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martes, 3 de noviembre de 2015
luz
De forma inconsciente me eché la cobija en el rostro para cubrirme de la luz que bañaba la habitación. En estos días nublados la luz matutina no es intensa y un poco desorientado es difícil distinguir si ya amaneció.
Dormir con la luz prendida no fue un capricho de miedos, donde tiene que ver un monstruo de armario. Este es distinto, te despierta por las madrugadas para no tener tormento por el día.
Cuando te debes levantar a terminar lo que ha quedado pendiente.
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