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sábado, 2 de septiembre de 2017

Supuesto

Comprando cajas de goma de mascar sustituyo mi necesidad por fumar cigarrillos. Tomo la goma de mascar, mi cabeza calentándose, hace calor, me duele la cabeza, me molesta todo, el ruido de los perros abajo en el parque, sus dueños tratando de hablarles como humanos. De repente suena la puerta, es el vecino tratando de hacerse el gracioso.

Cada que se pelea con su novia viene a chingar ... Puede ser con cualquier pregunta pendeja. Creo que si en este momento listo las preguntas me pondré más neurótico. Basta con decir que, él estaba pensando en utilizar un celular viejo para espiar a su novia, me preguntó qué si yo tenía un celular vejo que él pudiera usar, yo evidentemente le dije que no.

Después regresó a los 10 minutos preguntándome si podría venderle un jabón para trastes. Le dije que ya no tenía, con el miedo que revisara mi cocina y se diera cuenta que si.

Después regresó con una bolsa de palomas y preguntó si podía usar el microondas para cocinarlas. Me preguntó que si yo quería ver una película, a lo que respondí que no.

Después que si quería ir a comprar tacos.

Después cerré la puerta y no abrí. Fingí dormirme, al otro día por la mañana le dije que me quedé dormido. 

La gente no sabe estar sola, pero este descubrió que su novia era una scort. No se cómo se debe tomar algo así, pero probablemente no necesite venir a hacer palomitas al departamento, él necesita un psiquiatra. 

Linda mujer, regresa con él, dile cualquier mentira que él te la va a creer. Regresa para que deje de molestarme y de paso deja tu targeta debajo de la puerta.  

Excusas


Estoy vestido formal porque es la única ropa limpia que me quede, se que estaré en problema porque en el cajón de los calcetines y calzoncillos solo queda uno de cada uno, es decir, un último día. La camisa formal y el suéter formal de viejito están por rendirse.



La quincena pasada compré un garrafón con 5 litros de detergente, me queda medio kilo de detergente en polvo. Aunque los días sean nublados, la ropa siempre queda colgada bajo el techo, vasta con una corriente cálida de agua. No me gusta utilizar lavadora porque pienso que gasta mucha agua ni secadora porque llegaría más cara la factura del gas.



Tengo el dinero suficiente para que laven la ropa en la lavandería o que venga alguien hacerlo.

Tengo todo, pero soy un mamón, enserio, es lo de menos que alguien lo haga, persona o máquina. Pero no me gusta que alguien ajeno sujete mis sucios calzones y despinte la ropa utilizando cloro. Me reuso a gastar mas de 20 litros de agua en una máquina.



Los días han sido tan pesados que llego cansado del trabajo y no me quedan ganas de lavar ...

jueves, 8 de junio de 2017

El genio incomprendido

Ahí estas, esperando ser el genio incomprendido, que la historia te haga justicia, para que la gente en un futuro piense que los demás eran idiotas y tú el genio incomprendido, que cerró sus bocas y sonrisas fantasmas.

Ahí estas con tu porquería de oficina y el reguero de hojas, con la maleta que no desenpacaste después de tu último viaje a europa, para despejar tu mente, para hacer el trabajo de tu vida. Quieres callarles la boca, quieres decirles que no eres un don nadie, por eso compraste ese auto deportivo que por cierto le hace falta llevar adentro una mujer hermosa, pero así almenos antes de que te vean bajar te admirarán, antes de que vean tus lentes de fondo de botella y la vista que vas perdiendo en cada lectura inútil que te arrebata una vez más y más de la realidad, que intentas describir, con las congeturas que pierden validez con el tiempo.

Te equivocaste de tiempo.

sin título

Me quedé mirando el monitor todo este tiempo, aún después de los regaños de Alicia con sus argumentos psicológicos sobre mi fenómeno del elefante encadenado que perdió la cadena, y se quedó parado al lado del árbol. El monitor era el árbol, y me quedé mirando la correspondencia, imágenes y el trazo del tiempo, como para determinar qué estaba sucediendo. Estaba mirando, gritando del otro lado de la ventana, cuando veía alejarte caminando sin escucharme, como si nunca hubiera existido.

Me quedé esperando como el niño abandonado en el zoológico, con una bolsa de palomitas y mirando siempre el mismo espectáculo, los mismos animales, los mismos domadores, las mismas cosas monótonas que incluso al reloj en el centro de la explanada le daba hueva contar. Cuando regresaste, y se repitió el ciclo, me fuí por el camino difícil congeturando la naturaleza de nuestro tiempo, y conocí a detalle lo que sucedería una y otra vez más incluso sin haberlo vivido, pero fuimos tan repetitivos que todo lo que ocurrió después no fue una sorpresa para mí.

Tus pendejadas no son una sorpresa, son solo eso, tu inocencia disfrazada para no sentirte culpable, para que el mundo piense que fueron culeros contigo. Pero querías hacerlo, y quieres seguir así, arañándote y destruyéndote las víceras que se regeneran y te hacen ver distinta.

