La vi por primera vez en una tarde de lluvia fuerte. Era una de esas lluvias fuera de lugar en octubre, muy intensa pero que no servía para que nacieran nuevas flores, mas bien lluvias peligrosas, porque las ramas de los árboles son más débiles, por ser otoño, y pueden caerte encima.
En esa tarde de lluvia fuerte estaba Sandra mirando por el ventanal grande de la biblioteca que vibraba y crujía debido a los fuertes vientos, todos temíamos que se rompiera y nos alejamos del ventanal pero Sandy se quedo cerca mirando la fuerte lluvia con cara de asombro y una actitud retadora. Pensé en ese momento que esa chica debía ser depresiva por el hecho de no importarle el peligro en el que estaba y que podía lastimarse. Por alguna torcida razón me gustó eso de ella y comencé a buscarla en las tardes cuando me juntaba con mis amigos a resolver la tarea.
Sandy tenía una blusa de sandías, no era alta ni baja, tenía un cabello negro que no era largo ni corto y la piel de blancanieves, en las manos resaltaban sus uñas pintadas de negro, aveces de azul y algunas otras veces de rojo. Parecía siempre estar sola y pocas veces la veías haciendo tarea en equipo.
Ella tomaba el café y postres por la mañana, lo hacía a la luz del sol como si tuviera que regularse su sangre fría. Días antes la mencionaba yo bastante con mis amigos como "la chica de la blusa de sandías", me gustaba muchísimo, la mendioné tantas veces en nuestras charlas que una mañana de postres y café mi amigo German le habló para preguntarle su nombre, en seguida me llamó para que me acercara y me presentó con ella.
Días después Sandy sandías se sentaba en nuestra mesa en las tardes para hacer tareas. German me preguntaba cuándo iba a intentar algo con ella, cuándo le invitaría yo un café, pero si bien, o mas bien, para mal, nuestro grupo de amigos podría etiquetarse en aquel momento como nerds y sobre todo erizos, quiero decir que no teníamos dinero extra para una taza extra de café. La única cosa que logré con Sandy fue pedirle que me tradujera tres capitulos de análisis complejo que estaba escrito en inglés y le pagaba con chocolates comprados con el sobrante del sobrante por las tazas de café que podía evitar comprar.
German sugería que era un buen detalle ayudarle con sus tareas de matemáticas que yo no entendía muy bien de hecho, en ese momento de mi vida yo estaba en el punto más complicado de mis estudios universitarios, aquellos días donde te preguntas si elegiste bien de carrera/estudios, si realmente quieres hacer eso toda tu vida. Pero de hecho nunca me imagine saliendo con Sandy sandías porque nisiquiera me sentía vivo, me sentía como el concreto frío, el vidrio inerte, una máquina programada, simplemente no era recíproco, ella miraba a otro lado en el horizonte. Me gustaba tanto que la asumí como una película que podía verse, incluyo disfrutarse, pero no palparse, nisiquiera respirarse.
Mi amigo German pasó el resto del semestre con Sandy sandías platicando, riendo y resolviendo sus tareas de matemáticas, que de hecho, si eran bien complicadas. German dejó de atender sus tareas propias para terminar las tareas de ella.
Yo no sé si ese grupo de nerds tenía la lógica de otros grupos nerds, o si todos los nerds son iguales, ellos decían que ayudar con las tareas a alguien y reír mucho implicaba un paso a una relación ¿es así? Nunca lo supe. Sandy sandías me encontró en la cafetería una mañana de café y postre. Me contó que German le pidió que fueran novios y que ella dijo que no, y que desde entonces él era hostíl con ella, los otros, nuestros, amigos y amigas le hablaban mal, la miraban mal, hacían cosas que la hacían sentir mal.
Cuando ella terminó de contarme le dije una de las cosas probablemente más patéticas para mí y mas sensatas para ella. Le dije que nunca entendí porque empezó a juntarse con nosotros si eramos unos nerds, que no eramos divertidos, .... , que simplemente no entendía, que no tenía que soportar las groserías de los demás, chistes idiotas, que no entendía que hacía con nosotros, que eramos unos ñoños.
German reprobó todas sus materias ese semestre y no le vimos mucho el siguiente. Así como Sandy sandías me alejé de el grupo aquel, incluso inscribí materías distintas en distintos horarios para que nuestras tareas no fueran iguales a las de los nerds. Sandy sandías comenzó a pasar más tiempo en la cafetería que en la biblioteca, de vez en cuando nos saludamos, y con el tiempo dejó de aparecerse.
Cuando me gradué de la facultad no supe más de ella ni de German. Los ñoños pensaban que dejé de frecuentar a German por intentar con Sandy lo que yo no intenté, pero en batallas ficticias un ganador o perdedor es ficticio. No se si esa regla es global pero si alguien la imagina dudo que sea posible que resolverle la tarea de matemáticas a tu musa te de una oportunidad, claro a menos de que a ella le gustes también, pero eso evidentemente se notará, pues la tarea pasa a ser irrelevante.
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