Si has parado en este rincón podrido y secreto, debes saber que todo aquí es ficción. Da click en los títulos para leer completa la ficción.
domingo, 21 de enero de 2018
nueve años
9 años
Como pasa el tiempo, y tan solo podemos halbar de lo que hicimos los últimos meses. Tengo más cosas que contarte pero no las quiero contar ... tienes muchas cosas que contarme pero sospecho que no me las quieres contar. Y así está bien ... se deterioran las ¿fotografías nueve años después?
No tengo mucho que decir, no tienes mucho que decir ...
Mejor me presento de nuevo
Hola soy Gerardo, me dedico a modelar explosiones para exlpicar radiación que viene ... tengo tantos años, soy de placeres sencillos como tomar el chai o las palomitas de caramelo recién cocinadas. Me gusta comer los fines de semana con mi novia, también adoro caminar y escuchar música. Viajar en autobús y mirar por la ventana. Si tomas un vuelo conmigo, puedes ver mi genuina cara de "cagado de miedo", nunca lo he podido superar...
Angel eléctrico
La primera canción que escuché de soda estereo fue "la ciudad de la furia" en la versión del unplugged eléctrico. Después seguía "un misil en mi placard" con una entrada peculiar de potentes guitarras acústicas. Pasó mucho tiempo para que supiera el significado de la palabra placard, de hecho nunca se me ocurrió buscarla en un diccionario o en internet. Simplemente adoraba como se escuchaba la canción y eso bastaba para mí...
Hace poco un argetino me contó los hechos de una jocosa borrachera donde una de las tantas estúpideses que ocurrieron fué orinar en la puerta del placard. ¿Y qué es el placard? Es un closet...
Angel eléctrico ... con la mirada cargada de energía y definitiva. Seria y con una cara mirándome fíjamente y como si aún me hablara "imbécil ... tanto planeaste esto para tener una fotografía mía". Así aparece en la fotografía de la adolescencia "Eli", junto a mi primo Aaron quien cumplía plan rebuscado, se hizo pasar por el pretendiente y pedir una fotografía junto a Eli en el festival de invierno. Yo tomé la fotografía ...
Algunos meses antes, grabé una cinta con la nueva música que esta descubriendo en mi pubertad-adolescencia. Como extraño aquellas tardes donde me recostaba escuchando la grabadora, con nuevas canciones que llegaban a mis manos, recomendaciontes también de nuevas personas que estaba conociendo.
¿Lo ví en alguna película? que era costumbre de los ochentas grabar una cinta y entregarselo a la chica que estabas pretendiendo.
Después, por alguna razón tuve una banda de rock, y por alguna razón nos estábamos agarrando de buena fama, o eso creíamos. Habíamos tocado en el Hard Rock Live (QED) y en ese tiempo representaba un extásis tocar canciones ante un público de hebrios adolescentes y chavorucos, estábamos teniendo mejores toquines y eso aumentaba mi ego.
Por alguna razón fuimos a dar a la casa de Eli porque era su cumpleaños, y debíamos tocar ahí, pues un amigo estaba involucrado en la organización de la fiesta y nos pagaría con cerveza, y por el gusto de embriagarnos juntos. Todos mis amigos sabían la historía, quizá no exactamente de la cinta que grabé, sino de que algún momento le traía ganas a "Eli". Después, el hermano de Eli, entre bromas abrumadoras y sarcásticas me dijo que también él, su hermana y su madre sabían la historia. Entonces me sentí apenado, por lo frikkie que habían parecido mis acciones de puberto en el pasado. El problema no era la cinta que grabé, sino que hice pasar a mi primo por el pretendiente de Eli, cuando todos sabían que el interezado era yo. Y entonces, tomé aquella fotografía del festival de invierno, o de verano, ...
Sentí que todos esperaban un espectáculo, - " espera a Eli fue a comprar cervezas " - decía su hermano. No sé porqué sentí que todos esperaban un espectáculo, ..., y no era tocar con la banda de rock. En un momento de arrebato tuve uno de esos enojos estupidamente injustificados y les dije que nos fueramos a otro lugar. Terminamos en una fiesta horrible, tomando alchol varato y horrible, y con las ganas de volcer a ver a Eli.
Me arrepiento de no quedarme en su fiesta ... de todos modos un frito ya era, de menos me hubiera tomado unas buenas cervezas mientras su novio se la comía a besos. De todos modos qué importaba una pendejada más.
dónde está mi ...
- ¿Dónde está mi hembra? - decía el Papa gateando estúpidamente perdido, en una fiesta de orgía, en alguna sala del vaticano buscando a Juliet. Y cuando ella estaba en el internado de monjas y aquel sacerdote le dió la comunión poniéndose la ostia en el ... - Susurrábamos cagados de risa cuando el cura daba la homilía en la acción de gracias por el bautizo de Emannuel.
Después el cura volteó y nos preguntó cuántos sacramentos en su vida debía completar un buen católico. Yo respondí que eran 3, y después le pregunto a la gente en las filas siguientes, y todos contestaron que tres, hasta que un niño que supongo estaba actualizado por sus recientes clases de catesismo respondió que eran siete. Y después el cura siguió preguntándonos para hacer notar nuestra ignorancia, la cagada por mi tatuaje en la mano "be true to yourself", el templo de dios tu cuerpo y debes respetarlo.
¿Dónde está mi hembra? me perseguía la frase bufona cuando coincidimos aquella mañana fría tomando café horrible en la presentación de ante proyectos. Pero no la mencioné en la mañana, sino en la fiesta donde te econtre camino a ella... Sin querer fué, porque timidamente me adelanté para hacer valer que realmente se trataba de una coincidencia; volverte a encontrar por la noche, y volverte a encontrar en la pista de baile, entre las luces azules y las pulseras flourecentes. Todos te perseguían, déjenla yo la ví primero, como cuando gritaba en la primaria ...
Te encontraba, te perdía, después ... dónde está mi hembra ... la he perdido, ella tenía el tatuaje que leyó en Hamlett "be true to yourself"
It's just like Hamlet said, To thine own self be true. ... and it must follow, as the night the day... thou canst not then be false to any man.
