el café, quería sentarme un rato a mirar personas pasar y actuar normal. No quiero leer, solo saber que hay gente por aquí haciendo las cosas más simples del mundo pero que a mi se me complican.

Tomar el poemario de Oliverio Guirondo sería como hechar sal a las viejas heridas.

No encontré el dicho café, encontré ese callejón, feo por cierto, donde venden café. Donde llegamos a comprar, y me acordé lo nervioso que me sentía cuando te invitava a salir o simplemente caminaba contigo, ocultandome, ocultando lo que sentía por ti y que después comprendí que lo más normal es decirlo. Para mi significaba un esfuerzo extra.

Mi indecisión provocaba que terminaramos en los lugares más feos e incómodos. Ahí estuve esperando mi te chaí y al lado algunos tumbados en la banqueta tomando cerveza.


No me gusta este lugar tarde y hay más opciones, pero hoy tengo miedo de caminar solo, las calles parecen más vacías hoy. Quiero quedarme en casa para continuar, pero siento está ausencia tan perra y aferrada.

El sol de medio día



Hubiese preferido su presencia fugaz, de ese instante donde el mundo no parece estar moviéndose ante el sol y la luna, suponíamos, estaba fija en el cielo sin esconderse y con el mismo tamaño toda la eternidad. Ese pequeño instante para recordar y detenerlo en el tiempo donde ambos parecían desconocidos. Hubiese preferido eso. 

Lo supe cuando miré tus ojos esa noche, aquellos que pedían a gritos y desesperadamente afecto. Que mejor de la persona que supones más cuerda, del que podría no hacerte daño. Del chico que está un poco confundido y que puede evitar cuanto antes su actitud nostálgica de soledad.

Pero pasé a la historia de los meses posteriores, como el tonto que no aprovecha las oportunidades. Pero caray, no se trata de eso.

La mañana siguiente, con tu cabello deshecho y con el puto sol que antecede las doce de la tarde, no te soportaría. Y tú si por esa actitud, la de estos vientos de otoño, la de anuncios de navidad y películas nefastas. 

Es verdad, se fue rápido, pensarás que una vez mas me equivoqué. Porque marqué el mismo número y llegó a casa, tocó la puerta, estuvimos y se fue. Otra de mis charlas ¿lo arruinó? Tan solo así es el trato. 

Hasta su aroma en las sábanas no permanece tanto tiempo.

Tan solo el sol del medio día prevenía una especie de resaca, que se pasa como es costumbre, con una comida caliente de fin te semana junto con una intensa taza de café. 

Sin embargo tú, en este momento, quieres regresar a tu casa pero no sabes si es correcto hacerlo.

Ahora bien, siempre quise decirte que: detesto a las personas que buscan compañía porque no saben estar consigo mismas.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Caos de regreso



Hay días en que el café matutino te produce un efecto... un mal efecto, como uno de esos mal viajes. Es el mismo café, la misma bolsa bien sellada de molido en la misma prensa. Pero tal vez nostálgico pues era el último puño de la bolsa (en día nublado), pero decidí dividirlo en tres partes. Se supone que me tomé dos terceras partes y la última sería para cuando regresará a casa. 

El café parecía distinto, como si estuviera en contra mia, el aliado está enojado.

El sudor en las manos era muestra de que no debí dormir más de ocho horas, es la premonición de que tal vez se vuelva un capricho dormir después de que extraño el orden que me tenía a salvo del caos. El sudor de mis manos es muestra de que dormir no es preciso en este momento.

El sudor es muestra de que el caos está de regreso...



lunes, 26 de octubre de 2015

Frío

Otra vez el frío, y yo perdí tu número para llamarte y preguntarte si quieres tomar una taza de chocolate conmigo.

domingo, 25 de octubre de 2015

Películas y canciones viejas

Tontas películas gringas melodramaticas, y también esas canciones que estuvieron de moda hace más de quince años. Su éxito radica en el hecho de que pisotean los sentimientos más inocentes.

Así fue esta tarde, el radio de domingo en la tarde sin locución y con esa fabulosa característica aleatoria, que algunas veces tiene sorpresas inesperadas.

Una de ellas la canción melodramatica que para disimular, si alguien me pregunta, juraría no haberla escuchado nunca y que me es indiferente.

¿porqué no aferrarse a la indiferencia? Uno nunca sabe los sentimientos de otra persona. Así te diría la película melodramática palomera y gringa, con sus protagonistas de revista cuyo papel resultaría una especie de meta asintótica para la población en general.

Una sopa de males de amores nos invade y recaemos inocentemente, renaciendo y renaciendo en momentos inciertos e hipotéticos. Dicen las películas que la perseverancia te lleva a ese límite que nunca probarás y las canciones son la dulce compañía de la resignación.

Por la tarde nuevamente me recordaron un festejo pendiente que debo hacer, dicen que la fecha idónea es el día de mi cumpleaños, así no tendría pretexto de no festejar y matar dos pájaros de un tiro. La forma sugiere un rito espiritual, tal como lo rigen nuestras tradiciones (como dice la vieja sugerente y religiosa), y como también lo han hecho nuestros antepasados.

Ya saben que mi respuesta es no, por eso no me toman al parecer, ahora ya se trata de una acción que tiene alta posibilidad de ser concreta. En fin, ahora tengo un nuevo método para esas cosas, y es postergar. Por ejemplo dije que podría ser dos semanas después algo próximo o posterior a navidad, así mataríamos quince pájaros de un tiro.

Pero entre la canción y las vacaciones desembrinas y esta situación de que siempre que espero el autobús espero no encontrarme con alguien conocido, entonces quedé atrapado.

Era diciembre, y los recuerdos influyen, estaba llamando muchas veces como es de costumbre y sentimos que nos necesitamos, de mi parte así es, pero como si ella no tuviera en alguien más que pensar. Esa constancia que me hace dudar y que rompe con el rigor lógico de sus determinaciones, como si sus axiones no hubiesen sido tan determinantes y muestra de ello este abandono en todos los sentidos, de mi parte claro.

Como siempre mi mala memoria y mi forma poco sugerente para ir a un lugar. Y a donde nos dirijimos era alejado, de tal manera que pasaríamos más tiempo en el coche recorriendo la carretera,  no sería extraño. Como si nadie se preocupara y la muestra de que no podemos hacer nada con nosotros porque tiene que sonar en cualquier momento alguno de nuestros teléfonos preguntando dónde estamos.

Como si se hubiese esfumado mi pago del alquiler y teniendo la quincena y el refrendo libre, sustituyendo el pago de alquiler por la cena y chocolates. Como si mi tiempo no estuviera vendido y dejará de ser el esclavo del que tanto me he lamentado los cinco últimos años.

Como si ella no tuviera en alguien más y donde dejar su suave aroma.

Entonces recuerdo no haber regresado, como si se apagará la realidad, como en aquellas borracheras dónde el final ya cuando estas hasta tu putamadre se borra el final porque es inconsistente con todas las reglas que rigen el mundo.

Entonces estoy aquí, tratando de escuchar otras canciones.

sábado, 24 de octubre de 2015

En el camino

Tal vez hace un par de años hubiese deseado encontrarmela de camino a casa, en ese tiempo en que ruegas que te favorezca la probabilidad uno entre un millón.

Ahí estaba colorine formada en la fila de los tickets del metro. Yo, en la fila de al lado, inmediatamente la reconocí. 

Para nada que volteó, por eso me agrada colorine, con un bonche de hojas, que guardaban entre abecedario y alfabeto, una masa densa de párrafos indistinguibles.

Como me agradaba colorine...  con sus mundos fantásticos y laberintos indescifrables, junto con su inspiradora imagen de lectura en la biblioteca; cuando dormía encima de los libros soñando importandole un carajo la realidad, pues así son ese tipo de teorías que explora, nada comprometidas con este mundo.

El hecho de que tenía los ojos bien clavados en esas hojas decía a gritos muchas cosas, entre ellas que no era prudente perturbar su calma. Por eso esta mañana exclamé, "leyes de la probabilidad llegaron tarde".

