credits by: evtkw

domingo, 19 de junio de 2016

Tu favorito



Tu hijo siempre presumió su ausencia de las creencias que nos profesabas. Pero en el fondo sabemos que él tiene la fé más firme, que incluso yo, tu niño ejemplar favorito. En la tarde me dijo que intentó platicar contigo, y que más bien lo hizo con toda certeza. Yo, sin en cambio, algunas veces siento que todas esas cosas son huecas. 

Te recordé.

Hoy, después de mucho tiempo me pregunto porqué te fuiste, y si todavía sigo siendo tu favorito.

Te extraño, siempre tenías algo que decir ante todas estas cosas. Empecé a perderte cuando finjí que las cosas estaban bien, espero que en el fondo supieras el trabajo que me estaba costando la universidad y todas esas cosas existenciales que nos suceden cuando abandonamos la adolescencia.

En muchas cosas tenías razón, y hoy tengo necesidad de ser tu favorito, tu hijo favorito.

Bien decías que una vez estando sepultada, estaría tu recinto abandonado, árido y con flores marchitas. Como querías, elegimos el ataud más sencillo y ojalá te hubiera recitado un poema, con las pausas, como me enseñaste a leer. Ese día todo fue un desastre y permanezco enojado en silencio, pero hoy triste porque no lo merecías.

Te extraño, quisiera contarte muchas cosas, espero perdones mis flaqueas tu tan correcta, pero humana. Recuerdo cuando mis lágrimas eran absorbidas por tu sweter de figuras infinitas.

¿Cómo lo reparo? no voy ir corriendo a comprar flores, y plantarlas ahí sobre el montón de tierra seca.

Siempre decías que nos encomendáramos a nuestros ancestros, cada que teníamos una dificultad y se resolviera con alguna de sus virtudes.

Para mi siempre fueron desconocidos; la foto del cura en la escalera, tu tía elegante sobre el comedor, la abuela que me ponía a rezar, tu padre tocando el piano, el novio muerto de tu hermana, tus niños que murieron.

Nunca pude darte clases de guitarra, nunca me enseñaste a cocinar. Mi actividad siempre se limitó a untar de mantequilla los moldes de pastel y gelatina. Sin embargo extraño esas tardes.

Extraño ser tu favorito, tu ejemplo, esa carga moral. Nunca me sentí celoso de mi hermana, ni del cariño especial que sentías por ella, pues siempre me explicaste que necesitaba más protección porque era una niña pequeña.

Por el mundo van las personas decepcionándome, y sobre todo las que decías que evitara, pero por mi mismo tenía que descubrirlo para creerte.

Te extraño mucho, extraño ser tu favorito, y tus charlas infinitas.

Voy flaqueando, por eso necesito que me acompañes, ahora si tengo un ancestro conocido de quién necesito sus virtudes.

No hay comentarios:

Nunca más en la vida

Nunca te quedó claro que jamás quería volverte a ver, al menos por mi voluntad propia.  Por tu parte tenías esa idea idiota de que podíamos ...