Después el cura volteó y nos preguntó cuántos sacramentos en su vida debía completar un buen católico. Yo respondí que eran 3, y después le pregunto a la gente en las filas siguientes, y todos contestaron que tres, hasta que un niño que supongo estaba actualizado por sus recientes clases de catesismo respondió que eran siete. Y después el cura siguió preguntándonos para hacer notar nuestra ignorancia, la cagada por mi tatuaje en la mano "be true to yourself", el templo de dios tu cuerpo y debes respetarlo.
¿Dónde está mi hembra? me perseguía la frase bufona cuando coincidimos aquella mañana fría tomando café horrible en la presentación de ante proyectos. Pero no la mencioné en la mañana, sino en la fiesta donde te econtre camino a ella... Sin querer fué, porque timidamente me adelanté para hacer valer que realmente se trataba de una coincidencia; volverte a encontrar por la noche, y volverte a encontrar en la pista de baile, entre las luces azules y las pulseras flourecentes. Todos te perseguían, déjenla yo la ví primero, como cuando gritaba en la primaria ...
Te encontraba, te perdía, después ... dónde está mi hembra ... la he perdido, ella tenía el tatuaje que leyó en Hamlett "be true to yourself"
It's just like Hamlet said, To thine own self be true. ... and it must follow, as the night the day... thou canst not then be false to any man.
viernes, 24 de noviembre de 2017
Idea estúpia
¿Recuerdas cuando eramos aprendices? buscabamos las mejores ideas, como pepitas de oro en un río, que mas que río parecía un charco fangoso. La mejor cosa que pude escuchar y que alimentaba mi ego es que, a pesar de mi estupidez, tu llegaste a la conclusión y les dijiste a nuestros amigos que yo era un genio. Poco después entendí que no era por entender mejor y mpas rápido, sino porque tenía la capacidad de contarte historias enredadas con descenlaces trágicos, bajo cualquier pretexto, con cualquier figura geométrica, con cualquier rayo de sol, y parecían muy coherentes, pues los dos estamos locos.
Después te alejaste, porque nuestras amigas comenzaron ese rito extraño, que parece ficticio, pero aún no encuentro el argumento para sostener que es real; no te hablaban, te miraban feo ... te dije la cosa más simple y torpe, pero sincera, que solo se me podía ocurrir en ese momento: "Esque tu eres bonita, no les hagas caso, te tienen envidia ... sabes ... deberías juntarte con otras personas ..."
... y te alejaste ...
buscaste personas, y cada vez se te ocurrían las cosas más estúpidas. Jugaste al futbol, peleaste en karate, en el boliche, jugaste en el equipo de ajedrés, te metiste en clases de baile, aprendiste a tocar el piano, y en ningún lugar encajaste. Ninguna cosa hiciste bien, y estaba para deprimirse.
Después nos seguimos encontrando hasta dejar de hablarnos, después, nos volvimos a hablar y me preguntaste si estaba bien la manera en que ahora invertías tu tiempo, en la teoría filosófica de .... que pronto alguién te publicaría ...
Después eras más liberal, después fotógrafa, después no se que chingados porque dejaste de asistir a la cafetería donde te encontraba por las mañanas.
Alguna vez te dije que necesitábamos reconciliarnos con la soledad, qué no era una novela trágica la vida de un solitario... y después cada quién olvidó la soledad.
Me da mala espina, que hables de la soledad como algo malo, que llegó alguién a salvarte, como una historia barata, de tí, del personaje que no encaja en ningún cuento, pues tu historia no ha sido inventada.
Siento angustia, porque veo que te diste por vencida, con ese traje de esposa, con alguién que no tiene ni la más remota idea, como un muñeco que programas cuando duerme, y después te duermes olvidando, y después despiertas pensando que va a dirigir tu alegría. Yo creo es el conjuro más pendejo que se te ha ocurrido.
Yo tampoco estoy solo, pero nunca maldigo la soledad, le debo temor como a un dios viejo, llevarte bien con ella tiene la ventaja de que al abandono la soledad te reciba con los brazos abiertos. Temo por tí, y si llegas después ¿y la soledad se ha enojado contigo?
¿quién te abrazará? ¿otra persona carente de afecto ?
jueves, 23 de noviembre de 2017
Foto
A las tres pasando la media noche, el mundo y el cuerpo tienen comportamientos extraños. El mundo muere apagando su voz y queda el eco del silencio, que instintivamente sin explicación coherente, hace entrar en pánico al cuerpo y prende la radio para sofocar el silencio.
El estómago se comporta como si estuviese deshecho, con fuertes punzadas que por alguna razón le dicen que es preciso ir a dormir para apagarlas, pues el vostezo no se hace presente, y sus ojos bien abiertos como los de un búho pero cansados de mirar.
Como queriendo olvidar el miedo a quedarse dormido, mira fotografías de hace algunos años y después de algunos meses, como para proyectar la película silenciosa del olvido, de que el mundo es relevante, de que los suspiros no lo son.
Y ahí está sin querer, ella, como en una foto de ensueños, que parece más bien un montaje. Con sus jeans absurdos rotos por el rozamiento de los muslos, con su combinación colorida sin sentido. Y se pregunta ¿recuerdas cuándo teníamos pena por decidir el lugar donde charlaríamos en nuestra primera cita? Ambos sabíamos que no teníamos dinero, tu por la desgracia de tu novio pensabas que no merecías que te pagara la cuenta de tu consumo, y yo por no verme jodido quería hacerlo.
Caminaron y ella se dió cuenta que él no haría nada, tan solo se consumió el tiempo, tenía la cartera con un billete suficiente, pero era inexperto. Charlaron y caminaron hasta el hartasgo. Salieron unas cuantas veces hasta que ella decidió por alguna razón, de esas que se entienden cuando dejó de contestar el teléfono, que no quería seguir el juego.
Se hartaron de algo que no sucedió, y ahora él decide que no llamará. Prepara un sandwich, la noche debe continuar, el sol en algún momento asomará.
jueves, 2 de noviembre de 2017
Descubrimiento
Ese hombre listo, inteligente, dice lo contrario, dice lo contrario ...
¿Porqué se comporta como un idiota?
Para llevar con los sentimientos de culpa, para sentir que no es culpable de sus planes macabros.
Te descubrí.
¿Porqué se comporta como un idiota?
Para llevar con los sentimientos de culpa, para sentir que no es culpable de sus planes macabros.
