Continuan los sueños extraños, tal vez con esto me doy cuenta que continúa la añoranza, y de manera muy profunda. Me doy cuenta que incluso existen añoranzas no encuausadas, es decir, no están dirigidas hacia alguien en específico. Porque la mayoría de las añoranzas tienen que ver con algún ser humano, aunque no todas.
El wiskey no es una opción para apagar añoranzas y pasiones, almenos no por ahora. Hace mucho frío por la mañana para hacer ejersicio, y no hay un aparato donde poner música.
Me siento perdido y acorralado en el rincón, escuchando la regadera y viendo la cortina de vapor. Me relajo un poco, ese es el método transitorio, pero en las rodillas siento mucho frío.
La tarde transcurre rápido, después de adquirir cosas inesesarias, es la actividad que más detesto. Pero tal vez necesaria para alargar mi estancia en este lugar. Cuando oscurese, siento la misma sensación de estar acorralado, en una habitación sin ventanas sentado en la cama y escuchando a lo lejos cantos religiosos.
Me siento acorralado y cerca de las puertas del infierno. Veo la hora y casí son las ocho de la noche. Decido rápidamente salir a dar un paseo nocturno. Me advierten que no debo tardarme, que estos rumbos son peligrosos, pero no me importa. Soy muy obsesivo con mis desiciones, sobre todo las que tomo instantaneamente.
Fue lo mejor que pude haber hecho, olvidaba mi ciesta vespertina, y lo fastidiosas que son. Cuando duermo por la tarde me cuesta trabajo dormir por la noche. Pero esta vez no me cuesta trabajo dormir, solo tardo un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario