credits by: evtkw

lunes, 29 de noviembre de 2010

Navegar,




En sus caras no veo temor alguno, porque al partir decdi no voltear a por la ventana, porque seria inevitable evitar la tencación de las suaves y dulces flores.

En especial mi flor favorita, de color azul y centro oscuro como una supernova colapsando, pero entre mas la observaba mas arruinaba el panorama y cortandome las alas evitando el vuelo, y quedarme aver como le daba sonrisas a esos estúpidos campesinos.

Tal vez le tengan mejor aprecio que yo, a sus perfumes y color.





¿Porqué te ganaste un lugar en el cielo? como un estúpido objeto celeste irreal, ya que no existe en este momento si no quizá hace cientos y miles de años. Algún maya marihuano escribió tu historia de como te fuiste al cielo o simplemente mi mente distorciono las historias gracias a la jalea real que probe, aquella que te dejarón las abejas. No mereces ser un objeto celeste, nisiquiera la existencia, aquellos campecinos no sabrian nada si no me hubieran visto tan feliz contigo, cuando te invente o las muchas peticiones de emprender el viaje conmigo. Pero tu te quedas aqui, con todos los queridos y queridas, quiero quiere quieren, todos ecerrados en las pompas de jabón, creyendo en que el mundo es redondo.

Destroza el aire con tus carcajadas y cantos agudos,


"No hay nada mejor, no hay nada mejor que casa". Nunca termine de cantarte esa canción. No vi el caso ya que nunca te han gustado mis canciones, se marchitaban los petalos cuando trataba de producir mejores armonias. Has preferido la música de los salvajes, aquella que no tiene sentido, asi como tus petalos, sin sentido aparente.







viernes, 19 de noviembre de 2010

Amelia

Empesada la temporada de frios la cafeteria escolar estaba repleta de gente, y como es costumbre de muchos pedir cappuchino estaba agotado.


Sentado en una banquita fuera de la cafeteria esciolar se encontraba Sebastian, observaba que la fila de consumidores de café aumentaba.


Pensativo hacía reflexión como aquellos militares de las peliculas gringas planeando una estrategia para la guerra. El plan de Sebastian fracasaba y esque cansado de observar a su compañera de la clase de filosofia de no se que chingados, que importaba en este momento saber el nombre. Trataba de recordar el nombre de ella, era ... ¿Alejandra?, ¿Alina? ¿Andrea?, demonios no lo recordaba.. solo sabia que empesaba con A.


No habia notado la existencia de la linda joven, hasta hace 2 semanas. Resulta ser que la muchacha llegò tarde a clase y el aula del profesor Romero se encontraba llena. Al entrar Andrea, Alejandra, Alina (como se llame), no le quedo mejor soluciòn que tomar el primer rincón que tomo para escuchar la clase.


Al darse cuenta de que ningun caballero ofreció el lugar a la señorita, le pidió a Sebastián levantarse del pupitere y ceder el lugar como buen caballero. Esto le dio coraje y en su mente se hallaban las frases “¿No que mucha igualdad de genero?, Por eso me levante temprano, Pinche vieja huevona, por ser mujer piensa que tiene derecho a todo, maldita sea”


Al terminar la clase la señorita le agradeció y se marchó. Y han transcurrido dos semanas y una vez notando la existencia de “Alejandra, Andrea o Alina” y ella se encuentra en todos lados, en los pasillos y en la biblioteca.


Es muy bonita se dijo Sebastián y se le a ocurrido desde hace una semana invitarle a tomar cafè, pero sus bolsillos como los de todo un estudiante estan flacos y no habia mejor presupuesto que sobrepasara los precios de la cafeteria escolar, hace mucho le recomendaròn un pequeño lugar donde servian buenas tartas y cafè, pero... no era para tanto, en realidad no lo sabia... habia estado observando.



Sebastián continua sentado en la banquita, - es Viernes, hace mucho frio ¿Estaria bien una taza de chocolate no crees?, mira tengo esta paleta de malvabisco cubierta de chocolate, toma te la regalo

    - pensaba -

    No sabia que decirle, estaba tan nervioso y se dirigio a la clase del profesor Romero. Llegò diez minutos antes como de costumbre. - Amelia! Se llama Amelia! -

    Amelia no se presento a clases,

    Al atardecer Sebastián fue a tomar chocolate, como de costumbre, decidido a pensar que lo de Amelia era una pendejada.

  • - Un expressp doble porfavor!! - Esta noche hay mucha tarea

Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...