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lunes, 24 de febrero de 2020

No quiero una cruz en mi funeral

Ayer caminábamos, en una de las calles empedradas (que dicen mandó a construir uno de los viejos dictadores para pasearse los domingos), en la noche, pasamos frente a una iglesia antigua y chiquita, bonita. En la puerta, de la pequeña iglesia sin atrio, había un letrero que decía “las misas dominicales son a las 8:00 a.m.”, mismo que motivó los deseos de Sandra por volver a tomar la costumbre de ir por la sagrada comunión.

Me mofé.

Imagínate ir a la iglesia cada domingo mientras duren nuestras ganas de estar juntos. Técnicamente no podríamos tomar la comunión, pues, en el pueblo dirían que estamos amancebados. Además, he blasfemado tanto al punto de merecer la excomunión, pero que de manera voluntaria la adquirí.

Nadie pudo ser más católico que yo, niño reprimido que aprendió a leer y escribir en la escuela de catesismo desde los cinco años, quien fielmente se introdujo al significado de los colores y el incienso junto con la música para cada rito, quien incluso estuvo encerrado una semana en el seminario para ser cura, pero que decidió salirse no por estar rodeado de homosexuales bien raros, sino, porque las posibilidades de que me enviaran a roma a estudiar las sagradas escrituras eran nulas, porque no estaba en tiempo; no aprendí griego, ni latín, ni hebreo ni arameo. Porque no tenía ganas de servir a un puñado de fieles con quien tenías que ser condescendiente animandolos a continuar con una forma de vida muy blandengue. Por tanto, yo no tenía alguna genuina vocación de servicio a la comunidad.

Sandra me contó que algunas veces escapó de la iglesía porque los sermones eran muy aburridos. Yo le dije que quizá no quería aburrirse más ...

Para continuar con la mofa, fingí ser una paloma de campanario, picando con las frases "un buen católico debe saber el significado de los ritos y los sacramentos, un buen católico debe conocer la historía de sus salvación, un buen católico está de hueva", como chingo con mi excremento ácido de paloma.

-¿Sandra quieres que te evangelice? Creo que no sabes bien el catecismo.
- Sandra yo te bautizo con el nombre de María, en el nombre del padre ...
- ... y si continuabamos juntos "ni de pedo se te ocurra que nos
metieramos a una chingada iglesia para contraer las nupsias" .

Sandra se molestó.

Sandra, tendría que contarte una larga historia, para que entiendas porqué me causa enojo, pero si muero antes de ti, por favor te encargo que le digas a mi familia no poner una cruz en mi funeral.

martes, 24 de septiembre de 2019

Insomnio # 2194

Casi cumplo 29 años lo que significa habré dormido cerca de diez mil noches y supongo que he tenido insomnio de un 20 % lo cual serían como dos mil noches. 

Hace mucho no escribo nada para tí, lo sé porque encontré una nota de insomnio de hace más de diez años, la cual relata de manera forzada un intento por expresar "algo", que bien ubico "qué es" pero que a la fecha me cuesta trabajo decir porque es como si lo codificara indescifrable. 

Me quedé mirando los párrafos sin ganas de leer, luego comencé a leer, pero no terminé, no fue por pena más bien por hueva. Lo fácil de ese laberinto, creado por alguien miedoso que intenta ocultar algo, un laberinto de palabras que uno no esta obligado a terminar porque no es de vida o muerte, que quizá no se trata de un jardín porque simplemente se cierra la págia y ya. 

Así como aprendí que uno no llama a donde no lo llaman o a donde no quiere ser escuchado, de que uno debe escribir lo más corto posible para no quitar el valioso tiempo de quién leé, uno puede ser franco y seguir su camino sin hacerse de complicaciones infinitas, incluso aburridas y poco divertidas. 

Me quedé pensando que ahora recordaría una anécdota más divertida si hubiera dicho que me sentía incómodo porque te gustaba mi amigo, le gustabas a otro amigo, me gustabas a mí y yo no te gustaba, y que por eso ya no quería hablarte. 

Yo me hubiera reído después, si te encontraba de casualidad entre la universidad, y recordar la anécdota. 

 Bueno,

¡ buena suerte !

¡buena suerte a todos! 

¡mueran después que yo!

PD. Favor de quitar la cruz de mi tumba.


jueves, 12 de septiembre de 2019

¡Que suelten a Barrabás!

Así fue la muerte del abuelo. 