Entonces me perdí entre la gente y su estrés.

Tren

Es curioso como cambia el flujo de personas con tan solo unos cuantos minutos de diferencia. Así me pasó hoy, tuve un ligero retraso en la hora de salida y fue para bien. No me tocó la masa gigante de personas y sus empujones e insultos, hoy hasta me tocó ir sentado en el asiento junto a la ventana.

Frente de mi hay un señor con el celular en altavoz escuchando a the Beatles. No son mi banda favorita pero podría ser peor, el señor tiene un collar plateado que tiene una figura de pistola colgando, podría ser peor y venir escuchando narcocorridos. Los muchachos de enfrente cantan en coro tenue las canciones de the Beatles.

Al lado hay una señorita de Negro maquillandose y después se pierde en las aplicaciones de su celular.

Otros vienen de uniforme futbolero sabatino, creo que es gente sana, muchos pasan la cruda hoy. Un niño aburrido golpea el torniquete y el policía le dice a sí madre que lo calme.

Después comienza la música mala, muy mala música en el alta voz del señor. Entonces todos se sumergen en su música portátil con un letrero invisible diciendo "me gustaría no estar aquí ahora".

Yo estoy contento, voy al lado de la ventana.

viernes, 23 de octubre de 2015

Locos

Al mirar que había seguido las reglas lógicas correctas, y cuando la refutación ere evidente, entonces caí en desesperación porque probablemente había enloquecido. Atrapado en un bucle, una trampa de mi mismo, una broma de mi vista miope.

Después, más tranquilo y una vez dándome cuenta de la broma, fue necesario un té de frambuesa dulce y un cigarrillo. Estaba satisfecho.

Encierro

Realmente no quiero preguntar ni que me molesten con preguntas, por eso me tumbé en el sillón con los audífonos puestos y con un bocadillo que no pretendo compartir.

¿Que diran? ¿Qué todo es fácil?

¡hipócritas miedosos!

Yo también tengo miedo y mucho, ¿qué pasará después?  No lo sé.

Tan sólo regresaré a casa, a cenar.

jueves, 22 de octubre de 2015

cuenta



Tal vez hace falta, hoy en la tarde, llamarte o mandar un mensaje para que me digas que tienes infinitas cosas que hacer, que no tienes ni tendrás tiempo de cenar los próximos meses.

Solo acompañame en la cena, regularmente soy el que escucha a las personas, creo que estoy arto de la rutina, dicen que tengo cierta seriedad, pero quiero hablar y hablar ...  que egoísta de mi parte.


Cuando hace frío me acuerdo de ti, me produce nostalgia.

Hace falta que te diga de nuevo, como dice la canción, "es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta....", pero como es natural fingirás no saberlo si te lo vuelvo a decir.

Pero no hay merito, simplemente no se me ocurre pensar en alguien más porque no hay alguien más en quien pensar y dicen que eso no es muy sano.


De momento así fue la tarde de hoy, cuando regresaba a casa hambriento y tenso por las tazas de café y soportando el aburrimiento que me produjeron las exposiciones de hoy. Al llegar a casa supe que no sería mala idea, al fin y al cabo uno debe buscar a alguien para que este andar no parezca extraño. Y digo.... no es algo que no se pueda evitar pero la sociedad desde pequeños nos enseñó así.

En fin, perdí varios números y contactos entre ellos el tuyo, solo quería saludar, saber que estás aquí en el mundo, que eres simple y palpable verificando mi incapacidad de afinidad.

Sabes que nunca he sido bueno para estas cosas, no me interesa hasta cuando aparecen tardes intensamente frías como esta. No soy bueno para esto, no me va bien en esto, y realmente no importa pero en tardes como estas creo que sí.


Ya pasará....

Y vendrán más tardes así sucesivamente hasta el infinito, pero ya asumí esta condena.