Te descubrí.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
La misma historia de siempre
Ya me cansé de contar la misma historía de incertidumbre, "de la carrilla que aguantaste", de que se te olvidaron las respuestas del exámen, de aprender tanto y olvidarlo todo por mi nerviosismo, por quere escapar, de que no sabías la energía del estado base del oscilador armónico, del proceso nefasto, de la educación mediocre. De que me remueve las tripas el solo mirarlo, de que sigo aquí porque me gusta trabajar obstinadamente en esta chingadera que está muy perra de entenderse, y además le cago la madre, porque conoce bien mi rostro y mi nombre, mi proceso ... mi proceso. Te juro que descubriré el método, la disciplina me salvará como a tí. Pero me pregunto, ¿porqué no te quedaste con los grandes? La pregunta no es ¿qué hago yo aquí? sino ¿Qué haces tú aquí?
Y tú también, ¿porqué te haces el disimulado cuando pasas de frente?, ¿porqué no me ves a la cara? aún te sonrío, pues fuí un niño estúpidamente religioso, me enseñaron a sonreirle a quien me escupe la cara. ¿Apoco no me recuerdas? Si pocos jóvenes te frecuentan. Ahora aprendí que hay que tomar en cuenta los rumores, nunca debí contactarte, pero así debía suceder, para darme cuenta que estaba tomando el camino equivocado. No te detesto, me detestaba a mi mismo cuando te miraba ignorándome como si no supieras que me hiciste pasar un hambre de perros, enserío que pasé mucha hambre, porque ¿querías hacerme reflexionar? No lo vas a lograr. Me dijiste mentiroso alguna vez, y yo me pregunto ¿porqué nadie se atreve a refutarte? Estudias una teoría que jamás pegará, después de seis meses, como lo prometiste, terminar lo que yo no podría, hasta hoy no lo has terminado. ¿Dónde está? Tu no cumples los estándares, de gente que he conocido ahora mejor que tú y no tienen tu puesto. ¿Cómo le hiciste? Tú también eres un error. La pregunta no es ¿Porqué me aceptaron? sino ¿porqué te aceptaron?
Ya me cansé de contar la misma historia, aunque sea lo más verídico, la verdad, cuando me preguntan ¿siempre quisite esto? La respuesta es: Yo tenía idea de lo que quería y las circunstancias me arrojaron a esto, que es muy parecido a lo que quería, pero estaba mal hubicado. Siempre fuí el odiado y querido, el sabelotodo e idiota ...
Ya me cansé de contar la misma historia, lo diré como ustedes. Sí, desde niño me gustaban las matemáticas ... mirar el cielo ... cuestionarlo todo ... sigo siendo un niño.
sábado, 2 de septiembre de 2017
Supuesto
Comprando cajas de goma de mascar sustituyo mi necesidad por fumar cigarrillos. Tomo la goma de mascar, mi cabeza calentándose, hace calor, me duele la cabeza, me molesta todo, el ruido de los perros abajo en el parque, sus dueños tratando de hablarles como humanos. De repente suena la puerta, es el vecino tratando de hacerse el gracioso.
Cada que se pelea con su novia viene a chingar ... Puede ser con cualquier pregunta pendeja. Creo que si en este momento listo las preguntas me pondré más neurótico. Basta con decir que, él estaba pensando en utilizar un celular viejo para espiar a su novia, me preguntó qué si yo tenía un celular vejo que él pudiera usar, yo evidentemente le dije que no.
Después regresó a los 10 minutos preguntándome si podría venderle un jabón para trastes. Le dije que ya no tenía, con el miedo que revisara mi cocina y se diera cuenta que si.
Después regresó con una bolsa de palomas y preguntó si podía usar el microondas para cocinarlas. Me preguntó que si yo quería ver una película, a lo que respondí que no.
Después que si quería ir a comprar tacos.
Después cerré la puerta y no abrí. Fingí dormirme, al otro día por la mañana le dije que me quedé dormido.
La gente no sabe estar sola, pero este descubrió que su novia era una scort. No se cómo se debe tomar algo así, pero probablemente no necesite venir a hacer palomitas al departamento, él necesita un psiquiatra.
Linda mujer, regresa con él, dile cualquier mentira que él te la va a creer. Regresa para que deje de molestarme y de paso deja tu targeta debajo de la puerta.
Excusas
Estoy vestido formal porque es la única ropa limpia que me quede, se que estaré en problema porque en el cajón de los calcetines y calzoncillos solo queda uno de cada uno, es decir, un último día. La camisa formal y el suéter formal de viejito están por rendirse.
La quincena pasada compré un garrafón con 5 litros de detergente, me queda medio kilo de detergente en polvo. Aunque los días sean nublados, la ropa siempre queda colgada bajo el techo, vasta con una corriente cálida de agua. No me gusta utilizar lavadora porque pienso que gasta mucha agua ni secadora porque llegaría más cara la factura del gas.
Tengo el dinero suficiente para que laven la ropa en la lavandería o que venga alguien hacerlo.
Tengo todo, pero soy un mamón, enserio, es lo de menos que alguien lo haga, persona o máquina. Pero no me gusta que alguien ajeno sujete mis sucios calzones y despinte la ropa utilizando cloro. Me reuso a gastar mas de 20 litros de agua en una máquina.
Los días han sido tan pesados que llego cansado del trabajo y no me quedan ganas de lavar ...
jueves, 8 de junio de 2017
El genio incomprendido
Ahí estas, esperando ser el genio incomprendido, que la historia te haga justicia, para que la gente en un futuro piense que los demás eran idiotas y tú el genio incomprendido, que cerró sus bocas y sonrisas fantasmas.
Ahí estas con tu porquería de oficina y el reguero de hojas, con la maleta que no desenpacaste después de tu último viaje a europa, para despejar tu mente, para hacer el trabajo de tu vida. Quieres callarles la boca, quieres decirles que no eres un don nadie, por eso compraste ese auto deportivo que por cierto le hace falta llevar adentro una mujer hermosa, pero así almenos antes de que te vean bajar te admirarán, antes de que vean tus lentes de fondo de botella y la vista que vas perdiendo en cada lectura inútil que te arrebata una vez más y más de la realidad, que intentas describir, con las congeturas que pierden validez con el tiempo.
Te equivocaste de tiempo.
