No hacemos una despedida solemne ni ritual. Este blog lo tengo desde la adolescencia y posiblemente caducó inmediatamente después de abrirlo. Después de más de diez años, me mudo aquí, un lugar también olvidado: https://www.tumblr.com/gerardocosmico
Si has parado en este rincón podrido y secreto, debes saber que todo aquí es ficción. Da click en los títulos para leer completa la ficción.
martes, 24 de enero de 2023
domingo, 15 de enero de 2023
Chocolate Caliente
Chocolate caliente
Ya no siento tensión durante el domingo. Creo me volví mas cínico. Hace meses vivo al puro impulso, pero de impulsos simples.
No había salido al supermercado el domingo con la sensación de qué no hay cosas pendientes por hacer. Mientras escribía las líneas anteriores se que si hay cosas pendientes. Pero no me preocupan.
A pesar de que mi bolsa del supermercado es un poco pesada, yo me siento ligero. Dormí la siesta en la tarde y después tuve ganas de salir.
Toda esta introducción para explicar esta nostalgia mierdera.
Estaba abierta la chocolatería donde una vez pasamos. Sabes, siempre mi deseo fue que tomáramos chocolate en un día frío como este. Cuando pasaste en este lugar, no quisiste pasar a mi casa porque estabas demostrándome que no siempre nos íbamos a acostar. También, me castigabas por alguna de mis maldades.
Nunca lo sabré. No sabré si te morías de ganas como yo. Si lo hacías, que pendeja fuiste. Sino, que pendejo fui esa tarde.
Recibí tus besos mierderos por tu miedo de que nos vieran juntos. Esquivaste como siempre que me acercara. “Solo se vale en tu casa”, decías.
Bueno, solo quería que estuvieras relajada conmigo tomando una taza de chocolate en invierno.
domingo, 8 de enero de 2023
Escena 7
Escena 7
El sargento creó un mito de injusticia para los últimos años de su vida. Dice que sus enemigos conspiraron contra él, lo hundieron. Que lo refundieron en ese cuartito, el muladar donde vive, con sus cosas amontonadas, con su cocina pinche con olor agrio; con su baño construido con pedazos de azulejo de distintos colores, mismos que son las sobras de otras construcciones; con sus cortinas feas viendo al jardín con pasto seco. El sol le pega infame al techo de su casucha. No hay árboles pero tampoco desierto. La tierra es árida, parece que se chamusca con el sol. Parece que se queja silenciosamente, como si extrañara que algún día hubo árboles y un buen jardín, una buena vida como la que tenía el sargento.
A mi no me causa lástima verlo todo jodido porque sé la verdad sobre él. Siento asco por el pato, colgado a su andadera, apenas lleno a un cuarto de capacidad con sus orines naranjas. Le dice a su mozo, que le manda el ejército, por cortesía, que le de su pastilla, porque le duelen las piernas.
Nadie creerá que es fue un asesino, un hijo de puta y puto a la vez. Está gordo y tiene las piernas flacas. Le llevan un plato de comida, como perro de patio trasero. Pero prefiere no comer, me ofrece la comida, por cortesía. Le digo que no tengo hambre, pero pienso en el buen asado que comeré, cuando salga y me aleje de su posilga.
Quien no nace para servir no sirve para vivir. Él mencionaba frecuentemente esa frase durante nuestro tiempo de instrucciones. Y ahora que está inservible parece que es nefasto hasta para la muerte. Dicen que la muerte no discrimina. Yo digo que sí. Las almas en pena, aún con el cuerpo inerte o comido por los gusanos, se queda penando en el mundo. Lo sabían nuestros ancestros. Fue disfrazada con la idea del consuelo De Dios.
Todos sabemos que pudo llegar a ser más, coronel o general, pero siempre le gustó batirse en la mierda. Ahora, soy más que él, pero no tendré piedad, como no la tuvo con nuestra gente, incluso, con nuestra patria.
Fui a visitarlo porque no paraba de hablar a mi oficina. Dejó muchos recados mi secretaria. No me gusta que me asocien con él, aunque hace algunos años, ayudó a posicionar mi carrera, el día que me cuestionen, yo solo diré que hice el cumplimiento con mi deber, con la nación, no con sus chingaderas, nunca en sus chingaderas.
Cambié la linea telefónica de la oficina. Notifiqué el directorio, notifiqué a todos menos a él. Pues es la última vez que quiero hablar con él.
Cuando llegué a su cuartucho, empecé a charlar con él. Lo primero que advierte es que su cerebro se está deteriorando. Tal vez tenía que entender, o más bien entendí, que estaría cabrón hablar con él. Pero lo conozco desde hace tiempo, y supongo que es una cuestión de manipulación. Así vive de la caridad. Le dice a las personas cual es injusta su vida, y las personas le dan dinero. Dice que no es suficiente su pensión ni el seguro médico. Pero no he conocido mejor administrador que él.
Le dije que no podía quedarme mucho tiempo. Que si era la hora de su siesta yo me iría. Le dije que me cambiarían de cuartel, me voy al sur del país. Que no sabrá de mi en mucho tiempo. Posiblemente nunca. - pensé -
Promoví su último cambio, en donde estaría cómodo, en las instalaciones del ejército para veteranos, bien atendido. Pero lo rechazó. Dijo que no le permitirían visitas. Las visitas que le encubrimos, las visitas de homosexuales. Pero a nadie le importaba. Pero él piensa que sí. Y también piensa que lo van a visitar. Pero según los últimos informes ya nadie lo visitará.
Te aislaste del mundo, tal vez algún día cuente tu historia, pero la basura como tú, debe estar así, apartado del mundo. A pesar de eso, lo visitan, eso sí, los viejos chacales y las moscas, así, tal cual, como en el basurero.
miércoles, 28 de diciembre de 2022
Historians de diciembre - Salidas a escondidas VI
Llama a Alejandra, está su teléfono en un sitio de internet. Advierte en su llamada que es la misma del anuncio, que no hay trucos, que es delgada y hace ejercicio.
Héctor no la lleva a casa, no quiere que sus roommates se enteren, porque dice en la página de internet que Alejandra es explosiva, el mejor sexo que ninguna novia o pareja pueda darte, entonces, Héctor teme que Alejandra haga más ruido que Leslie, su exnovia, a quien le cuesta trabajo olvidar, pues con ella a tenido el mejor sexo hasta el momento. Pero, si Alejandra, la chica del anuncio de internet sabe bien su oficio, entonces podrá sustituir a Leslie al menos por una noche.
Héctor pregunta cuánto cuesta el servicio, es un poco costoso, Alejandra dice que hará un descuento para que se anime. Héctor acepta y Alejandra le pregunta en qué Hotel. Héctor busca en booking punto com un hotel en Tlalpan. Se ve decente, y queda cerca de avenida Churubusco, justo de paso para ir al aeropuerto. Esa misma noche tomará un vuelo para festejar el año nuevo en casa de sus padres.
Héctor nunca ha estado con una prostituta. Lee algunos blogs en internet donde hacen algunas recomendaciones y advertencias. Un par de ellos sugieren que es buena idea decirle a la chica cuando es la primera vez contratando ese servicio.
Alejandra pide que le confirme cuando la habitación esté pagada. Héctor llega al hotel con una hora de anticipación al tiempo acordado. El hotel es un poco más feo de lo que se ve en internet. Se ve un poco sórdido. El señor en la recepción tiene problemas usando la computadora y pide ayuda a una chica más joven. Héctor empieza a impacientarse, quiere que le den la habitación rápido porque le urge tomar una ducha, pues viene de la oficina y solo le dió tiempo de tomar la maleta de viaje en su casa.
Cuando llega a la habitación, Héctor piensa que tiene que ocultar su maleta de viaje, que no piensen que es un viajero, pero se relaja y la deja en el closet sin puertas. Las luces del cuarto son feas y la habitación es fea, con una combinación de colores entre verde y blanco. Tiene un balcón polvoriento donde se mira avenida Tlalpan y algunas luces navideñas. El colchón es incómodo y las almohadas no son bombachas. Se sienta en la cama, no se siente confortable. Concluye que es un hotel de paso que tiene facha de ser un hotel turístico, está la puerta pequeña de servicio para que no te molestes en abrir, pero puede hacerse pasar por un hotel familiar porque no tiene el sillón potro.
Héctor toma una ducha, el agua caliente tarda en salir y es difícil de regular. El jabón es escaso, el shampoo también. Son de mala calidad.
Héctor siente miedo. Siente paranoia. Piensa - ¿Y si el anuncio en internet en realidad es una estafa? ¿Y si llega alguien para quitarme los órganos? - Se escuchan unos macuarros arreglando el piso de la habitación de al lado. Eso le incomoda. No quiere que nadie vea a Alejandra entrar en su cuarto, pero a la vez si le da confianza escuchar personas cerca. En un momento dado le grita a los macuarros y estos corren a auxiliarlo. Si Héctor no duda en el sexo los macuarros se reirán. Si todo sale bien, los macuarros cuchichearan.
Héctor se mira en el espejo, se pregunta si está seguro de hacerlo, si vale la pena. Se mira en el espejo y se encuentra bien parecido, joven, con sus apenas 29 años, cabello y barba castaña, alto. Piensa que no tiene necesidad de contratar Alejandra. Pero tiene hastío de las relaciones convencionales. La falsa máscara liberal que tienen las mujeres con las que convive y el rollo emocional que desgasta conviviendo con ellas para que al final resulten con la mismos prejuicios de sus abuelas. Mira la foto de Alejandra, de oficio, cuidadosa. En las fotografías se ve bien. Piensa que si esto resulta, entonces será más fácil si necesidad de estar con alguien, solo hay que pagar. Empieza a hacer cuentas felices.
Bueno, la última mujer con la que estuvo fue Leslie. Antes de que se acostara con él, gastó en una ida al sushi, dos idas a cafetería pretenciosa, una ida a una pizzería pretenciosa y tres idas al cine. Pues más o menos se compensa el costo y se ahorra tiempo.
Alejandra tarda en llegar, se disculpa. Ya estoy cerca. Pero le pide que confirme que él está en el cuarto de hotel. Pide que le mande foto de las toallas del hotel.
Veinte minutos después, el señor de la recepción llama a la habitación. Pregunta y dice "¿Espera a alguien joven?"- Si, muchas gracias, contesta Héctor.
Mira por el ojo de la puerta, se escuchan las puertas del elevador, pero sale una pareja de viejitos. Para este momento, los macuarros que trabajaban en el cuarto de al lado se han callado. Nuevamente se escuchan las puertas del elevador, y se escucha el eco de los tacones de Alejandra por el pasillo. Héctor mira por el ojo de la puerta y ve la sombra de Alejandra, el cabello suelto y su gabardina negra. Héctor siente confianza porque nadie viene junto a ella y abre la puerta de la habitación - Hola es aquí - .
Alejandra entra a la habitación. Héctor trata de dominarse, no quiere mirarse nervioso. Saluda, le pregunta cómo está. Alejandra se disculpa por el retraso. Héctor mira bien, Alejandra no se parece a la persona de la foto, es más gorda. Quizá subió un poco de peso, el maquillaje hace cambiar a las personas. Se siente estafado, pero no tiene el carácter para reclamar, al menos decir, oye no te pareces a la de la foto. Pero bueno, la Alejandra que se presentó no está tan mal. Héctor le anticipa que es la primera vez que contrata un servicio de ese tipo y paga.
Alejandra es vulgar, no hace que las cosas parezcan simples. Ella hace que el momento sea vulgar, muy vulgar. Le explica las reglas del juego, pero quedan cortas, Héctor hace preguntas basadas en los blogs, Alejandra confirma diciendo que se le olvidaba. Héctor siente que Alejandra no tiene tanta experiencia.
En un intento por quitarle los nervios a Héctor, Alejandra pide que le ayude a quitarse el vestido. Héctor trata de dominar el arte, pero se da cuenta de la flacidez de Alejandra, no es la chica de la foto que promete hacer ejercicio. Piensa en Leslie, - Mira Leslie lo que estoy haciendo y está tan mal -.
Alejandra tiene un cuerpo sedentario, común. Héctor piensa que posiblemente es la razón del descuento. Su perfume es horrible. Bueno, ni modo. - Nunca me ha pasado esto, pero no me siento prendido- le dice Héctor a Alejandra. Ella dice que está muy nervioso. Pero él, más bien está decepcionado.
- ¿Entonces es una hora verdad? - Pregunta Héctor. Alejandra advierte que posiblemente sea menos, que siempre es menos. Y el tiempo se compensa entre la charla y la despedida. Está bien. Alejandra toma un lubricante y se va al baño. Héctor piensa en lo difícil que puede ser el oficio, pero en lo fácil que es entregarse a alguien. Alejandra ofrece ayudar con los preservativos para asegurarse que todo esté en orden, pero es inexperta, más bien vulgar. Alejandra continúa explicando las reglas, no besos, no acercar la boca.
Cuando por fin lo logra, Héctor deja llevarse, Alejandra se mantiene boca abajo. a Héctor le llega un leve olor hediondo. Parece no ser intenso pero insistente. Recuerda sus experiencias en la adolescencia, cuando no se tiene tanto cuidado de la higiene, pero no importaba en aquel momento, toda esencia queda de lado de la curiosidad y entre sensaciones desconocidas. Héctor piensa que fue estafado. Está decepcionado. No se enfada. Total, ya está pagado.
Pide que Alejandra esté boca arriba. Entonces el hedor es más intenso. Héctor lo intenta. Concluye que quizá Alejandra tuvo un servicio previo y no fue cuidadosa. Héctor se pregunta, y si antes estuvo un taxista, o un gordo inmundo que no tiene más oportunidad con una mujer. Porqué estás aquí Héctor, aún eres joven, pero eres muy arrebatado. Puedes esperar un poco. La excitación está en la caza, al fin y al cabo, somos animales. El hedor de Alejandra cada vez es más intenso. Héctor voltea su cara para que Alejandra no se de cuenta del asco que causa. Héctor tiene mucho asco, tiene ganas de vomitar. Corre al baño y vomita de asco.
Alejandra se asusta y le pregunta que le pasa. Héctor le dice que huele mal. Alejandra lo queda mirando como si estuviera loco. Héctor le pide que se vaya.
Héctor se mete a la ducha por 40 minutos. Espera que el agua hirviente quite el olor hediondo que le quedó impregnado en la piel. Siente mucho asco y vomita otra vez. Los macuarros vuelven a hacer ruido en la habitación de al lado. Todo parece normal. Sale de la habitación. Pide el taxi para el aeropuerto. Tira a la basura la ropa que traía puesta antes de desnudarse con Alejandra. Piensa que verá sus padres. ¿Qué pensarán sus padres que antes de partir a casa estuvo con una prostituta? ¿Qué pasaría si el avión se cae y esa es la última experiencia que vivió en su vida?
sábado, 24 de diciembre de 2022
Historias de Diciembre - Salidas a escondidas V
I
Esteban me cuenta que cortó con su novia. Estamos comiendo pizza y pasta, pedimos una botella de vino. Nos ponemos felices. Faltan un par de días para mi cumpleaños. Me dice que tenemos que festejar. Me pregunta si ya he estado en un Table Dance. Yo le digo que no.
Me dice que vayamos, que él invita por mi cumpleaños.
Llegamos a las 9 de la noche. Caminamos por la acera y el cadenero nos pregunta si queremos entrar. Le decimos que sí. Nos hace una revisión y nos dice que es muy temprano pero que ya tiene chicas. Entramos al lugar con luces fluorescentes y sillones rojos. En el centro una pista en forma de T con círculos en los extremos y tubos. Si, yo pienso que es muy temprano y que nos vemos muy tontos, pues nisiquiera tenemos treinta años, pienso que tenemos cara de tontos, inexpertos, y que nos van a sacar dinero a como dé lugar.
Nos sentamos y miramos la carta. Las bebidas más baratas son cervezas de 7 dólares. Pedimos una cerveza cada quien y mandan a una chica para nuestra mesa. Que digo chica, tal vez la señora tiene como cuarenta años pero está bien conservada. Pero algo no cuaja, no me siento prendido como en las fiestas de mis amigos. No me gusta ese lugar. Llega enseguida otra chica que se sienta a mi lado. Las chicas preguntan que si les podemos invitar un trago. Los tragos para ellas cuestan 15 dólares.
Una de las chicas halaga a Esteban, le dice que tiene cara de diablo. A mi me pregunta que porqué estoy muy tímido. Hace una expresión. ¡Vamos a echar desmadre hoy! , pero yo me siento bien muerto.
¿Quieres hacer el privado? - dice la chica. - ¿Cuánto me cuesta? - pregunto, pero cuando dice el precio le digo que no. Ella me anima, dice que me la voy a pasar bien. Pero tengo novia y me gusta más su perfume. No es eso, pienso, que tal vez me hacen falta 20 años más, cuando esté mas pellejudo y mi piel más vieja, y que le dé asco a mi esposa, entonces, en ese momento será el momento.
Estoy apagado, les digo a las chicas que no vamos a invitarles más tragos. Llegan un grupo de señores, con cara de cansancio, no por el día, tal vez en el amor, tal vez por la vida. Las chicas se dirigen hacia ellos.
Esteban y yo salimos a las 10 de la noche.
viernes, 23 de diciembre de 2022
Escena 7
Rebeca sale conmigo, estoy muy emocionado, me siento muy afortunado. Los besos de Rebeca son los más dulces. Me gusta que su perfume quede impregnado en mi ropa, en mis brazos, en mis mejillas. Mi hermano mayor me regaló un perfume. Me pongo de ese perfume cuando voy a verla. Rebeca dice que mi perfume huele muy rico.
Rebeca no quiere que los demás sepan sobre lo nuestro. Creo que le da pena que me vean con ella, porque ella es muy bonita y yo, soy yo, no soy tan guapo como mi hermano mayor. Él dice que eso no importa, pero yo creo que si. Él lleva a su novia, Alejandra. Ella es muy bonita. Mi hermano y Alejandra están juntos, y no les importa que la gente los vea pasar juntos. Rebeca dice que no podemos salir juntos a tomar helado o tomar capuchinos. Rebeca dice que le gusta que estemos a escondidas.
