credits by: evtkw

domingo, 21 de julio de 2024

Chica en el bar

Estaba ahí la chica con cabello castaño que me estaba mirando y mirando, y mirando. Demasiado pesado con dos cervezas en mi estómago para levantarme. O más bien con el corazón y las víceras destrozadas para levantarme y hablarle. No quiero conocer a alguien más. Quiero estar solo, aquí, tumbado, fumando mi cigarro, disfrutando de la tarde de verano.

Ella miraba y miraba. Me clave en mi libro. Sentado en la silla camastro. encendi otro cigarro y leía los escritos de un viejo indecente. El viejo Bukowski. Ella está bebiendo una copa de chardone, depués se pide un cheescake, termina y se pone a fumar. Por dios, esa chica bebe, come y fuma, quiero una de esas por favor.

¿Cómo le hablaría? Con el truco que me enseñó Alberto, en Valencia. Saca tu cigarro y finge que no tienes encendedor. Después empiezas a hablar, si continúa la plática ahí te quedas.   

Vale, al final no me quería ir de este lugar sin hablarle a esa chica. Vale, no, lo mejor no, lo mejor es ir a casa, ya son las 10 de la noche y la tarde ha muerto. Si regresamos a la disciplina del shabat, mañana domingo debenmos empezar temprano, el adulto dice que tenemos que dormir temprano. 

La miro por última vez y levanto mis brazos en señal de, ni modo tengo que irme. Me levanto, antes de irme sacudo la ceniza del cenicero en el bote de basura. Ella me alcanza y me pregunta si tengo encendedor. 

viernes, 19 de julio de 2024

Fracturas

 Nuestra relación se fracturó cuando llegué a casa muy triste. Acababa de reprobar un examen que era bastante fácil. Era imposible explicar porque mi mente había ordenado escribir todas las respuestas pero cuando miré el exámen calificado tan solo estaba la mitad. Era un exámen fácil. Lo sabía. No esperaba ver el 4.5 de calificación. Peor aún, estaba loco. 

Ya había decidido al otro día internarme en el hospital. Ser lo más sincero posible y abrir mi mente a tomar medicamentos. 

Llegué con Sara, me miró y me dijo que si todo estaba bien. Me abrazó. Me dijo que no tenía que aguantarme, que podía llorar si quería. Entonces me solté a llorar. Sentí que me liberé. 

Más tarde Sara dijo que estaba asustada, que le asustó la manera en que me puse a llorar. Entonces, supe que ella no podría apoyarme. Me sentí solo y reafirmaba mi educación de que un hombre no debe llorar. Sara no estaba preparada para escucharme. Sara veía el mundo muy rosa, Sara no podría ofrecerme sus brazos para llorar. Sera dijo que podía llorar pero en el fondo no. Sara me abandonó. Aunque seguimos juntos por otros largos meses. Al final, no le dije sobre el hospital, sobre los medicamentos. Al final ella quería a alguien perfecto. 

La chica de la cafetería

Hola, traje amigos a comer. No quiero parecer loco, o solitario, aunque prefiero venir a comer solo. No quiero parecer un vagabundo tampoco, porque no visto formal como toda la gente de por aquí. Me gusta el rock. 

Gracias por sonreír siempre. ¿Porqué tienes dos aretes distintos? Uno de gato y el otro es una cadena larga con una estrella al final. 

Me gusta venir a comer, solo estarás en verano. No me da miedo no volverte a ver. Esas cosas están desapareciendo. Gracias por sonreír y gracias por tu paciencia. Tú también tienes ojos muy bonitos, tienen un verde muy bonito, de ese que parece gris. Pasa un buen fin de semana. 

jueves, 18 de julio de 2024

Cálida tarde de verano

 Me dijo que le caía mal, con mi sonrisa estúpida cada que entraba a la recepción, ¿porqué decidí hablarle? Porque no dejó de mirarme la tarde de la primera semana de Julio. Su cara de enojada, mamona, los ojos verdes más intensos que he visto en mi vida, - pero ocultamente amo su perversión, su mirada de fuego consumiendo el aire caliente del verano- sus ojos mirándome fíjamente, la muerte y la vida a la vez. 

Eres la chica más hot del verano, pero no puedo seguir contigo, me vas a consumir, me vas a comer vivo, me vas a volver loco, me vuelves loco esta tarde, no puedo ocultar el temblor, nos quedamos dormidos, mientras nos acaricia una brisa fresca que entró por la ventana. No quiero trabajar y apenas es miércoles. 

miércoles, 17 de julio de 2024

Tarde con nubes pero no cae la lluvia

Se cubrió el cielo de nubes y escaparemos en la bicicleta. Detrás del concreto está el atardecer. Uno nunca sabe si será el último.  No, solo quieres salirte y ya. 



 

La chica de la cafetería

Me acerco al mostrador y le da risa, porque trato de hablar en su idioma, lo hago con mucha torpeza. Creo que le parezco chistoso. Se ríe. 

Creo que es una motivación para aprender más palabras. Buenas tardes. ¿Cómo estás? Yo soy gerardo, ¿tú eres ? Ya me cansé de comer diario milanesa de ternera, quiero comer otra cosa. ¿de qué es la sopa? 

Me caes bien, gracias por tu paciencia, ¿podemos ser amigos? 

Día 4

 Las calles son frías, las calles siempre son frías. Sabes que perteneces a un lugar cuando no te da miedo caminar de noche. Te unes a los vampiros, caminas junto a ellos, sin rumbo, junto a ellos. Lo hacemos parecer que vamos seguros, hacía una dirección pero en realidad no.

Somos fantasmas, ¿me recuerdas? 