Alicia se volvió loca, y las palabras sabias que dijo en el pasado siguen siendo sabias, cuando le cuento tus pendejadas le vuelve la lucidez, para recordarme que son solo eso, pendejadas...

miércoles, 22 de febrero de 2017

visita

Profesor,

hice exactamente lo contrario a lo que me recomendó, por eso me ausenté por medio año, ya sabía que las cosas iban a terminar mal. ¿Qué sería de mí sin mi terquedad?, en este momento no me siento arrepentido porqué entendí las razones, pero terminé apenado con usted.

Por eso me ausenté medio año, porque ya no quería entrar por la puerta de su oficina con mis conflictos  acerca de lo que uno quiere hacer y lo que se debe hacer. Lo que el mundo necesita era tu respuesta, porque los tiempos han cambiado, porque los tiempos han cambiado, porque los tiempos han cambiado...

Soy exagerado al decir que las cosas terminaron mal porque en realidad no terminaron mal, aún sigo de pié, por ese pedazo de cuarzo dentro de mi corazón y que no sé aún de que se alimenta.

La pasé mal algunos meses, me quemé de nuevo y ya no estabas ahí para rescatarme, como lo hiciste la última vez frente a ese ñoño burgués y su terquedad al máximo.

¿Porqué lo hice de nuevo?  Porque quería probar cómo era estudiar la Teoría de la Relatividad de tiempo completo, cosa que me mantuvo durante toda la carrera como la luz al final del camino.

Hice mi voluntad, porque siempre lo hago, porque siempre lo hago. Hice lo que me pegó la gana y ya sabía que lo iba a hacer, pero no sabía como decírtelo, porque me daba mucha pena. Entonces, lamento mi última conversación, porqué sabía que tenía que decir algo y quería que me escucharas.

Esta carta tira al dramatismo inútil a la mexicana, ¿porqué me siento con esta carga? Porqué me desespera arrastrar el lápiz, leer artículos sin asimilar nada.

Ya dejé por la paz a la teoría de la relatividad general y me quedé con la especial, para aplicarla a unos fenómenos muy bonitos en el universo, pero siento que nado en la oscuridad.

  Me dan pánico las personas que entienden más rápido que yo, un amigo dice que soy perezoso, que hago difícil lo trivial, pero siempre me cargo esta puta histeria de entender los fundamentos.
 
 Las cosas ya van bien, y espero terminen bien. Espero estar orgulloso de mi trabajo y no como la última vez, porque ahora si me siento libre.

 Tal vez por estos días era el momento de visitarte de nuevo, como hace un año. Por eso te escribo, porque ya no estás en el mundo, porque te moriste.

 Trato de intuir qué dirías

 Te extraño y no sé si echarme encima la promesa que te dije en el funeral,

deseo ser querido por mucha gente como tú, no por fantochería, sino por la sensibilidad, por disfrutar hacer ciencia, por disfrutar el "café matutino que provoca una explosión en la mente" (pero un buen café).

Siempre te voy a recordar con mucho cariño, por lo que significas para mí, por ayudarme a seguir en el camino.

Espero soñarte si quiera, o recordarte bien, de manera objetiva, para que sigas vivo entre los demás.

domingo, 12 de febrero de 2017

frente

Leí tu último correo, hipócrita, y después me dijeron las advertencias que ciertas son.

Realmente no sé que me pasa, que hago aquí molestando. Ocupando un lugar que no tienes forma de quitarme, porque sigo las reglas como tú, porque en el fondo me inspiras.

Yo también conozco el ceno ortodoxo, los valores de la familia y admiro el modelo de progreso que nos enseña occidente lamentando esta porquería.

Si, es una porquería, mentor mío.

Por eso estoy aquí, porque quiero y puedo, para molestarte con mi presencia sonriente.

Yo también soy un hipócrita, ¿porqué nos caemos tan mal? Porque somos iguales.

Leí tu penúltimo mensaje, después de que destrozaste mis fibras. Me diste un nuevo propósito, estar cerca de tí en la cima

No puedo hacer nada contra tí, cada vez eres más fuerte. Pero tampoco puedes hacer nada contra mí porque tambipén soy cauteloso.

Algún día seremos buenos amigos, y te agradeceré por inspirarme.

hola-adios



No tengo nada que decirte, por eso me he quedado callado mirando las manecillas del reloj y las paralelas de la acera.

No tengo nada que decirte, para enmarcar cada una de tus virtudes.

Dirás después, como ejercicio de espejo para mí, lo que hace falta para salir del hoyo.

La respuesta siempre estuvo en las manecillas del reloj y las paralelas.

Con un toque de amabilidad diré "te veré pronto", solo por decirlo, siceramente sin desearlo, sin que el mundo se de cuenta.

jueves, 26 de enero de 2017

Paciencia matemática

si, es para los discípulos más pacientes, pero que se rompen la madre arrastrando pedazos de grafito, no como tú que te quedas mirando símbolos para proyectar otros en tu mente que jamás tendrán sentido.

Que lujo el tuyo, perder el tiempo contemplando cosas sin entender, sin abrir el corazón, sin hechas a andar la imaginación. Que lujo el tuyo, pasar el tiempo viendo como tus amigos te abandonan para seguir el siguiente escalón.

