Cantar

Dicen que el cuerpo debe estar relajado para cantar. A menudo no me pasa, estoy nervioso porque regresaste. 

Tienes ese semblante que tanto me encanta, una sonrisa enorme y unos hojos con un destello, como si llevaras un registro de todas las cosas del ambiente; como lo hacen las cámaras. ¿Me viste ridículo cantando estás canciones?, ¿Por eso tenias esa risita? tratando de disimular volteando hacia otra parte.

Esta tarde canté para tí, al principio me sentí nervioso porque estabas ahí cerca. Note que el aire no me alcanzaba ni para media estrofa, ahora comprendo porque dicen que el cuerpo debe estar bien relajado. 

No puedo dejar de verte, y por supuesto que volteas hacia otra parte. ¿Porqué no te sentaste en primera fila como lo sugirió tu madre? No puedo dejar de mirar que miras hacia otra parte, como si estuvieras atenta a unas explicaciones teológicas. 

Eres joven y yo también, estamos en la edad de revelarnos contra el dios de nuestros ancestros. No quiero que creeas que soy un fanático, por hacerme miembro de un rito que esta tarde detestas aburrida. Así me gano el pan. 

Permiteme cantarte otra cosa, cuando estés mejor. Hoy te noté enferma, ¿has estado enferma? ¿por eso no has regresado? 

¿Acaso es tan penetrante mi mirada, para que dirijas la tuya hacia otra parte? 

¿Quieres un vaso de agua?, eso pensé mirandote cuando la toz se hacia presente. ¿Estabas cansada? Yo también lo estoy, también estoy cansado de esto. 

Quiciera cantarte otra cosa, tengo doble o triple vida. ¿En cuál quieres entrar?