Leí tu último correo, hipócrita, y después me dijeron las advertencias que ciertas son.
Realmente no sé que me pasa, que hago aquí molestando. Ocupando un lugar que no tienes forma de quitarme, porque sigo las reglas como tú, porque en el fondo me inspiras.
Yo también conozco el ceno ortodoxo, los valores de la familia y admiro el modelo de progreso que nos enseña occidente lamentando esta porquería.
Si, es una porquería, mentor mío.
Por eso estoy aquí, porque quiero y puedo, para molestarte con mi presencia sonriente.
Yo también soy un hipócrita, ¿porqué nos caemos tan mal? Porque somos iguales.
Leí tu penúltimo mensaje, después de que destrozaste mis fibras. Me diste un nuevo propósito, estar cerca de tí en la cima
No puedo hacer nada contra tí, cada vez eres más fuerte. Pero tampoco puedes hacer nada contra mí porque tambipén soy cauteloso.
Algún día seremos buenos amigos, y te agradeceré por inspirarme.
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