Cuando murió, los viniles de Beethoven se veían a primera vista detrás del ataud que estaba en la sala, sugiriendo ser la primera cosa que uno podía tomar después de que terminara todo el funeral. Mi madre los llevó a casa, y se quedaron en una caja como por tres meses frente al librero de mi papá.

Nadie hizo caso a los discos, a mi no me gusta Beethoven, pienso que a nadie del pueblo debe gustarle, no por pueblerinos ignorantes, más bien por nuestro carácter dulzón. 

Una vez llegó mi primo el "winki", le pusimos así por que era torpe como los teletubies, siempre fue el peor músico cuando el abuelo intentaba armar su orquestita con todos sus nietos. El winki tocaba la tarola, los platillos o el bombo. Nunca tuvo noción del tiempo, de hecho su mamá no sabe a qué hora nació, cuentan que parió con estudiantes practicantes que olvidaron registrar la hora original y al final se inventaron una. También, registraron mal su fecha de nacimiento en el municipio, entonces mi tía decidió cambiar la fecha de su cumpleaños. 

El winki se llevo los viniles de Ludwig Van y después se propuso ser el mejor músico de la familia, y efectivamente lo fue, porque a ninguno de nosotros (los primos) nos dejó nuestra mamá estudiar música, que porque nos volveríamos borrachos, que porque nos volveríamos mujeriegos, que porque nos moriríamos de hambre como muchas veces el abuelo supuestamente hizo, pero el winki si se metió a la Facultad de Música, siempre lo critican porque a la fecha no puede graduarse, pero lo envidio, pues de todos los primos al final fue muy genuino.

En el décimo quinto aniversario luctuoso del abuelo, mi mamá propuso que nos juntaramos los primos y armar la orquestita para tocar en la misa y unos danzones en la comida. El winki ya no tenía problemas con el tiempo, pero le costó mucho la afinación de sus tambores. El winki algún día mejorará y yo me pudriré en mi oficina junto con mis deudas si es que tengo suerte.

El winki dejó de hablarnos bien desde el funeral que ocurrió en semana santa, cuando cada año salíamos en la representación del viacrucis actuando como pastorcitos, que le gritaban a jesucristo ¡crusificale! ¡ crusificale ! !que suelten a barrabas que suelten a barrabas! 

Recuerdo que amarramos al winki, diciéndole que nos ayudará a practicar para la representación de jesucristo, él sería barrabás, pero no lo soltamos, seguimos golpeando con un lazo, hasta que su cuerpo estúpidamente enorme cayó al piso y nosotros corrimos muy fuerte para que no nos alcanzara.  El winki duró mucho tiempo enojado porque nuestras madres y abuela estaban tan acongojadas con la muerte del abuelo que decidieron olvidarlo y no nos castigaron. 

Mi esposa y yo nos mudamos cerca del Centro Cultural Rivera, que porque tendríamos muchas cosas cerca, y que podríamos ir seguido al centro cultural cosa que menos hacemos. 

Una vez me preguntó que si compraría los boletos para la temporada de Beethoven, cosa que yo no quería hacer y ella tampoco pero su amiga ya lo había hecho... Llegué en uno de los ensayos de la orquesta que estaba lejos de mi vista pero se escuchaba el primer compás de la quinta sinfonía seguido de unos tambores desafinados y golpeados torpemente como fuera de contexto. 

Noches después el winki se presentó con la  orquesta de estudiantes, los tambores estaban bien afinados, no quité la vista de él con cierta envidia, él lo disfrutaba sin importar que ya se veía viejo para ser estudiante, disfrutaba estar ahí, mientras yo estaba sentado en un concierto que no deseaba escuchar. 

martes, 27 de agosto de 2019

Pulque para dos

Puse a tocar danzones, los populares, los que se tocaban en la fiesta del pueblo, los que escuchaba mi abuelo y bailaba, los que tocaba mi familia de músicos en fiestas familiares, o bodas donde los contrataban, o en funerales, si, en funerales también suelen tocarse a la fecha. 

Tenía poco tiempo con estos speakers, de verdad que son muy buenos, tienen muy buen sonido y estos danzones suenan muy limpios y serenos, muy claros, tranquilos, como de paz, de aquellos que en el fondo quieres bailar pero estaría mal con el difunto adentro en la sala. 

Mi familia de músicos tocaba, o toca, los mejores danzones de manera precisa, obsesivamente siguiendo la partitura, lo sé porque algún tiempo intenté ensamblarme con ellos, con mi guitarra eléctrica y sin leer la partitura, porque no había para guitarra eléctrica, pero decían que podría divertirme improvisando arreglos hasta que rápidamente consideré inútil el reto porque además no quería tocar música de "viejos", pero no sentía la música como la siento ahora, con esa nostalgia de querer regresar, y caer en la cuenta que lo tropical es rico.