Ahí estas con tu porquería de oficina y el reguero de hojas, con la maleta que no desenpacaste después de tu último viaje a europa, para despejar tu mente, para hacer el trabajo de tu vida. Quieres callarles la boca, quieres decirles que no eres un don nadie, por eso compraste ese auto deportivo que por cierto le hace falta llevar adentro una mujer hermosa, pero así almenos antes de que te vean bajar te admirarán, antes de que vean tus lentes de fondo de botella y la vista que vas perdiendo en cada lectura inútil que te arrebata una vez más y más de la realidad, que intentas describir, con las congeturas que pierden validez con el tiempo.
Te equivocaste de tiempo.
sin título
Me quedé mirando el monitor todo este tiempo, aún después de los regaños de Alicia con sus argumentos psicológicos sobre mi fenómeno del elefante encadenado que perdió la cadena, y se quedó parado al lado del árbol. El monitor era el árbol, y me quedé mirando la correspondencia, imágenes y el trazo del tiempo, como para determinar qué estaba sucediendo. Estaba mirando, gritando del otro lado de la ventana, cuando veía alejarte caminando sin escucharme, como si nunca hubiera existido.
Me quedé esperando como el niño abandonado en el zoológico, con una bolsa de palomitas y mirando siempre el mismo espectáculo, los mismos animales, los mismos domadores, las mismas cosas monótonas que incluso al reloj en el centro de la explanada le daba hueva contar. Cuando regresaste, y se repitió el ciclo, me fuí por el camino difícil congeturando la naturaleza de nuestro tiempo, y conocí a detalle lo que sucedería una y otra vez más incluso sin haberlo vivido, pero fuimos tan repetitivos que todo lo que ocurrió después no fue una sorpresa para mí.
Tus pendejadas no son una sorpresa, son solo eso, tu inocencia disfrazada para no sentirte culpable, para que el mundo piense que fueron culeros contigo. Pero querías hacerlo, y quieres seguir así, arañándote y destruyéndote las víceras que se regeneran y te hacen ver distinta.
Alicia se volvió loca, y las palabras sabias que dijo en el pasado siguen siendo sabias, cuando le cuento tus pendejadas le vuelve la lucidez, para recordarme que son solo eso, pendejadas...
Me quedé esperando como el niño abandonado en el zoológico, con una bolsa de palomitas y mirando siempre el mismo espectáculo, los mismos animales, los mismos domadores, las mismas cosas monótonas que incluso al reloj en el centro de la explanada le daba hueva contar. Cuando regresaste, y se repitió el ciclo, me fuí por el camino difícil congeturando la naturaleza de nuestro tiempo, y conocí a detalle lo que sucedería una y otra vez más incluso sin haberlo vivido, pero fuimos tan repetitivos que todo lo que ocurrió después no fue una sorpresa para mí.
Tus pendejadas no son una sorpresa, son solo eso, tu inocencia disfrazada para no sentirte culpable, para que el mundo piense que fueron culeros contigo. Pero querías hacerlo, y quieres seguir así, arañándote y destruyéndote las víceras que se regeneran y te hacen ver distinta.
Alicia se volvió loca, y las palabras sabias que dijo en el pasado siguen siendo sabias, cuando le cuento tus pendejadas le vuelve la lucidez, para recordarme que son solo eso, pendejadas...
miércoles, 22 de febrero de 2017
visita
Profesor,
hice exactamente lo contrario a lo que me recomendó, por eso me ausenté por medio año, ya sabía que las cosas iban a terminar mal. ¿Qué sería de mí sin mi terquedad?, en este momento no me siento arrepentido porqué entendí las razones, pero terminé apenado con usted.
Por eso me ausenté medio año, porque ya no quería entrar por la puerta de su oficina con mis conflictos acerca de lo que uno quiere hacer y lo que se debe hacer. Lo que el mundo necesita era tu respuesta, porque los tiempos han cambiado, porque los tiempos han cambiado, porque los tiempos han cambiado...
Soy exagerado al decir que las cosas terminaron mal porque en realidad no terminaron mal, aún sigo de pié, por ese pedazo de cuarzo dentro de mi corazón y que no sé aún de que se alimenta.
La pasé mal algunos meses, me quemé de nuevo y ya no estabas ahí para rescatarme, como lo hiciste la última vez frente a ese ñoño burgués y su terquedad al máximo.
¿Porqué lo hice de nuevo? Porque quería probar cómo era estudiar la Teoría de la Relatividad de tiempo completo, cosa que me mantuvo durante toda la carrera como la luz al final del camino.
Hice mi voluntad, porque siempre lo hago, porque siempre lo hago. Hice lo que me pegó la gana y ya sabía que lo iba a hacer, pero no sabía como decírtelo, porque me daba mucha pena. Entonces, lamento mi última conversación, porqué sabía que tenía que decir algo y quería que me escucharas.
Esta carta tira al dramatismo inútil a la mexicana, ¿porqué me siento con esta carga? Porqué me desespera arrastrar el lápiz, leer artículos sin asimilar nada.
Ya dejé por la paz a la teoría de la relatividad general y me quedé con la especial, para aplicarla a unos fenómenos muy bonitos en el universo, pero siento que nado en la oscuridad.
Me dan pánico las personas que entienden más rápido que yo, un amigo dice que soy perezoso, que hago difícil lo trivial, pero siempre me cargo esta puta histeria de entender los fundamentos.
Las cosas ya van bien, y espero terminen bien. Espero estar orgulloso de mi trabajo y no como la última vez, porque ahora si me siento libre.
Tal vez por estos días era el momento de visitarte de nuevo, como hace un año. Por eso te escribo, porque ya no estás en el mundo, porque te moriste.
Trato de intuir qué dirías
Te extraño y no sé si echarme encima la promesa que te dije en el funeral,
deseo ser querido por mucha gente como tú, no por fantochería, sino por la sensibilidad, por disfrutar hacer ciencia, por disfrutar el "café matutino que provoca una explosión en la mente" (pero un buen café).
Siempre te voy a recordar con mucho cariño, por lo que significas para mí, por ayudarme a seguir en el camino.
Espero soñarte si quiera, o recordarte bien, de manera objetiva, para que sigas vivo entre los demás.
hice exactamente lo contrario a lo que me recomendó, por eso me ausenté por medio año, ya sabía que las cosas iban a terminar mal. ¿Qué sería de mí sin mi terquedad?, en este momento no me siento arrepentido porqué entendí las razones, pero terminé apenado con usted.
