Miro esta noche viejos trazos de pluma que grabarón viejas escenas.
Miro con amargura lo que fuiste y lo que probablemente eres.
Hoy por la tarde tenía una visión, una necesidad imperiosa de salir aunque estubiese la lluvia. Caminar en dirección a las nuves rojisas. Ahí donde todo es rojiso, donde quedó el otoño guardado. Donde creo que es siempre otoño. Donde te quedaste, donde te deje, donde suprimí el amargo llanto.
No me siento culpable, pero siento amargura.
Yo siempre sentí la necesidad de esconderme, como gato asustado. Ahora lo siento, recostado mirando por la ventana sin poder salir. Porque algo me detiene y no es la voluntad, porque mi voluntad es salir y recoger el amargo llanto que quedó congelado. Se donde está, pero tengo miedo de olvidar donde se encuentre una vez acercándome.
Son ahora escenas, no escritas. Pensadas.
Probables escenas.
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