Felet, así lo llamaré.
Se acerca con su risa macabra y puedo intuir sus pendejadas. Sus planes absurdos, ocurrencias instantáneas que dificilmente se llevaran al pie de la letra.
Su ineptitud y poco sentido común son una combinación que me llena de frustración, cuando pide ayuda de forma obligada.
Tiene un mal hábito, o mlas gusto, por un saludo fuertemente distraído. Lo piensa cálido, tal vez. Se queda más de 5 segundos con la mano. Aprendímos hace algún tiempo a saludar ese tipo de imbéciles.
Quiciera que no se acercase, cuando piensa que hacemos algo interesante. Quiere saber, pero en el fondo yo se que no comprenderá porque es el idiota mas grande que he conocido.
Quiciera gritarle, ¡alejate con tu asqueroso aliento de caballo!, pues a dos metros se percibe.
Tal vez en su casa le dan de comer mierda y ni cuenta se da.
Felet es insoportable, con sangre pesada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario