credits by: evtkw

miércoles, 30 de agosto de 2023

No pude soportar estar ausente

 Por la tarde supe que podía usar la misma motocicleta. ¿Porqué no usas la nueva? Porque no estoy acostumbrada a ella. Uso la vieja, aunque anticuada me hace sentir más seguro.

Me parece que ocurre lo mismo en este sitio, y también estoy tratando de usar una metáfora forzada para hacer verborrea. 

¿Porqué regresar a este sitio? Me había propuesto intentar en otras plataformas y me parece tan complicado. Al final, como bitácora, y como intento de hacer ficción, este sitio seguirá funcionando. Mi libreta experimental desde siempre. Estas entradas han sido siempre como botellas que aviento al mar esperando ser leídas por algún naufrago.

Tengo que decir que me sentí vigilado. Ahora más que nunca, parece que la red sabe lo que necesitas. Esta maquinaria perversa que se desarrolló sin darnos cuenta, en las sombras, ahora es macabra. Prostitutas llamando a la puerta y medicinas milagro. Dinero que parece infinito. La felicidad. Sé diferente. 

Estoy en el cuarto de hotel esperando a Irene. Se mostró comprensiva porque es miércoles, ombligo de semana. Cuál es el precio, pregunté, tantos morlacos pero hay un descuento para que te animes. Está bien, si. ¿Quieres que vaya a tu casa? No, preferiría en un hotel, ¿qué te parece este?, ah lo conozco, está bien. 

Tomo mi maleta del gimnasio, para parecer normal. Me siento como si fuese a cometer un crimen. Compro una botella de agua y unos condones. Pago con mi tarjeta de crédito por si ocurre algo, pueden rastrear mi ruta. Tomo un Uber, también podrían rastrear mi ruta. Hago la reservación de hotel en booking.com para que también puedan rastrear mi ruta. 

Es un hotel de paso y turístico de bajo presupuesto. En el recibidor hay unos tipos con facha de pueblerinos, lo sé porque sus manos se ven partidas, si, porqué no, los sombreros con mancha de sudor, hablan chistoso. 

El tipo del recibidor no sabe manejar la computadora, no encuentra la reservación. Me impacienta, no quiero estar mucho tiempo parado. Le informo que va a venir alguien a visitarme. El torpe entiende la situación. 

Irene tarda en llegar. Escribe un mensaje y dice que está atorada en el tráfico. Estoy triste, le escribo, porque pensé que no vendrías. Si, dame unos minutos más. Si claro, pero tengo que volver temprano, respondo. 

Que horrible es ese cuarto de hotel. Está polvoriento y tiene un balcón polvoriento también. No dan ganas de salir a la terraza, intento, pero me doy cuenta que la puerta no sirve. Si quisiera, Irene podría asesinarme. Pero al menos me encontrarán. 

Suena el teléfono, es el tipo torpe que me llama y me pregunta si Irene puede subir. De fondo se escuchan los pueblerinos hablar, me siento seguro, si algo sale mal, los pueblerinos no tienen reparo en ayudar. Le digo que sí. La sangre me comienza a hervir. Suena la campana del elevador y se escuchan los tacones de Irene. Pasa dos veces y no encuentra la habitación. Abro la puerta para indicarle que aquí estoy. 

Entra Irene. Huele al perfume barato de su auto. Saca algo de su bolsa, parece una pasta de dientes. Se mete al baño, pero espera a desnudarse. 

Irene piensa que puede entender la llama pidiendo ayuda para desnudarla, es demasiado tarde porque ya le pagué. ¿Cómo prefieres?

Pensé que era una forma de desquitarme de Alicia, mira Alicia lo que estoy haciendo, Alicia en el mundo perfecto, en el país de las maravillas. Yo, coqueteando con la oscuridad, tal vez pensando en concluir pendientes en mis días más decadentes. 

Dentro, Irene se siente como un frío desgarrador, hasta llegar a tope, se pierden las ganas. Ya sé que contenía el recipiente de la pasta de dientes.



Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...