No le quiero contar a mi hermano, porque va a decirme que soy un tonto. Mis amigos coquetean con Rebeca, porque es muy bonita, pero ellos no saben que es mi novia, a escondidas, bueno no lo somos. Ella dice que le gusta estar conmigo a escondidas, pero cuando salimos al mundo me hace sentir como el ser más despreciable. Rebeca me manda cartas a escondidas, donde dice que necesita verme. Yo le mando cartas diciéndole que la quiera. Ella es cuidadosa, nunca dice que me quiere, pero puede ser que si, cuando está conmigo abrazada todo el tiempo. O eso pensaba hasta la semana pasada.
Rebeca se va a estudiar la preparatoria a la ciudad, ella vivirá en casa de sus tíos. Entonces dice que tenemos que dejarnos de ver, porque ya no nos vamos a ver nunca más. Ella dice que quiere tener un novio de la ciudad. Le pregunté que si algún día la puedo visitar, que yo también tengo parientes en la ciudad y que quizá la alcance cuando yo vaya a la universidad. Pero ella dice que no. Es cuidadosa de decir que son las últimas horas que nos vemos y que no me quiere ver nunca más. Rebeca es un poco extraña, no es como mi hermano dice que son sus novias. Bueno, Rebeca no es mi novia, tan solo le gusta mirarme a escondidas porque le da pena que nos vean juntos. A mi también, no quiero que sus primas le digan que es muy bonita como para que salga conmigo. Ojalá fuera más guapo para que a Rebeca no le de pena que nos vean juntos.
Bueno, a Rebeca no le quedaba de otra. Pero ahora, que sus primas le presentarán chicos más sofisticados, no le importará más saber de mi. La verdad yo si quisiera cruzarme con ella, pero Rebeca sabe lo que quiere. Sueña menos y corre muy rápido. Ojalá Rebeca no tuviera problema con ir al cine conmigo y pasarla a dejar a su casa, a tiempo, para que sus papás no se enojen. Rebeca en la tarde me dijo que ya no quiere verme nunca más. Me siento muy triste, pero no sé cómo explicarle a mi hermano. Sé que así no sé hacen las cosas pero tampoco sé hacerlas. Mi hermano va a decirme que me ha explicado muchas veces.
No le quiero contar a mi hermano porque va a decir que soy un tonto y me va a dar un sape, pero necesito decirle que me siento muy triste, por que si, me trataron como un tonto.
Escena 6
La tía Jovita me dió una bolsa de mandado llena de trastes con guisados que había sacado de su refrigerador. Eran las 6 de la tarde en el verano, aún hay luz de sol pero está muy nublado. Comienza el tiempo de lluvias. La tía Jovita me dice que me apure, que me valla antes de que empiece a llover. Le digo a mi hermano menor que tome de la mano a mi hermana menor, mientras yo tomo mi bicicleta y pongo la bolsa con los guisados en el manubrio, porque pienso que así me pesará menos.
Les digo a mis hermanos que caminen enfrente de mí y que se vayan por la orillita de la calle, así nos mantenemos seguros de los coches. Cuando alcanzamos las tres cuadras empiezan a caer unas pequeñas gotas del cielo. Me pregunto si tenemos que regresarnos con la tía Jovita. No quiero porque se hará más tarde, y puede que mi hermano o mi hermana se quedan dormidos, y después será más difícil el regreso a casa, aunque no tengo fuerza para cargarlos, la tía va a pedir que haga un esfuerzo o que nos paga un taxi, pero mi mamá se molestará que habremos gastado en un taxi para volver a casa.
Decido seguir caminando, aveces solo caen gotas del cielo, pero no se suelta la lluvia. Pienso que tendremos suerte y alcanzaremos a llegar a casa antes de que se suelte el aguacero. Faltan 12 cuadras para llegar a la casa. En la cuadra 4 se suelta el aguacero.
En el aguacero tenemos que seguir caminando. ¿Regresamos con la tía Jovita? No, ya estamos muy empapados y nos va a meter a bañar, también nos va a decir que estamos muy sucios, puede ser que mis hermanos queden dormidos y después se enfermen cuando regresemos a casa. Decido que sigamos caminando.
Pienso en que nuestros uniformes están muy mojados, y apenas es martes, ¿cómo le vamos a hacer mañana que vayamos a la escuela? Nuestros uniformes no se secarán. Tal vez nos ponemos el pans, pero toca hasta el jueves, ni modo, lo usaremos dos días.
En el frente veo un auto acercarse en contra sentido de nosotros, es un derby gris, son los papás de Karla con Karla a bordo. Me miran, y pasan lento, como cuidando que no nos mojen más de lo que estamos. Ponen una cara un poco compasiva, pero la cambian en sincronía con una sonrisa, y me saludan los tres. Yo saludo levantando la mano apenado. Me siento apenado. Sigo caminando con mis hermanos y la bolsa pesada con los guisados. Quisiera dejarlos ahí en la calle, pero mi tía Jovita después va a estar reclamando por los trastes.
Sigo caminando, no llevamos siquiera la mitad del camino, la lluvia es fuerte y también el viento sopla más fuerte. Caminar las cuadras se vuelve pesado, pero pienso que cada vez nos falta menos. Estamos muy mojados.
lunes, 19 de diciembre de 2022
Historias de Diciembre - Salidas a Escondidas IV
Mi estancia en la universidad fue la época más oscura. La gente asocia la oscuridad con la maldad. No es mi caso. Yo no estuve rodeado de maldad, pero tal vez fui malo conmigo mismo. Me la pasé viviendo entre la oscuridad y las sombras, siempre oculto. Eso tan simple, es la oscuridad para mi.
Realmente uno nunca quiere estar solo. Aveces se piensa que es un gesto de valentía, pero a menudo, uno quiere ser encontrado, sobre todo, por la persona específica a quien confías las coordenadas de los lugares que frecuentas.
Rebeca sabía mis coordenadas. Sabía que en las tardes me iba al quito piso de la gran biblioteca en el campus central. O cuando me cansaba, y quería mirar el atardecer, me ponía en los grandes ventanales donde podías apreciar el sol naranja morir, sobre el pasto del campus central de la universidad, sobre perros cagando, parejas durmiendo, bicicletas andando y profesores huyendo.
Siempre oculté la fecha de mi cumpleaños en las redes sociales. Me parecían incómodos los festejos. Sobre todo, cuando entendí, no sé si bien o mal, que la gente espera lo mismo de vuelta, y no es que no pudiera dar lo mismo de vuelta, sino que no tenía voluntad de hacerlo. Además, era bastante incómodo pensar que se emborrachaban en mi nombre, cuando yo tenía un par de años en mis terapias de adicciones.
Algunas veces, tras esos ventanales que mostraban la libertad y los más bonitos atardeceres, hicieron que me sintiera preso y triste. Muchas veces con tirar la toalla. Pensaba que no había cosa más estúpida que estudiar y sufrir por exámenes difíciles. Pensando muchas veces si valía la pena, porque dejaba de ser gratificante lo que parecía ser tu pasión. Cualquier pretexto te haría escapar, pero no la voluntad.
Llegó Rebeca. Sabía que se acercaba, por su perfume dulce -siempre tuve el olfato muy desarrollado-, pero fingí que no me había dado cuenta. Cuando llegó, dijo hola. Sonrió y me abrazó. }
Traía una canasta. Me dijo -guarda eso- refiriéndose a mis libretas, libros y copias. Me tomó del brazo y salimos al pasto. En la canasta traía un termo con café, pastel de zanahoria, tostadas y tinga. - ¡Feliz cumpleaños!
El aire frío y poco templado. El sol naranja cayendo y me refinaba una cena de maravilla. Rebeca había hecho un gesto lindo conmigo. Fue bastante gentil y me sentía bastante a gusto. Me regaló un libro usado de la traducción de los cuentos de Poe por Cortázar.
Por buena mala suerte, cuando el sol estuvo en su punto más bajo, el sol me regaló una de las coincidencias más graciosas. Caminaba cerca su novio quien reclamó y reclamó. Le dije -Oye lo siento, es mi amiga de toda la vida- Bueno, aunque el hecho de que Rebeca siempre me gustó era de dominio popular, no creo que llegará a oídos de su novio quien no tenía a nuestros amigos en común.
Me levantó del árbol, donde yo cómodamente estaba recargado, tomándome de los cabellos y dirigiendo un fuerte puñetazo que me sacó el aire e hizo que me doblara. Pateo mi cara y sentí la sangre hirviendo saliendo de mi nariz. Pero no sentía dolor. Tenía mucha adrenalina. Rebeca gritaba mientras su novio me ponía una revolcada cumpleañera. Llegó la seguridad de la universidad. Después los paramédicos quienes calmaron la hemorragia de mi nariz. El novio se fue y Rebeca tras él, como disculpándose, como si hubiera hecho algo malo.
Fui caminando al cuarto que rentaba. No sentía dolor. Llegué y dormir.
Al día siguiente, me levanté con el cuerpo adolorido. Me miré al espejo con el rostro moreteado. Me costaba trabajo respirar, confundido, preguntándome si ese era el dolor de la soledad o de la mala compañía.
Entonces, decidí hacerle como los gatos. Estar ocultos cuando están heridos, hasta que sanan salen a tomar el sol. El sol seguía ahí pero Rebeca no.
jueves, 15 de diciembre de 2022
Historias de Diciembre - Salidas a Escondidas III
martes, 13 de diciembre de 2022
Historias de Diciembre - Salidas a Escondidas. II
Historias de Diciembre - Salidas a Escondidas. II
Marlem me cortó semanas antes de mi cumpleaños. Es una anécdota que mis amigos de la universidad recuerdan, como algo jocoso. Esa tarde en que ella me envío un mensaje corto, donde decía que terminábamos, les dije a mis amigos, “me acaban de cortar por mensaje de texto”.
Conocí a Marlem en el verano cuando me fui de vacaciones con mi abuelo a su pueblo. Mi abuelo era reconocido vendedor de artículos religiosos por las santurronas de la iglesia. La mamá de Marlem era una catequista bastante agradable, de aire dulce. Por el contrario, Marlem tenía un modo muy mamón. A mis manos llegó el teléfono de Marlem cuando su mamá necesitaba que más tarde mi abuelo le confirmara … bueno no gastaré cinco párrafos contándote. Me lancé a escribirle un mensaje porque me dieron ganas de invitarle un café.
En el pueblo había dos bares y dos cafeterías. En parejas, bar y cafetería, se dividía entre las almas libres y las pretenciosas. Nosotros fuimos a la cafetería de personas pretenciosas, donde venden smoothies muy malos por cierto. Marlem, era la clásica fresa de pueblo, mamona y pretenciosa, que se creía superior porque lograba comprar algunas garras en tienda departamental. Tiene mal gusto por los perfumes y por la música, también por la comida y el café, pero no importaba, en ese momento bastaba con que mis primos también le traían ganas. Entonces, el hecho de que saliera conmigo, para que vieran que salía conmigo pero con ellos no, era suficiente. Si, bastante estúpido. Nunca he estado con persona más aburrida.
La primera cita fue la más divertida porque nos contamos todo lo que nos teníamos que contar. Creo que esa tarde buscamos en los recuerdos nuestras anécdotas más divertidas. Las siguientes citas eran a escondidas de mi abuelo, pero siempre avisaba a alguno de mis primos “por si me pasaba algo”. Uno de sus amigos amenazó con golpearme si “yo le provocaba un disgusto a Marlem”.
Nuestros encuentros cada vez eran más ocultos. En la noche del campamento para jóvenes católicos. A la hora del descanso del día de campo de jóvenes católicos. A la hora de la homilía en la iglesia.