Por eso me ausenté medio año, porque ya no quería entrar por la puerta de su oficina con mis conflictos acerca de lo que uno quiere hacer y lo que se debe hacer. Lo que el mundo necesita era tu respuesta, porque los tiempos han cambiado, porque los tiempos han cambiado, porque los tiempos han cambiado...
Soy exagerado al decir que las cosas terminaron mal porque en realidad no terminaron mal, aún sigo de pié, por ese pedazo de cuarzo dentro de mi corazón y que no sé aún de que se alimenta.
La pasé mal algunos meses, me quemé de nuevo y ya no estabas ahí para rescatarme, como lo hiciste la última vez frente a ese ñoño burgués y su terquedad al máximo.
¿Porqué lo hice de nuevo? Porque quería probar cómo era estudiar la Teoría de la Relatividad de tiempo completo, cosa que me mantuvo durante toda la carrera como la luz al final del camino.
Hice mi voluntad, porque siempre lo hago, porque siempre lo hago. Hice lo que me pegó la gana y ya sabía que lo iba a hacer, pero no sabía como decírtelo, porque me daba mucha pena. Entonces, lamento mi última conversación, porqué sabía que tenía que decir algo y quería que me escucharas.
Esta carta tira al dramatismo inútil a la mexicana, ¿porqué me siento con esta carga? Porqué me desespera arrastrar el lápiz, leer artículos sin asimilar nada.
Ya dejé por la paz a la teoría de la relatividad general y me quedé con la especial, para aplicarla a unos fenómenos muy bonitos en el universo, pero siento que nado en la oscuridad.
Me dan pánico las personas que entienden más rápido que yo, un amigo dice que soy perezoso, que hago difícil lo trivial, pero siempre me cargo esta puta histeria de entender los fundamentos.
Las cosas ya van bien, y espero terminen bien. Espero estar orgulloso de mi trabajo y no como la última vez, porque ahora si me siento libre.
Tal vez por estos días era el momento de visitarte de nuevo, como hace un año. Por eso te escribo, porque ya no estás en el mundo, porque te moriste.
Trato de intuir qué dirías
Te extraño y no sé si echarme encima la promesa que te dije en el funeral,
deseo ser querido por mucha gente como tú, no por fantochería, sino por la sensibilidad, por disfrutar hacer ciencia, por disfrutar el "café matutino que provoca una explosión en la mente" (pero un buen café).
Siempre te voy a recordar con mucho cariño, por lo que significas para mí, por ayudarme a seguir en el camino.
Espero soñarte si quiera, o recordarte bien, de manera objetiva, para que sigas vivo entre los demás.
domingo, 12 de febrero de 2017
frente
Leí tu último correo, hipócrita, y después me dijeron las advertencias que ciertas son.
Realmente no sé que me pasa, que hago aquí molestando. Ocupando un lugar que no tienes forma de quitarme, porque sigo las reglas como tú, porque en el fondo me inspiras.
Yo también conozco el ceno ortodoxo, los valores de la familia y admiro el modelo de progreso que nos enseña occidente lamentando esta porquería.
Si, es una porquería, mentor mío.
Por eso estoy aquí, porque quiero y puedo, para molestarte con mi presencia sonriente.
Yo también soy un hipócrita, ¿porqué nos caemos tan mal? Porque somos iguales.
Leí tu penúltimo mensaje, después de que destrozaste mis fibras. Me diste un nuevo propósito, estar cerca de tí en la cima
No puedo hacer nada contra tí, cada vez eres más fuerte. Pero tampoco puedes hacer nada contra mí porque tambipén soy cauteloso.
Algún día seremos buenos amigos, y te agradeceré por inspirarme.
Realmente no sé que me pasa, que hago aquí molestando. Ocupando un lugar que no tienes forma de quitarme, porque sigo las reglas como tú, porque en el fondo me inspiras.
Yo también conozco el ceno ortodoxo, los valores de la familia y admiro el modelo de progreso que nos enseña occidente lamentando esta porquería.
Si, es una porquería, mentor mío.
Por eso estoy aquí, porque quiero y puedo, para molestarte con mi presencia sonriente.
Yo también soy un hipócrita, ¿porqué nos caemos tan mal? Porque somos iguales.
Leí tu penúltimo mensaje, después de que destrozaste mis fibras. Me diste un nuevo propósito, estar cerca de tí en la cima
No puedo hacer nada contra tí, cada vez eres más fuerte. Pero tampoco puedes hacer nada contra mí porque tambipén soy cauteloso.
Algún día seremos buenos amigos, y te agradeceré por inspirarme.
hola-adios
No tengo nada que decirte, por eso me he quedado callado mirando las manecillas del reloj y las paralelas de la acera.
No tengo nada que decirte, para enmarcar cada una de tus virtudes.
Dirás después, como ejercicio de espejo para mí, lo que hace falta para salir del hoyo.
La respuesta siempre estuvo en las manecillas del reloj y las paralelas.
Con un toque de amabilidad diré "te veré pronto", solo por decirlo, siceramente sin desearlo, sin que el mundo se de cuenta.
jueves, 26 de enero de 2017
Paciencia matemática
si, es para los discípulos más pacientes, pero que se rompen la madre arrastrando pedazos de grafito, no como tú que te quedas mirando símbolos para proyectar otros en tu mente que jamás tendrán sentido.
Que lujo el tuyo, perder el tiempo contemplando cosas sin entender, sin abrir el corazón, sin hechas a andar la imaginación. Que lujo el tuyo, pasar el tiempo viendo como tus amigos te abandonan para seguir el siguiente escalón.
Que lujo el tuyo transcribiendo libros a apuntes que no vuelves a leer, fluyendo tu río de tiempo, mientras tengas para el alquiler y la comida. Mientras dure la compasión hacia ti; lo que pase primero; el manicomio o la muerte.
Que lujo el tuyo, perder el tiempo contemplando cosas sin entender, sin abrir el corazón, sin hechas a andar la imaginación. Que lujo el tuyo, pasar el tiempo viendo como tus amigos te abandonan para seguir el siguiente escalón.
Que lujo el tuyo transcribiendo libros a apuntes que no vuelves a leer, fluyendo tu río de tiempo, mientras tengas para el alquiler y la comida. Mientras dure la compasión hacia ti; lo que pase primero; el manicomio o la muerte.
sábado, 31 de diciembre de 2016
Galleta y café sin azúcar
Pusiste en duda el orden temporal cuando las aguas huracanadas, junto con un resplandor de relámpago, indicaban la salida luminosa de muerte. Me quedé a la deriva, fingiendo tener control del barco con fisuras evidentes; con la escasees de alimento, agua, energía, perdiendo señales de vida. Como una conjunción dual oscilaba rápidamente entre el control y el cataclismo; dando consejos e implorando salvación.
Tocaste el hombro, como despertándome de una siesta vespertina, exagerando yo más de la cuenta, y con la lluvia mojando la habitación sólida de roca firme, pero que puede limpiarse... invirtiendo tiempo claro está. No me había dado cuenta que en realidad estaba estático.
Me quedé callado mientras distraías el silencio mascando levemente los crutones de la crema. Mordiéndote los labios con una sonrisa, que es tu signo premonición, pronto escucharé tus nuevos planes para la noche. Tratando de no mostrarme asustado, apenado por mis bolsillos rotos, te sugiero la tarde del día próximo pero ya se que tienes una solución que parece trivial, me tomas de la mano, que nos la jugamos al azar mientras al reloj no se le ocurra cortar el tiempo.
Ya en la cafetería, que el tiempo y el bolsillo nos permitió visitar, miro la expresión que tratas de ocultar debido al café amargo. Por dios que en ese lugar no hay azucareras porque dicen que es malo ponerle azúcar al café, pero veo que te adaptas a la amargura del café, a la amargura de mis días para hacerme sentir cómodo. Ya te sentirás mas cómoda su ordenas una galleta dulce, placer que descubriste, que descubrimos, que nos identifica. Suena ridículo decir que somos una combinación reconfortante: la galleta dulce con café amargo.
Un mosco en invierno
Feliciano tiene la costumbre de servir café con espíritu atormentado, no sé cómo funciona, pero imagino fluir el trago cubriendo el camino como una manta donde cada porción mínima es absorbida, de alguna forma por el cuerpo, como alcohol evaporándose rápidamente pero en forma inversa hacia las paredes interiores que posteriormente distribuirán a la sangre, para que finalmente llegue una señal a la cabeza ordenando que no debes dormir, y además, el espíritu atormentado té ponga alerta de cualquier imagen real o ficticia que sea procesada por la agudez nocturna de la conciencia.
Yo no se si maldecir al mosquito que sobrevivió al invierno, no conforme con la sangre que ha chupado, sucio vampiro de mierda, seguirá zumbando hasta que el sol aparezca sobre la cortina absurda con siluetas de una ramera veraniega. O debo maldecir a la manía de Feliciano, su perra costumbre de servir café con azúcar sin preguntar, sorbiendo el café almacenado por años que no venderá.
Nunca me gustó hablar de fantasmas, es un juego que me impidieron de niño, por el bien del sueño en las habitaciones contiguas, por eso me parece absurdo decir que se escuchan voces en esta casa, pero en verdad se queja de la noche. Se escucha el murmullo de una voz quejumbrosa y siento alivio al justificar que es el tubo de agua llenando el tinaco. Algunos crujidos en las paredes me hacen recordar las historias de Eliazar, que eran más que una sospecha sobre el volcán dormido sobre el cual se edificó el pequeño poblado. Un volcán nunca se duerme, decía, tiene actividad poco perceptible, mira las grietas de la casa, las paredes se separan como si el piso se moviera lentamente.
Se que estoy solo, bueno, acompañado del mosquito invernal, campante y cauteloso, con la cabeza punzandome, acorralado, sin ganas de la actividad mínima y productiva que representará un esfuerzo mental, un perturbador más que representa un pinchazo para que me reviente.
No se de donde me nació mirar las fotos del recuerdo, metido en un teléfono de Londres evocando la forma de viajar en tu tonta película de Harry Poter, misma que te regaló tu tío Carlos y que con desdén dijiste que te parecía muy boba para no verte pillado en tus gustos culposos.
Encontré a tu fantasma rondando por la calle, me preguntó por ti, le dije que no sabía nada, que te perdiste, que no te has comunicado. Y en cierto sentido yo no estaba mintiendo, se que no te ha encontrado porque me lo hubieras contado inmediatamente, pero ahí seguirá esperándote como una sentencia de muerte, apareciéndose en el momento menos oportuno.
Pero tengo la sospecha de que sabe dónde estás, y que espera afuera de la puerta, silenciosa, sin anunciar su llegada para sorprenderte cuando gires la perilla. Me miró con incredulidad, pero siguiéndome la corriente por respeto, para que me sienta un buen amigo tuyo guardando el secreto de tu partida.
¿Te tomarás una foto en Gotinga? O en la tumba de ¿Borges como aquella muchacha del suplemento dominical de la Jornada? Carajo quién se toma una foto al lado de una tumba.
Sabes que estás loco, yo no se si quiero verte pronto, ni siquiera quiero desearte que seas feliz como consejo matutino de Mariano Osorio, solo cuídate de los fantasmas amigo mío.
Yo no se si maldecir al mosquito que sobrevivió al invierno, no conforme con la sangre que ha chupado, sucio vampiro de mierda, seguirá zumbando hasta que el sol aparezca sobre la cortina absurda con siluetas de una ramera veraniega. O debo maldecir a la manía de Feliciano, su perra costumbre de servir café con azúcar sin preguntar, sorbiendo el café almacenado por años que no venderá.
Nunca me gustó hablar de fantasmas, es un juego que me impidieron de niño, por el bien del sueño en las habitaciones contiguas, por eso me parece absurdo decir que se escuchan voces en esta casa, pero en verdad se queja de la noche. Se escucha el murmullo de una voz quejumbrosa y siento alivio al justificar que es el tubo de agua llenando el tinaco. Algunos crujidos en las paredes me hacen recordar las historias de Eliazar, que eran más que una sospecha sobre el volcán dormido sobre el cual se edificó el pequeño poblado. Un volcán nunca se duerme, decía, tiene actividad poco perceptible, mira las grietas de la casa, las paredes se separan como si el piso se moviera lentamente.
Se que estoy solo, bueno, acompañado del mosquito invernal, campante y cauteloso, con la cabeza punzandome, acorralado, sin ganas de la actividad mínima y productiva que representará un esfuerzo mental, un perturbador más que representa un pinchazo para que me reviente.