Como es difícil aprender a tocar un instrumento de aliento, me viene a la mente intentar con las percusiones y regresar con ellos, y decirles que si puedo tocar con ellos, en alguna boda, quiero comer mole, ese agridulce casi neutro con arroz y pieza de pollo. 

Puse a tocar danzones, por una hora, y me sentí en todas las fiestas con mole, y funerales, esperando que terminara. Madre, por ninguna razón poderosa evitaría que pusieran una cruz en la cabecera del ataúd y rezaran el rosario hasta el cansancio, claro entre nosotros, porque siempre dijimos que no pagaríamos un rezandero si aprendimos bien las lecciones del catecismo y los ritos de la religión, que siempre fuimos buenos cristianos. Cuando muera, hermano, dije, quiero que me pongas el "dark side of the moon", cuando se valla el rezandero, pero ojalá se compadezcan de mi porque no tenemos dinero para el alquiler de la banda, diles que me toquen un buen danzón, porque al final eso fuimos desde el abuelo, y eso fui hasta el final, pídeles de favor toquen un buen danzón, y el "dark side of the moon" cuando se vayan todos. Quizá ahora la banda no quiera tocar de gratis, y es comprensible, vende los speakers y los discos si es posible, quizá alcance para una sola canción, un buen danzón.

miércoles, 7 de agosto de 2019

Feliz primer día de clases

Intenté describirme en un cuento suponiendo que yo era tú, interpretaría cómo me mirabas en las tardes de biblioteca en la universidad o en la cafetería, cuando nos reuníamos varios alumnos a intercambiar tareas que no sabíamos o no queríamos resolver con esfuerzos redundantes. La descripción de mi mismo sería tan hipotética como las vertientes elegantemente inconexas que te escribía en mis notas, que tímidamente te entregaba, que nunca guardé para releer, que significaban una conversación sin respuesta, como si le hablara a la luna, mi diosa coronada.

Nunca guardé una copia de las notas, en el fondo detestaba mi escasa franqueza y no quería evidencias de ello.

Releer las cartas, suponiendo que se encuentran guardadas, me provocaría la sensación de arrepentimiento, pues en el fondo y sin mencionarlo había una franqueza implícita muy evidente, de esas franquezas que te exponen; quería decirte que moría por salir contigo, que me encantaba tu seriedad, tu cara de enojo y cómo se transforma cuando de repente sonreías, que podía verlo como en cámara lenta, como si existiera un código en memoria que le decía a tu rostro cómo hacerlo muy bien, sonreír perfectamente.

Para mí eras perfecta, me gusta tu cabello, realmente quería salir contigo ... pero joder, no tenía dinero para invitarte el café o el postre que siempre comías, siempre quize decir: ¿quieres ir al cine al aire libre? Sabía que comprarías palomitas y me ofrecerías pero yo diría que no me gustaban porque me resecan la garganta, te darías cuenta que no quería aceptar porque me daría pena decirte que ya no me quedaba dinero para el metro, que regresaría caminando y hambriento a la casa de estudiantes, que robaría comida a los de la pensión para cenar cuando todos se duerman.

Quería ocultar todos mis miedos, mis gustos más absurdos y placeres triviales, por ejemplo cuando murió Esther y me sentí devastado, cuando murió mi amigo Julio, ..., que mi alma, si es que existe, tenía una ventana transparente donde podía mirarse fácilmente al interior y que no era bueno, a pesar de guardar trivialidades, sentía que si alguien las miraba con atención estas se esfumarían como animales asustados, y si se esfumaban sentiría un vacío aún mayor.

Algunas tardes pensaba para mi mismo mirándote:

… de verdad que no puedo ayudarte con tus tareas porque me cuesta trabajo resolverlas, pero estaban "ellos", los que tenían todo resuelto, ellos los que tenían amigos de semestres más avanzados, quienes advertían de “lo que vendría en los exámenes”, lo que dejarían de tarea los profesores más famosos.
Alguna vez, te vi conectada en el chat y me aventuré: "Son las dos de la mañana, estoy haciendo la tarea de teoría de ... " ¿quieres discutirla? algo debe salir ..." y tu contestaste "No, ya dormiré".
Bueno, lo intenté. Después al otro día te miré copiando la tarea de alguien más, 5 minutos antes de entregarla. Supongo que sacaste 10 y yo 7, pero eso no me decepcionó porque estoy seguro que era más inteligente buscar la tarea resuelta a obstinarse y encerrarse para resolverla por uno mismo, en estos tiempos donde todos viven acelerados y parece ¡imposible!, dicen que uno siempre tiene que discutir, que uno no debe estar solo … que uno debe aprender a trabajar en equipo.

... a todo esto, y como siempre saliéndome por la tangente, nunca supe si saldrías conmigo, quizá no, y quizá era mejor escucharlo de ti misma para afrontar el miedo "de que dijeras que no".

Nunca me gustó la escuela, pero mi familia decía que tenía que estudiar la universidad porque nunca pude hacer bien el trabajo en el campo con el abuelo. Nunca me gustó levantarme temprano, y siempre busqué una excusa para ir ...

... debo aceptar que la pasé bien en la universidad, entre incertidumbres, camaradas, retos ... y las excusas idiotas para preguntarte cualquier cosa.

¿somos más adultos que antes? , tal vez por la edad, tal vez ¿porque estamos casados?... , me dí por vencido y mostré mis gustos más absurdos y mis miedos, no quedé vacío... me siento más gordo y como infinitas palomitas de maíz. Me enteré que también te casaste, me dijeron que fue de ensueño y que adelgazaste que más, que trabajas en ...

lunes, 8 de julio de 2019

Perros de la madrugada

I
Desde hace tiempo sabemos de su miedo a los perros, a mi me tenía ya sin cuidado, pero anoche nos encontramos con un perro que hasta yo le tuve miedo, y entonces me pasé del otro lado dejándolo a él muy cerca del hocico del animal porque ya anticipaba que atacaría. Debo confesar que en mili segundos pensé que sería una lección para curarlo de espanto.

Fue una lección sangrienta para mi, me asuste demasiado cuando lo miré perdiendo mucha sangre, pensé que moriría mientras miraba a un médico de cuarta improvisar. 

¿qué hacíamos en esa vieja terminal de autobús? no ha cambiado en años, una noche antes pasé conduciendo al lado, y quizá por eso quedó en mi memoria, después, me ganó la luz del día y la miré cambiada, con cambios a futuro que le venían bien, pero no soy arquitecto ni ingeniero civil.

Poco a poco, mientras avanza el día olvido los detalles, guardo los más abrumadores, Esteban, el más querido, ebrio, amenazándome con un cuchillo, a causa de algo que no recuerdo pero estoy seguro de que se trata de las cosas de siempre, de que su vida debió ser la mía, de mi carácter de mierda, que a propósito dejaría a Mateo desangrarse, mientras tanto me las ingeniaba para entretenerlo y darle tiempo al médico de cuarta calmar la crisis. Algo se me ocurrió, y efectivamente pegó, dejó de sujetarme por el cuello y guardó el cuchillo, le dije una de esas cosas pedorras de la vida, de esas cosas ingenuas que nunca se cumplen, pero no recuerdo bien, y me desperté preocupado por Mateo. ¿Estaría muerto y trataba de comunicarse conmigo?

¿Porqué apareció esteban? su hermana pedía dinero una noche antes.

Los perros en la calle seguían ladrando, yo dije hace dos días que sería la última noche que dormía en esa habitación, que no dejaban dormir los perros.

II

Discutí con la señora de la cafetería, porque tenía escrito en el menú algún platillo que dejó de preparar hace tiempo. 

III

Le pedí al mojarras que cambiara de lugar la imagen del inmaculado corazón de maría, para que mi abuela estuviera contenta, le pagaría mi último billete en la bolsa, fingiendo solvencia económica.

martes, 12 de marzo de 2019

midnight gost

Nunca hay razones para mirarte, aunque es difícil encontrar tus ojos, para mi se cansa la mirada. Durante estos años me estuviste susurrando tu presencia, silenciosamente hasta escucharte, cuando todos dormían, cuando mis oídos se vuelven más agudos a media noche.

Saboreas la angustia, la incertidumbre, el miedo. Pero uno debe ser paciente, para no quedarme cansado, para comerme las horas que dejé hace rato cuando te escuchaba, suavemente, sin decir nada, qué solo estabas ahí saboreando la angustia, la incertidumbre y el miedo; como si elogiaras una buena cena, de las mejores que has tenido.