Espero que te encuentres bien estrellita, seguro que sí.


miércoles, 21 de octubre de 2015

uno más






Sí, soy uno más que piensa el mismo truco, la misma trampa para que voluntariamente tengas que llegar a las tres o a las doce del día, o quizá a las seis de la tarde a romper el silencio de los libros, con un reclamó quizá.

Ya conoces el truco y no te extrañaría que lo hiciera, y no te extrañaría que lo repitiera hasta que termine la aburrida carga de trazas y trazas en hojas de papel.

Pero el mío solo quedará así, en la intensión, se lo lleva el viento al olvido, pues no estoy dispuesto a hacerlo porque no te tomaría por sorpresa, no sería algo raro, todos lo intentan ahora y después. Ya debes estar cansada del mismo viejo truco.

Así que los trazos y formas no tienen problema, de hecho son muy buenos, tanto como tu imagen sombría recorriendo los pasillos en otoño.

Caray, soy uno más en la estadística.

Congeturas






Que te digo de las conjeturas que armé, y que fueron demostradas por tus confesiones indirectas, las que evitaban los silencios largos.

Sigo en el mismo punto, donde me quedé voluntariamente fingiendo estar perdido, pero conozco muy bien las coordenadas y no tengo certeza si las olvidaré. Después me hice a la idea de que estaba perdido.

Desde otro punto ya muy lejano ni siquiera puedes observar este, donde estoy parado, porque el tiempo y todas esas nuevas cosas que viviste lo convirtieron en algo irrelevante. Y ahí sigue, esperando hasta el cansancio pues echó raíces mientras terminaste de tejer tus alas.

Disimulados



Por la noche se escuchaban unos gritos de auxilio, en ese momento pensé que era alguna joven mujer, y esque cerca de la casa a menudo se escuchan peleas de pareja o hebrios. Esto es una escusa, la escusa que genera alguien que está dormido y lo suficientemente cansado, además con mucho miedo cuando se presentan situaciones de ese estilo.

Nadie salió, tan solo el vecino cuya ventana se asoma a la caye vió los sucesos. Nos dijo que dos hombres estaban robándose a un niño, esto en plena madrugada. Me acuerdo del texto de Paco Ignacio Taibo II (De olga lavanderos "la violencia en la ciudad") en donde dice que la violencia en la ciudad no hay que buscarla ella te encuentra.

Según el relato de quien se asomó por la ventana, estaban golpeando a un niño que desesperadamente pedía auxilio. A continuación se acerca un transeúnte nocturno que huye al escuchar el grito de auxilio. Después se acerca una patrulla y alguno de los delincuentes habla con los policías, la patrulla termina alejándose.

Nadie sabe como actuar, o más bien lo primero que se viene a la mente es el miedo. Yo le tengo miedo a la policía, pues pocas veces están de nuestro lado. De ellos te tienes que cuidar también.

retardo






El reloj marcaba las 8:15, otra vez me quedé dormido (pensó). No dio tiempo de tomar la ducha, de hecho no se metió a la cama, en la noche se echó encima y se cubrió con una frazada. Entonces no hubo necesidad de vestirse, había necesidad de tomar el desayuno, pero tan solo el tiempo le alcanzó para tomar tres frutas de la cesta y comercelas en el camino.

La correspondencia de hoy no tenía nada interesante que recuerde, tan solo le invitarón a un seminario donde alguien presentaría los resultados de los últimos cinco años de trabajo. No hubo necesidad de contestar.

Por teléfono los saludos rutinarios de la familia, y por la noche alguien que preguntaba el porqué había dejado las sesiones...

La pregunta estaba dirigida de tal forma que termina en un discurso irónico de irresponsabilidad poniendo como pretexto una agenda apretada. Evitó seguir contestando...

Personalmente, las charlas más cercanas fueron con colegas y una muy interesante sobre un especie de trabajo enciclopédico que recopiló los trabajos más sobresalientes de la teoría de la gravitación.

Por fin entendió lo que trató de decir el profesor que explica el movimiento de los planetas y galaxias.

El único gasto de hoy, una bolsa de cacahuates y dejó la oficina a las 8:30. Esta vez tomó una ruta diferente, la más larga de hecho, me parece que tenía intensión de conversar consigo mismo, pero lo mejor fue tomar los audífonos y escuchar música suave. La convivencia no resultaba tan placentera.

9:40 llegó a casa y se preparó una cena alta en carbohidratos y el mejor té del mundo.

martes, 20 de octubre de 2015

Interludio

Interludio

Así son los días en que llama a la puerta, cuando tiene riesgo de no pasar desapercibida. Su cálida visita dura unos cuantos segundos, incluso minutos pero no horas.

Así son los días en que llama a la puerta, después se va repentinamente que sospecho ha escapado por la ventana o por la puerta silenciosa por donde entró.


Así son los días en que llama a la puerta, mi distraigo con la música, la que represente el último acto de la última escena, como sustitución pues se fue y no dejó una nota.

Preguntas de libro



Sonó el despertador a las seis de la mañana como de costumbre, pero lo ignoró, cosa que después le causó cierto remordimiento.

El agua de la regadera, estaba muy caliente, y en cierta forma estaba bien, tal vez no tan bien porque le quemaba la piel de la cara (la espalda no porqué es más fuerte). El frío de la mañana era muy intenso lo cual impedía abrir la llave del agua fría para regular un poco la temperatura.

No hubo tiempo para desayunar, faltaban veinte minutos para las nueve y no daba tiempo, era la primera clase con un profesor misterios cuyas actitudes se desconocían. Ante esto, siempre es importante llegar temprano. Después de ambas clases, que fueron una porquería, a excepción de los misterios que escondían como la relación entre ciertas frecuencias e intensidad, el hecho de que parecía una contradicción que las frecuencias más energéticas impedían desprender electrones de un metal.

Algunas veces abre el periódico, pero como hoy, no puso atención en las noticias. Después, un pobre desayuno al medio día de hotdogs y pan de cafetería, escuchó la estúpida historia del practicante de laboratorio que dejó abierta una página pornográfica en su computadora y que avergonzado se sintió al darse cuenta que la mujer, a quien pretendía cortejar, se percató de tal descuido.

Hoy en día no se reciben cartas, más bien correos electrónicos, alguno de ellos anunciaba un premio importante sobre un científico que desconocía y que habitaba el mismo instituto. Otro invitando a un seminario, que le emocionó mucho, sobre cuantización de la gravedad. Entonces se preguntó, porqué en ese momento no se encontraba peleándose con las variables de Ashtekar y si con esa tonta calculadora haciendo la estimación, que muchos repiten, de cuántos núcleos de Helio son producidos en el sol por segundo.

Habló por teléfono a su amiga, y recibió la correspondencia de su familia. Por la noche también su abuelo mandó mensaje. El asunto, simples saludos y el comentario sobre el fuerte frío.

Sus colegas por la tarde, y sus charlas, esta vez nada académico. Frustrados cálculos en computadora e integrales en superficies extrañas, juegos académicos de formación. Se preguntan, ¿Cuándo dejarán de perder el tiempo? Resultaron más productivas las charlas de amores frustrados.

Lo notable fue también, el hecho de que calcular esas masas atómicas tiene su chiste. Que no era aburrido después de todo.

Salió de la oficina a las 6:30, y en el camino encontró a sus colegas, por puro deporte tratar de hacer una demostración matemática.

La ruta, la misma, por el circuito y cruzar la faculta de medicina, y ahora que lo menciona sin mirar a los lados.

Ninguna diversión, al final té de frambuesa y bocadillo a las once de la noche.

viernes, 9 de octubre de 2015

Clase electromagnetismo del viernes 9 de Octubre






Hola, el desarrollo del tensor de Maxwell en clase era correcto, solo que no justifiqué bien una identidad (en la libreta de hoja blanca). Entonces aquí están las notas de la clase.













