credits by: evtkw

domingo, 28 de febrero de 2016

Lo que recomendaste...



Tenías razón amigo, debía hablar de nuevo con ella, hace como un año que lo hice y terminó el laberinto un par de meses después.

Sabes de mi capacidad para hacer laberintos, crearlos de la nada y perderme. Se me ocurrieron muchas cosas y casi digo todo. Faltó decir lo difícil que significaba alejarme, sin hablar con ella, sin las charlas con chocolate o conduciendo distraído, sin llamadas a media madrugada escuchando el cuento de sus pesadillas, y las tardes de fin de semana explicándole las mías.

Pero mi ausencia y su ausencia eran menos tormentosas al hecho de escucharle que salía con alguien. A la resignación que a todos nos ocurre alguna vez en la vida, supongo, cuando te enamoras de tu mejor amiga... (y que pones esa etiqueta inútil nadamás para justificar), de que ella quería a alguien, y mucho más, para que mis charlas pasaran a décimo término de importancia.

Me impresionaba el hecho de que tan rápido, una tarde, dejó de contactarme. Fue mi primera lección de que las personas siguen su curso, y que no importa nada más, es una ley de vida, también lo he hecho supongo.

Por esos días sospechaba que ella había conocido a alguien antes de decirle lo que sentía, y que con su inteligencia de mujer ya sabía. Lo supe esa misma tarde cuando bajaba del quito piso de la biblioteca, para comprar unas pasitas de chocolate, y la miré estudiando con alguien. Las personas que comienzan a enamorarse mutuamente tienen el aspecto que ví en mari aquella tarde con el chico que la acompañaba. Preferí no acercarme a saludarla, era incómodo. Compré las pasitas de chocolate para apagar el hambre que tenía y así seguir con mi obsesión por resolver mi tarea, de la cual no entendía un carajo. Pero me ataladraba la mente, pensaba en el aspecto de los enamorados, el tormento del hambre y la obsesión que se frustraba al no entender la tarea.

Regresé a casa, y pasé cerca de las escaleras donde acorde en verla algunas veces. Ahí estuvo una de las últimas veces que la vi con sus manos frías.

Caray, a quién se le ocurre enamorarse de alguien que anduvo con uno de tus mejores amigos, y que en principio, supongo, fingía ser amiga para obtener información de él, qué clase de traición es esa. Por mi parte, desde luego, disfrutaba ver sus lunares que parecían planetas, sus irresistibles caderas, ojos oscuros, luz opaca en contradicción de las estrellas.

Tenías razón amigo, le dije lo que debí decir hace años, se lo dije sabiendo que no tendrían respuesta mis peticiones, pero que más daba. Lo hice, pero falto algo más. No lo se amigo, parecía vergonzoso decirle que, aquella tarde cuando ella me dijo que quería a aquel muchacho, y además de que era evidente que estaba bien enamorada, decidí nunca más acercarme, pues esa misma tarde, por medio de una torpe carta declaraba lo que sentía por ella. Eso falto decirle.

También que ha sido uno de los actos más vergonzosos que he tenido.

Tenía que alejarme, pues era incómodo saber eso de que ella quería a alguien, ya sabes, por lo que yo sentía. Entonces supongo que es un acto de valentía y a la vez cobardía, es el sentimiento vergonzoso de los perdedores. Lo supe, a diario uno se topa con más de diez perdedores diciendo esto distintas formas, en distintas circunstancias.

Hoy sin querer escuché uno de aquellos discos que estaban de moda aquella época, parecía que se ajustaban a lo que estaba sintiendo aquellos momentos, aquellos días, que si presumiera de astucia ni siquiera lo mencionaría más. Pero ya pasó amigo, creo que ya no lamento darle importancia a eso, tal vez quiera decir que pasó el tiempo donde tenía importancia. Tenías razón...

El aprecio entre ella y yo se encuentra en un lugar ficticio, no es palpable en la realidad, realmente nunca fuimos importantes para ambos. Bien pudimos no habernos conocido y soñarnos como en aquellos sueños donde conoces gente. Eramos una especie de desconocidos contando pesadillas, que enfermo. Nunca hicimos algo por nosotros mismos, nada que no se pudo haber soñado formando estructuras lógicas para responder preguntas.

Creo que ella se dio cuenta antes que yo, o lo sabía y me dejó soñar. Nadie supo de nuestra amistad, de nuestras charlas. Siempre me escondí cuando tenía que verla, siempre supuse que estaba mal, cada tiempo arrojaba un argumento similar, a la fecha ¿tengo la sensación?

No lo se, simplemente está por ahí siguiendo su curso, como debe ser, como todas las personas.
Todo este tiempo me quedo sorprendido de la cantidad de personas que uno puede conocer y cada una tiene algo especial. Tenías razón amigo...

Creo que una persona no puede ser más especial que otra, cada una es un universo distinto. Simplemente decidimos explorar el que más nos interesa, y en ese momento se vuelve especial pues te concentras.
Una persona no puede ser más especial que otra, porque no puede afirmarse en estricto sentido hasta que conozcas a todas en el mundo, en todas las vidas, lo cual es imposible.

Varias veces he tenido la misma sensación, de que una persona es la más especial en el mundo, pero se vuelve más neutro cuando asimilas que algún día te fallarán. Es más realista, algunas veces uno se falla a si mismo, y eso es peor.

Y bueno, ella nunca falló, pues no pedí nada, hasta hace un año cuando sabía la respuesta, solo para calmar mi espíritu.

Siempre hay discos que recuerdan cosas, pero las personas nisiquiera son ya las mismas.

Y supongo, amigo, que preguntarías ¿quieres llamar?


No, no tengo ganas de escuchar pesadillas, ella tampoco.

Nuestras pesadillas han cambiado que son incomprensibles para ambos y es raro, somos más desconocidos de lo que éramos antes.

Ahora dirás... falto decir lo más importante.

Intenté verla de nuevo, pero, prudentemente evitó...   pero ya no es importante.

Algunas veces le gana el oscio ....




jueves, 25 de febrero de 2016

25 de febrero

No me sobró el tiempo para escribir un elogio acorde con las fechas, aunque no es día de recordar a los que ya partieron, te recordé porque miré a la chica de aspecto ruso que te gustaba. Ella estaba en el vagon del metro y tan solo recorrió una estación y se fue no se a donde.

Preguntarás como siempre qué hago, si amigo, ya sabes... soñando como siempre, haciendo cosas que no le benefician  a la sociedad, pero creo que estos tiempos también dan para gente soñadora como yo, creando congeturas que no se pueden verificar humanamente.

Nececitaba una llamada amigo, ya sabes como es esta gente, algunos son tiranos, algunos otros no les importa. Necesitaba un fumar cigarrilllo frente a la fuente en la tarde cálida.

Otra vez cometí otra de mis contradicciones, estaba muy cansado y me quedé dormido...

Nunca he tenido la virtud de quedarme despierto....

¿recuerdas las tardes de biblioteca? y las veces que juzgabamos a los trabajadores porque nos corrían antes de la hora de salida, decíamos que así es el tercer mundo, así es ... no podríamos estar en un lugar donde la biblioteca nunca se cierre.... y la contradicción de que a pesar de haber estudiado lo mismo junto con todo ese tiempo acumulado mis notas no le hacían justicia a lo invertido....



Te causaba mofa, no tanto, mirabas con esa actitud de... qué sucede si justo ayer habías contestado...



Ya pasó ....   no, sigo necesitando un cigarrillo en una tarde cálida.


Así no le hago justicia a tu memoria amigo, me siento triste.



martes, 23 de febrero de 2016

florecita



¿Cuándo te aburrirás florecita?, cuándo pedirás que me aleje con un silencio prolongado. Cuándo pedirás que apague mis palabras haciendo énfasis en lo inconexo de las mismas.

Cuándo te alejarás para estar tranquilo y no pensar en infinitas maneras de que se me ocurra algo nuevo para evitar tu aburrimiento, no quiero una preocupación más.

Deja tu cortesía florecita, deja que el viento te lleve al curso que llevabas antes de ponerte aquí, en este florero con decorados de angustias y contradicciones.

Florecita ¿será está noche que decidas abandonar este juego involuntario para tí?

No sería extraño, normalmente sucede, por razones que habrás descubierto entre charlas y otras cosas...

Pero lo harás, y es bueno, con una desición bien firme. 

Gracias por tu sonrisa.

tarde...