Duerme angel de la guarda, que debo buscar las horas que no viví hace un momento, dulce compañía, si dejas que yo muera tu también morirás. Sigue ocultando tu rostro, que esta angustia infinita te alimentará por siempre. Por favor no pienses que esta es la última noche, dejame continuar que mañana tendrás más, mucha más angustia, mucho más miedo.

jueves, 24 de enero de 2019

Crónica

Es una noche solitaria, quería decir como en un sueño, algo extraña, solitaria. El estacionamiento vacío y ningún auto circulando por el bulevar. Podía ser un sueño porque la luna estaba ovalada, llena y azufrosa, pero extraña, presente, indecisa, como si quisiera caerse o pegarme una mordida. Hace frío y tiemblo por eso, no tengo miedo de que me asalten, tiemblo por el frío, camino solo y no es media noche, parece que en esta ciudad todos corrieron temprano a casa.

No acepté tomar chocolate con Zeli, no porque me quedaría toda la noche, y en mente tenía palabras revueltas, como sopa de letras para plasmarlas en el papel, a la luz tenue y amarillenta de la lampara que Zeli detesta por alguna razón, sospecho que es la oscuridad de y verme oculto, quiere luz intensa para mirarme a los ojos pero escondo la mirada temiendo ser fácilmente descifrable.

 Termino el capítulo y comienzo el esquema del siguiente, trato de escribir minuciosamente, intensamente, sinceramente, estrechamente pero sin omitir detalles importantes. Fácil me desgasto, tan solo han pasado unos cuantos minutos y pienso que son horas, pesa escribir estrecho pero con tantos detalles.

Suena el teléfono, a continuación haré una llamada de una hora y entro en pánico porque me interrumpe lo que me comprometí hacer, una ficción para mi, poner en orden la sopa de letras. No puedo hablar por teléfono y leer a la vez, o escribir a la vez, decido atender la llamada completamente aunque del otro lado no es atendida completamente.

Se termina la llamada, continúa la pluma arrastrándose bajo la luz amarillenta sobre la hoja de papel rallado (amarillo también). Termino con dolor de cabeza, supongo que la luna ahora es blanca porque a cierta hora se elevó en el horizonte. Hay un silencio total, pero no estoy soñando, es una noche solitaria.

Es necesario, si, es necesario, ahora desgastar las rodillas buscando algo nuevo, porque todo resulta conocido, todo aquí resulta conocido. Por si a caso, ¿estás ahí? te busqué para tener un pretexto de escapar. Y después busque otra cosa, para olvidar, para saber que es una noche como tantas, olvidar la luna ovalada y el dolor de cabeza por la sopa de letras vertida en el papel, contando a detalle pero de manera estrecha, puntual.

sábado, 19 de enero de 2019

Hotel

Estábamos en un cuarto con forma de rectángulo, bastante raro, pagado por la beca de un congreso. Tenía el piso, el azulejo y los espejos; la secadora, el espejo chico, el aire acondicionado; las sábanas blancas y una infinidad de almohadas. Pero varías camas en hilera, como de orfanato, pero estas miraban, todas a la gran ventana de cristal que daba del piso al techo. Me asomé pero no pude reconocer que ciudad era, un poco futurista, o fuera de lo común, al menos todos estábamos preocupados porque se requería un idioma que nadie hablaba.

Fernando se puso raro, de sus conversaciones oscilaba entre el español y el inglés en cada oración. Con exactitud recuerdo también que estaba la joven, la que siempre, por alguna razón, le decían que tenía que estudiar el comportamiento de estrellas raras, pero que al final terminó haciendo experimentos con tierras raras. Estaba, con ese acercamiento peculiar, como de imán, de polos opuestos.

Todos sabían que se trataba de un sueño, pero yo no me había dado cuenta. Al final descubrí que la regla era romper las reglas, y al final fui sentenciado por no romperlas.

Después viajé por el tiempo a la cocina de María y Daniel, por alguna razón estaba la pareja de Itali-españoles a los que Fernando alguna vez les regaló un chile en nogada guardado en un tuper. María le decía a su hijo, como antes de que se revelara, la manera de moler aquello y mover esto otro.

Pero ya no recuerdo como olía la cocina de María, muy rico claro, pero no lo recuerdo. Después me alcanzaron los policías de no romper las reglas, junto con la de los experimentos de tierras raras, pero afortunadamente pude despertar.

viernes, 18 de enero de 2019

Colores

I

Me di cuenta que a escondidas le tomaste la fotografía, a nadie le dijiste, sería tuya. Pero qué fotografía tomaste, es una de las más horrorosas, nunca se te dio lo de tomar fotos. Tiene unos colores muy opacos, y le tomaste el peor ángulo. Todos sosteniendo una cerveza al mismo tiempo y también riendo porque, no recuerdo a quién, le tocó el reto de quitarse la camisa, aquello se ponía intenso y por eso te fuiste. Ahora que enseñas la fotografía, todo se ve diferente a como me habías contado que era, ella, y los demás al lado ... ella ¿también se fue a dormir? Al otro día, no me digas, usaste una de tus referencias librescas, Borges nunca falla con una pseudointelectual, ¿enserio creíste eso? ... okay lo supusiste porque siempre hablaba del infinito.

