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jueves, 10 de junio de 2010

La mujer de mi general

De nuevo se encontraba en el asiento reclinable, pero esta vez no estaba tan listo y ocurrio.... ocurrio eso que le provoco dolor de estomago, eso que ya no esperaba, ocurrio....

Y no pudo hacer nada, ni moverse ni dar ordenes de nada, solo veia en la pantalla las evidencias que propia mujer le presentaba, las evidencias que podian hacerlo llorar pero no lo hizo porque es nuestro general.

Y eso ocurrio... ocurrio que su mujer estaba saliendo con otro, las evidencias ahi estaban y nos dijo:

- Este es el pago por no atender a mi mujer, por servir a la patria, pinche patria!!! que me recuerde en la eternidad. Muchachos.. no quieran mucho a una muger...

Hacia tres mese que no iba a casa, y antes de esos tres meses, antes de haber visitado su casa habia mas tiempo de ausencia, quizá ella se sentia muy sola y tenia la nesesidad de estEsar con alguien.

Y aunque era el tesoro mas preciado de mi general, ordeno que la sacaran del fraccionamiento militar, no iba a arriesgas su honrra y mucho menos su dignidad,

maldita ausencia, pero - que le hacemos - dijo, fue mi problema por no encontrar a alguein que comprendiera mi trabajo.

Tomó una roca de wiskey y continuo.

Esta bien señores sigamos con lo nuestro, y el plan planeado, las estrategias para el dia de mañana continuaron.

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