Estaba mirando el agrio paisaje de edificios podridos sobre las casas empedradas de alto costo que hicieron los burgueses noventeros. Y que así permanecerán buen tiempo, haciendo del paisaje contradictorio, los edificios con plagas de estudiantes viviendo en huecos como ratas; con sus mantas colgando por la ventana, con hambre y nostalgia de sus provincias; su alcohol barato y el desgaste del sexo después de no haber comido ni dormido bien en días previos; con sus anhelos de abandonar el tercer mundo.

La calle es desierta de fin de semana y el sol viejo antes de las siete de la tarde parece especial en domingo, como si fuera un capricho de dios, como si estuviera aquí en la tierra mirando también. Como si estuviera con los estudiantes provincianos que esconden sus estampillas de dios que encomendaron sus afligidas madres para que los pegaran en sus paredes como si fuera un orgullo.

Dan ganas de salir y olvidarse de todo, de caminar con el sol en pausa, hasta llegar al horizonte indistinguible, sin toda la carga de culpa, sin anhelos, solo caminar hasta que los pies se destrozados pidan a gritos regresar pero cuando sea demasiado tarde.  

Tan solo perecer y que parezca involuntario, para que en tu pueblo te ofrezcan a un rosario.

domingo, 14 de febrero de 2016

Ventana secreta



"Sé que lo haré —dijo Todd Downey poniendo lentamente otra mazorca en la cazuela que hervía—, estoy seguro que en algún tiempo cada parte de ella se habrá ido y su muerte será un misterio. incluso para mí"


La Ventana Secreta Jardín Secreto de Stephen King

jueves, 14 de enero de 2016

mentir


Se me acaba el tiempo, tengo una sentencia, me acusan de mentir.

No me creas cuando estoy confundido, cuando pienso que el tiempo puede guardarse en un recipiente como un gas de partículas. No me creas, por favor aléjate, es tu última advertencia, nada ha pasado aquí, solo son historias para practicar un rato, para jugar con la imaginación.

Tu experiencia te dirá la verdad, por eso tanto silencio, para dejarme aquí donde es costumbre.

Ahora que lo sabes, te advierto, todo lo que diré es una mentira. Incluso si me atrapán, no podré evitarlo, mentiré.

Un fantasma



No se apareció el fantasma, tan solo me habló al oído pidiendo argumentos para sentirse vivo. Olvidé preguntarle qué se siente morirse por segunda, tercera o cuarta vez. Me pregunto si es un alma en pena o quizá yo estoy penando en el mundo. Algunas veces lo invocaba para que hablara conmigo cuando me sentía solo, parecía un capricho de brujería, pero con mala experiencia aparecen otros fantasmas, algunos mas necios, otros mas apacibles.

Esta noche habló y escuché como otras veces, con cortesía, como si no me asustara, intentando hacer frases conexas entre telarañas de ideas azarosas, un conjunto de oraciones que son un posible argumento para el encierro en un manicomio.

Habló y habló, y hablé, hablé... hasta que se cansó y se apago su voz. Se esfumó, pero no me dejó tranquilo, hasta el paso de los días, unos cuantos, no sé de una cantidad exacta.

Se fue y regresará, no se, en una tarde caprichosa, cuando no existan muestras de una situación tenebrosa, cuando menos lo espere, sin invocarlo, como una pesadilla.


G. U.


Melchor Ocampo, Estado de México, Enero 2016.

sábado, 9 de enero de 2016

Te pido paciencia



Sobre tu cortesía podrías entender mi ritmo, antes de descifrarte ya me habrás descifrado. Puedes elegir ser paciente, esperar, puedo decirlo y no encuentro la forma, supongo será la más errada y con las palabras mas simples a modo que te convenza que realmente soy sincero.

No caminarás en un parque de los sueños como lo imagino en este momento, ni siquiera puedo saber si habrá un fuerte viento, quizá un intenso sol, infinitas posibilidades en un universo probabilístico. Pero estoy seguro de tu compañía cortés y amable, quizá podrías esperar hasta que tenga confianza y me convenza de mis sospechas, que de tu parte supongo ya sabes; quizá no quieras seguir el juego y me digas que es la última vez que te veo, pero con tal sutileza como suave caricia.