II

Eli mira fijamente, parece que está enojada y Jesús asustado, me hubiera gustado que alguien te tomara una foto a ti cuando tomabas la fotografía con tu cara de pendejo, pero ya me contaste, te sentiste así. Ella mira fijamente enojada y así quedó hasta el olvido. Los colores son muy bonitos, ella tiene un ramo en las manos y Jesús tiene frío. Tu llevabas esa camisa, que me contaste que odiabas, con el número tres cubierto por la chamarra. Ella mira fijamente enojada lo recuerdo, pero no importaba, Jesús lo hizo por ti, porque no querías aparecer en el cuadro, siempre preferiste estar en la sombra hasta darte cuenta que morías lentamente, sin dejar huella en el mundo. 

II

Pagamos la fotografía completando con lo que sería el pasaje del autobús, porque el presupuesto para la feria fue gastado en los juegos mecánicos. Después me regresé a casa caminando. Tiempo después rompí mi copia en un intento por limpiar de escombros la habitación, de escombros "del pasado". Regresé a casa caminando, no quedaba dinero para el autobús, regresé a casa caminando. 

domingo, 13 de enero de 2019

Cosas que se tienen que decir

Cosas que se tienen que decir y cosas que no.

Hay cosas que deben decirse, pero no se dicen para no parecer un majadero. Por acciones que son injustas pero denunciarlas te pone en peligro, desde un golpe hasta la muerte. El mejor escape es decir que no querías verte grosero, majadero.

Aveces reclamas, porque es injusto, y terminas siendo muy severo, puede que te quede el remordimiento.

Algunas veces querías comerte a besos a alguien, lo dices, lo haces y queda el remordimiento ¿fuiste majadero?. No lo haces y queda el remordimiento también porque ¿quedaste como un pendejo?

miércoles, 9 de enero de 2019

Helena

De hecho era María Elena, sin "H", pero ella decía que se llamaba solo Helena, porque a esa edad era una vergüenza llamarse María en la clase de filosofía de la preparatoria, ¿porqué? debíamos aparentar ateísmo y nos pesaba llevar la marca del oleo santo bautismal en la frente.

Yo le puse la H porque pensaba que así debía ser Helena de Troya, como ella, y le escribí una carta enorme tan obsesivamente perfecta bajada del olimpo, que terminó imperfecta, quizá inconexa, que quizá borré, pero no recuerdo bien porque incluso mi memoria se niega a decirme si me sentí avergonzado. 

El hermano mayor que nunca tuve pudo advertirme que era mala idea. 

De repente llegó el recuerdo hermoso, porque éramos jóvenes. Ahora siento que no conozco a nadie, pero no es así, tengo la sensación que al mirarnos al espejo nos parecemos más a la fotografía de nuestros abuelos; más lejos de la juventud y más cerca de convertirte en una gárgola. 

¿Cualquier consejo de mi hermano mayor sería infructífero?

La última vez que miré a Helena en la estación del metro volteó la mirada hacia otra dirección y sus facciones trazaron un "osh". 

miércoles, 11 de julio de 2018

Cassette y las canciones que nunca entendí

Borré lo escrito originalmente en esta entrada, era una especie de cuento del amor puberto que se concebía en mis tiempos. Cassette era el seudónimo de la protagonista porque ella recibía una cinta musical con las primeras canciones escuchadas a voluntad de su admirador.

Dejó ser un cuento porque los últimos siete meses a ratos intenté armar un rompecabezas y me dí por vencido porque comenzaba a leerse forzada y con un ritmo acelerado en los últimos párrafos, quise quitarle ese ritmo y aumentaban las cuartillas. Me propuse a escribir una historia de una cuartilla, para que no resultara de “hueva” en este tiempo que a las personas les gustan las cosas inmediatas.

Al final quería rescatar tres puntos importantes. ¿A qué edad comenzamos a decidir por los pequeños grandes placeres de la vida?

