Muchas de las experiencias como aprendiz de científico se quedan dentro del círculo de aprendices de científico. Dichas experiencias están íntimamente relacionadas con el entorno social (el mío es típico, el de la clase popular de este país). Esta vez, no quiero que la experiencia se quede dentro de un círculo.
Hace unos días me encontraba cenando en la casa, que, junto con otros estudiantes habitamos cerca de la universidad. Somos chicos provincianos que perseguimos intereses distintos. Los mas extraños a los ojos comunes; el estudiante de filosofía y el de física que soy yo.
Se encontraban un ingeniero y el chico de economía que odia a Marx, discutiendo la situación económica y política del país. Proponían soluciones ingenuas, enunciadas con toda firmeza, y ese ímpetu juvenil que al final de la noche queda disuelto como el azúcar en agua. Mi amigo de filosofía trató de corregir al ingeniero proponiendo un análisis ligeramente profundo, pero este se sintió atacado, y en su defensa, con enojo lanzó como bofetada la inevitable pregunta: ¿La filosofía beneficia al desarrollo económico?
No contaré el desenlace de la cena, pero me quedé pensando en el menosprecio a una de las prácticas más importantes que a tenido la humanidad. Horas antes de la cena, encontré un vídeo donde entrevistaban a Camila Vallejo (Diputada joven Chilena) dentro de un folclórico restaurante llamado "El negro bueno". El punto era que, su gobierno quiere o quería clausurar aquel lugar. Camila, entre otros, se oponen a el cierre del restaurante argumentando que es parte de la identidad de su comuna. Camila, en el video , minuto 11:27, menciona lo siguiente: "Queremos combatir la idea del falso progreso. El progreso no pasa simplemente por ensanchar calles y construir autopistas urbanas, el progreso tiene que ver con respetar nuestra identidad, nuestra cultura".
Las palabras anteriores me hacen pensar en nuestro México como una nación joven y a la soledad del mexicano, descrita como falta de identidad en el laberinto de la soledad de Octavio Paz. Nos preguntábamos aquella noche ¿Porqué los Alemanes se levantarón después de la segunda guerra mundial?, ¿Qué los impulsa? ¿Su identidad? y ¿China? una cultura milenaria. Si apostamos por la identidad, entonces la respuesta a la pregunta del ingeniero es "No".
A continuación mi humilde y joven opinión. Pienso que la filosofía prepara un terreno arado y fértil o cimientos fuertes para una sociedad. Y acotando en una identidad personal, ¿Prefieres la religión de tu abuela? o ¿a los filósofos existencialistas?
Después del terreno firme te preocupas por el desarrollo económico y tecnológico, "primero van los caballos y luego la carreta".
Es complicado intentar "cuantificar" un problema social, absurdo resulta cuantificar a la filosofía para su contribución en el PIB.
Lo mismo ocurre cuando la gente pregunta ¿Para que sirve la relatividad?, ¿Para que sirve la mecánica cuántica? Algunas veces respondo: para tu GPS, el radar de los aviones, medicinas y el touch de tu iPhone.
Cuando se desarrollan las teorías fundamentales, no se piensa en una aplicación directa, las consecuencias llegan después. Pero sin las preguntas más básicas e inocentes que incitan al estudio de la ciencia básica y fundamental, es imposible pensar en un desarrollo tecnológico y económico. Hay una anécdota conocida respecto a un experimento de electromagnetismo que se presentó a la reina, pero ahora no recuerdo cual :( ¿La cuestión es que se pregunto para qué servía? La respuesta fue; no se pero es algo de lo cual en un futuro cobrarán impuestos.
Actualmente trabajo en mi tesis de licenciatura, en ella busqué correlaciones entre datos económicos y la actividad en un área de la física fundamental que es : la física teórica de altas energías. Dos áreas muy distintas, algunas veces me parece que los datos económicos son mas oscuros que los datos que arrojan los experimentos o modelos teóricos de la física.
Recuerdo las severas palabras de un amigo que me decía: bien, cuéntame qué has aprendido, en que se están tirando mis impuestos. ¿En qué vas a trabajar? el pueblo no puede comer ecuaciones.
La cultura en nuestro país aún menosprecia las actividades fundamentales que han llevado a la humanidad a la cumbre del conocimiento.
Un tabú que debe romperse es aquel en donde se piensa que las grandes teorías solo son para las grandes mentes, en partícular me gusta el esqueme "la fabrica de la realidad" del artículo nature. Me parece que es algo que puede imprecionar a todo curioso por las teorías exóticas de la física.
Hace tiempo, el Dr. Miguel Alcubierre (con quién cursé "Relatividad") escribió un artículo muy bonito hacerca de qué es y en qué trabaja un físico. Me parece una buena opción entendible para todo público, pues fue publicado en la revista "¿cómo vez?" de la unam.
Amigos, no desprecien el trabajo de los filósofos y físicos. Algún tiempo llegamos a ser la misma cosa.
Gerardo Urrutia, Ciudad de México 9 de Octubre de 2014.
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