Me dicen: "Ya viste que piernas tiene, ¿quieres ir a verlas?".
En estos días de vientos cálidos ella se viste de short y vestido. Entonces nos dirigimos a su cubil para admirar sus piernas después de aceitarse con el pretexto de preguntarle cualquier tontería.
Enserio, seguro no me van a creer, pero me importa algo más que sus piernas. De hecho es lo último que miro. Yo solo la visito por su aroma.
Adoro su aroma a flores extrañas dulces y empalagosas. Me encanta ser una abeja embriagado con el dulce aroma. Soy una abeja zmmm zmmm.
A dejado su aroma por todo el pasillo y me de paso a imaginar que es un jardín con flores
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