Por eso te dije que prefería que nos mantuvieramos en secreto, ya se que no suena bien, en todos los modos que busques. Todo estaba pensado para este momento. Esta noche que nos encontramos por casualidad. Que siento que te miré apenas la semana pasada. Que nos conocemos más de lo que intentamos olvidar.
No contaré que me miraste, con esa sonrisa de decepción, porque evité salir a cenar contigo. Que inventé una excusa tonta para no pasarte mi teléfono. Los juegos de siempre que me impiden ser sincero. Pero me tienes acorralado.
Que te pido que me esperes un momento, en el lobby del edificio, mientras tengo que ir al baño. Entonces, me pierdo entre la gente que sale de la conferencia y me pongo a correr. Corrí mucho, también como truco para matar la euforía, la alegría y tristeza por verte de nuevo. Quizá no es eso, pero siento tantas cosas mezcladas, o una sola que no puedo identificar qué es. Sigo corriendo, y ya lo habrás entendido bien. Que no regresaré, y te irás a casa, o saldrás a divertirte con personas un poco más relajadas. No conmigo, que tengo que tomar el autobús a tiempo o tomar un scooter antes que se haga más tarde. Torpemente elegí un hotel que está lejos, pero hoy es día por visitar la pizzería que me recomendó el encargado del hotel.
No contaré que me relajé un poco, y me sentí orgulloso por escapar. Porque a pesar de que tenía ganas de cenar contigo, de estar contigo, sabía que las cosas no terminarían bien. Por eso no contaré esa historia. Tal vez sonará bastante raro, o bastante tonto el hecho de que llegué a la pizzería, me tomé media botella de vino y me sentí triste. Le marqué a Jonás para decirle lo triste que me sentía, y a pesar que me dijo que te fuera a buscar, me dijo al final que entendía mis razones para alejarme. Vale, no es una historia interesante que contar.
Entonces, pasarán días después y me inventaré historias falsas de lo que pudo haber ocurrido si aceptaba salir contigo. La duda que me quedaba de que ibas a decir.
Yo no tengo nada que contar, que escapé y al otro día sabías que tenías que estar alejada de mí. Que necesitaba estar distanciado. La razón me convencería después que elejí bien, no salir a cenar contigo.