Que lujo el tuyo transcribiendo libros a apuntes que no vuelves a leer, fluyendo tu río de tiempo, mientras tengas para el alquiler y la comida. Mientras dure la compasión hacia ti; lo que pase primero; el manicomio o la muerte.


sábado, 31 de diciembre de 2016

Galleta y café sin azúcar







Pusiste en duda el orden temporal cuando las aguas huracanadas, junto con un resplandor de relámpago, indicaban la salida luminosa de muerte. Me quedé a la deriva, fingiendo tener control del barco con fisuras evidentes; con la escasees de alimento, agua, energía, perdiendo señales de vida. Como una conjunción dual oscilaba rápidamente entre el control y el cataclismo; dando consejos e implorando salvación.

Tocaste el hombro, como despertándome de una siesta vespertina, exagerando yo más de la cuenta, y con la lluvia mojando la habitación sólida de roca firme, pero que puede limpiarse... invirtiendo tiempo claro está. No me había dado cuenta que en realidad estaba estático.

Me quedé callado mientras distraías el silencio mascando levemente los crutones de la crema. Mordiéndote los labios con una sonrisa, que es tu signo premonición, pronto escucharé tus nuevos planes para la noche. Tratando de no mostrarme asustado, apenado por mis bolsillos rotos, te sugiero la tarde del día próximo pero ya se que tienes una solución que parece trivial, me tomas de la mano, que nos la jugamos al azar mientras al reloj no se le ocurra cortar el tiempo.

Ya en la cafetería, que el tiempo y el bolsillo nos permitió visitar, miro la expresión que tratas de ocultar debido al café amargo. Por dios que en ese lugar no hay azucareras porque dicen que es malo ponerle azúcar al café, pero veo que te adaptas a la amargura del café, a la amargura de mis días para hacerme sentir cómodo. Ya te sentirás mas cómoda su ordenas una galleta dulce, placer que descubriste, que descubrimos, que nos identifica. Suena ridículo decir que somos una combinación reconfortante: la galleta dulce con café amargo.

Un mosco en invierno

Feliciano tiene la costumbre de servir café con espíritu atormentado,  no sé cómo funciona, pero imagino fluir el trago cubriendo el camino como una manta donde cada porción mínima es absorbida, de alguna forma por el cuerpo, como alcohol evaporándose rápidamente pero en forma inversa hacia las paredes interiores que posteriormente distribuirán a la sangre, para que finalmente llegue una señal a la cabeza ordenando que no debes dormir, y además, el espíritu atormentado té ponga alerta de cualquier imagen real o ficticia que sea procesada por la agudez nocturna de la conciencia.

Yo no se si maldecir al mosquito que sobrevivió al invierno, no conforme con la sangre que ha chupado, sucio vampiro de mierda, seguirá zumbando hasta que el sol aparezca sobre la cortina absurda con siluetas de una ramera veraniega. O debo maldecir a la manía de Feliciano, su perra costumbre de servir café con azúcar sin preguntar, sorbiendo el café almacenado por años que no venderá.

Nunca me gustó hablar de fantasmas, es un juego que me impidieron de niño, por el bien del sueño en las habitaciones contiguas, por eso me parece absurdo decir que se escuchan voces en esta casa, pero en verdad se queja de la noche. Se escucha el murmullo de una voz quejumbrosa y siento alivio al justificar que es el tubo de agua llenando el tinaco. Algunos crujidos en las paredes me hacen recordar las historias de Eliazar, que eran más que una sospecha sobre el volcán dormido sobre el cual se edificó el pequeño poblado. Un volcán nunca se duerme, decía, tiene actividad poco perceptible, mira las grietas de la casa, las paredes se separan como si el piso se moviera lentamente.

Se que estoy solo, bueno, acompañado del mosquito invernal, campante y cauteloso, con la cabeza punzandome, acorralado, sin ganas de la actividad mínima y productiva que representará un esfuerzo mental, un perturbador más que representa un pinchazo para que me reviente.

No se de donde me nació mirar las fotos del recuerdo, metido en un teléfono de Londres evocando la forma de viajar en tu tonta película de Harry Poter, misma que te regaló tu tío Carlos y que con desdén dijiste que te parecía muy boba para no verte pillado en tus gustos culposos.

Encontré a tu fantasma rondando por la calle, me preguntó por ti, le dije que no sabía nada, que te perdiste, que no te has comunicado. Y en cierto sentido yo no estaba mintiendo, se que no te ha encontrado porque me lo hubieras contado inmediatamente, pero ahí seguirá esperándote como una sentencia de muerte, apareciéndose en el momento menos oportuno.

Pero tengo la sospecha de que sabe dónde estás, y que espera afuera de la puerta, silenciosa, sin anunciar su llegada para sorprenderte cuando gires la perilla. Me miró con incredulidad, pero siguiéndome la corriente por respeto, para que me sienta un buen amigo tuyo guardando el secreto de tu partida.

¿Te tomarás una foto en Gotinga? O en la tumba de ¿Borges como aquella muchacha del suplemento dominical de la Jornada? Carajo quién se toma una foto al lado de una tumba.

Sabes que estás loco, yo no se si quiero verte pronto, ni siquiera quiero desearte que seas feliz como consejo matutino de Mariano Osorio, solo cuídate de los fantasmas amigo mío.

martes, 27 de diciembre de 2016

Thinkin



Te creí una sombra del insomnio, una compañía proyectada debido a las altas horas de la noche, cuando los sentidos se agudizan, con el miedo derramándose desde no se que tan adentro, más profundo que el tuétano y saliendo por la piel. En un convenio de sacrificio mutuo, para no quedar dormidos queríamos comernos el tiempo, para ser más aptos en la vida salvaje citadina, para aventajar a los demás escribiendo palabras extras; yo con mis hojas amarillas con rayas y símbolos extraños, tú con tus hojas de color rosa y los términos que nunca entiendo. Sentí, como si quisieramos decirnos que teníamos sueño, pero ¿cómo quedaríamos?, si en el fondo queríamos recuperar el tiempo que perdimos, distantes y evidentemente separados, mirando las hojas de primavera y los fantasmas del pasado, pretendiendo hacer una mezcla coktail agridulce, para pretender que teníamos la experiencia suficiente para no tropezar.

Cuando las risas se convirtieron en batallas, como un par de naciones en conflicto bélico, por traición a nosotros mismos, a lo que era evidente que fluyera, pero que detuvimos tanto tiempo, primero yo y luego tú, porque cada noche nos fumabamos nuestros recuerdos como un cigarrillo que terco no se consume, silencioso y con el aroma del tiempo.

Me recogiste como un soldado herido, hambriento y arapiento, después de todo ¿qué significa ser una buena persona?, ¿qué es la bondad?, el que se compadece o el que te mata para dejarte morir sin sufrimiento. Creo que hiciste ambas cosas, haciendo del fluir de la muerte algo distinto, como si me hubieses inyectado alguna pócima mágica del botiquín para ignorar cómo la muerte toma mi cuerpo poco a poco.

Me desnudaste poco a poco, te presumía hábil en los acordes de una guitarra que nunca dió el tono exacto; una promesa en las letras con el cuento que no ganó nada en la tarde que me reí de mi mismo, haciéndote partícipe de la timada haciéndome creer ganador, con el mismo mail que le enviaron a cincuenta personas más para hacer bulto en el auditorio, con mi cara de pendejo esperando el cheque salvador que sería empleado para el pago de alquiler, haciendo, claro está, justicia a mis fantasmas apilados con disciplina, pero !no! Esperaste cortésmente a que te dijera que escapáramos después de que una banda de flautines de mierda sonorizara el auditorio. Reímos de lo absurdo que fue.

Cuando tenía miedo de decirte que solo me quedaban un par de tickets para el subterráneo y la pena que sentía por ello, sin tener para el auto que hiciera justicia al vestido que llevabas puesto y al tiempo que te había tomado arreglarte. Y que mi moral pueblerina me atomentaba diciendo que los bolsillos desauciados no arrojarían unas cuantas monedas para el café. Y que las palomitas de caramelo fueron lo mejor, que las adoro y que apropósito las terminé sacando ventaja de tu ritmo lento para saborear la comida.

Toleras mi café amargo como también tolero caminar frente al aparador esperando te midas una mascada floreada frente al espejo, y otras cosas más que se te ocurran.

Porqué somos tan distintos, decías que querías dedicarte tiempo y yo también, pero creo que yo estaba aburrido de discutir conmigo, no se si tu también, y después de todo esto no se si uno sigue siendo el mismo.

Las batallas nos hacen distintintos, somos distintos, por eso nos distinguimos fácilmente para dejar nuestro estado de sombras noctámbulas y seguir caminando en estos días invernales.

Con cariño a Thinks de Horse.


domingo, 25 de diciembre de 2016

Preguntas II

- Señor Aristeo, necesito que me conteste tres preguntas.....



Yo: Qué son los sueños

Aristeo Proyecciones antes de despertar. Planear el futuro durante la niñez con ayuda de bastardas películas americanas. No debe ser algo muy bueno, en la niñez no conocemos como funciona el mundo.


Yo : Qué es la vocación

Aristeo: La vocación es el conejo del tiempo, que mandó la vida para arrinconarte con una espada. Es asimilar y aceptar con todas tus fuerzas que debes hacer algo que nunca pensaste hacer, que nunca proyectaste hace más de quince años, pero que se parece un poco y terminas aceptándolo porque se te facilitan las cosas, pero sobre todo porque el conejo puso su espada en tu pescuezo amenazando con cortarte la cabeza. Por que si continuas siguiendo eso que llamas "tus sueños" te das cuenta que terminas de su puta madre, y siguiendo ese camino te conviertes en un mediocre hecho y derecho; sabio en la vida porque la cagaste mil veces, y el cagadero rascó un hoyo profundo del que no podrás salir.

Entonces tienes que servirle al mundo, para algo; para qué, no sé, para algo que termine dando algo para ti; ser aceptado en la sociedad donde vives, esto incluye tener algunas ganancias para comer, pagar el alquiler y poder transportarte de alguna forma; no ser un miserable en el sentido de la mediocridad acumulativa, debes ignorar que eres miserable en otros sentidos metafísicos no cuantificables.

