Desconosco los procesos técnicos de la inscubación de algún bicho. Solo sé que debe satisfaser ciertas condiciones para mantenerse bien, dentro de algún cuerpo o sistema.
Bien así me sentí este noche y las anteriores, caundo pensé que voluntariamente te presentaste. Pero en lo más profundo, debo reconocer que te llamé insistentemente hasta la locura. Pero lo olvidé para no sentirme tonto y débil ante tí.
Estás incubada en mi mente, y sin querer te alimento permitiendote viva tan latente como siempre. Y cuando estás aquí, bien como debe ser, me doy cuenta de mi error. De la realidad torcida.
Estoy cansado, de terminar cansado después de verte. Cansado de esa hambre y ansia que me provocas. Del sudor de mis manos antes de tomarte, de mi pérdida de la noción del tiempo. De este mal viaje...
adios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario