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jueves, 26 de enero de 2017

Paciencia matemática

si, es para los discípulos más pacientes, pero que se rompen la madre arrastrando pedazos de grafito, no como tú que te quedas mirando símbolos para proyectar otros en tu mente que jamás tendrán sentido.

Que lujo el tuyo, perder el tiempo contemplando cosas sin entender, sin abrir el corazón, sin hechas a andar la imaginación. Que lujo el tuyo, pasar el tiempo viendo como tus amigos te abandonan para seguir el siguiente escalón.

Que lujo el tuyo transcribiendo libros a apuntes que no vuelves a leer, fluyendo tu río de tiempo, mientras tengas para el alquiler y la comida. Mientras dure la compasión hacia ti; lo que pase primero; el manicomio o la muerte.


sábado, 31 de diciembre de 2016

Galleta y café sin azúcar







Pusiste en duda el orden temporal cuando las aguas huracanadas, junto con un resplandor de relámpago, indicaban la salida luminosa de muerte. Me quedé a la deriva, fingiendo tener control del barco con fisuras evidentes; con la escasees de alimento, agua, energía, perdiendo señales de vida. Como una conjunción dual oscilaba rápidamente entre el control y el cataclismo; dando consejos e implorando salvación.

Tocaste el hombro, como despertándome de una siesta vespertina, exagerando yo más de la cuenta, y con la lluvia mojando la habitación sólida de roca firme, pero que puede limpiarse... invirtiendo tiempo claro está. No me había dado cuenta que en realidad estaba estático.

Me quedé callado mientras distraías el silencio mascando levemente los crutones de la crema. Mordiéndote los labios con una sonrisa, que es tu signo premonición, pronto escucharé tus nuevos planes para la noche. Tratando de no mostrarme asustado, apenado por mis bolsillos rotos, te sugiero la tarde del día próximo pero ya se que tienes una solución que parece trivial, me tomas de la mano, que nos la jugamos al azar mientras al reloj no se le ocurra cortar el tiempo.

Ya en la cafetería, que el tiempo y el bolsillo nos permitió visitar, miro la expresión que tratas de ocultar debido al café amargo. Por dios que en ese lugar no hay azucareras porque dicen que es malo ponerle azúcar al café, pero veo que te adaptas a la amargura del café, a la amargura de mis días para hacerme sentir cómodo. Ya te sentirás mas cómoda su ordenas una galleta dulce, placer que descubriste, que descubrimos, que nos identifica. Suena ridículo decir que somos una combinación reconfortante: la galleta dulce con café amargo.

Un mosco en invierno

Feliciano tiene la costumbre de servir café con espíritu atormentado,  no sé cómo funciona, pero imagino fluir el trago cubriendo el camino como una manta donde cada porción mínima es absorbida, de alguna forma por el cuerpo, como alcohol evaporándose rápidamente pero en forma inversa hacia las paredes interiores que posteriormente distribuirán a la sangre, para que finalmente llegue una señal a la cabeza ordenando que no debes dormir, y además, el espíritu atormentado té ponga alerta de cualquier imagen real o ficticia que sea procesada por la agudez nocturna de la conciencia.

Yo no se si maldecir al mosquito que sobrevivió al invierno, no conforme con la sangre que ha chupado, sucio vampiro de mierda, seguirá zumbando hasta que el sol aparezca sobre la cortina absurda con siluetas de una ramera veraniega. O debo maldecir a la manía de Feliciano, su perra costumbre de servir café con azúcar sin preguntar, sorbiendo el café almacenado por años que no venderá.

Nunca me gustó hablar de fantasmas, es un juego que me impidieron de niño, por el bien del sueño en las habitaciones contiguas, por eso me parece absurdo decir que se escuchan voces en esta casa, pero en verdad se queja de la noche. Se escucha el murmullo de una voz quejumbrosa y siento alivio al justificar que es el tubo de agua llenando el tinaco. Algunos crujidos en las paredes me hacen recordar las historias de Eliazar, que eran más que una sospecha sobre el volcán dormido sobre el cual se edificó el pequeño poblado. Un volcán nunca se duerme, decía, tiene actividad poco perceptible, mira las grietas de la casa, las paredes se separan como si el piso se moviera lentamente.

Se que estoy solo, bueno, acompañado del mosquito invernal, campante y cauteloso, con la cabeza punzandome, acorralado, sin ganas de la actividad mínima y productiva que representará un esfuerzo mental, un perturbador más que representa un pinchazo para que me reviente.

No se de donde me nació mirar las fotos del recuerdo, metido en un teléfono de Londres evocando la forma de viajar en tu tonta película de Harry Poter, misma que te regaló tu tío Carlos y que con desdén dijiste que te parecía muy boba para no verte pillado en tus gustos culposos.

Encontré a tu fantasma rondando por la calle, me preguntó por ti, le dije que no sabía nada, que te perdiste, que no te has comunicado. Y en cierto sentido yo no estaba mintiendo, se que no te ha encontrado porque me lo hubieras contado inmediatamente, pero ahí seguirá esperándote como una sentencia de muerte, apareciéndose en el momento menos oportuno.

Pero tengo la sospecha de que sabe dónde estás, y que espera afuera de la puerta, silenciosa, sin anunciar su llegada para sorprenderte cuando gires la perilla. Me miró con incredulidad, pero siguiéndome la corriente por respeto, para que me sienta un buen amigo tuyo guardando el secreto de tu partida.

¿Te tomarás una foto en Gotinga? O en la tumba de ¿Borges como aquella muchacha del suplemento dominical de la Jornada? Carajo quién se toma una foto al lado de una tumba.

Sabes que estás loco, yo no se si quiero verte pronto, ni siquiera quiero desearte que seas feliz como consejo matutino de Mariano Osorio, solo cuídate de los fantasmas amigo mío.

martes, 27 de diciembre de 2016

Thinkin



Te creí una sombra del insomnio, una compañía proyectada debido a las altas horas de la noche, cuando los sentidos se agudizan, con el miedo derramándose desde no se que tan adentro, más profundo que el tuétano y saliendo por la piel. En un convenio de sacrificio mutuo, para no quedar dormidos queríamos comernos el tiempo, para ser más aptos en la vida salvaje citadina, para aventajar a los demás escribiendo palabras extras; yo con mis hojas amarillas con rayas y símbolos extraños, tú con tus hojas de color rosa y los términos que nunca entiendo. Sentí, como si quisieramos decirnos que teníamos sueño, pero ¿cómo quedaríamos?, si en el fondo queríamos recuperar el tiempo que perdimos, distantes y evidentemente separados, mirando las hojas de primavera y los fantasmas del pasado, pretendiendo hacer una mezcla coktail agridulce, para pretender que teníamos la experiencia suficiente para no tropezar.

Cuando las risas se convirtieron en batallas, como un par de naciones en conflicto bélico, por traición a nosotros mismos, a lo que era evidente que fluyera, pero que detuvimos tanto tiempo, primero yo y luego tú, porque cada noche nos fumabamos nuestros recuerdos como un cigarrillo que terco no se consume, silencioso y con el aroma del tiempo.

Me recogiste como un soldado herido, hambriento y arapiento, después de todo ¿qué significa ser una buena persona?, ¿qué es la bondad?, el que se compadece o el que te mata para dejarte morir sin sufrimiento. Creo que hiciste ambas cosas, haciendo del fluir de la muerte algo distinto, como si me hubieses inyectado alguna pócima mágica del botiquín para ignorar cómo la muerte toma mi cuerpo poco a poco.

Me desnudaste poco a poco, te presumía hábil en los acordes de una guitarra que nunca dió el tono exacto; una promesa en las letras con el cuento que no ganó nada en la tarde que me reí de mi mismo, haciéndote partícipe de la timada haciéndome creer ganador, con el mismo mail que le enviaron a cincuenta personas más para hacer bulto en el auditorio, con mi cara de pendejo esperando el cheque salvador que sería empleado para el pago de alquiler, haciendo, claro está, justicia a mis fantasmas apilados con disciplina, pero !no! Esperaste cortésmente a que te dijera que escapáramos después de que una banda de flautines de mierda sonorizara el auditorio. Reímos de lo absurdo que fue.

Cuando tenía miedo de decirte que solo me quedaban un par de tickets para el subterráneo y la pena que sentía por ello, sin tener para el auto que hiciera justicia al vestido que llevabas puesto y al tiempo que te había tomado arreglarte. Y que mi moral pueblerina me atomentaba diciendo que los bolsillos desauciados no arrojarían unas cuantas monedas para el café. Y que las palomitas de caramelo fueron lo mejor, que las adoro y que apropósito las terminé sacando ventaja de tu ritmo lento para saborear la comida.

Toleras mi café amargo como también tolero caminar frente al aparador esperando te midas una mascada floreada frente al espejo, y otras cosas más que se te ocurran.

Porqué somos tan distintos, decías que querías dedicarte tiempo y yo también, pero creo que yo estaba aburrido de discutir conmigo, no se si tu también, y después de todo esto no se si uno sigue siendo el mismo.

Las batallas nos hacen distintintos, somos distintos, por eso nos distinguimos fácilmente para dejar nuestro estado de sombras noctámbulas y seguir caminando en estos días invernales.

Con cariño a Thinks de Horse.


domingo, 25 de diciembre de 2016

Preguntas II

- Señor Aristeo, necesito que me conteste tres preguntas.....



Yo: Qué son los sueños

Aristeo Proyecciones antes de despertar. Planear el futuro durante la niñez con ayuda de bastardas películas americanas. No debe ser algo muy bueno, en la niñez no conocemos como funciona el mundo.


Yo : Qué es la vocación

Aristeo: La vocación es el conejo del tiempo, que mandó la vida para arrinconarte con una espada. Es asimilar y aceptar con todas tus fuerzas que debes hacer algo que nunca pensaste hacer, que nunca proyectaste hace más de quince años, pero que se parece un poco y terminas aceptándolo porque se te facilitan las cosas, pero sobre todo porque el conejo puso su espada en tu pescuezo amenazando con cortarte la cabeza. Por que si continuas siguiendo eso que llamas "tus sueños" te das cuenta que terminas de su puta madre, y siguiendo ese camino te conviertes en un mediocre hecho y derecho; sabio en la vida porque la cagaste mil veces, y el cagadero rascó un hoyo profundo del que no podrás salir.

Entonces tienes que servirle al mundo, para algo; para qué, no sé, para algo que termine dando algo para ti; ser aceptado en la sociedad donde vives, esto incluye tener algunas ganancias para comer, pagar el alquiler y poder transportarte de alguna forma; no ser un miserable en el sentido de la mediocridad acumulativa, debes ignorar que eres miserable en otros sentidos metafísicos no cuantificables.

Ejemplo-> Ahí esta la veja Eitel, con su cara de pendeja frente a la pantalla de la computadora, pretendiendo entender lo que proyecta la imagen. Su mente no entiende e imagina una danza, queda mirando y se le pasa el tiempo. Ya casi viene su triste final, es cuestión de tiempo; lo sabe y lo sabemos. Está en la sala de espera, como un pequeño ratón enredado cada vez más por una poderosa serpiente. Ella quiere ser astronauta.


Yo: Qué es el amor

El amor es ese sentimiento de auto conmiseración, de tardes de fin de semana, tardes invernales donde el sol brilla intensamente por las mañanas con un puto frío intenso y en las tardes se mete con una hueva de morirse. Entonces, te das cuenta que ese día tus amigos, que te estuvieron chingando toda la semana, se alejaron porque estuvieron buscando lo mismo que tú; sintieron el mismo frío o el mismo calor y pensaron que era mejor estar con alguien sobándole las yemas de las dedos o las pelotas.

Eso es el amor, el sentimiento de evitar estar solo para después darte cuenta que te sientes igual de solo, pero ahora más pendejo, que deseas la soledad para sentirte miserable nuevamente y repetir el ciclo.

El amor es aguantar las cosas que más te purgan, que más te cagan y las observas en otra persona como un espejo antisimétrico, pero que tienes que aguantarlas por que si no vales madre. Porque entiendes que todos buscaron lo mismo y al final tenemos que terminar así, con alguien, porque no es bueno ser excluido.

El amor es dejar de hacer lo que te gusta en tu confort, para que tu pareja se sienta bien y al final ella esta haciendo lo mismo, por tanto ninguno se siente bien pero hay que aguantar vara porque tenemos que guardar nuestros secretos, compartir alegrías y nuestras penas, porque nos cogemos (nos gusta), porque es un nuevo confort de estar sentado en espinas, pero en la mesa grande del restaurante y no en la barra de los solitarios deprimidos.


domingo, 18 de septiembre de 2016

Ángeles custodios

    Cuando Etel desapareció puso en duda las palabras con el tiempo acumuladas, como reserva sólida en una bóveda, que además custodiaba los ángeles de las profecías donde depositábamos nuestra fe. Decidimos abrir las puertas, y en el interior todo se desvaneció, frente a nuestros ojos clamantes de una pesadilla, para permanecer incrédulos e irónicos. 

    Dentro, el polvo de las débiles flores secas que no pusieron resistencia ante el exhalar de nuestra distraída respiración, demostraban que las palabras carecían de sentido. 

    Estábamos solos, desnudos, acorralados por nuestras conjeturas, tragándonos nuestras promesas. Incluso a Maximiliano, el único que podía correr y salir del laberinto de confusión, dejó que se le escapara su voluntad. Fue un cobarde, pero no lo dijimos, para que una nueva bóveda guardara las creencias y códices que nos servirían para los próximos años, hasta que otra Etel vuelva a desaparecer.

lunes, 29 de agosto de 2016

Libre


Me quedé pensando en la libertad, me dejaste libre, siempre lo estuve, con el síndrome de elefante encadenado. Hoy, el alumno de doctorado del profesor R. tenía una camisa de elefante, que al frente y mirando, estaba la ecuación del "no monopolo magnético", como haciendo una especie de igualdad. Hice elogio, pues me parecía una playera muy original, pero me dijo que se trataba de un chiste, y que no me lo contaría porque cuando lo hace lo miran como a un bobo.

Bueno, estaba pensando que no hay cosas libres en el universo que quieran permanecer libres, al final terminan ligándose a algo.

Quedé libre, y me volví prisionero para que pierdas importancia. Escribo cartas sin importar el remitente, canto canciones sin preocuparme por el oyente, ya nada es especial. Todo es todo.

viernes, 19 de agosto de 2016

Me abandonó la muerte

Me abandonó la muerte.

Miré al espejo y lancé mi suspiro de muerte, profundo y fuerte, testereo la toalla colgada.

Cómo me encontraste, pagué esta habitación de hotel con los últimos míseros billetes de mi cartera, ya no me queda más, viene a morirme aquí, con estos tragos de alcohol barato.

Porque viniste a la habitación de al lado, con tu susurro, tú suspiros tenues y gemidos leves que se esconden entre el ruido de los grillos y los autos madrugueros circundantes. Estás al lado de la pared delgada, de este hotel injusto y barato, susurrando que él lo haga más despacio para que yo no escuche, aunque sabes que lo hago, que es tu intención. Porque siempre anticipaba tu llegada, reconociendo la esencia combinada con el perfume tenue de flores.

Sabrás que escucharé, que lo supe, que me preguntaré cómo me encontraste, y que supe de tu llegada, cuando ustedes dos abrieron la puerta.

Y yo con este insomnio, el estomago perforado, escuchando, y sin poder morirme.

lunes, 25 de julio de 2016

hacerlo por hacer



¿cómo se siente el pintor con sus trazos aleatorios? terminando por deber, y después está el cuadro esperándolo, ahí, como a esa mujer que solo te tiraste por tirar y que sigue ahí al otro día, con su escencia que ahora te da asco.

Esa pintura que te da hueva mirar, ese texto que te da hueva leer, porque lo escribiste por escribir, para no perdere la costumbre. Sin embargo es una porquería.

miércoles, 20 de julio de 2016

Conducir veraniego

Conducir veraniego


En algún viaje veraniego siempre hay alguien a quien no le molesta conducir, y creo que se trata de mi. Complicaciones surgen cuando no se tiene una ruta trazada porque todos comienzan a opinar:

Es mejor este camino porque libras la carretera de cuota. -
Si, si, si. No te metas a la de cuota porque se aleja y es más vuelta. -

Al final, quien termina sufriendo las consecuencias es el conductor y el automóvil. Hay algunos pueblos por los que te dan ganas pasar, porque hay algo que comprar, o detenerte para comer algo muy rico. Pero algunos son aburridos e inútiles, con caminos llenos de baches y topes, transitan tractores y trailers que quisieron evitar la carretera de cuota.

Ya sé que es injusto, que los caminos libres no deben estar así, pero, ¿acaso crees que una bola de conductores salvajes va a respetar señalamientos de 50 km/h ? En sustitución a los señalamientos de velocidad, la gente en México pone topes.


Ya sé que es injusto el cobro de autopistas, cuyos tramos también tienen baches. ¿Qué hacemos? Asimilar tristemente que en México es normal que las cosas no funcionen bien.

Definitivamente en los caminos provincianos gastamos más gasolina, suspensiones y frenos. Haciendo un balance, en la carretera de cuota, el cobro injusto significa el dinero que ahorraremos en gasolina, suspensión y frenos.

Pero cuando un pueblo vale la pena, el sacrificio de la carretera provinciana seguramente será recompensado.

miércoles, 13 de julio de 2016

Recuerdos y cumpleaños patéticos

Recuerdo a mi amiga Alejandra y su buen hábito de la puntualidad. Decía que se levantaba a las 4:30 de la mañana para llegar a las 6:30 de la mañana, es decir, media hora antes de la horrenda clase de las 7.

Llevábamos clase de geometría analítica con un matemático amargado que le deciamos "el simpson" porque nos parecía que su boca hacia la figura de la boca de los personajes.

¿Cómo le haces? Le preguntaba, pues me parecía inconcebible, que nunca llegaba tarde, o de plano, al no presentarse en clases quería decir que estaba enferma. Ella decía que era la preocupación o la responsabilidad, que era algo que sentía.

Últimamente no me puedo levantar, no le hago caso al despertador, vamos, son vacaciones, pero por la mañana me había comprometido a las 6 de la mañana para ir a un asunto de provincia. Tocaron la puerta de mi habitación, y bueno, contesté casi inmediatamente. Por segunda vez igual contesté inmediatamente e incluso me disculpe pero no pude levantarme. Estoy perdiendo la voluntad matutina. Nunca me levanto 4:30, pero tampoco soy de los que en actividades se levantan después de las ocho.

Algunas personas dicen que a cierta edad ya te levantas temprano por automático, pero ¿porqué? Vaya, es una vieja costumbre que tenemos los pueblerinos.

II

En la presidencia municipal te encuentras a la gente más inepta, su carencia de competitividad retrasa los trámites más absurdos. Juegan a la pelota invisible, te mandan a una oficina, a otra, y a otra para resolver una situación simple. Las situaciones más complicadas se llevan más tiempo, un año tal vez....

La gente más inepta se encuentra en el piso de abajo, y la más huevona, pero bien vestida en el segundo piso.




III

Me llegó un mensaje esta tarde, bueno, es una conocida de hace tiempo con un disfraz de postmodernista neogipsteriana, digamos, de esas personas pueblerinas que quieren disimular a toda costa que lo son. Y vamos que casi le sale bien, pero la delata su encajosería de perro hambriento pueblerino y su machismo bien arraigado hasta el tuétano. Si amigos, en México es fácil conocer a mujeres machistas.

Lo de perro lo digo porque entre los amigos acordamos cenar cuando no estaba ella cerca. Era fatal, pues cuando eres estudiante, tener medida la despensa y la comida es cosa de vida o muerte.

Cuando ella se acercaba y emitía esa expresión de " emm te voy a agarrar un taco", entonces ya te chingabas. O digamos, si acordabas hacer la cena con ella, era tan ventajosa que se las arreglaba para poner la cosa más barata y ruin, insignificante, digamos un ajo o pan, mientras tú ponías los ingredientes más costosos.

Devoraba carne y tomaba cerveza como un chingado vikingo, era vulgar y hablaba de sexo o mierda en los momentos que menos querías escuchar, digo, a nadie le desagrada el sexo, pero ella se expresaba de él como una cosa, claro placentera, pero cuando lo mencionaba con su orrible boca torcida lo hacía ver tan asqueroso.

Después le fuimos agarrando el modo, hasta que poco a poco dejó de frecuentar la cocina cuando cenábamos. A menudo aparecía y entonces podía decirte cosas como "tu comida de pobre" y que después con todo descaro te pedía una porción, pero entonces ya tenias pretexto para decirle que no. Pero no le interesaba, ella veía la forma de quitarte algo como un perro terco, y digamos, le decías desesperado "ya la he lamido", ella contestaba "no me importa".

Cuando se fue de casa, bajo una jugarreta sucia que le inventaron, y muy graciosa por cierto, pensé que ya me había librado de ella. Pues se trata de una persona que no te quieres encontrar nunca más en la vida, como un pedazo de basura inútil que nadie va a recordar. Como las papás fritas que me comí ayer, no recuerdo como carajos es la envoltura.

Meses después envió un mensaje: "hey vamos a comer o café", y la respuesta inmediata es un pretexto para no salir con ella, pues ¡da miedo! y tal vez repugnancia.

Miedo porque es tan cínica ya que después de que te veas obligado a pagar la cuenta, te lo recordará, o se lo contará a alguién de modo que te haga quedar como un tonto. Como la historia del amigo que nos contó: "pagó las cervezas, esque me dió hueva sacar mi cartera..."

Repugnancia porque bien podrías invitar a alguien más agraciada, y seguro pasarla mejor.

Cierto cheque atrazado llega y un vecino ha notado que compras insumos, más de lo normal. Torpemente asumen que has conseguido un mejor empleo, pero ¡son insumos atrazados!

O quizá estás en uno de esos programas gubernamentales donde por temporadas estarás comiendo bien, y después, si no eres de familia aburguesada volverás a ser el mismo pobre diablo.

El mensaje de esta mujer terminaba con la pregunta y el sinismo: "es cierto que..." "entonces ahora podrás invitarme a comer".

Bajo el pánico de su glotoneria vikinguesca me estube negando, hasta el día en que me propuso el café más varato de la zona. Tal vez era el momento de armarme de astucia para no caer en sus cotidianas artimañas para que uno termine pagando.

En primera llegué tarde lo cual me produce inmediatanmente un cargo de conciencia, puede ser la peor, pero nadie merece la impuntualidad.

Luego, torpemente le conté unas aventuras de mi vecino de al lado, porque ella me preguntó por él, y estúpidamente abrí el picó, al final le dije "pero no le vayas a decir que te dije". Entonces se vino la artimaña: "si no pagas el café y un pan entonces le voy a decir..."

Perdí de nuevo...

Una vez terminamos y pidió que la encaminara a su nuevo apartento, que según ella estaba cerca, lo cual era mentira. Su apartamento esta en un pequeño cúmulo podrido y oscuro a las orillas, muy tétrico. 

"vamos, no te quejes, mi novio se ha ido más tarde". 

Pero nosotros sabemos que la voluntad de ese hombre es una incógnita, debe tener un buen corazón...

Después, en otro irónico mensaje:  "¿cuándo invitas otro café? " y desde entonces me he negado o postergado como diez veces.

"por eso nadie te quiere por jodido, si fueras mi novio exprimiría tu cartera", decía... Y pensé que era el fin, hasta esta tarde dónde preguntó el estado de la billetera, a lo cual oviamente respondí "vacía".

"es mi cumpleaños tal día y lo festejaremos en tal lado... Puedes ir si quieres".

Me pregunto si es una máquina de hacer amistades, no se si es triste o patético convocar a personas, citarlas en un lugar para que paguen la cuenta de la glotona. 

Triste porque a nadie se le va a ocurrir hacerle una fiesta sorpresa por tratarse de una persona tan nefasta, y patético, o o más bien cínico, porque los comensales supongo que sospecharan de la osadía.

Por mi parte le envié mis felicitaciones junto con un perro tratando de aparearse con una gallina y diciendo "no puedo asistir".


Espero esto sea su último mensaje.






María, Helena y Margarita

Todos tenemos una María, o una Helena, o tal vez una Margarita. Pero el punto es que todos tenemos una mujer que nunca te hará caso, pero que a menudo llamará o simplemente se presenta en tu vida para recordarte que si, que efectivamente te vas a morir en ese momento por ella pero por nada del mundo te va a hacer caso.

Hoy recibí su mensaje, si de la mía. Entonces decía algo así como "huiste de mi" y efectivamente sí, en estos casos.., la mayoría queremos hacerlo, no por orgullo, si no por no repetir un ciclo que realmente no tiene sentido.

Hace unas semanas se presentó de nuevo en mi vida, fue... ya sabes, para recordar lo que te comentaba. Bueno y uno piensa..., quizá es el momento más vulnerable, bueno está bien.

¿Ya comiste? le preguntaba, "oye conocí una de esas tiendas donde compré por error esas cosas veganas asquerosas que tanto te gustan"..., "oye descubrí este nuevo café donde preparan..."

"¿Estás ocupada?"

"Okay si disculpa todas las personas están ocupadas".

 Y bueno uno cae en esos extremos...

Mas tarde uno debe recordar  el único papel en la vida de María, Helena o Margarita  que es muy simple. Ella te llamara cuando se sienta la más fea del mundo, o la más estúpida, o la más puta. Entonces, nuestra respuesta, la del enamoradizo, será la mejor para levantarles el ánimo en ese momento, porque efectivamente, siempre habrá enamoradizos que las hubicamos en un nicho de flores.

En realidad son patrañas cuando ella o tú dicen: "eres muy especial", "eres de las personas más importantes del mundo", "siempre estaré disponible para ti..."  cuando en realidad el tiempo es testigo de que no se han necesitado para nada, en lo más mínimo, para nada. Que en estricto sentido su vida te importa un carajo y a ellas la tuya. Que mutuamente no hay trascendencia, ni María, Helena o Margarita.

La bronca está si dejas sentir interés en ese momento por las que realmente están a tu lado. Por aquellas a quien tratas como tus rivales tratan a María, Helena o Margarita. No lo digo por buena persona, digo que lo justo es lo justo.

Seguirás pensando, en cierta noche lluviosa de mitad de semana, donde te sientes, digamos, solo. Entonces mandas un mensaje y preguntas, ¿ya cenaste? ¿quieres cenar?, lo que quieras, y bueno es justo, pues es una pregunta que a algunos estudiantes universitarios les cuesta trabajo hacer, pues significa que la señora billetera lo resiente, pero sin ese temor, ya pasado ese obstáculo preguntas y enserio puedes complacer casi cualquier cosa mundana. Ahora que la señora billetera está sana, María, Helena o Margarita tarda la respuesta tres horas y con lo siguiente: "bueno es tarde, y sabes que no puedo salir tarde, pues el horario aquí es restringido porque..."

Bueno, creo que en esas circunstancias con tu María, Helena o Margarita, no comprendes que simplemente tu presencia no es necesaria, no necesita tu compañía y ya. Que tu papel es algo muy específico, pero antes el divertido razonamiento...

Bueno, somos adultos, y vives en un lugar de "horario controlado", no sé, que sé yo... un manicomio, una casa con una casera imprudente o un ¿colegio de monjas?.... ¡mierda! como si antes no te hubieras salido a escondidas. Y entonces razonas el jodido pretexto.

Entonces piensas en aquella otra chica con quien te escapaste o con ella misma, y que en su momento no importaba. Piensas en aquella otra que tiene alguien como tú y que es divertido que te cuente, vino mi amigo y bueno ...

Piensas en aquella otra con quien te acostaste y que sin tantas pendejadas te eligió, y que nada lo va a cambiar en el universo, además en ese momento tiene a alguien como tú, enamoradizo, preguntando si ya comió o ya cenó mientras tu te las estás tirando. Es una cadena, un ciclo en el que estamos todos.

Piensa en quien se esté follando arduamente a tu María, a Helena o Margarita también está como tú preguntándose si a su María , Helena o Margarita también le están haciendo lo mismo, si la convencieron de la misma forma o si mama la verga como te la están mamando, o si hace el gemido como lo estás escuchando, cuando a tu vecina o amiga se les ocurrió hacer la parranda usual...

Lo mejor que uno puede hacer, no se, tal vez es hacerse el disimulado. Si, perdiste amigo, pero a otro le ganaste la partida, y ese a otro, y así sucesivamente.

Bueno a todo esto, al mensaje de María, Helena o Margarita contesté, "claro que no", "fíjate que mala suerte tengo con estos teléfonos", "cambié el correo feisbuck, número, oh ya sabes cómo son esas personas que ofrecen seguros, vengo escapando de ellos, no de ti". "Pero dime cómo has estado. Fíjate que conocí un lugar..."

Después ella sabrá que las cosas están bien, si le invitas a salir y ella se negará, que te jodió su llamada y se sentirá satisfecha.

Pero ahora ya lo sabes.

Entonces todo regresará a la normalidad con su ausencia.

Y tu sabrás... si compras nuevamente flores para ella....


Sin invitación

No hay funeral más triste que los funerales de pueblo. Es una cosa extraña, tenemos la costumbre de que el cadáver se queda dos noches en casa, en lo que se entera la gente, la familia, amigos, y entonces después, con una mayoría enterada se procede con la sepultura. Esta típicamente viene acompañada por una marcha fúnebre con música, que regularmente no es la marcha fúnebre, más bien danzones u otras cosas alegres. Esto es ejecutado por una banda de instrumentos viejos sin mantenimiento, heredados por sus ancestros.

Antes en las noches de velorio va a tocar una mini orquesta, mas decente que la banda fúnebre, también toca danzones y alguno que otro mambo.

Uno termina teniendo aprecio por esas cosas, de niño te parecen aburridos, ya más grande les tomas aprecio. Debo reconocer que en el mix play music he puesto algunos de estos danzones, cuando me aburro en las tardes, o tengo que hacer una de esas cosas del trabajo que dan hueva.

Los cuchicheos de la gente si ven al marido, ¿crees que se vuelva a casar?, O de los hijos, ¿están muy jóvenes, esa es su novia? No ha venido el grande, estará enojado. Mira la abuela, ha visto morir a sus nietos... etc. Fíjate que hace un mes me la encontré en tal... El difunto y yo fuimos amigos..

--- y cuanto comentario imprudente se les ocurre----

Y todos buscan un buen recuerdo para hacer notar que fueron importantes para el difunto o difunta, y decir, bueno es mi deber moral estar ahí.

Estos funerales son las únicas fiestas (extrañas, dicen que la muerte es alegría, lo cual me parece tétrico) o reuniones a las que uno puede llegar sin invitación.

domingo, 10 de julio de 2016

Caminos

No volví a caer en el mismo error de subirme al transporte y que tome una ruta distinta, parece que el metrobús ya no pasa por ese camino.

Cuando conoces las calles de la ciudad, esta se vuelve cada vez más finita, uno lo sabe a medida que el tiempo parece correr con tasa menor.

El café se terminó y parecía que tenía la escusa perfecta, bajo mis días y mi vida de condicionantes, el reloj mostraba que el tiempo era a mi favor. Faltaba media hora para encontrarme en la cita de las cinco en punto frente del monumento a la revolución. Entre las opciones de la cafetería de paso elegí "la habana", quizá por la recomendación de una vieja amiga de la preparatoria que sugería ese lugar para nuestra próxima reunión, pero que la otra más fresa, siempre haciendo las cosas más dificiles, propuso algún lugar difícil en la condesa.

Bueno, la idea era pasar pero no pasé.

Salí del metro juárez, entre las banquetas invadidas por puestos de portafolios, plásticos para que los teléfonos celulares y tacos de carne de dudosa procedencia, hubiqué una calle principal que no recuerdo el nombre, pero supongo principal, porque en el fondo se veía el monumento a la revolución y además cruzaba avenida reforma.

En una esquina, que después supe la calle era la parte tracera o alguna de las entradas del periódico "el universal", di la vuelta, porque me llamó la atención un cine con un símbolo chino. La calle es vieja, y alguién con un estricto sentido progresista diría que muy jodida. A mí, no se porque, tal vez me recordó, o recordé el cuento de rafael bernal del complot mongol, pues la calle es vieja, antigua y con el abandono chino o extrangero. El contraste al esplendor de la ciudad, de "avenida reforma", y esa estúpida costumbre que tienen los pobretones de caminar por ella. A mí ciertamente me abruma, me ofusca, me sofoca el humo de los automóviles desesperados por la gran cantidad de semáforos.

Bueno, el caso es que me metí en la calle tracera al edificio del periódico "el universal". Es vieja, con un toque de pesadilla de persecusión. No se como definirla, yo no diría que inhospita, yo diría que con contrastes. Vagabundos tirados y a la vez jente con portafolios (también los hay en reforma). El cine, con ese olor a palomas de caramelo, realmente no dan ganas de meterse ahí a menos que seas un estudiante post-puberto y pre-adolescente, creanme, esa etapa existe.

Fondas viejas, con mesas y sillas viejas pero resistentes, supongo con buena comida, una cantina convertida en lonchería, dios es una especie de inframundo. Doblando en la primera esquina hay una cafetería, dice "cafetería y artículos antiguos", y por ella regresaría porque me generó una especie de nostalgia.