Seguro me perderé en tus ojos oscuros e inciertos, atraen como esta incertidumbre, atraen como un bosque encantado donde no hay final, ni en el tiempo ni espacio, solo sorpresas.

domingo, 3 de enero de 2016

Mariela

Encontré un disco con las lecciones de piano, del libro para Anna Magdalena Bach, me recosté para repasar las imágenes en mi memoria. El sonido tal vez era el mismo, pero este, porsupuesto era una ejecusión más sólida a diferencia de las manos tímidas de Mariela. 

Hace unos días, miré una densa capa con facha de nube perdida, sentí aquella sensación de que estás caminando por el cielo, pero no podría aseverar.

Esta nube estaba constituida por una mezcla humeante de pólvora, polvo y el sereno de la madrugada sobre el pavimento. El ambiente estába podrido y venenozo quizá.

Culmina la fiesta de la barbarie, entre escombros de basura perfumada en alcohol; vasos de plástico pisoteados, botellas rotas, charolas de unicel embarradas de mostaza y salsa catsup, restos de fogatas y cadáveres de cohetones.

Destrucción y violencia en donde todos están de acuerdo, pues no hubo enemigos a quien atacar, ufanos dicen que el único enemigo es el aburrimiento, porque no hubo una guerra de aquellas.
La porqueria hace homenaje al despilfarre y desenfreno, un homenaje a la imprudencia ¿qué importa el mañana?

Porqué no nos asficciamos intoxicados todos y nos vamos al carajo con esta mierda. Pasará otra navidad y año nuevo y Mariela recordará a los curiosos que la rodeaban tirada en el pavimento húmedo de miados combinados con alcohol y refresco pegajoso.

La llegada del inspector de protección civil en una bicicleta para evaluar la situación, para saber si es necesario ordenar a la ambulancia, o tal vez se trataba de un puto borracho rutinario tirado en la pintoresca calle pueblerina ahora convertida en un basurero provisional que durará por lo menos tres días. Claro que habrá tiempo para esas ratas impacientes en las coladeras que reprimen su salida por miedo, al parecer las personas no dormían hoy.

 Mariela corre la suerte, de las leyes de la probabilidad, parece una de esas pendejadas absurdas, pensar en las probabilidades de uno en un millón,  pero que piensa haber alborotado por el hecho de salir de casa y plantarse en ese lugar.

No puedo creerlo que después de tantos años la veríamos así, vencida con sus manos tímidas ahí olvidadas. Nunca tuvimos la mala costumbre de preguntar por atropellados, asesinados, cualquier cadáver que apareciera con una sabana o el rostro cubierto al rededor de un charco de sangre, con ese carmín intenso de infierno. Algunas veces solo basta voltear para provocar una explosión en la consiencia. 

Eso le gusta a la gente, el puto circo de infierno. Mariela tirada mal herida esperando la ambulancia. Cuabdo se case en la iglesia será recordada como la muchacha que estaba tirada casi agonizante 

No la recordarán por el Minuet en G Menor que era rutinario en las presentaciones de las clases de piano, en el instituto de cultura que tenía al maestro de piano frustrado, con sus sueños truncados por sus pequeñas manos y su mujer embarazada.


Es curioso, y hace días que preguntábamos por ella, posterior a la Llegada de una versión de piano, un disco con las Goldberg variations de Bach.

Sonaba Aria, y entonces, con el oscio de las vacaciones me preguntaba qué sería de Mariela. 

Y los recuerdos con esa historia chusca. Recuerdas que Aria como lección en libro de piano para Anna Magdalena Bach, Aria y el Minuet en G Menor que tocaba con sus manos tímidas, mientras yo mirada, ahí parado, esperando mi turno con la guitarra y la partitura de la llorona y adelita a medias, para conmemorar en la última presentación del veinte de noviembre, la última antes de que me mudara a la capital. 




miércoles, 30 de diciembre de 2015

Canciones



Canciones

Abrí la vieja carpeta en la computadora con archivos que se fueron acumulando durante todo este tiempo. Encontré fotografías, pedazos de canciones y un rompecabezas de letras en archivos txt. Físicamente tengo un montoncito de hojas desparpajadas que fui encontrando en distintas posiciones de mi habitación, se supone que son las primeras ideas de esos rompecabezas, una serie de frases y versos plasmados con lápiz y tinta negra, roja y azul. Ahora las metí en un sobre, las guardaré por respeto a ellas mismas, a su memoria, porque no quedarán plasmadas así.

