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sábado, 9 de mayo de 2015

Noche lluviosa

Noche lluviosa





Recuerda esa canción simple de la adolescencia, con sus estrofas simples; no pensó que ha estas alturas tuviese validez. Representa una severa afirmación, el pensamiento que envuelve a su mente en este momento. Representa la realidad de esta noche.

Llama a la puerta y contesta la ausencia, estos días se ha vuelto muy tímida pero está ahí y no quiere mencionar su nombre pues siente pena porque sabe bien las palabras que no quiere escuchar. No tiene problema con ser ignorada, pues sabe que al final ella siempre se queda con él.

Escucha a sus ancestros sabios, esos latinoamericanos que se escaparon de la dictadura y escribieron cosas fantásticas en la pobreza que representaba vivir en Europa. Están grabados por siempre, sus palabras son su compañía esta noche.

Después se tranquiliza, pero llama a la puerta el capricho, es simple ... muy simple. Consiste en preparar un arsenal de palabras y escribir, como lo hacen esos personajes de ficción cuya existencia -ahora entiende- nunca será palpable en este mundo.

Una llamada esta noche no es costeable, en la ciudad son muy caras, en este país son muy caras. En esta condición aficionada se la tiene que jugar con unas cuantas monedas.

El capricho concreto es simple, muy simple; consiste en escribirle. Realmente ignora si hubo tiempo alguno en que se apreciara dicho capricho, pues en estos tiempos se ve como un hecho estúpido. Sí, lo acabo de comprobar con ese joven que escribe poesía llena de conjeturas y suposiciones. Después tristemente asevera que sus palabras inconexas se quedarán perdidas en el olvido.

Así se ve, espera una llamada...en noches como esta.

Toma su guitarra, la deja olvidada, recuerda al profesor en la tarde que tiene demasiados alumnos para ponerle atención.

Espera la llamada de ella. Piensa que no tiene sentido seguir escribiéndole y llamando, ella no tiene ningún interés. Él la recuerda, incluso en su trabajo, en la lectura del periódico y en las charlas de café con sus colegas. Ella seguramente anda por ahí en otra frecuencia, simplemente no tiene ningún interés. Pero Él aprovecha el punto de fuga, se empeña en escribir esa historia para ganar aquel premio y comprar el boleto de avión que lo llevará a Europa. Ella no encaja en su historia, ella no está con él, ella ni un segundo en el día se acuerda de Él. Él está empeñado en escribirla, pero le hemos dicho que no encaja en la historia.

Es viernes amigo, seguramente estará coqueteando con alguien y tu aquí desperdiciando el tiempo tratando de incluirla en esta historia. Nadie está como tú, aquí encerrado sentado en tu escritorio con libros regados que te hacen sentir más seguro. Si en este momento dejas de buscarla, seguramente no notara tu ausencia y esa historia está ansiosa por ser plasmada en el papel.


Vamos, no seas terco, de algún modo dijo Borges (no recuerdo las palabras exactas) que no existe el olvido. Yo se que nunca la olvidarás, pero no te olvides a ti mismo. No seas necio, empeñado en la compañía del olvido.

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