No se de donde me nació mirar las fotos del recuerdo, metido en un teléfono de Londres evocando la forma de viajar en tu tonta película de Harry Poter, misma que te regaló tu tío Carlos y que con desdén dijiste que te parecía muy boba para no verte pillado en tus gustos culposos.
Encontré a tu fantasma rondando por la calle, me preguntó por ti, le dije que no sabía nada, que te perdiste, que no te has comunicado. Y en cierto sentido yo no estaba mintiendo, se que no te ha encontrado porque me lo hubieras contado inmediatamente, pero ahí seguirá esperándote como una sentencia de muerte, apareciéndose en el momento menos oportuno.
Pero tengo la sospecha de que sabe dónde estás, y que espera afuera de la puerta, silenciosa, sin anunciar su llegada para sorprenderte cuando gires la perilla. Me miró con incredulidad, pero siguiéndome la corriente por respeto, para que me sienta un buen amigo tuyo guardando el secreto de tu partida.
¿Te tomarás una foto en Gotinga? O en la tumba de ¿Borges como aquella muchacha del suplemento dominical de la Jornada? Carajo quién se toma una foto al lado de una tumba.
Sabes que estás loco, yo no se si quiero verte pronto, ni siquiera quiero desearte que seas feliz como consejo matutino de Mariano Osorio, solo cuídate de los fantasmas amigo mío.
martes, 27 de diciembre de 2016
Thinkin
Te creí una sombra del insomnio, una compañía proyectada debido a las altas horas de la noche, cuando los sentidos se agudizan, con el miedo derramándose desde no se que tan adentro, más profundo que el tuétano y saliendo por la piel. En un convenio de sacrificio mutuo, para no quedar dormidos queríamos comernos el tiempo, para ser más aptos en la vida salvaje citadina, para aventajar a los demás escribiendo palabras extras; yo con mis hojas amarillas con rayas y símbolos extraños, tú con tus hojas de color rosa y los términos que nunca entiendo. Sentí, como si quisieramos decirnos que teníamos sueño, pero ¿cómo quedaríamos?, si en el fondo queríamos recuperar el tiempo que perdimos, distantes y evidentemente separados, mirando las hojas de primavera y los fantasmas del pasado, pretendiendo hacer una mezcla coktail agridulce, para pretender que teníamos la experiencia suficiente para no tropezar.
Cuando las risas se convirtieron en batallas, como un par de naciones en conflicto bélico, por traición a nosotros mismos, a lo que era evidente que fluyera, pero que detuvimos tanto tiempo, primero yo y luego tú, porque cada noche nos fumabamos nuestros recuerdos como un cigarrillo que terco no se consume, silencioso y con el aroma del tiempo.
Me recogiste como un soldado herido, hambriento y arapiento, después de todo ¿qué significa ser una buena persona?, ¿qué es la bondad?, el que se compadece o el que te mata para dejarte morir sin sufrimiento. Creo que hiciste ambas cosas, haciendo del fluir de la muerte algo distinto, como si me hubieses inyectado alguna pócima mágica del botiquín para ignorar cómo la muerte toma mi cuerpo poco a poco.
Me desnudaste poco a poco, te presumía hábil en los acordes de una guitarra que nunca dió el tono exacto; una promesa en las letras con el cuento que no ganó nada en la tarde que me reí de mi mismo, haciéndote partícipe de la timada haciéndome creer ganador, con el mismo mail que le enviaron a cincuenta personas más para hacer bulto en el auditorio, con mi cara de pendejo esperando el cheque salvador que sería empleado para el pago de alquiler, haciendo, claro está, justicia a mis fantasmas apilados con disciplina, pero !no! Esperaste cortésmente a que te dijera que escapáramos después de que una banda de flautines de mierda sonorizara el auditorio. Reímos de lo absurdo que fue.
Cuando tenía miedo de decirte que solo me quedaban un par de tickets para el subterráneo y la pena que sentía por ello, sin tener para el auto que hiciera justicia al vestido que llevabas puesto y al tiempo que te había tomado arreglarte. Y que mi moral pueblerina me atomentaba diciendo que los bolsillos desauciados no arrojarían unas cuantas monedas para el café. Y que las palomitas de caramelo fueron lo mejor, que las adoro y que apropósito las terminé sacando ventaja de tu ritmo lento para saborear la comida.
Toleras mi café amargo como también tolero caminar frente al aparador esperando te midas una mascada floreada frente al espejo, y otras cosas más que se te ocurran.
Porqué somos tan distintos, decías que querías dedicarte tiempo y yo también, pero creo que yo estaba aburrido de discutir conmigo, no se si tu también, y después de todo esto no se si uno sigue siendo el mismo.
Las batallas nos hacen distintintos, somos distintos, por eso nos distinguimos fácilmente para dejar nuestro estado de sombras noctámbulas y seguir caminando en estos días invernales.
Con cariño a Thinks de Horse.
domingo, 25 de diciembre de 2016
Preguntas II
- Señor Aristeo, necesito que me conteste tres preguntas.....
Yo: Qué son los sueños
Aristeo Proyecciones antes de despertar. Planear el futuro durante la niñez con ayuda de bastardas películas americanas. No debe ser algo muy bueno, en la niñez no conocemos como funciona el mundo.
Yo : Qué es la vocación
Aristeo: La vocación es el conejo del tiempo, que mandó la vida para arrinconarte con una espada. Es asimilar y aceptar con todas tus fuerzas que debes hacer algo que nunca pensaste hacer, que nunca proyectaste hace más de quince años, pero que se parece un poco y terminas aceptándolo porque se te facilitan las cosas, pero sobre todo porque el conejo puso su espada en tu pescuezo amenazando con cortarte la cabeza. Por que si continuas siguiendo eso que llamas "tus sueños" te das cuenta que terminas de su puta madre, y siguiendo ese camino te conviertes en un mediocre hecho y derecho; sabio en la vida porque la cagaste mil veces, y el cagadero rascó un hoyo profundo del que no podrás salir.
Entonces tienes que servirle al mundo, para algo; para qué, no sé, para algo que termine dando algo para ti; ser aceptado en la sociedad donde vives, esto incluye tener algunas ganancias para comer, pagar el alquiler y poder transportarte de alguna forma; no ser un miserable en el sentido de la mediocridad acumulativa, debes ignorar que eres miserable en otros sentidos metafísicos no cuantificables.