Miré un viejo espejo, su reflejo es una ventana en el tiempo, me dijo lo que pensaba en ese momento, las decisiones, mis represiones y angustia. Hay cierta inocencia, si me viera a mi mismo me daría una palmada, no por lástima, más bien diría bien hecho mira todas esas cosas, te pillaron con la inocencia de un amor intenso inconsciente.

Inmediatamente pensé en cambiarlas y me puse a trabajar, pero cambiarlas sería negarme a mi mismo, al chico de hace cinco años con sus miedos y angustias, emociones y amores.

Hay una en especial que me parece realmente tonta, los acordes son demasiado bueno pero la letra no le hará justicia a la música, no hay armonía. Pienso en las opiniones que atravesarían de las nuevas personas que conozco, creo que cada vez uno conoce a gente más critica.

Entonces no se si dejar esa letra intacta, pues ya nisiquiera se ajusta a la música.

La historia... algo simple, melodramático. El amor imposible que mira a uno de tus mejores amigos, y que ella no estaba dispuesta a olvidar...

Nunca le pregunté si le molestaba, dejamos de vernos y de tomar tragos juntos ahí lo hubiésemos confesado, mi otro amigo dijo que nunca hubo problema, sospecho que sí...

Total, ella está perdida en otra parte lejos de nosotros quizá.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Porqué no

¿Porqué no programar la alarma? Mañana temprano cuando todos descansan y más tarde dedicarán el tiempo como se manda el séptimo día.

¿Porqué no despertar? Cuando la mañana exala el último sereno de la madrugada fría de invierno.

Porqué no tomar, como en un descuido, algunas monedas, algunas monedas que sirvan para el café de la tarde y un libro de bolsillo poco estorboso.

Más tarde preguntaría porqué sigo haciéndolo.

Porqué no escuchar las quejas de aquellos que esperan un milagro mientras su paciencia les permite colectar indulgencias y librarse del fuego eterno.

Es invierno y aún hay mosquitos con ese zumbido agudo que tortura mis nervios. Porqué no prender un cigarrillo, dicen que "con el humo se van"

Aquí está la influencia de tus charlas y consejos que también son un zumbido...Zzzz zzz "no regreses".

No regresaré, no regresaré, puedo esperar un poco más, mientras estos granos rindan para más tazas de café.

No regresaré a escuchar sonidos sofocantes y noches de insomnio, de calor como si la puerta al infierno estuviese ahí cerca.

Siempre estuvo cerca y no se quien se adentró en lo más profundo, no me atreví a mirar, no quiero regresar.
No te debo nada, mi deuda está soldada, mi alma nunca fue vendida.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Indistinguible







Ahora los sueños son indistinguibles, sueño despierto y dormido también, sueño despierto y estoy dormido pero no distingo parece tan real.

Se que puedo declararme jodido cuando en ambos soy cobarde, antes disfrutaba soñar dormido, ahora desperté con esa sensación de que estaba perdido y acorralado en una mañana fría a las once.

Como siempre esperé a guardar distancia para que nadie sospechara, antes revise el coche y me percaté de la jeringa rota. Tal vez las cosas no estaban bien contigo no podías conducir así. Y de repente llegamos en un parpadeo el sol era intenso y el calor también, cerca del mar, y los demás acediándote.

Yo perdido como siempre con estas ganas que percibes.

Desapareciste y ahora siento pánico ¿dónde estabas? Me quedé con ellos recordando tu mirada, descifrando por si quisiste decir algo, sigo siendo torpe y me quedé esperando hasta la mañana fría.

En la mañana fría me di por vencido, pero perdido, aquí, únicamente yo cubriéndome del frío, no hay diferencia. Pensaba que debajo de ese sol caluroso, entre las palmeras y la fista, con todos ahi mirando, tampoco dije nada.

En mis sueños también me quedó estático, esto es lo último a lo que se puede llegar.

Pensé en invertir, hacer despierto lo que en sueños, estaba decidido por la mañana, sin embargo me quedé estático esperando que se terminara el tiempo, que se apresure para arrepentirme dentro de tres meses.

martes, 15 de diciembre de 2015

Conducir

Como es costumbre en aquellos lugares, la hospitalidad se manifiesta en hartazgo, y piensa como te las arreglarás en cuatro horas de camino al volante en alta velocidad.

