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sábado, 30 de julio de 2011

La tarde sin Rebeca (Página del diario de un escritor de periódico)


24 de Julio

Es Miércoles y no se me ocurre nada para la columna del Domingo, ya he ya tomé dos expresos y solamente logré aumentar el estado de ansiedad que me acosa desde el Sábado. Hace mucho tiempo no visitaba este café, había olvidado la absurda y hermosa vista de la terraza, se ve la ciudad tan precaria apenas iniciando sus problemas de una gran metrópoli, pero aun la rodea el campo y un gran recuerdo con nostalgias.

Lo único que se me ocurre para la columna del Domingo; narrar la historia de Rebeca cambiando su nombre por Andrea o Fermina. No se me puede ocurrir otra cosa, mi mente se ha empeñado en recuerdos de ella produciendo frias nostalgias que me calan los huesos.

El viento se burla de mi, esta soplando muy fuerte; a sacudido mi libretita de apuntes y voló una hoja donde apuntado esta el numero de Rebeca. La he mirado y están anotados esos números terribles y mi debilidad al tomar el teléfono pero en un instante logre apagárlo.

A dos mesas de mi lugar se encuentran dos muchachos con una tranquilidad envidiable. La muchacha habla y él la escucha con atención. Me pregunto: ¿Alguna vez tuvimos una tarde así Rebeca? Definitivamente no; yo siempre tan gruñon y tu quejandote de la vida.

Empiezo a escribir en esta hoja, como si estubiera hablandote y con la tierna tentación de proponerte volver.

Pero... no se puede empezar, no se puede empezar...

Es imposible empezar porque no somos lo que queremos, es imposible que yo sea el hombro donde quieres llorar por tus problemas y amorios frustrados, es imposible que seas tan solo una tierna silueta que me acompañe a tomer café, tan solo mi musa para caminar por la tarde sin decir una sola palabra, un maniqui flotante.

Yo queria estar tranquilo y siempre lo estropeaste. Sigues quejandote de la soledad que no tienes, ufana rodeada de personas. No existe nota o canción que no ayas inspirado los ultimos dos años. Rebeca nunca te cansas de llorar exigente porque eres una princesa.

Rebeca miro hacia el sur y estas bien
Rebeca miro esos muchachos y veo a tu último amor conquistandote
veo a la chica de la biblioteca sonriente y triste; ahi estas
Rebeca estas en todas partes.

Tus mensajes de fuego diciendo que soy el malo de esta historia y condenas mi soledad, por eso aguanto este café tan malo, para estar lejos de ti, y ahora que esta nostalgia me envuelve nisiquiera me siento capaz de respirar.

Rebeca yo si te extraño.

Sinceramente Y.P.

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