Los valles.

Los valles.

Enfrentarse a nuevas cosas, a nuevas situaciones le causa mucho temor. Algún día escucho de una persona la cual no recuerda las siguientes frases…. “muchacho, siempre debes tener la frente en alto, aunque llueva y las gotas de lluvia intenten penetrar en tus ojos y mojar tu rostro, dales la cara. No muerdas tu propia dentadura o se acabaran tus dientes. Cuando el frio corte tu rostro y parta tus manos, disfrútalo….., no ocultes tu cara agachado en una chamara o bufanda, úsala para calentarte mas no para esconderte.

Uno o varios después se acordó, cuando en una situación incomoda sujetaba fuertemente su carpeta con las manos y sus pies bien puestos en la papelera de una butaca, la espalda en el respaldo, afianzado como si estuviera en la montaña rusa, los nervios como si estuviera en la caída más alta de aquella súper montaña rusa. Mirando fijamente una mirada asesina, penetrante, ofensiva alucinante. Imposible leer los pensamientos. Imposible predecir si una noche antes había pasado distrayendo su mente en cosas vanas.

¿Porque te fuiste?, ¿por qué te alejaste? ¿Acaso todos están muertos? Buenos recuerdos quedan, pero desafortunadamente perdieron un poco de dignidad contigo. Tus palabrejas asesinas y la mano indicando quien debe vivir y morir.

Hijo mío no agaches la mirada cuando este lloviendo, mírala de frente, orgulloso, muéstrale que todos estos años no han sido en vano, que te has criado como un guerrero, hecho para resistir todo. La lluvia es el comienzo hijo mío, después un poco de tormenta, no te refugies en los arboles o podrías morir. Si algún día te encuentras en la nieve trata de no maldecir el frio. Si estas en un terremoto, no permitas que tiemblen tus piernas o caerás mas fácil. No juegues con tu mente, una mente bien usada puede hacer cosas buenas, una mente mal usada te llevara a la locura. Muchacho corre e ignora que has fumado muchos cigarrillos esta noche, ignora a tu corazón cuando se queja de cansancio, ignóralo cuando te enamores, el corazón no piensa solo actúa.

Caminando en medio de los valles de hoggolú, se encontró con un hechicero, peligro de morir sujetado de una roca en pendiente hacia el arroyo. El hechicero lo salvó pero lo llevo a otra pendiente, en donde conoció la confusión y olvido las palabras del viejo sabio. Ya nunca podrás asesinar ni defender a la tribu oculta en los valles. Erés un inepto.

¿Sabes a donde te llevo?, le preguntaba el brujo. A una cueva en donde podemos viajar por el tiempo, viajaremos a otros mundos. ¿Qué te parece? Quizá en alguno de esos lugares te conviertas en rey. O tal vez puedas reparar cosas del pasado. Anda metete.