Cuando mi abuelo me dejaba a cargo de su puesto, la mamá de Marlem platicaba mucho tiempo conmigo. ¿De qué? Algunos consejos, como comer comida de granja, verduras de granja, animales de granja. Decía que siempre le daba de comer buena comida a su familia. En mi mente decía - oh, por eso Marlem es tan guapa -. Bueno, pasaron algunos meses y las charlas con la mamá eran más interesantes que con Marlem. ¿La mamá sospechaba que salíamos? No lo sé.
Oh, la guapa de Marlem. Que hueva de niña. Nunca se decir no. Ya basta. Algunas veces nos quedábamos en la bocina del teléfono, cada uno, sin decir nada. ¿Porqué seguía con ella? Creo que solo quería decirle a mis primos que salía con ella. Aunque de nuestra historia nunca hubo evidencia.
Marlem me llegó a invitar a ver películas en su casa en domingo. Pero, sabiendo que no estaríamos a solas, me cerré a la idea que su mamá estuviera fisgoneando. ¿Sí? Tal vez no lo haría, pero eso me imaginaba en ese momento.
La última vez que estuve en la casa de Marlem, fue cuando su mamá me preparó una pócima mágica - con eucalipto, cítricos y miel - para calmar una perra tos que traía en ese momento. La pócima me hizo expulsar las flemas como si fuera vómito, en su jardín. - Discúlpeme, le dije.
lunes, 12 de diciembre de 2022
Historias de Diciembre - Salidas a Escondidas. I
domingo, 11 de diciembre de 2022
escena 5
Detrás del telón. " Esto somos y esto hacemos, y está bien. "
Esto hacemos detrás de las sombras, detrás del telón, para que la función funcione bien.
Nunca te conté que mi plan "c" era trabajar de STAFF para alguna banda de rock. Preparar el escenario, verificar que esté listo el backline, el input line, los monitores, los instrumentos, la batería. Dirigir las luces y ecualizar el sonido. Hacer que la banda suene bien, que la banda brille.
Tal vez tiene que esperar.
Soñé que estaba mirando el pizarrón. la respuesta que parecía obvia, alguien que trataba de preguntar algo que puede buscar en dos minutos por internet, pero intentaba parecer inteligente, el tipo estaba quitando el tiempo a la gente que lo escuchaba.
Yo estaba relajado, sentado a tu lado, en tus piernas, tocaba tus manos, sentía tu cariño. Supongo que te conocían en el sueño y que a mí también. Me callaba la boca, en mi mente se desvanecía mi grito violento, ¡mierda, es una integral de volumen! Miraba el pizarrón y parecía obvio, no te daba pena estar conmigo y tampoco sentía presión que me vieran junto de ti.
Creo que no importaba si dijeran algo de nosotros. Me sentía seguro y tranquilo. Ya no estaba detrás del telón, besándote. Estaba relajado, mirando el espectáculo, junto a tí.
Desperté entendiendo ese miedo y queriendo disculparme, quizá es demasiado tarde, nisiquiera importe para ti, pues te dije que eres una contradicción en todo lo que hace y dices, pero quizá yo lo soy, estoy muy confundido y no entiendo el mundo.
Solo quería contarte muchas cosas. Sabes que contaba contigo. Tu nunca pediste eso, nisiquiera pediste contar conmigo. Fue muy tondo, divertido. Te deseo lo mejor.
Bueno, me obstino con cosas complicadas, por eso no te había dejado ir antes.
sábado, 22 de octubre de 2022
Escena 4
Camino fuera de la universidad cansado después de la conferencia que seguro me pagaran después de tres meses por la burocracia. Recuerdo la escena de mi tío Ambrosio, ebrio, ex-estudiante desertor de Filosofía, llorando, diciéndonos, "yo quería ser chingón... yo quería ser como Aristóteles." Yo también soy desertor, cambié la carrera de física por literatura, ojalá mis sobrinos no me escuchen ebrio decir, "yo quería ser como Ernesto Sabato".
No sé qué se siente ser solvente. Cuando se es jodido, sabe uno bien cuánto hay en la cuenta de banco, con todo y los decimales de los centavos, y que uno no puede ocuparlo hasta que a la secretaria le deje de dar hueva y te firme el cheque. Entonces, no me queda más remedio que pagar la comida con mi tarjeta de crédito.
Me meto al "restaurante organico las mariposas". Afuera tiene la frase de que tienen trato directo con los productores de las verduras y el café. Por dentro digo, mierda, va a estar caro. Pues así son estos lugares, pues si no hay padrote, hay una dueña güera hablando como si tuviera una salchicha en el paladar, pensando que este barrio es Boston, pero con banquetas rotas y cables colgando. Si es orgánico, se supone, que los snobs pagarán el costo extra que supone compensará la producción en masa, pero que no tienen ni perra idea, de que si se van a comprarlo a un pueblo, la gente incluso levanta la fruta que se cae de los árboles, y las verduras que no les cuesta trabajo crecer, que la vida es más barata, pero quién chingados se va a un pueblo del sur donde no hay Starbucks, pinches subnormales.
En fin, me meto. Hay meseros con trajecito, puta madre, tengo que dejar propina. Ni madres, no voy a dejar nada, por eso me voy a la mesa arrinconada para uno, no ocupo las principales, que se sienten ahí los que van a dejar buena propina.
Frente a la mesa hay una chica muy guapa. Delgada y de cabello negro. Con vestido y mallas. La moda que se usaba en mis tiempos. Me pongo mis lentes. Si, es ella. Es Laura Sánchez-Aramiz. Es amable, la miro, sonríe, buenas tardes provecho... si buenas tardes. Por mi mente pasa decirle, "oye, te conozco, eres Laura Sánchez-Aramiz, tienes tres libros; donde haces la reconstrucción de un texto antiguo, el de la chica católica que empieza a explorar su sexualidad luchando con sus prejuicios y el último que no me acuerdo cómo se llama. Eres la guionista de la nueva serie de televisión de streamaster, que reconstruye la novela de detectives de Juan Patricio Grijalbo. Mira, aquí en mi kindle tengo una novela de él..."
Pero no, la verdad es que no he leído nada de ella, ni me atrevo. Aún no estoy listo para leer a alguien que se empeña en escribir todxs, ellxs. Pero que cagado, en la editorial le corrigieron eso y no chistó ni pío, pues claro hay que comer. Sabía todo porque era como mi amor platónico con las locutoras de radio. Y así di con ella.
