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jueves, 26 de noviembre de 2009

Una estrella que brilla con intensidad.



Zum a la imagen descompuesta por Emilia (computadora del duque) de la nebulosa cabeza de caballo a la amiga estrella


Una estrella que brilla con intensidad

¿Existe la absoluta soledad?, es una pregunta difícil de contestar.

La absoluta soledad es como pensar en el vacío, es decir, pensar en la nada, nada de nada, ni madres…, la existencia de nada. Cuando se dice vacio, en ese lugar ni siquiera hay espacio ni tiempo.

Creo que no se puede alcanzar la absoluta soledad, aunque intentes estar en un cuarto sin ventanas, sin muebles, sin luz, no estás solo porque se hace presente el cuarto (espacio), el tiempo, la oscuridad, el aire y los latidos de tu corazón.

Hace algún tiempo partí de nuestro querido planeta, con el fin de estar solo, olvidarme de todos, ignorar a todos, desconectarme de todo lo que sucedía para no seguir con decepciones.

Construí una nave espacial, con una computadora la cual programe para que hablara conmigo (quería estar solo pero no enloquecer, dicen que siempre en un viaje se debe hablar con alguien) y me ayudara con el viaje.

Partí hacia un cumulo de galaxias muy rojizo, con mucha radiación electromagnética para aislarme de todo contacto con la tierra, a menudo regresaba por comida, agua etc,. Pero ignoraba muchas cosas a muchas personas, después regresaba a mi viaje.

Una noche aquí en la tierra, estaba haciendo algunos ajustes a la nave, también me encontraba calculando gradientes de energía y ondas gravitacionales para hallar trayectorias espaciales más agradables. Los aparatos y mi computadora registraron una señal extraña, como una interferencia, una señal que Emilia (mi computadora) no frecuentaba o no había tomado en cuenta.

-¿De qué se trata Emilia?- pregunte

- me respondió- Un momento señor……. Son señales vinarias….. al parecer es una estrella

- Sabes su nombre- (Duque)

- No señor, no está en la base de datos-(Emilia)

-Qué raro, la hubicacion me parece conocida, quizá alguna vez ya había visto a esa estrella, no lo se….. quizá una o un par de veces, frente a la luna o reflejada en el mar. Pero no lo suficiente para recordar, mi memoria es muy mala.-(Duque)

- Loading – (Emilia)

- Y bien…. Emilia, que información podemos obtener de ese código binario.- (Duque)

- Ok señor… imposible obtener datos de atracción gravitacional, puedo ver que algunos planetas giran alrededor de ella, se encuentra en su nebulosa favorita señor, distancia de 1 500 años-luz, va ser difícil encontrar una trayectoria hasta ese lugar, hay algunos agujeros negros, soles enormes, cometas y asteroides-(Emilia)

- Gracias Emilia – (Duque)

- Señor el código vinario puede manejarse como el de un procesador de texto- (Emilia)

- Y????- (Duque)

- Es como si la estrella se estuviera comunicando con nosotros – (Emilia)

Así fue, empezamos a tener contacto con esa estrella, algunas noches Emilia comenzaba a descifrar el código binario, y introducía algunas palabras para que Emilia las enviara a la estrella.

Despues supo el nombre de aquella estrella, su nombre es una convinación de dos en lengua muerta, algo asi como la elegida y L. guerrera . ("Atarmiz")

Me parecía intrigante el poder comunicarme con esa criatura celeste, al principio me parecía una estupidez, ya que tenía que ocupar una parte de mi tiempo para poder comunicarme, era muy tardado, ¿además que iba a saber de la vida un ser de ese tipo?

Cada vez se volvía más interesante, sabía mucho de la vida, al menos podía decir las palabras precisas para darle ánimos a un viajero exhausto.

Conocí lo que hacían las estrellas de su tipo, tejía grandes nubes de polvo cósmico, daba luz a un grupo de planetas que giraban alrededor de ella, creo que su fuerza de gravitación era muy fuerte porque creaba espirales, vórtices, caminos de fuego por donde circulaban soles ms débiles y algunos cometas.

Se convirtió en mi amiga, pero una amistad muy extraña, ¿Cómo es posible que un mortal se convierta en amigo de una estrella? Sucede que entendía perfectamente el lenguaje, y eso me agrado, quizá era más razonable que el grupo de mis tontos amigos en la villa, al escribir las palabras por medio de Emilia, pareciera que escribía un libro de mi vida o un diario. Después de mucho tiempo fue posible confiar en alguien, aunque se encontraba a muchos años luz de distancia me ayudo mucho.

Durante algunos años en la villa, mucha gente me había traicionado, deje de confiar en muchas personas, aquella frase que dice “los que parecen de tu condición son los que clavan en tu espalda su puñal”.

Algunas veces se me fueron las horas conversando, Emilia insistía en que debía dormir, el tiempo a veces se pasaba rápido, me intrigan las respuestas y esa estrella siempre tenía una o me conducía hacia la mejor, incluso llegue a platicarle de la casi duquesa.

A pasado algún tiempo, un día me dijo que se sentía triste, ¿qué entristece a una estrella?, no lo sé, soy demasiado lento para entenderlo, quizá la causa era algún sol, algunos planetas, las nubes o la luna.

Nunca supe cómo ayudarla.

Me hubiera gustado ayudarla como ella lo hizo conmigo, no era fácil.

No es fácil viajar 1500 años luz para darle un abrazo de consuelo, ¿abrazar a una estrella? Eso no es posible, moriría al instante, quizá ni siquiera me acerque y al instante estaré chamuscado.

Lo único que pude hacer fue una canción, y cantarla,

No me gustaba que aquella estrella estuviera triste, porque su luz no era la misma, se distorsionaba.

Creo que la animó un poco.

Después entristeció de nuevo, creo que está a punto de convertirse en una supernova explotara!, espero que no suceda eso, me entristecería demasiado. Aquella estrella me tiene muy preocupado.

Repito… es difícil viajar 1500 años luz, y acercarse a una corona estelar.

Un hombre se siente impotente cuando no está a su alcance la solución que puede ayudar a alguien. Y más cuando aquel hombre se está ahogando en un mar de perdición.

- ­El código vinario cada vez es más débil –(Emilia)





1 comentario:

Geraldine Carrasco dijo...

waou gera que bonita esta esa no manches =(

Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...