La tarde en que descubrí que magistralmente podría contenerme, sentir a través de la música, liberarme a través de la música, que no me gustaba ser el frontman de la banda de rock, que de todos modos yo no terminaba con las chicas.
Para mi, ser el frontman significaba más responsabilidad, tocar la guitarra, y concentrarme en mí, después no importaba. Gordo, con mi barba de tres días, cabello, camisa negra. Fumando cigarros, si, porque no, necesito un cigarro, un trago al tinto. No lloré.
En la tarde mi amigo cocinaba, le gustaba hacer experimentos, y era la parte que lo conectaba a la vida.
Para qué quería engañarme, en un intento, no me gustaba eso. A mí me gustaba que me concinaran, bueno, ya que yo me cocinaba a diario, pero mi manera de consentirme es que me cocinen y me traten bien, que una chica bonita me sirva y sonría un poco. Por eso visito a Gosia en su pequeño restaurante, eso es todo, ella me hace sentir bien.
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