Le conté a Ambrosio, cuando teníamos nuestras charlas de borracho. Mira, estoy escuchando a Pamela Villanueva, esta locutora de radioPanam, que recomendaba libros contemporáneos y que estaba guapísima. Bueno, resulta que en el país hay dos universidades, la panamericana que es de paga y estudia la gente influyente, y también está. Y la universidad Nacional, donde puede estudiar cualquiera que pases el exámen de ingreso. Ambrosio me dijo, no wey... Mira, abrió su instagram y puso el perfil de Laura Sánchez-Aramiz. Ella es más bonita y más inteligente. Además estudio en la universidad nacional, es más chingona, te traduce desde el griego antiguo, es editora y escribe a madres.
Ahí está frente a mi mesa Laura Sánchez-Aramiz, quería decirle que conocía su trabajo pero no había leído su trabajo, que pendejo iba a sonar eso, saqué el kindle y me puse a leer, si, la novela policiaca de Juan Patricio Grijalbo. Quién se pone a leer para tragar una comida del día.
Se levanta Laura, pasa junto a mi mesa y dice "provecho". Gracias, también para usted, buenas tardes.
En la mesa contigua hay dos estudiantes con facha de ingenieros, que se notaban recién entrados al posgrado porque hablaban de las transformadas de Furier. Se preguntaban porque las funciones eran ortogonales y porque la norma de las funciones coinciden en ambos espacios. ..... en mi mente yo decía .... ¡porque son de cuadrado integrable, pendejos!
viernes, 14 de octubre de 2022
Escena 3
Nadie lo dice, pero preferíamos estar en otro lugar. Nuestro plan era tomar las botellas y hacer nuestra propia fiesta en otro lugar. Como las chicas que nos gustan, están a salvo en sus casas, con sus papás, nosotros llamaríamos llorando, con nuestro amor adolescente, diciendo que las queremos. Si ya es muy aventurada la cosa, tomaríamos las guitarras e iríamos hasta la puerta de su casa a cantarles. Después bromearíamos entre nosotros, “por eso no me gusta tomar con pinches escuincles, mira cómo se ponen”. Nos tomaríamos una foto.
Queremos estar en otro lado, nuestro plan era tomar las botellas y hacer nuestra propia fiesta. Estamos en la mesa redonda, esperando a que Mari-Jo, como gusta que le digamos, se emborrache y se duerma para que podamos huir de su casa con las botellas. A sus 50 años, parece que su cuerpo es poroso y viejo, a tal manera que el alcohol no puede corroerla como a nuestros cuerpos jóvenes. Nos cuenta la historia de cuando la corrieron del convento, que porque mató a un gato, pero todos en el pueblo dicen que la corrieron por depravada. Es amorfa y parece una rana gigante.
El sabor del tequila comienza a hacer una punzada en mi cabeza. Una alerta de que mi cuerpo ya no tolerará más. Me quedo mirando a mis amigos sentados al rededor de la mesa redonda. Entre las miradas nos comunicamos, “ese no era el plan”. Está doña Mari-Jo, sentada, en la parte principal de la mesa, la que mira exactamente al televisor. Que tiene el canal golden con una película golden. En la escuela dicen que los círculos son infinitos, que no tienen ni principio ni fin, pero esa mesa tiene el principio, con la rana gigante sentada como presidiendo, y el fin, sabemos que será eterno, de toda la madrugada.
Nuestros padres no saben que estamos ahí. Dijimos que prenderíamos una fogata en la casa de mi primo, que tiene un jardín grande, y quemaríamos bombones. No teníamos dinero para comprar botellas de alcohol, somos jóvenes, queremos experimentar. Visitamos a doña Mari-Jo, porque dicen que regala alcohol a los jóvenes. Nuestro plan era tomar las botellas y escapar al jardín de mi primo, para hacer nuestra propia fiesta. Después llevar serenata a las chicas que nos gustaban.
Abrimos las ventanas. Encendemos cigarros. Doña Mari-Jo dice que no sabemos fumar. Toma un cigarro y lo aspira fuertemente. Dice que en su juventud fumaba mucho y que por fuerza de voluntad dejó de hacerlo. Nuestros padres no saben que estamos ahí. Yo quiero irme a mi casa. Todos supongo que quieren irse, pero por alguna razón nos quedamos ahí, inmóviles. No es divertido.
Doña Mari-Jo suelta a sus perros pastor alemán en el patio, porque dice que ya es tarde y la protegen. Ahora sí estamos atrapados y no podemos salir, porque los perros son feroces, tengo miedo que me muerdan al intentar salir por el patio. Voy al baño a vomitar y todo me da vueltas. Me siento en el pasillo. ¿Así se sentirá estar en una nave espacial? Todo girando y girando.
Doña Mari-Jo ordena que me lleven a una habitación. Se nubla mi mente. Me quedo inconsciente.
Por la mañana, aún el sol no ha salido, me siento mareado pero me despierto cuando mi papá me sienta en la parte trasera de la camioneta. Me llevan a casa, molestos. Me dan un sermón, tengo ganas de vomitar. Voy corriendo al baño sin escuchar la última parte del sermón.
Ese no era el plan.
viernes, 30 de septiembre de 2022
Chubaca tiene un secreto
"Y tal vez por la mañana, voy a ser, el único que no se acaba"
Hay flores que se desvaneces pidiendo ser recordadas. Es como su último respiro, su último deseo, su última fantasía.
Me voy sin ser recordado. Estaba recostado y me miré a un espejo. Me ví reflejado y me dije, "te vas a morir, te vas a morir y todo se va a apagar, todo se va a acabar".
Después me dan ganas de llamar. Que no importa, vengo por mi dosis de serotonina, escuchando tu voz. Viene después mi parte racional, haciéndome pensar cosas, como si yo fuera eterno, y que no vale la pena, y comienzo a enredarme, mi especialidad de hacer complicado lo trivial.
Aquí está la habitación hecha un cochinero.
Sabes que quiero llamar. Te extraño mucho.