Ejemplo-> Ahí esta la veja Eitel, con su cara de pendeja frente a la pantalla de la computadora, pretendiendo entender lo que proyecta la imagen. Su mente no entiende e imagina una danza, queda mirando y se le pasa el tiempo. Ya casi viene su triste final, es cuestión de tiempo; lo sabe y lo sabemos. Está en la sala de espera, como un pequeño ratón enredado cada vez más por una poderosa serpiente. Ella quiere ser astronauta.


Yo: Qué es el amor

El amor es ese sentimiento de auto conmiseración, de tardes de fin de semana, tardes invernales donde el sol brilla intensamente por las mañanas con un puto frío intenso y en las tardes se mete con una hueva de morirse. Entonces, te das cuenta que ese día tus amigos, que te estuvieron chingando toda la semana, se alejaron porque estuvieron buscando lo mismo que tú; sintieron el mismo frío o el mismo calor y pensaron que era mejor estar con alguien sobándole las yemas de las dedos o las pelotas.

Eso es el amor, el sentimiento de evitar estar solo para después darte cuenta que te sientes igual de solo, pero ahora más pendejo, que deseas la soledad para sentirte miserable nuevamente y repetir el ciclo.

El amor es aguantar las cosas que más te purgan, que más te cagan y las observas en otra persona como un espejo antisimétrico, pero que tienes que aguantarlas por que si no vales madre. Porque entiendes que todos buscaron lo mismo y al final tenemos que terminar así, con alguien, porque no es bueno ser excluido.

El amor es dejar de hacer lo que te gusta en tu confort, para que tu pareja se sienta bien y al final ella esta haciendo lo mismo, por tanto ninguno se siente bien pero hay que aguantar vara porque tenemos que guardar nuestros secretos, compartir alegrías y nuestras penas, porque nos cogemos (nos gusta), porque es un nuevo confort de estar sentado en espinas, pero en la mesa grande del restaurante y no en la barra de los solitarios deprimidos.


domingo, 18 de septiembre de 2016

Ángeles custodios

    Cuando Etel desapareció puso en duda las palabras con el tiempo acumuladas, como reserva sólida en una bóveda, que además custodiaba los ángeles de las profecías donde depositábamos nuestra fe. Decidimos abrir las puertas, y en el interior todo se desvaneció, frente a nuestros ojos clamantes de una pesadilla, para permanecer incrédulos e irónicos. 

    Dentro, el polvo de las débiles flores secas que no pusieron resistencia ante el exhalar de nuestra distraída respiración, demostraban que las palabras carecían de sentido. 

    Estábamos solos, desnudos, acorralados por nuestras conjeturas, tragándonos nuestras promesas. Incluso a Maximiliano, el único que podía correr y salir del laberinto de confusión, dejó que se le escapara su voluntad. Fue un cobarde, pero no lo dijimos, para que una nueva bóveda guardara las creencias y códices que nos servirían para los próximos años, hasta que otra Etel vuelva a desaparecer.

lunes, 29 de agosto de 2016

Libre


Me quedé pensando en la libertad, me dejaste libre, siempre lo estuve, con el síndrome de elefante encadenado. Hoy, el alumno de doctorado del profesor R. tenía una camisa de elefante, que al frente y mirando, estaba la ecuación del "no monopolo magnético", como haciendo una especie de igualdad. Hice elogio, pues me parecía una playera muy original, pero me dijo que se trataba de un chiste, y que no me lo contaría porque cuando lo hace lo miran como a un bobo.

Bueno, estaba pensando que no hay cosas libres en el universo que quieran permanecer libres, al final terminan ligándose a algo.

Quedé libre, y me volví prisionero para que pierdas importancia. Escribo cartas sin importar el remitente, canto canciones sin preocuparme por el oyente, ya nada es especial. Todo es todo.

viernes, 19 de agosto de 2016

Me abandonó la muerte

Me abandonó la muerte.

Miré al espejo y lancé mi suspiro de muerte, profundo y fuerte, testereo la toalla colgada.

Cómo me encontraste, pagué esta habitación de hotel con los últimos míseros billetes de mi cartera, ya no me queda más, viene a morirme aquí, con estos tragos de alcohol barato.

Porque viniste a la habitación de al lado, con tu susurro, tú suspiros tenues y gemidos leves que se esconden entre el ruido de los grillos y los autos madrugueros circundantes. Estás al lado de la pared delgada, de este hotel injusto y barato, susurrando que él lo haga más despacio para que yo no escuche, aunque sabes que lo hago, que es tu intención. Porque siempre anticipaba tu llegada, reconociendo la esencia combinada con el perfume tenue de flores.

Sabrás que escucharé, que lo supe, que me preguntaré cómo me encontraste, y que supe de tu llegada, cuando ustedes dos abrieron la puerta.

Y yo con este insomnio, el estomago perforado, escuchando, y sin poder morirme.

lunes, 25 de julio de 2016

hacerlo por hacer



¿cómo se siente el pintor con sus trazos aleatorios? terminando por deber, y después está el cuadro esperándolo, ahí, como a esa mujer que solo te tiraste por tirar y que sigue ahí al otro día, con su escencia que ahora te da asco.

Esa pintura que te da hueva mirar, ese texto que te da hueva leer, porque lo escribiste por escribir, para no perdere la costumbre. Sin embargo es una porquería.

miércoles, 20 de julio de 2016

Conducir veraniego

Conducir veraniego


En algún viaje veraniego siempre hay alguien a quien no le molesta conducir, y creo que se trata de mi. Complicaciones surgen cuando no se tiene una ruta trazada porque todos comienzan a opinar:

Es mejor este camino porque libras la carretera de cuota. -
Si, si, si. No te metas a la de cuota porque se aleja y es más vuelta. -

Al final, quien termina sufriendo las consecuencias es el conductor y el automóvil. Hay algunos pueblos por los que te dan ganas pasar, porque hay algo que comprar, o detenerte para comer algo muy rico. Pero algunos son aburridos e inútiles, con caminos llenos de baches y topes, transitan tractores y trailers que quisieron evitar la carretera de cuota.

Ya sé que es injusto, que los caminos libres no deben estar así, pero, ¿acaso crees que una bola de conductores salvajes va a respetar señalamientos de 50 km/h ? En sustitución a los señalamientos de velocidad, la gente en México pone topes.


Ya sé que es injusto el cobro de autopistas, cuyos tramos también tienen baches. ¿Qué hacemos? Asimilar tristemente que en México es normal que las cosas no funcionen bien.

Definitivamente en los caminos provincianos gastamos más gasolina, suspensiones y frenos. Haciendo un balance, en la carretera de cuota, el cobro injusto significa el dinero que ahorraremos en gasolina, suspensión y frenos.

Pero cuando un pueblo vale la pena, el sacrificio de la carretera provinciana seguramente será recompensado.

miércoles, 13 de julio de 2016

Recuerdos y cumpleaños patéticos

Recuerdo a mi amiga Alejandra y su buen hábito de la puntualidad. Decía que se levantaba a las 4:30 de la mañana para llegar a las 6:30 de la mañana, es decir, media hora antes de la horrenda clase de las 7.

Llevábamos clase de geometría analítica con un matemático amargado que le deciamos "el simpson" porque nos parecía que su boca hacia la figura de la boca de los personajes.

¿Cómo le haces? Le preguntaba, pues me parecía inconcebible, que nunca llegaba tarde, o de plano, al no presentarse en clases quería decir que estaba enferma. Ella decía que era la preocupación o la responsabilidad, que era algo que sentía.

Últimamente no me puedo levantar, no le hago caso al despertador, vamos, son vacaciones, pero por la mañana me había comprometido a las 6 de la mañana para ir a un asunto de provincia. Tocaron la puerta de mi habitación, y bueno, contesté casi inmediatamente. Por segunda vez igual contesté inmediatamente e incluso me disculpe pero no pude levantarme. Estoy perdiendo la voluntad matutina. Nunca me levanto 4:30, pero tampoco soy de los que en actividades se levantan después de las ocho.

Algunas personas dicen que a cierta edad ya te levantas temprano por automático, pero ¿porqué? Vaya, es una vieja costumbre que tenemos los pueblerinos.

II

En la presidencia municipal te encuentras a la gente más inepta, su carencia de competitividad retrasa los trámites más absurdos. Juegan a la pelota invisible, te mandan a una oficina, a otra, y a otra para resolver una situación simple. Las situaciones más complicadas se llevan más tiempo, un año tal vez....

La gente más inepta se encuentra en el piso de abajo, y la más huevona, pero bien vestida en el segundo piso.




III

Me llegó un mensaje esta tarde, bueno, es una conocida de hace tiempo con un disfraz de postmodernista neogipsteriana, digamos, de esas personas pueblerinas que quieren disimular a toda costa que lo son. Y vamos que casi le sale bien, pero la delata su encajosería de perro hambriento pueblerino y su machismo bien arraigado hasta el tuétano. Si amigos, en México es fácil conocer a mujeres machistas.

Lo de perro lo digo porque entre los amigos acordamos cenar cuando no estaba ella cerca. Era fatal, pues cuando eres estudiante, tener medida la despensa y la comida es cosa de vida o muerte.

Cuando ella se acercaba y emitía esa expresión de " emm te voy a agarrar un taco", entonces ya te chingabas. O digamos, si acordabas hacer la cena con ella, era tan ventajosa que se las arreglaba para poner la cosa más barata y ruin, insignificante, digamos un ajo o pan, mientras tú ponías los ingredientes más costosos.

Devoraba carne y tomaba cerveza como un chingado vikingo, era vulgar y hablaba de sexo o mierda en los momentos que menos querías escuchar, digo, a nadie le desagrada el sexo, pero ella se expresaba de él como una cosa, claro placentera, pero cuando lo mencionaba con su orrible boca torcida lo hacía ver tan asqueroso.

Después le fuimos agarrando el modo, hasta que poco a poco dejó de frecuentar la cocina cuando cenábamos. A menudo aparecía y entonces podía decirte cosas como "tu comida de pobre" y que después con todo descaro te pedía una porción, pero entonces ya tenias pretexto para decirle que no. Pero no le interesaba, ella veía la forma de quitarte algo como un perro terco, y digamos, le decías desesperado "ya la he lamido", ella contestaba "no me importa".

Cuando se fue de casa, bajo una jugarreta sucia que le inventaron, y muy graciosa por cierto, pensé que ya me había librado de ella. Pues se trata de una persona que no te quieres encontrar nunca más en la vida, como un pedazo de basura inútil que nadie va a recordar. Como las papás fritas que me comí ayer, no recuerdo como carajos es la envoltura.

Meses después envió un mensaje: "hey vamos a comer o café", y la respuesta inmediata es un pretexto para no salir con ella, pues ¡da miedo! y tal vez repugnancia.

Miedo porque es tan cínica ya que después de que te veas obligado a pagar la cuenta, te lo recordará, o se lo contará a alguién de modo que te haga quedar como un tonto. Como la historia del amigo que nos contó: "pagó las cervezas, esque me dió hueva sacar mi cartera..."

Repugnancia porque bien podrías invitar a alguien más agraciada, y seguro pasarla mejor.

Cierto cheque atrazado llega y un vecino ha notado que compras insumos, más de lo normal. Torpemente asumen que has conseguido un mejor empleo, pero ¡son insumos atrazados!

O quizá estás en uno de esos programas gubernamentales donde por temporadas estarás comiendo bien, y después, si no eres de familia aburguesada volverás a ser el mismo pobre diablo.

El mensaje de esta mujer terminaba con la pregunta y el sinismo: "es cierto que..." "entonces ahora podrás invitarme a comer".

Bajo el pánico de su glotoneria vikinguesca me estube negando, hasta el día en que me propuso el café más varato de la zona. Tal vez era el momento de armarme de astucia para no caer en sus cotidianas artimañas para que uno termine pagando.

En primera llegué tarde lo cual me produce inmediatanmente un cargo de conciencia, puede ser la peor, pero nadie merece la impuntualidad.

Luego, torpemente le conté unas aventuras de mi vecino de al lado, porque ella me preguntó por él, y estúpidamente abrí el picó, al final le dije "pero no le vayas a decir que te dije". Entonces se vino la artimaña: "si no pagas el café y un pan entonces le voy a decir..."

Perdí de nuevo...

Una vez terminamos y pidió que la encaminara a su nuevo apartento, que según ella estaba cerca, lo cual era mentira. Su apartamento esta en un pequeño cúmulo podrido y oscuro a las orillas, muy tétrico. 

"vamos, no te quejes, mi novio se ha ido más tarde". 

Pero nosotros sabemos que la voluntad de ese hombre es una incógnita, debe tener un buen corazón...

Después, en otro irónico mensaje:  "¿cuándo invitas otro café? " y desde entonces me he negado o postergado como diez veces.

"por eso nadie te quiere por jodido, si fueras mi novio exprimiría tu cartera", decía... Y pensé que era el fin, hasta esta tarde dónde preguntó el estado de la billetera, a lo cual oviamente respondí "vacía".

"es mi cumpleaños tal día y lo festejaremos en tal lado... Puedes ir si quieres".

Me pregunto si es una máquina de hacer amistades, no se si es triste o patético convocar a personas, citarlas en un lugar para que paguen la cuenta de la glotona. 

Triste porque a nadie se le va a ocurrir hacerle una fiesta sorpresa por tratarse de una persona tan nefasta, y patético, o o más bien cínico, porque los comensales supongo que sospecharan de la osadía.

Por mi parte le envié mis felicitaciones junto con un perro tratando de aparearse con una gallina y diciendo "no puedo asistir".


Espero esto sea su último mensaje.






María, Helena y Margarita

Todos tenemos una María, o una Helena, o tal vez una Margarita. Pero el punto es que todos tenemos una mujer que nunca te hará caso, pero que a menudo llamará o simplemente se presenta en tu vida para recordarte que si, que efectivamente te vas a morir en ese momento por ella pero por nada del mundo te va a hacer caso.

Hoy recibí su mensaje, si de la mía. Entonces decía algo así como "huiste de mi" y efectivamente sí, en estos casos.., la mayoría queremos hacerlo, no por orgullo, si no por no repetir un ciclo que realmente no tiene sentido.

Hace unas semanas se presentó de nuevo en mi vida, fue... ya sabes, para recordar lo que te comentaba. Bueno y uno piensa..., quizá es el momento más vulnerable, bueno está bien.

¿Ya comiste? le preguntaba, "oye conocí una de esas tiendas donde compré por error esas cosas veganas asquerosas que tanto te gustan"..., "oye descubrí este nuevo café donde preparan..."

"¿Estás ocupada?"

"Okay si disculpa todas las personas están ocupadas".

 Y bueno uno cae en esos extremos...

Mas tarde uno debe recordar  el único papel en la vida de María, Helena o Margarita  que es muy simple. Ella te llamara cuando se sienta la más fea del mundo, o la más estúpida, o la más puta. Entonces, nuestra respuesta, la del enamoradizo, será la mejor para levantarles el ánimo en ese momento, porque efectivamente, siempre habrá enamoradizos que las hubicamos en un nicho de flores.

En realidad son patrañas cuando ella o tú dicen: "eres muy especial", "eres de las personas más importantes del mundo", "siempre estaré disponible para ti..."  cuando en realidad el tiempo es testigo de que no se han necesitado para nada, en lo más mínimo, para nada. Que en estricto sentido su vida te importa un carajo y a ellas la tuya. Que mutuamente no hay trascendencia, ni María, Helena o Margarita.

La bronca está si dejas sentir interés en ese momento por las que realmente están a tu lado. Por aquellas a quien tratas como tus rivales tratan a María, Helena o Margarita. No lo digo por buena persona, digo que lo justo es lo justo.

Seguirás pensando, en cierta noche lluviosa de mitad de semana, donde te sientes, digamos, solo. Entonces mandas un mensaje y preguntas, ¿ya cenaste? ¿quieres cenar?, lo que quieras, y bueno es justo, pues es una pregunta que a algunos estudiantes universitarios les cuesta trabajo hacer, pues significa que la señora billetera lo resiente, pero sin ese temor, ya pasado ese obstáculo preguntas y enserio puedes complacer casi cualquier cosa mundana. Ahora que la señora billetera está sana, María, Helena o Margarita tarda la respuesta tres horas y con lo siguiente: "bueno es tarde, y sabes que no puedo salir tarde, pues el horario aquí es restringido porque..."

Bueno, creo que en esas circunstancias con tu María, Helena o Margarita, no comprendes que simplemente tu presencia no es necesaria, no necesita tu compañía y ya. Que tu papel es algo muy específico, pero antes el divertido razonamiento...

Bueno, somos adultos, y vives en un lugar de "horario controlado", no sé, que sé yo... un manicomio, una casa con una casera imprudente o un ¿colegio de monjas?.... ¡mierda! como si antes no te hubieras salido a escondidas. Y entonces razonas el jodido pretexto.

Entonces piensas en aquella otra chica con quien te escapaste o con ella misma, y que en su momento no importaba. Piensas en aquella otra que tiene alguien como tú y que es divertido que te cuente, vino mi amigo y bueno ...

Piensas en aquella otra con quien te acostaste y que sin tantas pendejadas te eligió, y que nada lo va a cambiar en el universo, además en ese momento tiene a alguien como tú, enamoradizo, preguntando si ya comió o ya cenó mientras tu te las estás tirando. Es una cadena, un ciclo en el que estamos todos.

Piensa en quien se esté follando arduamente a tu María, a Helena o Margarita también está como tú preguntándose si a su María , Helena o Margarita también le están haciendo lo mismo, si la convencieron de la misma forma o si mama la verga como te la están mamando, o si hace el gemido como lo estás escuchando, cuando a tu vecina o amiga se les ocurrió hacer la parranda usual...

Lo mejor que uno puede hacer, no se, tal vez es hacerse el disimulado. Si, perdiste amigo, pero a otro le ganaste la partida, y ese a otro, y así sucesivamente.

Bueno a todo esto, al mensaje de María, Helena o Margarita contesté, "claro que no", "fíjate que mala suerte tengo con estos teléfonos", "cambié el correo feisbuck, número, oh ya sabes cómo son esas personas que ofrecen seguros, vengo escapando de ellos, no de ti". "Pero dime cómo has estado. Fíjate que conocí un lugar..."

Después ella sabrá que las cosas están bien, si le invitas a salir y ella se negará, que te jodió su llamada y se sentirá satisfecha.

Pero ahora ya lo sabes.

Entonces todo regresará a la normalidad con su ausencia.

Y tu sabrás... si compras nuevamente flores para ella....


Sin invitación

No hay funeral más triste que los funerales de pueblo. Es una cosa extraña, tenemos la costumbre de que el cadáver se queda dos noches en casa, en lo que se entera la gente, la familia, amigos, y entonces después, con una mayoría enterada se procede con la sepultura. Esta típicamente viene acompañada por una marcha fúnebre con música, que regularmente no es la marcha fúnebre, más bien danzones u otras cosas alegres. Esto es ejecutado por una banda de instrumentos viejos sin mantenimiento, heredados por sus ancestros.

Antes en las noches de velorio va a tocar una mini orquesta, mas decente que la banda fúnebre, también toca danzones y alguno que otro mambo.

Uno termina teniendo aprecio por esas cosas, de niño te parecen aburridos, ya más grande les tomas aprecio. Debo reconocer que en el mix play music he puesto algunos de estos danzones, cuando me aburro en las tardes, o tengo que hacer una de esas cosas del trabajo que dan hueva.

Los cuchicheos de la gente si ven al marido, ¿crees que se vuelva a casar?, O de los hijos, ¿están muy jóvenes, esa es su novia? No ha venido el grande, estará enojado. Mira la abuela, ha visto morir a sus nietos... etc. Fíjate que hace un mes me la encontré en tal... El difunto y yo fuimos amigos..

--- y cuanto comentario imprudente se les ocurre----

Y todos buscan un buen recuerdo para hacer notar que fueron importantes para el difunto o difunta, y decir, bueno es mi deber moral estar ahí.

Estos funerales son las únicas fiestas (extrañas, dicen que la muerte es alegría, lo cual me parece tétrico) o reuniones a las que uno puede llegar sin invitación.

Que se termine el verano

Que se termine el verano para no tener el pretexto de salir.  Ya no quiero salir este verano, amigo, me siento cansado. Me zumban los pies c...