Sin parar, con el pulso acelerado mientras todos duermen y la música no se distingue.

Es de noche y las luces son despiadadas, están por doquier, algunas te incitan a pisar el acelerador.

Al lado de ese camión, doble remolque, veintiséis ruedas atrayendo como imanes, hasta parece una contradicción no ir hacia ellas.

Te preguntas si los demás sintieron lo mismo, cunado la gente pregunta porqué sucedió si lo hacía bien... conducia bien.

Sentirse atraído parece tan normal.

Volver

Fue revelador, una especie de moraleja que te iluminó en uno de esos chispasos.

No hay algo, todo es la nada, podría ser una de tus historias pero olvidaste tomar una pluma y papel. Estuvo ahí pasando frente a tus ojos cerrados, en tantas oscuridades como esta.

Ahí estaba, era un día como estos, tenías la misma chamarra, tratabas de ocultar el pulso acelerado de tu corazón y sentiste alivio al escuchar al mismo ritmo el de ella. Eso es... como una sensación de alivio por el equilibrio, ambos ganando, ambos parejos. ¿Y lo arruinaste? Todo transcurrió como transcurrió y no hay más, no estuvo mal. Y a pesar de que ese aroma y rostro jamás volverá en tu vida, aquello se quedó en la memoria del tiempo, no se fue, quedó ahí y eso te hace más completo.

Ya no está, alguna vez estuvo.

Volviste al mismo sitio, con oscuridad tenue, terminó la cena, entraste a la habitación, te preparas para dormir y sabes que no será fácil. (otra vez escribes con la.esperanza de que sea leído)

En este lugar hay muchos relojes, uno cada tres paredes, se escucha su mecanismo trabajar, quieres arrojarlo por la ventana.

Parece que volviste al mismo lugar, la misma habitación y época, la misma ausencia.

Ruegas para.tener el sueño pesado, para no escuchar ese ruido de al lado que puede comenzar en cualquier instante, ese murmuro incontenible y cataclismico, ese respirar acelerado y los ruidos de caricias agitadas.

Te preguntarás ¿que haces aquí?  Con el sueño ligero, que es injusto no poder dormir, que tomas discreción ante el ambiente lúgubre, que hay que esperar un poco más hasta que todos estén completamente dormidos y entonces te sentirás seguro para dormir, es un puto manicomio esta casa de relojes.

Después asocias, esas respiraciones agitadas, y si ocurren en otra parte, y si es ella. Porque si bien estas seguro no está en la casa de los relojes, está en un lugar mejor sin tener que cuidar del sueño, sin preocuparse por la mañana siguiente, sin lamentos, sin jugar a la mentirosa para obtener al día siguiente un poco de papel moneda.

Claro, por qué no, quizá no fue está noche, fue ayer o será mañana o pasado mañana.

Sientes esa especie de punzada en el.estómago y vuelco en el corazón, entonces crees poder desenmarañar la línea del tiempo y encontrar el punto exacto donde perdiste importancia en su vida, incluso dudas si algún dia la tuviste, y todo se reduce en cuándo te olvidó por completo.

Siente su ausencia, siente esa lección de vida, no está y ni creas que algún día significaras tanto como el amor intenso que no puede dejar por tu recuerdo incierto que en este momento del tiempo es falso.

Te sientes como al principio, cuando recién comenzaba, te creías libre y te ataste, ¿cuándo?

Las cosas empeoraron cuando encontraste a colorine y compañía, y que sólo sirvieron para plasmar más páginas pero que te quedaste solo, entonces buscaste cualquier pretexto para acercarte nuevamente, y lo hiciste.

Magníficaste los recuerdos para pensar que era buena idea la búsqueda, le hiciste creer a las flores, a tu entorno que así era.

Quedaste atrapado.

Y no.tienes algo. No hay, estas en la.nada.

El reloj es despiadado, su mecanismo cruge poniendote más tenso.

Y te sientes como.al principio y te crees capaz de afrontar este momento, ésta deuda contigo mismo, el round que evitaste afrontar.

Aquí estas, como si no hubiese pasado el tiempo, como.siempre esperando.

