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miércoles, 28 de abril de 2010

Carta sin reproches.

Carta sin reproches.

Esta vez aferrado después de escuchar el regaño y sugerencias de la mañana, tratando de evitar nudos en la garganta, evitar el dolor de mis rodillas que expresan a gritos mi malestar corporal mi insuficiencia para decir que no.

Dormir toda la tarde, cansado de la mañana y de la noche anterior, dormir para estar listo esta noche y continuar, hacer la sugerencia del profesor tratando de evitar los ideales del tercer mundo, ponernos al corriente con los del primer mundo, pero ¿ahora?... demonios! Yo no hacia estas preguntas… ¿Ahora qué tan mal me siento? ¿Ahora que mis rodillas gritan la explotación inútil de mi cuerpo? ¿Ahora que mis niveles de azúcar han subido junto con mi peso? ¿Ahora con estos nudos en la garganta? Dicen que esos problemas aparecen al final, cuando se decide qué hacer con la vida, ¿Por qué sucede ahorita, sabiendo tanto y sabiendo nada?

Y pensando en el ladrón, aquel ladrón que me hacía sentir incomodo, porque le robo el corazón a mis musas y se robo por mucho tiempo las ganancias de mis negocios. Y pensar que mucho tiempo lo defendí, y quizá se hubiera ido a la chingada, quizá no nos estuviera chingando ahorita.

Y pensar en eso que provoca ahora el ardor de mis venas y en la boca del estomago, ¿es nuevo?, porque en estos momentos debo sentir ese ardor en las venas y esa sensación de que corre aguardiente por todo mi cuerpo, y mis rodillas adoloridas y mis sueños despiertos y mi cansancio…

Terminar esta tarde después de dormir, ir al corriente con esa historia, terminar esas 24 páginas que relatan mi malestar, mi trabajo mi idioma esta vez muy sincero, historia que quizá se dé a conocer en 5 o 10 años, ahorita no, ahorita se debe tener dignidad, no serias como los otros, todos son igual a ti de imbéciles, ya estás en la nave espacial a punto de marcharte y tu pensando en detalles folclóricos.

Y otra vez el ardor e n las venas y mi estomago, dicen que no es bueno sentir eso, que se puede volver en una enfermedad corporal, esa sensación de perder la virginidad con una prostituta o con la persona que ha acabado de destruir tu vida, eso es lo peor?, no se pero lo escuche en una canción.

De nuevo esperando ansioso una respuesta, la respuesta buena poco probable, esas que hieren mas y mas el corazón, decepción ,,,, y pensar que lo era todo,,,,dar mas que recibir.

Esta tarde muere y yo desnudo reposando el baño para evitar el calor, y terminando la historia es lo mejor q puedes hacer hoy y continuar con el trabajo e ir al corriente, ahora escrbiras cosas en el presente no en el pasado, y no dirás lo confuso de tus sueños iras al grano y revelaras a los protagonistas, como aquel sueño después de a ver visto una estrella fugaz en el cielo nocturno de diciembre. Y es la última vez que evitas poner las frases de la pág. 16 y 24 de la susodicha historia que con ansias revelara la pérdida del poco honor que te queda amigo mío.

Y pensar cuando llega el tren, es tan fácil cruzar la línea amarilla y aventarse en caliente sin pensarlo, o tan fácil seguir los consejos que me han dado, esos consejos que nunca puedo llevar en práctica, tan fácil que es olvidar…. Lo hacen todos, ya no lo quieres hacer tu,, y la dolencia de que en un segundo te pueden olvidar, pero ¿Para que quieres que se te recuerde? ¿Ser inmortal? No eres Dios.

Mortalmente hablando en claves como ese libro que te recomendaron leer en la secundaria y no lo leíste por vanidad, porque estaba de moda …..

Y pensar que esta noche mis ojos serán puestos en esos 8 libros, y olvidarme a mi mismo… olvidarlos olvidarte. Despedirme a gritos adiós recuérdenme como el gansito marínela, por favor sálvame de mi, por favor lee esta carta hoy, quizá mañana no escuches mi voz, pienso en cosas que no pensaba antes, estoy tan revuelto, quizá mañana no despierte o quizá mañana desaparezca, o quizá soy tan cobarde porque lo digo, y tan cobarde por no decírselo de frente a alguien ese alguien que puede salvarme, pero esta noches seré egoísta y mi salvación seré yo y querer decir lo mucho que te quise, y lo egoísta que nunca fui con nadie todo fue contrario, siempre quise dar lo mejor de mí, aunque los demás no quisieran dar lo mejor de sí.

Y una muestra de mi egoísmo apagado es que no molestare a nadie, no hay chantajes no parare el trafico de los trenes o de la carretera, ni un charco de sangre ni una soga en la azotea, y para evitar preocupaciones he disfrazado ese viaje que realizare a la Gran Bretaña, me ire a vivir ahí para que no se preocupen, pero en realidad me voy a la nebulosa donde tanqo quiciera estar, sin sentir este ardor tan extraño.

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