La música: puede ser una aventura cuando uno decide levantarse del sillón, buscar en la tienda de discos, escuchando y viendo portadas extraordinarias. Algunas veces comprabas discos simplemente viendo la portada, llegabas a casa con la excitación de lo que escucharías, y cuando resultaba algo verdaderamente bueno ... era algo verdaderamente bueno. Tenías que salir a la calle, si, cruzar la calle y las puertas de una tienda. Además era un acto voluntario, buscar música nueva podría significar una nueva forma de pensar, una diferente a las influencias de lo que escuchaban tus padres o tus hermanos mayores.

Fotografía: Siempre me dicen que soy malo tomando fotos y lo reconozco. Hace unos días revisé cientos de fotografías en mi computadora, la mayoría malas y desenfocadas, pero encontré escasas muy buenas. Entonces proyecté ciertos momentos agradables sin haberlos detectado en la fecha original de la fotografía, lo viví pero no me dí cuenta y sin embargo lo siento. ¿A caso será la fotografía similar a las matemáticas? Constantemente en mi trabajo debo hacer cálculos en hojas de papel, cientos de hojas de papel que se van a la basura, pero algunas escasas con cálculos correctos. Algún día tienes que pegarle al óvulo esperma ganador aunque sea por estadística.

Comida: ¿Ustedes son sinceros con su comida favorita? recuerdo que mis amigos pubertos decían que su comida favorita se encontraba en restaurantes o fastfood de cadena, bueno, por su propio bien tenían que descubrir ese gran error. Esta afirmación era común en el pueblo porque referencias de cadena significaba que salían frecuente de nuestro rancho y eso los ponía en otro status. Otra razón puede ser que es más fácil referenciar esos lugares de comida porque el cerebro no daba para almacenar mejores direcciones. Ahora muchos coincidimos que la mejor comida no está en esos lugares, de hecho los mejores ingredientes se consiguen en el pueblo y con mucha paciencia puedes cocinar algo muy bueno. Conocer tu comida favorita implica recorrer muchas calles y lugares, algunas veces viajar decenas o cientos de kilómetros, es un encuentro con uno mismo, como la música y sin influencias. Además, siempre vamos a tener opiniones distintas, pero vale la pena encontrarse con uno mismo en ese aspecto.

Amor: Algunos teníamos que escondernos, porque en aquel entonces la/el chic@ que besaba mejor ¿significaba motivo de burla con tus amig@s? Sin darse cuenta todos buscábamos lo mismo, pero ... el estereotipo más jodido lo había inculcado la televisión y las revistas (la música nunca tuvo la culpa). Todos tenemos una idea distinta de esto, pero, si en el momento del acto se activa el la vista, tacto, olfato, oído, y gusto, entonces  habrá que educar bien a los tres placeres anteriores y buscar en ellos la sinceridad con nosotros mismos.

martes, 26 de junio de 2018

Observar

Después de los tres tipos de preguntas: las intelectuales, las forzadas, y las inocentes, preguntó la suya, que me parece no podía entrar en las categorías anteriores. - Sobre los suicidas silenciosos... ¿hay alguna manera de detectarlos aunque sean silenciosos? - . Entre balbuceos de la expositora, como agarrando vuelo para la respuesta que iba a dar pero que no se le veía a la mente de manera instantánea, le dijo de manera gentil que no podía saberse ... que por eso eran suicidas silenciosos. 

Después, se le ocurrió decir a la expositora que los suicidas silenciosos daban señales, que los suicidas silenciosos se despedían en broma. Que uno debía estar atento ...

Pero yo pienso que le faltó decir que las despedidas son indescifrables, sobre todo para una persona tan inteligente como él, o el genio idiota narcisista como alguna vez se definió.

Aquella noche, a propósito publicó una imagen de Snoopy tendido en un árbol, como con cara de satisfecho y soñante.

Después se detuvo su corazón, yo pienso que encontró la forma menos sangrienta de hacerlo, la forma menos aparatosa, como decían en el pueblo como ``pajarito''... Ya no luchó, tan solo dejó que la respiración no volviera, no intentó despertar del sueño recurrente donde el corazón se detenía y el aire le faltaba.

jueves, 22 de marzo de 2018

Hombre mocho conservador


Hombre mocho conservador

Estábamos mirando/escuchando un ensamble post-moderno, que nos atrapó cuando hacían el sound check, porque siempre nos emociona ver cajas negras, cables conectados, consola, pedaleras, un escenario móvil, la adrenalina de montaña rusa, porque alguna vez fuí músico.

Juro por dios que nos atrapó la música, podría confundirse, por el la explicación simple, de que en el escenario había tres chicas con atuendos llamativos, y que llegamos a la evidente conclusión de que su papel era llamar la atención para que la gente se acercara o se pusiera atenta al escenario, tratando de digerir las armonías que tendían hacía algo abstracto, por así decirlo.