Aquí estoy contigo, completamente.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Inducir cansancio

Al lado de los libros tengo apiladas unas cuantas libretas, ésta la de hojas amarillentas viejas que compré con los viejos que venden libros viejos, también la de hojas blancas con forro folder que tiene un desorden de apuntes y cuentos incompletos, pero yo buscaba la libreta de rayas y pasta verde; dentro hay una especie de bitácora con fechas al azar, ahora recuerdo fue a propósito por si alguien usmeaba, es azarosa pero recuerdo el orden específico.

Me puse a leer sin éxito, sin querer continuar, como cuando no te quieres mirar al espejo porque sabes que encontrarás tu cansancio y la actitud de su punta madre. Me dio hueva....

Prendí el radio y hay un concierto navideño de orquesta, azquerosamente agudo, tal vez el ingeniero de audio está de vacaciones, todos salen hoy de vacaciones.

Tomo la pluma con pereza, hay mucho que escribir a la clásica sin estar frente a la estúpida computadora.

No decido, mi vista está cansada como para tomar el libro de cortazar que compré el día de mi cumpleaños, o quizá solo escucho música, o me pongo a escribir; el chiste es dejar la luz prendida hasta que sea media noche hasta que el vecino se de cuenta que estoy en casa y cuide su desmadre, para que no arme un escándalo.

No se decidir, recibo un mensaje, cortez, de esos que te manda la gente que siente aprecio. Trato de contestar como siempre, no causando mala vibra. En realidad quería decir: sabes... yo ya no sé, bueno si se que jugare sucio, mintiendo como siempre, que nunca voy a dejar de adorar conjeturas y paradojas, lo sabes bien, apoyame, no tengas lástima por mi. Por ahora no me interesa estar en una oficina, tampoco viajando a tomar datos y fotos con aparatos que no entiendo como se calibran y que no tengo interés en aprender, la biblioteca está bien... Abri mi libreta de rayas, ésta hecha un desorden y no se porque también hay apuntes de geometría riemanniana, y ya no entiendo un carajo. La radio está bien, solo espero el sueño, y sabes realmente hoy ya no siento esa sensación de viernes, una especie de abandono porque hasta mi estoicismo se va, es el día de recordar la incompletitud, pero no esta mal, la radio no está mal, la vista tampoco, pero no quiero hacerlo; leer y escribir.

jueves, 10 de diciembre de 2015

banqueta

Transitan conductores con carácter incierto, fanfarrón y desesperado, despiadados circulan en la avenida que en los últimos años se convirtió en mercado. Hay puestos de fruta, trastos, discos,  etc, e impiden a la gente  tomar las banquetas.

Atropellan a un perro que venía con unos niños que salían de la escuela, el perro cotidianamente acompañaba a la acalorada madre que observa la escena sin saber que decisión tomar.

El perro con las biceras destrozadas, pero sin rastro exterior, camina unos cuantos metros y se tira a la sombra para agonizar. Los niños se sientan a un lado a dar ánimos inútiles ofreciendo una escena melodramatica que cautiva a los transeúntes preguntándose por el responsable.

La madre es paciente y cuando es momento pide que lo levanten, se lo llevarán a casa y lo enterraran en el jardín, eso planean sollozando.

Los conductores siguen igual, se divierten al máximo esquivando gente, puestos y mascotas.

El sol está de suputamadre pero mezclado con aire frío. Es un desorden, todo es un desorden.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

visitas



Me preguntó por mi interés, respondí varias cosas pero no la verdad. Llegué con varios prejuicios, después, con su impuntualidad de media hora y al verla sentada tras un enorme monitor, un vaso enorme de starbuks y canciones de los ochenta en la radio, entonces me di cuenta que no era el lugar indicado.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Cumpleaños

Hubo un frío intenso tal como lo hubiese querido antes. No fue lugar para tu canasta y mantel de cuadros, para la tarta de carne y ensalada, para el jugo de frutas y dulce de leche; tampoco fue lugar para tu vestido floreado y esas pulseras que te pones en las manos haciéndolas ver más delicadas.

Talaron el árbol dónde nunca nos ocultamos de los rayos del sol, porque hoy muchos lo pedían (los friolentos tal vez a gritos).

No me oculté para que me buscaras, para comprobar que me conoces bien, que me oculto para ser encontrado. Esperé, fingiendo, sorprendido con esa sensación, cuando te acercas se acelera el corazón y disimulo tomarme por sorpresa tu llegada, pero quizá sospechabas que podía percibirte a varios metros, pues a pesar de que no es costumbre tuya utilizar esos intensos perfumes, tienes una esencia que puedo reconocer a distancia y supongo por mucho tiempo más (no se hasta cuando).

Finjirme fuerte y sereno, para mostrarte que conmigo podías estar segura, y que no me importaban estas cosas sentimebtalistas. Con este carácter distraído, que la gente de ciencia como yo no se acuerda de fechas importantes, pero me conoces bien.

Mis miedos son múltiples universos y las vidas que hemos vivido. Tengo en la mente el sabor de las cosas, y no se a que sabe la tarta pero supongo que es insípida, pero no importa porque la habías preparado.

Me escondía para que me buscaras, vestido un poco elegante para caminar como lo hacía la gente de hace dos o tres generaciones en esas fotos de los recuerdos.

Realmente temía que no llegaras, y descubrir que realmente no te interesaba provocarme una risa inocente porque adoro que estés cerca; sentirme atrapado y humano, sin armas y algunas veces sin palabras, que estaba bien si llegabas; que te diste cuenta del juego, me ocultaba para que me encontrarás.

Que estaba ambriento y que evitaba devorar lo que preparaste, por respeto a la canasta y el mantel de cuadros junto con tu vestido floreado.

Que no te importaba, ¡oh! Que miedo sentía. Imaginate que lo hubiera imaginado, que trabajará más de la cuenta aquel día y con tortura, que no me diera tiempo siquiera para la comida y que llegara tarde y cansado a casa para dormir olvidandome de la espera.

Cansado y con el estomago vacío, esperando a que llegue el sueño o la muerte.

Imaginate que lo hubiera imaginado, yo sería el miedo de que no te importaría, yo sería el olvido con una extraña agonía, el miedo me tomaría y comprobaria la verdad, entonces me volvería más fuerte o desdichado. No caben dos posibilidades en el mundo.
Por eso hoy no hubo sol y no me escondi para que no me buscaras. Estaba ahí a la vista del mundo donde pasaba desapercibido con mi estoicismo que sospecho podría ser histeria.

Me puse chamarra para no temblar como perro y tomé mucho café desde la mañana. Estuve ahí, sin hacer nada, como parásito como esperando algo, finjiendo tu espera sabiendo que no llegarias, que hacía frío para los vestidos floreados.

No quise leer tampoco escribir y mucho menos escuchar música.

Jugué al patán mirando como moría la tarde mientras todos se la rifaban. Hoy fui un estorbo, un adorno inesesario de alacena.

Probé la peor tapioca que pudiese prepararse en los últimos diez putos años. Me quedé sentado mirando el reloj como lo hacía mi podrida Sunse tomando patillas inecesarias. Pero yo sin patillas, finjiendo sinismo y demencia, finjiendo que no me importa que no te importe.

Qué hubiera sido de mi, imaginando la tarde ignorando mis miedos, esperandote a la vista de todos, yo soy mis miedos.

Y ocurrió.

Escondido me encuentras y sin esconderme no me buscas.

Pero es peor, en invierno no hay vestidos floreados ni árboles con hojas.

¡Tonterías! Como aprecio al invierno y la ausencia, puede haber un universo vasto y sentir el vacío de todo lo que nos rodea.




Ciudad de México, 4 de diciembre 2015.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Me verás

Estaría de nuevo, si el oscio me gana. Si levantan muchos espejos en el camino y si cada uno de ellos muestra una imagen distinta, incluso si te miras en todos al mismo tiempo.

martes, 24 de noviembre de 2015

ojos cansados

Miré lo que escribiste hace tiempo y me parece que ya mataste tu espiritu creativo en estos días; la música, ropa, libros y todas esas cosas que imitas de tus clientes te están haciendo una perdedora. No lo digo en el sentido estricto de los emprendedores, no, eso no. Estás perdiendote, estás perdida en algo que no enbona.

También pones un acento, como yo, en un lugar donde no va. Así eres, un acento en una sílaba que no lo necesita. Tus ojos estpan cansados de mirarse en ese espejo roto.

Que se termine el verano

Que se termine el verano para no tener el pretexto de salir.  Ya no quiero salir este verano, amigo, me siento cansado. Me zumban los pies c...