Apuntes de electromagnetismo



Estarán disponibles hoy viernes después de las 22:00 hrs. 


sábado, 3 de octubre de 2015

Cerros ocultos

Ayer fue una buena tarde, de esas veces que uno dice "es una bonita tarde", cuando uno puede darse cuenta de algo que pretende ser nuevo pero que siempre había estado ahí. Horas antes, la presencia del viento era tal que sacudía las hojas de los árboles. Esto, supongo, provocó que se dispersará la nube de contaminación tan cotidiana. Ahí estaban, sin ocultarse ante la cortina de aire sucio, los cerros que impiden ver al horizonte en la parte sur de la ciudad. En verdad es imposible saber que están ahí, incluso uno de ellos, el más alto, tenía hielo en la punta. 

La ciudad es un punto de convergencia de actividades que tal vez podemos llamar sintéticas, en el sentido de "invensión", de cosas que nos inventamos como la cultura, el trabajo, servicios... pero naturalmente es monótona y aburrida. Uno puede enterarse de las cosas por medio de pantallas, papeles impresos y fotografías que también son papeles impresos. 

Una tarde-noche llego a molestarme la nefasta vecina contándome sus actividades del día pretendiendo, según ella, que yo tuviera algún contacto con la sociedad. También ella supone conocerme, con tan solo observarme en las últimas horas del día, me hace sentir como una especie de ente animalesca en un cautiverio extraño. Entonces me contó algo que hizo en el día, pero no recuerdo que es, realmente me interesa un carajo lo que hace con y de su vida. La razón por la cual personas como ella pueden pasar mucho tiempo platicando conmigo radica en el hecho de que desarrollé la capacidad para fingir interés y atención. Detesto a las personas entrometidas. 

Aquella tarde-noche me encontraba haciendo un ejercicio donde tenía que narrar una pequeña historia. Entonces se dio cuenta que estas cosas me cuestan trabajo y entonces me leyó el poema How to be a Good Writer de Bukouski. Me dijo que una persona como yo no podía narrar algo si se la pasaba sin interactuar, encerrado; sin apostar, sin escribir ebrio, sin joderle la vida a una lagarija indefensa mujercilla. Que yo no podía ser como Bukouski lo cual nunca sería mi intención. Por eso me gustan (cité tímida mente) los cuentos de Jorge Luis Borges porque juega con el concepto de infinitos y las grandes historias de la literatura... 

Lo que hacía y sigo haciendo es imitar cosas. Uno puede leerse historias, pretender entender teorías y tal vez uno encuentra cierta idea que escribir, como ejercicio y pasatiempo. 

Claro que pueden resultar poco interesantes para alguien que le guste la tirada de Bukowski y todos esos homosexuales que les gustaba les dieran, ya borrachos y drogados, por el culo. 

No pretendo que sea interesante, pero no olvidemos la analogía de las montañas y la cortina de smog. Así conocí a Adela, digamos que siempre había estado ahí rondando pero entre tanta gente y le ceguera de los males de amores no sabía que ella se paseaba frecuentemente por los pasillos y en las clases de super-teorías. Así le llamé, Adela porque no sabía su nombre y fue lo primero que se me ocurrió. 

¿Qué podía hacer por esos días? Me la pasaba encerrado en la biblioteca del instituto donde estudian cosas a nivel cuántico. Es un lugar silencioso, sin distracciones, pero a la vez caótico pues a la mínima perturbación se altera tu atención algunas veces imparablemente. Así llegó Adela una semana previa al verano supongo. Era imposible no alzar la vista después de cada página o cada línea de cálculo para ver su silueta de vestido o blusas con figuras elegantemente fractálicas, después entre cáda párrafo y cada ecuación. 

Alguna vez llegó el director del proyecto a regañarme o corregirme, con su golpeado acento alemán es imposible saber su estado de ánimo. Entonces Adela puso cará molesta, pues se perturbó el silencio. Entonces el director con sonrisa de coqueteo le preguntó ¿Te molestamos?. Adela afirmó con resignación y con una especie de sonrisa entre fingida y molesta. Seguimos discutiendo en otro lugar y fue la última vez que la vi por aquellos días. 

Después, por esos azares del destino, y después de varios meses alguien me la presentó. Entonces supe que se llamaba .... 


(incompleto)

Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...