Ejemplo-> Ahí esta la veja Eitel, con su cara de pendeja frente a la pantalla de la computadora, pretendiendo entender lo que proyecta la imagen. Su mente no entiende e imagina una danza, queda mirando y se le pasa el tiempo. Ya casi viene su triste final, es cuestión de tiempo; lo sabe y lo sabemos. Está en la sala de espera, como un pequeño ratón enredado cada vez más por una poderosa serpiente. Ella quiere ser astronauta.
Yo: Qué es el amor
El amor es ese sentimiento de auto conmiseración, de tardes de fin de semana, tardes invernales donde el sol brilla intensamente por las mañanas con un puto frío intenso y en las tardes se mete con una hueva de morirse. Entonces, te das cuenta que ese día tus amigos, que te estuvieron chingando toda la semana, se alejaron porque estuvieron buscando lo mismo que tú; sintieron el mismo frío o el mismo calor y pensaron que era mejor estar con alguien sobándole las yemas de las dedos o las pelotas.
Eso es el amor, el sentimiento de evitar estar solo para después darte cuenta que te sientes igual de solo, pero ahora más pendejo, que deseas la soledad para sentirte miserable nuevamente y repetir el ciclo.
El amor es aguantar las cosas que más te purgan, que más te cagan y las observas en otra persona como un espejo antisimétrico, pero que tienes que aguantarlas por que si no vales madre. Porque entiendes que todos buscaron lo mismo y al final tenemos que terminar así, con alguien, porque no es bueno ser excluido.
El amor es dejar de hacer lo que te gusta en tu confort, para que tu pareja se sienta bien y al final ella esta haciendo lo mismo, por tanto ninguno se siente bien pero hay que aguantar vara porque tenemos que guardar nuestros secretos, compartir alegrías y nuestras penas, porque nos cogemos (nos gusta), porque es un nuevo confort de estar sentado en espinas, pero en la mesa grande del restaurante y no en la barra de los solitarios deprimidos.
Yo: Qué son los sueños
Aristeo Proyecciones antes de despertar. Planear el futuro durante la niñez con ayuda de bastardas películas americanas. No debe ser algo muy bueno, en la niñez no conocemos como funciona el mundo.
Yo : Qué es la vocación
Aristeo: La vocación es el conejo del tiempo, que mandó la vida para arrinconarte con una espada. Es asimilar y aceptar con todas tus fuerzas que debes hacer algo que nunca pensaste hacer, que nunca proyectaste hace más de quince años, pero que se parece un poco y terminas aceptándolo porque se te facilitan las cosas, pero sobre todo porque el conejo puso su espada en tu pescuezo amenazando con cortarte la cabeza. Por que si continuas siguiendo eso que llamas "tus sueños" te das cuenta que terminas de su puta madre, y siguiendo ese camino te conviertes en un mediocre hecho y derecho; sabio en la vida porque la cagaste mil veces, y el cagadero rascó un hoyo profundo del que no podrás salir.
Entonces tienes que servirle al mundo, para algo; para qué, no sé, para algo que termine dando algo para ti; ser aceptado en la sociedad donde vives, esto incluye tener algunas ganancias para comer, pagar el alquiler y poder transportarte de alguna forma; no ser un miserable en el sentido de la mediocridad acumulativa, debes ignorar que eres miserable en otros sentidos metafísicos no cuantificables.
Ejemplo-> Ahí esta la veja Eitel, con su cara de pendeja frente a la pantalla de la computadora, pretendiendo entender lo que proyecta la imagen. Su mente no entiende e imagina una danza, queda mirando y se le pasa el tiempo. Ya casi viene su triste final, es cuestión de tiempo; lo sabe y lo sabemos. Está en la sala de espera, como un pequeño ratón enredado cada vez más por una poderosa serpiente. Ella quiere ser astronauta.
Yo: Qué es el amor
El amor es ese sentimiento de auto conmiseración, de tardes de fin de semana, tardes invernales donde el sol brilla intensamente por las mañanas con un puto frío intenso y en las tardes se mete con una hueva de morirse. Entonces, te das cuenta que ese día tus amigos, que te estuvieron chingando toda la semana, se alejaron porque estuvieron buscando lo mismo que tú; sintieron el mismo frío o el mismo calor y pensaron que era mejor estar con alguien sobándole las yemas de las dedos o las pelotas.
Eso es el amor, el sentimiento de evitar estar solo para después darte cuenta que te sientes igual de solo, pero ahora más pendejo, que deseas la soledad para sentirte miserable nuevamente y repetir el ciclo.
El amor es aguantar las cosas que más te purgan, que más te cagan y las observas en otra persona como un espejo antisimétrico, pero que tienes que aguantarlas por que si no vales madre. Porque entiendes que todos buscaron lo mismo y al final tenemos que terminar así, con alguien, porque no es bueno ser excluido.
El amor es dejar de hacer lo que te gusta en tu confort, para que tu pareja se sienta bien y al final ella esta haciendo lo mismo, por tanto ninguno se siente bien pero hay que aguantar vara porque tenemos que guardar nuestros secretos, compartir alegrías y nuestras penas, porque nos cogemos (nos gusta), porque es un nuevo confort de estar sentado en espinas, pero en la mesa grande del restaurante y no en la barra de los solitarios deprimidos.
domingo, 18 de septiembre de 2016
Ángeles custodios
Cuando Etel desapareció puso en duda las palabras con el tiempo acumuladas, como reserva sólida en una bóveda, que además custodiaba los ángeles de las profecías donde depositábamos nuestra fe. Decidimos abrir las puertas, y en el interior todo se desvaneció, frente a nuestros ojos clamantes de una pesadilla, para permanecer incrédulos e irónicos.
Dentro, el polvo de las débiles flores secas que no pusieron resistencia ante el exhalar de nuestra distraída respiración, demostraban que las palabras carecían de sentido.
Estábamos solos, desnudos, acorralados por nuestras conjeturas, tragándonos nuestras promesas. Incluso a Maximiliano, el único que podía correr y salir del laberinto de confusión, dejó que se le escapara su voluntad. Fue un cobarde, pero no lo dijimos, para que una nueva bóveda guardara las creencias y códices que nos servirían para los próximos años, hasta que otra Etel vuelva a desaparecer.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Que se termine el verano
Que se termine el verano para no tener el pretexto de salir. Ya no quiero salir este verano, amigo, me siento cansado. Me zumban los pies c...