Mi parte racional me dice que no merece la pena, que seamos consistentes, que patético, como si uno fuera eterno.
Tal vez, con el paso del tiempo se me quiten las ganas de marcarte. Como siempre ha pasado, como si fuera eterno. Es mi error, suponer mi tiempo infinito.
sábado, 24 de septiembre de 2022
Abandono de sábado
Me tiré al abandono voluntario. Lucho para no sentir que me abandono. Me levanté temprano, bebí agua y me fui a a correr. Mientras corría, escuchaba el disco "made in japan" de Deep Purple con poderosos solos de guitarra, el abandono pero la fuerza. No sé qué es el abandono pero lucho por no abandonarme. Tomo un desayuno basto, porqué no decirlo, rico, chilaquiles y huevos revueltos con jamón; jugo de naranja, fruta y café.
Me compré un perfume barato porque el que me regalé en navidad está terminándose. Me compré jabón para afeitarme porque planeaba bañarme y cortarme el cabello. No sé qué es el abandono pero hago cosas para no abandonarme a mi mismo. Llevo la ropa a la lavandería y me entregan la ropa que dejé el sábado pasado.
La mañana había comenzado fría pero sale el sol al medio día. Pongo la máquina a que me prepare un turbo café expreso. Me siento a escribir un tedioso reporte y me invaden en la cabeza una serie de pendientes que escribo en poststicks para calmar un poco la mente. A las dos de la tarde cuando sentí mi primera alerta de hambre me doy cuenta que sigo enojado conmigo. Después, me pido perdón a mi mismo por andar mendigando cariño. Y entre esas mezclas de sentimientos se me antoja cocinar una pasta, pero soy demasiado huevon para hacerlo. Termino calentando sobras de pollo en el microondas. Después me como una barra de chocolate amargo. Siento mucha sed.
No sé que es el abandono pero me voy abandonando. Me siento en el escritorio para hacer las cosas que pienso que son importantes. Lo que me permite pagar esta pinche vista con esta pinche ventana donde veo la lluvia pero no me permito salir. Quiero salirme a ver una película. Están inmamables todas. Quiero escuchar música y sigue lloviendo. Me recuesto y pienso que te extraño. Pero si casí no estuviste conmigo.
Tengo frío, estoy cansado. Necesito que me abraces y me digas que perdamos el tiempo viendo una película mala. O que te ponga una película buena pero para tí es mala y te quedes dormida. Hay tanto silencio. ¿Te marcaré? No, ya sé que no te gusta hablar.
Llega a mi mente ese destello engañoso que se disfraza de lucidez diciendo que es buena idea seguirte buscando. Sigue lloviendo, sigue haciendo frio. La evidencia muestra que no es correspondido. Que no tiene sentido. Que son muy altas las posibilidades de que no pienses en mí con este frío y lluvia, que tu no necesites mi compañía como yo necesito de la tuya. Que haré intentos infinitos para que me quieras. Que buscaré una serie de ideas que muestren que querernos es una buena idea. Pero es simple. Soy finito y tú no quieres. Es simple, es simple. Complicada es la insistencia, tediosa y rastrera insistencia.
Solo es ocio, cansancio, cualquier excusa para escapar. Lucho para no sentir el abandono, sin darme cuenta, ya me abandoné a mi mismo.
sábado, 17 de septiembre de 2022
Toma 1
jueves, 8 de septiembre de 2022
Explicación
No es que sea celoso. Solo me recuerdas que no soy prioridad, que nunca lo he sido y nunca lo seré. Es normal que cale, no me reprendas. Son cosas que calan, pues siempre tendremos este intento inútil de la trascendencia, almenos para alguien los suficientemente enfermo. Que bueno que no estás enferma. Que bueno que no estas loca.
Que no tenga el suficiente poder de convencimiento para que me elijas a mi. Elijas pasar la semana, o la tarde conmigo. Que no te parezca lo suficientemente novedoso, impredecible, interesante, quizá divertido.
Que ves el mundo gris y me ves gris también. Que no me puedes distinguir entre los demás.
¿Esa es la definición de ser celoso?
Respetos
domingo, 4 de septiembre de 2022
La nave espacial que no va a la galaxia que quieres
Te mostré como soy porque no tengo límites. No me gusta ser tibio, no quiero ser blandengue. Quiero todo.
Quieres abandonar esta nave. Te faltarán más cosas por conocer. Cosas que amarás y otras que odiarás.
Aprendiste el concepto de la igualdad, exigiendo un mundo de tibios, sin darte cuenta que cuando te conocí, te pensaba igual a mí. Yo pienso la igualdad así: Cuando te canses yo dominaré, cuando me canse tu dominarás. Cuando sea el turno de cada quien, conduciremos esta nave, cuando alguno de nosotros esté dormido y el otro vigilando el sueño. Si se necesita estaremos los dos juntos tomando el mando de esta nave al mismo tiempo.
No es que estemos solos viajando por todo el universo. No es que estemos solos la razón por que pienso que eres la más hermosa del universo. Esque ahora, en esta ruta, no puede hacerme compañía alguien diferente a tí. Te quiero a tí por razones bien simples. Sabes pilotear, sabes calcular la ruta, duermes ligero y respiras ligero. Tu piel brilla como las estrellas.
Yo no perdí. Gané esta incertidumbre de pensar que buscas a alguien más. Que podrías estar con alguien más .Que quisieras estar con alguien más. Gané esta incertidumbre de pensar que en este momento te gusta alguien más. Gané el hecho de pensar que él no es mejor y yo no soy mejor. Solo miramos hacia galaxias diferentes. Los colores de su galaxia te gustan más. Pero te digo enserio que estoy demasiado viejo para dejarme dominar por la incertidumbre, pues desaparece cuando estás conmigo.
Siempre sabrás dónde estoy. Por mi parte no genero incertidumbre. Soy predecible, sistemático y simple. Sabes donde encontrarme. Estara tu lugar en el timón de mando de esta nave.
Que se termine el verano
Que se termine el verano para no tener el pretexto de salir. Ya no quiero salir este verano, amigo, me siento cansado. Me zumban los pies c...