Quisiera encontrar la forma más acertada para hacer la descripción, en un tono que no me haga parecer sorprendido por la desigualdad, como si no estuviera acostumbrado a cosas así. Tal vez fue la exitación de no saber que sucede realmente, que entre tus pasos el relieve se deforma, el aire debería oler mal pero no es así, el vagabundo podría sacarte una navaja y no es así, el señor de traje no debería estar ahí, y yo perdido, que verga...

Un edificio como iglesia lléndose de lado. Un escenario exitante de pesadilla, pero hóspito, el corazón de la ciudad, que perdura en lugares así, no la hipócrita avenida reforma.

                                 II

Me quedé dormido dos horas más lo cual retrazaba el plan del día. No se pudo resistir mi estómago al desayuno, antes de que caminara al banco a cambiar el cupón que me ayudaría a sobrevivir el verano.

Cambián las cosas cuando uno canjea esos cupones, uno puede cumplir simplemente las necesidades que un día antes parecían imposibles. Entré a la cafetería y a la señorita le dió hueva venderme un café por motivo de la hueva de contar monedas para el cambio.

Por la tarde visité a papá. Me gusta caminar con él y no lo había notado. Recuerdo la vez que me llevó al museo de las intervenciones, no se porqué sentí esa emoción oculta. Recuerdo todo, la camisa azul que yo llevaba puesta, el pantalón que se untó de algo apestoso, los tenis.

Ahora también, me dijo que si tenía tiempo de acompañarlo al correo y acepté. Llegamos a uno de esos viejos parques, realmente lo desconocía, pero no me parece un mal lugar. Parece uno de esos viejos lugares conocidos, que algún tiempo fueron muy populares, pero que la gente olvida. Almenos conté cinco cafeterías, pero con gente mayor a los 50 años en ella. Papá explicaba que el quiosco del parque era giratorio, y que probablemente segía así... en el fondo el cine y una heladería... etcétera.

Pude imaginar que realmente estaba bien, en aquel tiempo, sería más hóspito. El lugar tiene un aspecto de nostalgia y olvido, de soledad. Ahí están los cafés que buscabámos mi querida Mary, ahí puede uno estar sentado leyendo o escribiendo. Ahora solo falta probar el café.

Al llegar a la oficina de correos la señora dijo que no se podía facturar, "que no había sistema". Yo pienso que más bien no hay quien sepa usar la computadora, ella tenía facha de inepta y huevona. De que le da hueva aprender a utilizar la computadora. Si, eso es.

No pudimos utilizar el correo.

Mientras tanto yo, en mi ensueño, parecia que tal vez ya había visitado ese lugar, por los letreros del transporte público recuerdo que por ahí había un museo de geología. Le pregunté a papá y dijo que no. Yo sospecho que sí, tal vez regrese, con mi libretita... porque efectivamente, los lugares son tan viejos que no tienen clavijas para lap-top, pero no importa, son bonitos.

Imitación

Me conseguí una de esas novias, que uno se consigue para tener sexo. No sé si uno se hace o realmente así es el juego. Ella te dice que no es así, y que no quiere,...

Okay, andas con ella, te excita pero sabes que no quieres una relación seria. Y cargas tu moral cristiana, cuando por la noche te pregunta cómo te fue en el día. Sabes que tienes que parar. Pero que tienes que seguir por tu necesidad y ella está a gritos pidiendo que le rompan el corazón, para imitar las telenovelas que veía con su madre cuando pequeña.

y tú ¿A quién imitas? ¿atu padre? o ¿a tu abuelo?, ¿a tu vecino? o ¿a tus amigos?

Impunrualidad y amistad

Desde pequeño me enseñaron el vicio de la impuntualidad, después en la secundaria comencé a luchar contra él, algunas veces fructíferas otras no tanto.

Como esta lucha representaba una tortura uno buscaba alicientes, por ejemplo, prendías el switch enamoradizo mientras tuvieras la suerte de que las susodichas eran puntuales. Primero Andrea, después en la preparatoria, la hermosa Helena, dios te cuide hermosa doncella.

Para la reunión de hoy a las 7 necesitaba salir a las 6 para llegar puntual. No se recorre una distancia larga, pero con el tráfico, las impresiones en papel que debía hacer, más algún pequeño inconveniente, era el tiempo justo.

Repito que la reunión era cerca de la casa, pero desplazarse en la ciudad es muy estupido, y creo que yo como muchos he caído en la renuencia de que es estupido salir con una hora de anticipación cuando te diriges a un lugar cercano, pero no hay de otra.

La serie de Netflix que veía en ese momento terminó 6:20. Salí a toda prisa, pasé a utilizar la impresora lo cual me tomo 20 minutos contando el ascenso al bus, después llegue 7:30 a pesar de encontrar una ruta más corta.

Porqué, si sabía que llegaría tarde me detuve más tiempo para ver el capítulo de la serie. Creo que uno llega a la cuenta que la impuntualidad algunas veces puede ser a propósito, porque efectivamente desplazarse en la ciudad es estúpido.

La ciudad absorbe tu tiempo de una forma u otra, el tráfico es una de ellas.

                                   II

Hay tipos que pretenden ser amables, incluso té dicen "hey amigo, voy por café o a comprar una mexican fast food (garnacha) ¿vas conmigo?, ¿quieres que te traiga algo?, cuando en el fondo saben que mutuamente nos cagamos la madre.

Digamos que hay alguien que me caga las toronjas. Típicamente las personas que te llaman tacaño son las más jodidas, enserio dosientos pesos se te hace caro (te preguntan), qué haces cuando sales con alguien (te vuelven a preguntar), le pones cara, amigo así no vas a llegar a ningún lado (aseveran). Mira tengo un libro donde... Mira yo salgo con una chava... (Y te muestran una fotografía de alguna especie de modelo en Internet).

Y sabes que es un completo idiota, la gente culta no dice groserías ...(te dicen) Culta o con cultura es distinto (te vuelven a aseverar) .

Oye y cómo van tú y ella....(preguntan)   Oh nada hermano solo juega conmigo (contestas) cuando sabes que en el fondo estás saliendo con ella. Después ella burlándose te dice , oye tu amigo me llegó, me preguntó qué si tenía algo contigo...

Y bien, a todo esto sientes lástima, regularmente son tipos cinco o diez años más que tú, y que pronto tal vez te vuelvas un asqueroso despreciable.

Bueno, el mejor punto es que son personas extrañas. Saben que te hablan no por amistad, sino porque es molesto que lo hagan. Les gusta surrarte el palo.

Yo solo diré  que utiliza una máquina que puede ponerse en silencio, y que sabe el sonido me pone histérico. Bueno lo hace, y yo me tomo la oportunidad para decirle "oye amigo sabes ¿quién es el idiota que activa el sonido de la máquina?, no tiene sentido, en serio la gente es muy estupida por aquí".  Y él dice, si fíjate que el otra vez...

De ante mano los dos sabemos que...  y decimos a propósito, creo que es una amistad torcida post moderna.

sábado, 9 de julio de 2016

Huevones

En vacaciones los alrededores de la universidad tan transitados se vuelven sórdidos. Si observas una patrulla no sabes si sentirte seguro, creo que ya no, más bien salta el miedo por ser extorsionado.

Por la mañana me dí cuenta que las puertas usuales estaban cerradas, eso implica que debemos buscar las entradas de las avenidas principales. La avenida dominguera, por donde muchas veces he entrado con la bicicleta, estaba en remodelación. A las afueras una patrulla.

¿Vamos, vas a detenerme a pesar de esta facha de ñoño inútil ?

Cuando me vieron acercarme, rápidamente, uno de los gorilas salió del veículo para preguntarme que se me ofrecía. Que idiota....., preparé una respuesta como distraído, con actitud de que su presencia me importa un carajo, pero con el miedo dentro.

Me preguntó a dónde me dirigia, yo le dije que al Intituto..., y pensé que era una pregunta estúpida porque dudo que conozca el interior de la universidad, y lo que se hace ahí, y mucho menos aquel intituto aunque últimamente los esfuerzos de divulgación científica se han incrementado.

Bueno, me quede pensando en eso internamente, como si lo conocieras... y ese es el problema. Alguna vez leí en el periódico cierta columna de opinión sobre la situación de la policía en nuestro país; malas prestaciones, mal equipo, mal entrenamiento, malas condiciones de empleo, sueldos bajos y retrazados; que típicamente un policia adquiría ese empleo por que ya no quedaba de otra, con lo anterior mencionado más a parte que de alguna forma significa que vas a arriesgar el pellejo, a qué muchacho universitario, o a qué familia con muchacho universitario desearía que su hijo termine como policía. En cualquier caso, hasta esos policias de más alto grado federal con un mejor sueldo, pero que al final de cuentas es la misma basura. Cuando tenemos necesidad de que la justicia esté de nuestro lado, mas nos decepcionamos...

¿nosotros somos justos?    ¿quién quiere arriesgar su pellejo?  no los suficientes. 


                                  II

Huevones



Una buena tarde, la muchacha que atiende la cafetería decidió no venderme más café molido para la prensa francesa. Odia molerlo, le da hueva. 

Previo a la ausencia de las ventas, me dijo que su máquina se tardaba mucho moliendo. Entonces tenía el rito de moler el grano poco a poco y lo pesaba en su báscula electrónica. Después me dijo que la máquina no estaba disponible, y después que ya no había forma de molerlo para prensa francesa. Entonces, comprendí que le da mucha hueva moler el café para mi desfortunio.

 Un buen viernes por la noche, estaban sus amigos y ella en la cafetería tomando cerveza, le pedí un te chai y me dijo que no, que ya no había servicio.

Después entre risas sin sentido le decía a sus amigos "me caé bien pero ahorita no quiero atender".


Otro huevón campeón es el nefasto oso mantocoso del ocso. Si vas por las noches, después de las diez y media le da hueva, de por si antes, por devolverte el cambio. Por ejemplo, compras unas galletas de 18 pesos y pagas con un billete de 50 ni creeas que se va a molestar en venderte. Le vale un carajo, la tienda no es suya, no tiene pérdidas, tiene su miserable sueldo integro pero puntual.


Ahora bien, si pagas las galletas de 18 pesos con un billete de 20 te dirá que no tiene cambio, y si te mueres de hambre le regalas 2 pesos. Es una propina injusta forzada.

También redondea si no te das cuenta, porque le da hueva darte cambio en centavos.


El campeón, y no se si por que me recordó un pasaje antiguo de mi vida. No se como voy a contar esto, sucede que algunos años acompañaba y trabajaba con mi padrino de alguna tradición católica. Digamos que él se encargaba, o tenía, una pequeña empreza. No diré exactamente que hacía, pero hablaré de sus empleados. Tenía una secretaria, una señora que se encargaba de la comida, los señores de intendencia, jardinero, un muchacho también ahijado suyo que le producía mucha lástima y que lo aguantaba a pesar de ser un perfecto huevon, y los demás a su cargo....

Parte de mi trabajo era corregir los errores de las personas, y hacer lo que era su responsabilidad. Es decir, ¡gracias a los huevones tenía trabajo!

La secretaria era una inepta, a menudo debía revisar errores en algunas cosas, he de decir que la ortografía no es mi fuerte, pero ella se comía letras o ¡escribia al revés!  Un día, un paciente y buen señor me dió una explicación "esque algunas personas tienen dislexia". Desupés el poblema se resolvió cuando la secretaria se casó y el esposo celoso no la dejó trabajar nunca más. Entonces llegó otra más productiva y mi vida en ese lugar perdía sentido.

Típicamente la señora de la comida, no se, supongo que hacía bien el trabajo. Pero los fines de semana curiosamente se iba más temprano, el gasto para la comida lo reducia en un guisado mediocre.

Los jardineros no iban, dejaban crecer la hierba a pesar de disponer de buenas herramientas y gasolina para las máquinas. Cortar el pasto y la hierba era más sencillo con las máquinas, muchas veces tuve que hacerlo evocando las maravillas del homnbre inteligente y débil como yo, hasta yo podía hacer jardineria, bendita sean las maquinas invento de los hombres inteligentes.

Pero el más huevón de todos era el ahijado. Si. Su trabajo era, no se, tal vez el mio era más claro, corregir los errores de los demás en mi condición de estudiante universitario.

Él también hacia que hacia, cortar el jardín, lavar el auto, cambiar esto, poner lo otro. Tenía la característica peculiar de perder las herramientas, el dinero de su mesada etc.

Se enojaba porque no dejaba las herramientas en su lugar, y luego no las encontraba, porque probablemente alguien se las había robado.

- "Y el desarmador tal, no lo encuentro no está, pero lo utilizaste antier, si y lo dejé ahí", -

y aunque no lo dejaba en su lugar, el se enojaba por no encontrarlo. Definitivamente él no robaba la herramienta, desaparecía por su ineptitud. Que si dejaba la escalera fuera de la bodega, la maquina tal fuera de la caja.

Desde niño aprendí que si las cosas las dejabas fuera de su lugar por alguna razón desaparecían o era más dificil encontrarlas.

Hoy pasó lo siguiente.

El señor encargado del mantenimiento de las habitaciones o cubiles donde nos quedamos los estudiantes, esta mañana me sorprendió, me preguntó por la escalera. Enserio que nadie podría en este lugar robarse una escalera, y mucho menos ocuparla. Este lugar está lleno de niños inútiles para trabajos rudos, niños inútiles que en su vida se enfrentaron con algo como cocinar o lavar su ropa.  Me pregunta ¿ocupaste la escalera?, con el miedo que me dan esas madres, ¿tienes la escalera?

Internamente pensé 
¿para que mierda quiero yo la escalera?  para hacer cálculos matemáticos. Para que ocuparía la escalera si estas tú estúpido imbécil. Huevón de puta, ¿dónde la dejaste?, perdiste una enorme escalera huevon de mierda. La escalera a la vista de todos, te la llevaste a otro edificio, porqué no la dejaste en su lugar huevon de mierda.

Después me quedó mirando, como si le estuviese jugando una broma y dijo "No la he visto, pues se la robaron."

NO me importa es tu herramienta de trabajo huevón.




                                               III

El chico nuevo.


Tal vez la gente que dice "se tu mismo" no es tan idiota después de todo.

Llegó un chico nuevo, de esos que te piden ayuda inesesaria como utilizar la lavadora por ejemplo. O que inmediatanmente se presentan "me llamo tal " y te empiezan a hacer plática sin antes preguntarte tu nombre con ese afán de socializar para sentirse socialmente aptos o socialmente no excluidos. De esos que a la hora de la comida no quieres que se te acerquen, porque llamán tu atención a lo puro pendejo con preguntas obvias haciéndolas estúpidamente interesantes.

Anoche me dijó, "oye sabes desde dónde caminé hoy" y le dije irónico, no me interesa. Pensé que eso ya lo detendría definitivamente, sin embargo hoy en la mañana continuó con sus fastidiosas preguntas idiotas para socializar.


La ciudad es grandioza mientras tengas plata, y un buen plan, una buena mujer a quien tirar. Mientras tanto, espera a que te rompan el corazón y veas que el que crees el amor de tu vida es follada arduamente por alguien menos mejor que tú. Sí, esa serie de contradiciones que representan.  Después pasarás hambre y como ya te diste cuenta, la ciudad no es ciudad si no tienes varo para comer comida mala, beber cosas adulteradas y añorar la provincia pendejete de mierda, chico nuevo.

martes, 5 de julio de 2016

Viejas prácticas

¿Egoísmo?


Uno se la pasando dando tiempo a los demás y los demás te dan su tiempo, esto parece un cículo vicioso. 

¿Qué se hace cuando realmente se tiene tiempo libre? Pero ese tiempo libre que llega asi de repente. Cuando te levantes e intentas trabajar pero no hay nada, y no es por flojera, realmente no hay nada pendiente. Repentinamente te das cuenta que no tiene sentido hacer cálculos o estar sentado al ordenador, que el edificio solo está cerrado con un vigilante gordo viendo la televisión.

Amaneces con ímpetu en casa y realmente, como ignoraste a la soledad, no se pueden reprimir los fantasmas que ahora piden tiempo. Le das rienda suelta al más terco, al que sabía que ibas a estar libre, le das rienda suelta y te detienes, pues sabes que te va a llevar a la locura o a esa línea entre seguir respirando o desangrarte, y si es posible con pistola en mano te pegas un tiro para no joder más al mundo.

Me preguntaba que hacer. El desayuno me lo salté con un yogurth del Ocso y unos minicolchones de pan con azucar pegajosa, canela y pasas. ¿Hambre? si tal vez, me la quitó el cigarrillo que me fumé.

Hace poco les comentaba a mis amigos que una de mis actividades favoritas de adolescente era cuando estaba en la preparatoria y terminando las clases visitaba la tienda Tower Records, para babosear discos, a ponerme los audífonos y escuchar discos muestra.

Disfrutaba la revista zónica, la columna de Daniel Gutierrez "Solo para Locos" y sentado en la banquita del lugar nadie te molestaba.

Bueno, después del recuerdo me decidí comprar un disco, porqué no para pasar el tiempo conmigo, y bajo el sentido de fidelidad de una de mis bandas favoritas, a pesar de haberme reventado el nuevo disco muchas veces en el apple music streaming, decidí ir a la única tienda de discos que sobrevive y que tristemente agota sus sorpresas porque se está convirtiendo en una mierda.

La mayoría de los anaqueles guarda música chatarra para señoras burguesas o gente burguesa, no se, supongo que estadísticamente, se metén a la tienda, a lo pendejo, y agarran uno de esos discos. O niños caprichudos, pretenderan comprar la pélicula de finding dory.


Radiohead había llegado, tomé el disco y me puse a usmear otras fidelidades, claro, también faltaba el disco El Pintor, solo por fidelidad a Interpol. 

Me puse a usmear más, y desconfié de la zona de Jazz cuando en la entrada me encontré con un disco de Agustín Lara y desubicada, en la misma zona un anaquel que decía movie soundtracks.


Olvidado, se encontraba un disco de un tal Gary Clarck Jr. Me dió buena espina. Lo compré con esa exitación de la sorpresa.

Más tarde en casa, destruí las envolturas para conocer el arte y fotogradías de los discos que compré, uno sigue disfrutando de eso, es un derecho que tenemos.

Mientras meditaba, el mundo ya no es el mismo, es más porquería. Pensaba en el filete de pescado que me comí con mole de pepita verde y arroz verdozo y sprite. Digo, no vengo de familia burguesa para ser un exigente con mi paladar pero esas porquerías las hago en casa. Uno no paga porque te vean la cara de pendejo y decír, "así va joven"  ¿bueno le gustó?  ¿Quiere que le ofresca café?

y qué le pasó a la natilla de sanborns? y a los 80 pesos que bastaban, para aguantar las cosas que simulaban ser un consomé ahora ya no, bueno, después cada vez era una mierda pero te aguantabas por
la natilla de vainilla que era genial. Tomé tristemente mi café, pero a decir verdad los días tienen cosas buenas, al poner el disco, la canción tres sonó con un buen riff acústico, entonces contento, me sorprendí como antes. Compré un buen disco, mi corazonada aún funciona.

buenos días

Se que tengo problemas cuando despierto minutos antes del medio día. Debemos confesarlo, algunas veces anhelamos la resaca como premonicion a un final inevitable. Anhelo la resaca, pero la embriaguez vela combinada con angustia. Esa no era la idea.

La idea era olvidar, muchacho, enserio tienes problemas.

Para que entiendas

De las películas mexicanas y de mis ancestros aprendí; alejarme sin decir nada.

No quiero que te sientas culpable de algo que puede ser incierto. Me voy porque quiero, mis profundas razones no las entenderías.

Así somos los latinoamericanos, muy pasionales.

Que se termine el verano

Que se termine el verano para no tener el pretexto de salir.  Ya no quiero salir este verano, amigo, me siento cansado. Me zumban los pies c...