De hecho las chicas de atuendos llamativos hacían papilla la disciplina de la banda.

A mí, hombre mocho criado en el seno católico de una familia conservadora, mi atención se fué hacia la chica del chelo. Ya lo dijo el pianista, "no hay mejor placer que observar tocar por la mañana a bach en el chelo..."

Me sentí como adolescente, cuando fuimos a otro concierto de la misma banda, para después pedirle a la chica del chello un autografo y "tómate una foto conmigo".

Es una chica normal cuando baja del escenario, arriba del escenario, las luces la hacen ver imponente, arriba del escenario nos volcemos fans los conservadores que queremos escuchar a bach por la mañana, una ilusión que nunca pasará.

Voy a ser su fan.

jueves, 1 de marzo de 2018

Mi foto

Mi foto apareció en una página de internet importante. Lo bueno es que no mandé mi foto borrosa, aquella de la que se cagaron de risa en Sao Paulo.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Jamás

José Alfredo, que mal nos hiciste...

Armé un melodrama, escribí poesía barata y cartas redundantes, compuse canciones que se escuchan como gato en celo. José Alfredo que mal nos hiciste, pero sigues siendo nuestro favorito como un tequila malo que no puede dejarse de tomar.

Aquí estoy, sin poder dormir, pensando que decir mañana. Ojalá esto fuera un mal sueño y despertar el sábado por la mañana, con mi pijama suave que usaba de niño y el olor del desayuno colandose por la rendija de mi puerta.

Te quise y no guardo rencores, yo no quiero que nadie te haga daño, tampoco que rompan los huesos de tu delicado cuerpo, te ves tan frágil que pareciera que el viento te va a llevar. No quiero que mi rencor te rompa, ese que guardaba porque no me quisiste.

A que mal nos hiciste José Alfredo

Que hace unas semanas pensaba quedarme solo por completo, sin que nadie me moleste....

Pero sigo siendo el rey !

Cena

I

- Vamos, siéntate, yo como rápido, ya casi termino - dije.

Estaba apenado, después de que ella había organizado la cena se quedó sin lugar en la mesa. De hecho, a menudo sucedía, ella por alguna razón quedaba sin lugar en los desayunos, comidas o cenas. De hecho, por mi mente pasó el día de ayer: "qué pendeja" ...

Aquella noche, todos se sentaron sin importar quién se quedara sin lugar, como en el juego de las sillas.

                                                                            II

Se desaparecía y aparecía como el nahuál, me impresionó su extrema atención en lo que atendiera en cierto momento, ya sea una plática, una lectura o su cámara fotográfica disparando y disparando...


Me sentí tonto cuando me preguntó ¿qué era esa cena que ordené?. A lo que respondí que no sabía, que era un nombre muy difícil, que elegí al azar. Dijo algo, pero no alcancé a entender porque a esas horas de la noche ya el cerebro no me daba para entender su inglés natal, a pesar de que sus ancestros crecieron en ese país dónde una gimnasta obtuvo el 10 perfecto de calificación en algunos juegos olímpicos de los 80's o 90's. Mi sentimiento de latino enamoradizo surgió.

Ella se veía tan triste con esa coke y una mediocre rebanada de pizza mala y árida (sin queso porque en ese lugar está prohibido comer queso con embutidos). Parecía que el dinero de todos no rendía bien en ese lugar. Alguien en mi país ya la hubiera obligado a sentarse porque ella se quedó sin lugar, aunque dijera que no, solo por el hecho de ser cortez.

Pero no importa, la gente aquí estornuda y no dice salud ...


viernes, 26 de enero de 2018

¿qué vas a hacer ahora?

- ¿Qué planes tienes entonces?¿Qué vas a hacer ahora?

- Desde los 20 años, diario hago un plan por un día. De hecho, después de los 20 años dejé de imaginar mi vida en proyección a los próximos cinco años, y después a los próximos 5 años. Estoy viviendo extra, no lo sé, sin ningún plan, pensaba suicidarme a los 20 años, pero me quedé dormido y se me pasó el tiempo.

GURSA

jueves, 25 de enero de 2018

¿cómo te sientes?

Escucho esa pregunta muy frecuente últimamente. ¿porqué? 

Tengo una resaca sin memoria, así me siento, como si tuviera una resaca de dos semanas. 

Que se termine el verano

Que se termine el verano para no tener el pretexto de salir.  Ya no quiero salir este verano, amigo, me siento cansado. Me zumban los pies c...