credits by: evtkw

viernes, 25 de marzo de 2016

ventana secreta

Todd Downey thought that a woman who would steal your love when your love was really all you had, was not much of a woman.

He, therefore, decided to kill her.
He would bury her in the deep corner formed where the house and the barn came together at an extreme angle. He would bury her where his wife kept her garden. The garden she loved more than she loved him...

jueves, 24 de marzo de 2016

incom

Le pregunté si esas cosas las escribió él, eran buenas historias, entre la violencia y burlesques, nos atrapó su humor negro. Era bueno relatando, parecía que él era el protagonista de cada una de ellas, puede ser, realmente me parece poco determinante que personas como él estuviesen encerradas en una biblioteca. Aún es joven y tiene esa genialidad, la de hacer parecer que su trabajo es arduo mientras ignoramos que, probablemente, lo hizo después de una resaca.

Yo también, les dije, yo también tengo algo que contar. Entonces abrí mi carpeta con todos esos escritos de melancolía que me hacían avergonzar de mi mismo. Encontré algo interesante, que también me hacía parecer protagonista, de una historia fantástica que escribí a partir de un vestido floreado.

Era un día caluroso como este, el ventilador no funcionaba, y anhelaba contradictoriamente una taza de café. Mientras escuchábamos a un pelmazo leer un desorden de versos, de papeleria y libro de superación personal, me perdí mirando... y se me ocurrió.

Cuando salí a toda prisa, casi llegando a la puerta principal, me detuve pensando que no era mala idea la taza de café, bajo el argumento del equilibrio termodinámico, incluso parecía un chiste gracioso. Claro que no.
Regresé, y estaba ahí, esperando mientras era distraída por... Entonces nació la historia.

Signatura

Resultó ser la estrella de la semana, con su característica peculiar donde mezcla la vulgaridad para explicar las teorías más ortodoxas. Orgulloso de su acento norteño, y de la tecnología que lo rodeaba, le valía madres que el horrible tono de su teléfono sonara entre las charlas de los científicos más ortodoxos. Cayó al suelo su paciencia, cuando dos de ellos se pusieron a discutir y explicarnos, la historia trillada, de la signatura de la métrica,... que es utilizada con tal signo por la gente que estudia el modelo estándar, y positivo para la gravitación,... Se exaltó y dijo, la charla que tienen estos dos, es la misma discusión estúpida sobre la signatura... Todos nos quedamos en silencio.

lunes, 21 de marzo de 2016

Mente

I



No entendimos que pasó, quizá no estábamos en condiciones apropiadas, y aunque lo estuviéramos, no teníamos derecho de juzgarla en esa forma. Tal vez era la actitud justiciera de los nerds, sabes, está gorda como una vaca. Si, era la respuesta que uno nunca se puede guardar ante su mirada de desprecio, y de su legítimo derecho de levantarse de la mesa en la cafetería cuando te acercabas para intercambiar palabras con ella.

¿Porqué cautivó a toda una generación de semi intelectualoides?

Creo que se volvió en el constructo real de varios de nosotros. Con su aire
nostálgico, cabello largo, blusas y vestidos coloridos con figuras fractálicas. Posteos de pinturas, extractos de disertaciones filosóficas, su simpatía por la poesía,... varias características, que estoy seguro, nos provocan a todos seguir añorando de su compañía, porque pensamos que si tuviera disposición, no se aburría con nosotros en las actividades que hacemos solos.

Estoy seguro de que mi amigo y yo en el fondo la añoramos frente a las tazas de café, pero ella, ella seguirá siendo un misterio y debe permanecer así.



II



Llegó su mensaje, sabía que era ella porque es la única que me dice "gera", además de símbolos que sólo nosotros interpretamos; ovejas y estrellas.

Comúnmente me dicen, Gerardo, Gérard, gerardous con un pésimo acento español, Urrutia y los más barberos profesor.

Era ella y mi costumbre es dar buenos ánimos, lo juro, con una cortesía sincera debido al cariño que le tengo y tendré, supongo, por mucho tiempo.

Cuando marca por teléfono, después de tanto tiempo, de tal modo que olvido el timbre de su voz, me supongo distraído, y después le digo que no reconocí su número porque mi teléfono estaba descompuesto. Pero en verdad tengo la costumbre de borrar sus rastros, estoy para atenderla cuando me necesite, que a decir verdad siempre tiene una tarea sencilla para mi, la de hablar y hablar, dando ánimos y recordarle sus virtudes. Es una tarea fácil para un eterno enamorado de su persona.

Lo dejo a su consideración, hasta cuando ella quiera carcar y quizá tomar una taza de café. Así es, cada año, le gana la ingenuidad, después de que ya no tendría porque  molestarse... ni molestarme. Luego nos vemos, pasa, y se aleja otro largo año.

Cuando la veo, me pregunto si toda la vida será así. Estoy nervioso por verla, como si fuera la primera vez. Y se repite, quizá así, sucesivamente hasta el infinito, incluso cuando nos convirtamos en espíritus.



III



No había visto escena tan jocosa, y esque un provinciano atrapado en la ciudad, antes de extrañar a la familia extraña la comida, o la comida que hace la familia.

Así aunque pagues un buen servicio en la ciudad, una buena comilona provinciana es insustituible.

Por eso fui por mi papá, a la casa de su amigo que celebraba su cumpleños. Al entrar a la casa, la señora esposa se apresura a calentar la comida. Quise llorar al ver en la mesa con los platos abundantes de distintos guisados, carne, todos calientes en disposición y cerca para mi. Tlacoyos queso y tortillas no sintéticas, que emoción sentí.

Mas tarde, después en confianza, un espectáculo de pericos pelajustanes no enjaulados, silban cualcacharpos y también mentándose la madre, luego diciendo "puto"  a quien se cruzara enfrente.






Iv



Será que uno a pasado por la misma situación
incontables veces, y esque
cuando la hembra elige ya te chingaste, y
cuando no te elige también ya te
chingaste, y no hay poder humano y divino que
cambie la situación.

Así, el pequeño Soto, con su hambre y
angustia católica, le gusta escuchar
mis peladaces y blasfemias contra dios, cosa
que quiere hacer pero que no
se atreve. Me pregunta, porqué me se algunos
pasajes y salmos de la biblia, porqué la explicación de los tiempos
litúrgicos, y le digo, caray Soto, yo fui
un buen chico católico, ñoño y aplicado.

No se si fue para bien decirle, que se
atreviera, aunque yo creo que no puede negar su necesidad corporal,
pero por mientras tristemente lo veo aplicar los
métodos que vio en las telenovelas que veía
con su puta madre católica en la pendeja televisión.

Lo han bateado y ni cuenta se ha dado, se
siente un campeón porque piensa que, efectivamente como ella lo hadicho,... lo haremos después. El hambre de la chica disney, caray 
que engaño amigo.

Bienvenido a la vida amigo.

Ojala y hubieras probado los movimientos de la
chica que despreciaste porque
pensabas que te haríamos burla. Caray, no se
si se preguntó cuando yo lo
hice y se dio cuenta.

Caballeros ustedes hubieran hecho lo mismo.

domingo, 13 de marzo de 2016

Secretos





Cuando esperaba a que me tomaran una especie de fotografía, de esas para meterte en una base de datos, mirando por el vidrio de la sala de espera, pensé, que tal vez saliendo podía quedarme un rato en el sitio que miraba. 

Esperé un poco antes de que mencionaran mi nombre, las cosas pasan rápido en ese lugar, así es el tiempo, pero ahí el fluir apresurado del tiempo no produce angustias ni remordimientos, las cosas fluyen como si tomaran consciencia, sin ordenarles, ellas se desarrollan por su cuenta. 

Salí y me dirigí encandilado por la luz de las ventanas, y la comodidad que se notaba en las sillas de aquel lugar. Saludé y me registre con una secretaria que comía helado de galleta, después me adueñé de uno de los escritorios (el más luminoso y cerca de las ventilas). 

Me expandí con mi libreta de símbolos extraños, saqué unas cuantas hojas y me puse a indagar las respuestas de algo que parecía insoluble. Y dije, por fin, un lugar tranquilo, alejado de esa gente que solo estorba, alejado de sus comentarios y prejuicios, de preguntas, de sugerencias, de soluciones apresuradas. 

Cerca estaban dos unicornios enamorados, pero curiosamente nada molesto. Me di cuenta de la confianza con que se desplazaban del lugar y no tenían que estar vigilando sus pertenencias con el miedo a la presencia de un estúpido ladronzuelo. 

El unicornio tenía un vaso de café y la unicornia estaba ahí para distraerlo, caray -me dije- creo que una unicornia no es buena idea. Me tomé el atrevimiento por preguntarles dónde habían conseguido ese vaso de café. Extrañados me respondieron que en la parte de abajo hay una cafetería. Parecía una pregunta estúpida, pero yo era nuevo en aquel lugar. 

Me apresuré, no claro sin después de observar la buena vista que se tiene en la parte más alta del edificio. Me quedé mirando como si hubiese llegado por primera vez a la ciudad. 

Después de probar el café de aquel lugar he decidido que será mi secreto. No le diré a nadie, será mi secreto. 

II 

La señora encargada del pasillo me alcanzó apresuradamente para recomendarme una caja de té, me dijo que este era distinto, ya sabes, el la clásica mentira de "este si es natural". Hice caso, últimamente hago caso a todo. Me dijo que virtiera agua antes del hervor y esperara un poco a la infusión. Así lo hice y parece que no esta mal. 

También será mi secreto. 


III 

Tal vez cierta unicornia no conviene entre semana, pero el fin de semana sí. Acordé en cierto lugar a cierta hora, y en este país nunca se respetan esas cosas. Recuerdo a mi antiguo profesor, con su acento alemán, y el golpeteo intenso de su reloj con el dedo indicando que era tarde. 

También recuerdo un cuento de Gabriel García Marquéz, de una mujer que sufre un percance con su auto, pero que se caracterizaba por abandonar lugares. De alguna manera intenté asociarlo para que se acomodara a una historia de impuntualidad, aunque nada tenía que ver, pues la impuntualidad, la ausencia y el abandono son cosas distintas. Pero estaba seguro que la unicornia llegaría tarde, siempre lo hacen, aunque creo que ahora no. Lo dramático era que la personaje del cuento cae por accidente a un manicomio y por eso no llegó a casa, la detuvieron meses en ese lugar... 

¿porqué pensaba eso? Quería contarle una historia.

Yo llegué tarde. No lo digo como hazaña gañana, realmente la impuntualidad me apena. 

Después, en la tarde, cuando se quedó ahí en la avenida, yo termino con esa senzación de deuda. De que la charla, la caminata, la película y la tarde no le hacen justicia su presencia unicorniesca, de tomarse el tiempo, de estar ahí, a lo agradable de aquella simpleza, pero será mi secreto.  




Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...