A Eugenia:
Amanecí en otra casa, y con sueños extraños. Antes de despertar los sentidos y palpar el ambiente, primero creí estar en la ciudad. Luego en casa de mis padres, y desconcertado me dí cuenta que estaba en este lugar.
Escucho el ruido de la cocinera. A llegado antes de que despierte. Cuando llega temprano es un poco molesto, pues no me gusta que me vea en pijama porque es una señora antigua, y estas sienten repuganancia por ver a un hombre caminar en pijama después de que ellas se han levantado.
Me pregunta si ya tengo empleo, que si ya estoy casado. La evado, no tengo humor para decirle en que a consistido mi trabajo este año, solo me límito a decirle que estoy de vacaciones, y me paso de largo.
No me interesa entablar una charla en el desayuno, gracias al cielo el noticiero bufon entretiene a todos. Creo que esta diseñado perfectamente para personas que desayunan a las nueve de la mañana.
Me concentro, desde que me levanté y dirigí a la regadera, pensando en mi sueño. En estos días, en esta época del año, tengo esta especie de sueños. Que yo tradusco en añoranzas. Soñé a los viejos amigos y que nuevamente los traicionaba.
Soñé que estaba en un lugar específico, nada parecido, pero sabía que era aquel lugar. Cerca de una casa específica, como decirlo, cerca de tu casa Eugenia....
Nada era parecido, pero sabía que estaba cerca por mi cobardía. Tenía miedo que me encontraras en la calle y supieras que tenía nada que hacer en ese lugar. En ese momento no era fácil maquinar un pretexto, una mentira. Miedo a que descubrieras la verdad, que tuvieras la sospecha y resultara verdadera.
La conclusión de todo esto, converge en que yo quedara ahí como un loco. Todo parecía real, y tuve miedo, pues ya no distingo los sueños, tampoco distingo cuando estoy despierto, o si estoy soñando despierto. Pero he notado que ya me he vuelto cobarde hasta en los sueños, eso es lo peor.
De haber sabido, como en otras ocaciones te hubiera buscado y encontrado. Y hecho lo que he planeado durante tanto tiempo, cuando sueño despierto. Pero no se si mi mente, ahora da para tanto.
También me preocupa el hecho de que Eugenia sigue en mis sueños. Por eso he mencionado la añoranza. En el fondo, sinceramente si no hago otra cosa mas que divagar, regresa Eugenia, añoro a Eugenia.
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