credits by: evtkw

miércoles, 22 de mayo de 2024

Un intento raro

 Se está preguntado si su corazón puede reventar. Se recupera rápido. Se adapta rápido. Eso lo sabe, lo dijo el entrenador hace tiempo. Los sabe por la madera. Pero en algún momento perderá el sentido, como aquella tarde en la casa de los relojes, donde se ejercitó intensamente hasta sentirse mareado y vomitar. 

En el fondo sería menos raro, tan solo abusó de sus límites, así comentarían en su funeral. Se emocionó y corrió intensamente, pedaleó largas horas su bicicleta sin parar. Llego a casa, cenó y no se presentó al otro día a trabajar. Es raro porque nunca falta. Se le reventó el corazón, después de hacerle el amor a Lena, por última vez, entre sus piernas delgadas y el aroma de su perfume dulce, nadando en su suave vientre, tomando a cuenta gotas el néctar que nunca jamás antes encontró y que estaba seguro no volvería a encontrar en el mundo. Te quiero, Lena, le susurró al oído mientras ella como de costumbre preguntaba, “¿me quieres?” Si Lena, te quiero. El tiempo contigo se detiene. Quedémonos dormidos, apoya tu cabeza en mi brazo, porque contigo no siento que se canse, contigo me siento acompañado, contigo me siento satisfecho, contigo no le temo a la muerte. Quiero quedarme dormido, como nuestro verano, cuando descubrimos que nos queríamos. Me quiero morir, abrazándote, y no saber más. 


No hay comentarios:

La útlima vez que te ví

 La última vez que te ví, ni siquiera quería hacerte el amor. Quería que quedáramos dormidos como en la tarde de verano cuando nos vimos por...