Terminamos la noche en lugares cálidos, lo suficiente para soportar el frío. Vamos sin rumbo, tratando de olvidar los recuerdos que algún día nos hicieron sentir humanos. 




domingo, 14 de julio de 2024

Nada que decir

Ya sé que vas a estar aquí mirando, husmeando, porque también tenemos que aceptar que estás loca. 

Esque ya no tengo nada que decir. Esther me dijo de escribirte, para decir que no era necesario lo que hiciste. 

Es injusto que siempre me alejé de ti y tu buscaste acercarte. 

Sabias que incluso te estaba evitando, ¿no?

Por el cariño que te tengo y el cariño que me tienes, debiste saber que era mejor dejarme ahí, solo, en mi mundo. Pues la estaba pasando bien. 

Debí alejarme mucho tiempo antes, de que te colaras en mi vida, cuando noté que eras una persona con muchas ambigüedades. 

Sin embargo, aunque siento cariño por tí, me dí cuenta que tú nunca velarás por mi bienestar, por mi cuidado, tanto como yo lo he procurado contigo. 

No tienes que fingir ingenuidad, siempre supiste conscientemente lo que estabas haciendo. 

Buena suerte en la vida, 

g. 

martes, 9 de julio de 2024

La chica mas hermosa del mundo y las oportunidades de la vida

Mi cafetería favorita estaba llena de gente, pero me sentía más paciente que nunca, un poco de cafeína, el expreso especial me ayudaría a enfocarme para leer un artículo. Pienso en lo bueno que es la vida, me pagan por leer artículos científicos, por estudiar las cosas que más me gustan, ¿no es este el sueño? Al menos esta tarde lo es. Estar en una ciudad bonita, es una tarde de primavera lluviosa, se siente bien, estoy dentro de mi cafetería favorita. 

Me entregan mi expreso especial, miro la mesa que encontré vacía cuando llegué pero con torpeza no aparte mientras estaba formado antes de ordenar. Miraba la mesa pensando en que las oportunidades se van, como dice José Ramon, es el instante en que estás parado en la plataforma del tren y no alcanzas a subirte, se va y no hay más, déjalo ir. -Bueno, no importa- me digo, algo pasará.

Frente a mi hay una pareja, se les acerca una chica con una chamarra y mochila de vinilo, empapada. Ella está empapada, por la lluvia, pero la chamarra y la la mochila son impermeables, está mojado su cabello castaño rojizo corto. Es linda. 

Sus amigos le acercan una silla, ella remueve su chamarra y se acerca a la caja para ordenar algo.

Estaba yo de pié esperando a que una mesa se desocupara. Cuando por fin encuentro una mesa vacía, un poco alejado de la mesa con los amigos, tomo mi mochila y la pongo en la silla para apartar mi lugar, pero dejo el café en una de las barras provisionales. Regreso por el café y miro de frente a la chica. -Es la chica más hermosa del mundo- 

No puedo describir la frescura de su rostro, como las flores frescas en la primavera brotando en los parques. Los ojos destellantes, verdes, pero no ese verde claro violento, un verde que se vuelve oscuro cuando destellan, pues se mira más el reflejo de las cosas, mi reflejo. ¿Es de aquí? Si, no es extranjera porque habla mucho con el cajero. Es baja de estatura. Es muy joven. No me doy cuenta, pero no me dí cuenta en el momento que decidí pararme en la barra, a un lado de ella. Voltea y sonríe. Yo también, pero mi timidez hace que me dirija a los postres, para buscar un pretexto. Si se me va la vida buscando pretextos. 

La chica regresa a la mesa y yo también. ¿Porqué no tomé la mesa que estaba junto a ellos? Uno nunca sabe en la ruleta de la vida. 

Me siento a leer el artículo, me apresuro, tengo que emitir un reporte porque soy el referee. Oh si, nada bueno que reportar, los autores respondieron mis major concerns, los del auto plagio de su propio trabajo. Debería estar descansando, es sábado. Porque no, me gusta mi vida, me gusta leer papers, me gusta hacer experimentos, jugar, estar en todo lo que el trabajo de científico me permita. Pero, porqué no. Volteo hacia la mesa donde está la chica más bonita del mundo, pero es bajita de estatura, la cubre la barra, pero veo su cabello. Con suerte ella se acercará a la barra para ordenar algo y me acercaré, a hablarle, a invitarle un postre. 

Pero ella no se levanta, pero yo me acerco a la barra para mirarla de cerca y constatar si no es un espejismo. Vale que hacía tiempo no sentía ese impulso de dejar el trabajo por ese angel que parece haber bajado del mismísimo cielo, o escapado de un lugar de mis sueños. Miro para constatar, pero por un momento tengo dudas. Me puedo acercar a la mesa pero por un momento tengo dudas porque me parece muy joven, menos de 20, y bueno, yo de 30, nooo. Eso se verá raro. 

Compro un postre y volteo en lapsos de 10 minutos. Ya no tiene caso seguir leyendo, y haciendo mi reporte, he perdido la concentración total. 

Miro en la ventana y veo como se aleja. Salgo de la cafetería y se cruza una rata frente a mi. Me asusto. Pero también pienso que si llamo su atención la asustaré como la rata me asustó a mi. Regreso. Pienso, vale, no sabes. Pero no eres una rata, la oportunidad de no sentirte como una rata. 

Epílogo: 

Caminas al azar y si la encuentras por segunda vez la vida te da una segunda oportunidad. Pero eso, raramente pasa. Medio año después, no ha pasado y no pasará. Ya olvidé como es su rostro. 


https://youtu.be/i7tNkiwSWWM?feature=shared

La útlima vez que te ví

 La última vez que te ví, ni siquiera quería hacerte el amor. Quería que quedáramos dormidos como en la tarde de verano cuando nos vimos por...