Me escapé a hacer ejercicio por la tarde. El gimnasio está lleno a pesar de ser sábado en la tarde. Es febrero, la gente aún no se rinde. Espero se rindan pronto, para no tener que lidiar con tantos, no me gusta estar rodeado de tanta gente.
Me sorprendió la lluvia de la tarde. Me dirigí a casa.
Me sorprendió el reclamo del vecino por quitar un estúpido adorno, que en definición estricta es basura. Me sorprendí a mí mismo decirle que no esté chingando.
Tomé una ducha.
Guardé el hambre para esta hora, para ir a comer en mi lugar de pizza favorito. Me llevaría la computadora para escribir prometiéndome que esta vez comería lento. Teclear es una buena excusa para comer lento.
Llego a mi lugar favorito de pizza y está lleno. Esperé un poco para obtener una mesa. Confieso que tengo cierto sentimiento de culpa. Pues ocupo un lugar que podría ser para dos y podrían cobrar mejor. Pero estaré yo, pidiendo lo de siempre.
Está la chica del lugar, con su aura amable, se ve estresada. Tal vez le estresa ver tanta gente como a mi. Se disculpa por tomar la orden 20 minutos después de que me senté. Por mi no hay problema, estoy escribiendo en la computadora, no quiero estar en casa esta tarde, por mi está bien estar aquí.
Pienso, que tonto me veo con la computadora en un lugar donde la gente va a relajarse y a pasarla bien. Yo la estoy pasando bien. No te diré en qué estaba trabajando porqué será una sorpresa, pero te aseguro que me gusta hacer eso y lo disfruto.
Como y tomo algo. Escribo, tomo y como algo. Estoy bien. Hace mucho frío. Termino.
Sin embargo ...
La chica del lugar se acerca, me pregunta "¿te sientes bien?". Uno nunca espera una pregunta así cuando todos parecen estar clavados en sus propios asuntos. Le pregunté que si me veía mal. Ella se queda pensando unos segundos para reparar diciendo, "no, no, de hecho te ves bien, pero te ves cansado". Dije una de mis tonterías cotidianas de que me levanto temprano y que los fines de semana quisiera levantarme tarde pero no puedo, que probablemente sea eso.
Pude decir que tenía mucho frío. Que me salí de la casa porque no quería estar ... no quería estar ... algunas veces uno no quiere estar en la casa escuchando a sus fantasmas; abandono, rechazo, preocupación, celos, tristeza, deudas, futuros inciertos, la vida; que me sentía, si, no me sentía bien.
La chica del lugar no cargó el cobro de servicio a la cuenta.
Me salí del lugar casi a punto de su cierre, cinco minutos antes de las diez de la noche.
Regresé a casa y sentí mucho frío.
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