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viernes, 19 de noviembre de 2010

Amelia

Empesada la temporada de frios la cafeteria escolar estaba repleta de gente, y como es costumbre de muchos pedir cappuchino estaba agotado.


Sentado en una banquita fuera de la cafeteria esciolar se encontraba Sebastian, observaba que la fila de consumidores de café aumentaba.


Pensativo hacía reflexión como aquellos militares de las peliculas gringas planeando una estrategia para la guerra. El plan de Sebastian fracasaba y esque cansado de observar a su compañera de la clase de filosofia de no se que chingados, que importaba en este momento saber el nombre. Trataba de recordar el nombre de ella, era ... ¿Alejandra?, ¿Alina? ¿Andrea?, demonios no lo recordaba.. solo sabia que empesaba con A.


No habia notado la existencia de la linda joven, hasta hace 2 semanas. Resulta ser que la muchacha llegò tarde a clase y el aula del profesor Romero se encontraba llena. Al entrar Andrea, Alejandra, Alina (como se llame), no le quedo mejor soluciòn que tomar el primer rincón que tomo para escuchar la clase.


Al darse cuenta de que ningun caballero ofreció el lugar a la señorita, le pidió a Sebastián levantarse del pupitere y ceder el lugar como buen caballero. Esto le dio coraje y en su mente se hallaban las frases “¿No que mucha igualdad de genero?, Por eso me levante temprano, Pinche vieja huevona, por ser mujer piensa que tiene derecho a todo, maldita sea”


Al terminar la clase la señorita le agradeció y se marchó. Y han transcurrido dos semanas y una vez notando la existencia de “Alejandra, Andrea o Alina” y ella se encuentra en todos lados, en los pasillos y en la biblioteca.


Es muy bonita se dijo Sebastián y se le a ocurrido desde hace una semana invitarle a tomar cafè, pero sus bolsillos como los de todo un estudiante estan flacos y no habia mejor presupuesto que sobrepasara los precios de la cafeteria escolar, hace mucho le recomendaròn un pequeño lugar donde servian buenas tartas y cafè, pero... no era para tanto, en realidad no lo sabia... habia estado observando.



Sebastián continua sentado en la banquita, - es Viernes, hace mucho frio ¿Estaria bien una taza de chocolate no crees?, mira tengo esta paleta de malvabisco cubierta de chocolate, toma te la regalo

    - pensaba -

    No sabia que decirle, estaba tan nervioso y se dirigio a la clase del profesor Romero. Llegò diez minutos antes como de costumbre. - Amelia! Se llama Amelia! -

    Amelia no se presento a clases,

    Al atardecer Sebastián fue a tomar chocolate, como de costumbre, decidido a pensar que lo de Amelia era una pendejada.

  • - Un expressp doble porfavor!! - Esta noche hay mucha tarea

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