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sábado, 22 de marzo de 2025
La chica más ocupada del mundo parte 1
lunes, 10 de marzo de 2025
El olor de la muerte, la guerra y las chicas más hermosas del mundo
Estábamos cenando pizza, buena pizza y buen vino, una noche tranquila, después de una defensa de tesis.
Me preguntaron que opinan los mexicanos sobre los españoles, yo les decía que al final depende qué tanto beneficio obtenías de ellos, si tenías doble pasaporte -español y mexicano-, algo que te hiciera decir que eres nacionalista, pero si vas a viajar, cruzar una aduana europea es mejor decir y mostrar que tienes conexión con personas que alguna vez cruzaron de españa/europa porque escaparon de la guerra o de una mala racha. Guerra por todas partes, al final, la guerra de independencia de México la hicieron personas que eran españoles de la alta burguesía y la clase media pero que habían perdido sus derechos de españoles, y pelearon para recuperarlos. Lo mismo ahora, si tienes un pasaporte español, aunque creciste en México, tu visión sería muy distinta, vale, al final si ahora tenías un beneficio, o como dicen un privilegio, vale, qué tanto te costaba cruzar el oceano otra vez. Bueno, no lo sé, actualmente podrías detestar a un madrileño pretencioso, a su vez que un chilango pretencioso, ¿cuál era la diferencia? Podrías ser asaltado por un chilango o un madrileño en cualquier parte donde hubiera uno con hambre.
... que tal vez ahora veíamos a los americanos, tal como los eslavos ven a Rusia, - Estados unidos es un mal necesario, Rusia también lo es - dijo el indú. Entonces comenzaron a discutir mis colegas, ya con las copas encima de vino en la pizzería, y yo decía, que razón tiene el viejo, es buen vino el que venden aquí.
El profesor que nos invitó la primera botella tenía buen ojo para los vinos, especialmente sabía cuales las personas no habían comprado, como que los rastreaba por meses. Son vinos suaves italianos -decía-, ¿sabes porqué son baratos? -me contó-, por la sobre producción que hubo hace algunos años, y que sigue pasando hoy en día, buen vino.. a buen precio.
La pizzería y la vinatería estaban escondidos en un barrio aburguesado escondido también, como esos vinos en la estantería.
El profesor del buen ojo de los vinos, estaba feliz, y estaba dispuesto a pagar las dos botellas de vino, no después de la pelea, más bien de la discusión, que dejó como saldo que solo se dignara a pagar una, pero que no el descorche, - pagamos la botella más cara -, pero no el pobre estudiante de doctorado que defendió su tesis esa tarde, sin beca y sin dinero, que por eso pidió una focaccia, hombre, que eso no es una comida. Nadie se ofreció a pagar su cena después de ver el costo final de los vinos. Pasó por mi mente pero tampoco soy hermana de la caridad.
Y cuando estaban peleando, no me uní a discusión, para no sonar igual de borracho como lo hacía el viejo profesor de buen ojo para los vinos. Por un momento era tanta la locura saliendo de sus trompas que lo único que me mantenía cuerdo era fantasear con la mesera, de casi 40 años, que se veía en buena forma, como una gacela madura, en su punto, de buena carne, flexible, posiblemente de buenos movimientos, mirada sería. Al final, eso mantenía cuerdos a los soldados, las fantasías con las cartas de esas imágenes pornográficas. Que mal estaría yo en ese momento, o tan aburrido que me mantenía cuerdo fantaseando con la mesera. - Ella atendiendo a extranjeros borrachos, se inclinaba a atender más amablemente al británico que estaba con nosotros, por más educado quizá, o por más guapo, o por que parecía que era el único que no se sabroseaba a la mesera, o sabía fingir no hacerlo -.
Al siguiente día, creo que lo sospechaban, lo mejor de la tarde era que no sacara una pistola y nos disparaba solos, así son estas sociedades educadas, todo pasa en orden hasta que a un pendejo se le ocurre sacar un arma o poner una bomba en el tranvía o en el tren y ya. ¿cómo quieres que transcurra el crimen? en suaves dosis, o fuertemente. ¿cómo quieres morir? ¿en un barrio del tercer mundo por un niño con hambre o en el primer mundo por un niño con trastornos mentales que puso plantó una bomba en el transporte público?
No lo volvimos a ver al recién doctorado, tan solo nos despedimos de él, y nos agradeció por la cena que no le invitamos -gracias por la cena- dijo, pero qué chingados, que mierda que defiendas tu tesis y nadie te invite a cenar, y de paso, chutarte la discusión de extranjeros borrachos.
No invitamos la cena. Tan solo pagamos el vino, porque el británico siempre sabía hacer buenos tratos, así como son ellos, los tres que nos bebimos la otra botella del buen vino, o más bien 4, pero el profesor pagó una botella, y los otros tres, el indú, el británico y yo pagaríamos el descorche y la otra botella por ganar 50% de salario más que el miserable recién doctorado -que ya no tenía beca-, pero que nos quitaban 30% en impuestos, vale que quizá ganábamos lo mismo todos, estudiantes e investigadores junior, - amigo-, así es como se revienta a la clase media -amigo viniste a hacer un improvement a tus skills o si quieres dinero usa tus habilidades matemáticas, si si, siempre nos dicen eso-, el británico lo sabía pero era su manera cortés de liberar el costo del recién doctorado que estaba bien dispuesto a contribuir, que era injusto -claro que si-, no, bueno, es que nadie nos ofrecimos a pagar su cena. Estábamos igual de jodidos.
Gracias por invitarme -dijo el estudiante-, pero en realidad, quería decir, gracias por pasar estos últimos momentos conmigo, porque en realidad todo el tiempo que llevábamos ahí lo tratábamos de evitar, porque las personas pierden la práctica cuando no socializan. Él no socializaba nada, y esa noche era su oportunidad, pero se unió a la discusión del indú con el ukraniano, y la cosa no terminó bien.
Siempre, para limar las perezas hago un comentario ñero, oye, ustedes tienen suerte de haber crecido en un lugar donde hay chicas tan lindas, debe ser como vivir en un cuento he (a pesar de la guerra), ¿cómo fué tu adolescencia, he? -su esposa estaba insistiéndole marcando- me dijo que ese es un tema del que no se atreve a hablar, y voltea a ver a la mesera, gacela, - y me dice- Pero, ¿conoces la opera, no, la de carmen, y el español, Marcelo?, - dije que sí para no parecer un neófito bulgar, pero que en mi perra vida había escuchado de eso - a bueno, me dijo, - pues es que ya vez que es trágico, que es un español que murió por el amor de una eslava-.
Mientras no pudimos oler la muerte de esa noche, a quien trataba de despedirse, quien olía a muerte, el que olía a muerte, de quien nos despedimos sin pensar que era la última vez
¿pagarle una cena a alguien hace la diferencia?
Yo pienso que si.
La chica más ocupada del mundo parte 1
Escuché la defensa magistral de la chica más ocupada del mundo, un poco pensando, que mi inglés era demasiado malo para comprender todo lo q...